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domingo, 12 de julio de 2020

Carta a los nuevos residentes: los dos curriculum. Letter to new residents: the two curricula. 給新居民的信:兩個課程。





Queridos compañeros y compañeras,

A mi no me lo contaron pero de alguna forma lo intuía, lo más difícil en medicina no es entrar sino aguantar. Todos sabéis que la puerta es estrecha y se requiere mucha nota y mucha suerte para terminar ejerciendo la especialidad deseada. Pero es extraño que ante el panorama de complejidad profesional y los altos niveles de desgaste y burnout nadie te hable del contracurrilum.

Te dirán que estudies y publiques, que hagas mil cursos, que leas y hagas rotaciones externas. Te volverán a decir que investigues y publiques. Pero todo dentro de la lógica lineal de la medicina académica bajo los auspicios de la ciencia y de la tecnología. Con esos mimbres es posible llegar lejos pero si no añades otros llegarás chamuscado. Es necesario recordar que durante miles de años la medicina era circular, lenta, centrada en lo humano, poco resolutiva en lo funcional y muy útil en lo relacional y existencial. Hoy hemos olvidado esta aproximación en beneficio de otras más productivas y rentables en términos de indicadores de salud y en indicadores económicos. Hemos convertido la salud en un bien de consumo y los sistemas sanitarios en cadenas de montaje. Hemos pasado de profesionales artesanos a técnicos hiperespecializados. Hemos deshumanizado la asistencia. 

Pese a todo la medicina sigue siendo una oportunidad hermosa para llegar a ser humano. Ayudar a otros en tiempo de enfermar, acercarse a la dificultad, la discapacidad y la muerte, es una tarea fundamental en el viaje arquetípico del héroe de todas las culturas. Sin bajar al infierno no es posible encontrar el camino hacia el cielo. Por eso no te has equivocado, estás en el lugar correcto. Lo único que quizá necesites es recordar que al curriculum de oro que vas fraguando con esfuerzo has de añadirle otro mucho más contracultural con los toques hippie, punk, naturista, existencialista o hedonista que tu elijas. Un modo de estar en el mundo, una aproximación a la creatividad, a tu creatividad, donde te des permiso para amar desaforadamente, hacer locuras, dar a luz hijos u otras obras de arte y aprender a disfrutar y a agradecer cada momento de esta vida que es a la vez misteriosa y milagro.

Busca referentes curriculares y contracurriculares, profesionales sanitarios de una pieza por un lado y por el otro camareros, músicos callejeros o profesionales, poetas, actrices, sabios no reconocidos, escritores nóveles, abuelas entrañables y toda persona que te inspire. Habla con ellos, sácalos a pasear, si es preciso baila y si lo consideras sueña. Llena tus sueños de la gente maravillosa que irás encontrando y permite que sus historias den sentido a la tuya. Esa es quizá la mayor gratificación que obtendrás de la vida y no la nómina que te paguen cada mes. 

Somos narrativa, por eso es vital que te alimentes de historias frescas de buena calidad y no de las enlatadas que te proporcionará el pensamiento único globalizado con sus series y demás. Aún no te puedes imaginar lo importante que es esto, pero te queda poco para empezar a oírlas de las bocas de tus pacientes y si lo permites del resto de personas que te encuentres. Tan solo añadiré que seas prudentes con los pantanos de la queja y la desesperación, hoy tan de moda. Crúzalos con cuidado por que sus arenas son pegajosas y traicioneras, además de malolientes. Elige mejor páramos más abiertos a la esperanza y la creatividad, por que si algo potente puede llenar tus velas son estos vientos. 

No me enrollo más. Tan solo desearte lo mejor en tu travesía y agradecerte que me recuerdes que yo también soy R0 como tu, hermanados como principiantes. Cada día que llego a la consulta me quito el calzado para recordar que sigo siento un médico descalzo, pero eso es otra historia que te contaré otro día. 

Un fuerte abrazo de un amigo que te quiere feliz. 





Letter to new residents: the two curricula.


Dear colleagues,

I wasn't told about it but somehow I sensed that the hardest thing in medicine is not getting in but holding on. You all know that the door is narrow and it takes a lot of note and a lot of luck to end up practicing the desired specialty. But it is strange that in the face of the panorama of professional complexity and the high levels of wear and tear and professional burnout no one talks to you about the countercurrilum.

They will tell you to study and publish, to do a thousand courses, to read and do external rotations. You will be told again to research and publish. But all within the linear logic of academic medicine under the auspices of science and technology. With those wicks it is possible to go far but if you don't add others you will get scorched. It is necessary to remember that for thousands of years medicine was circular, slow, centered on the human, not very decisive in the functional and very useful in the relational and existential. Today we have forgotten this approach in favour of others that are more productive and profitable in terms of health and economic indicators. We have turned health into a consumer good and health systems into assembly lines. We have gone from professional craftsmen to hyper-specialised technicians. We have dehumanized care. 

Yet medicine is still a beautiful opportunity to become human. Helping others in times of illness, approaching difficulty, disability and death, is a fundamental task in the archetypal journey of the hero of all cultures. Without going down to hell it is not possible to find the way to heaven. That is why you have not made a mistake, you are in the right place. The only thing you may need to remember is that to the golden curriculum that you are forging with effort you have to add another one much more counter-cultural with the hippie, punk, naturist, existentialist or hedonist touches that you choose. A way of being in the world, an approach to creativity, to your creativity, where you give yourself permission to love uncontrollably, to do crazy things, to give birth to children or other works of art and to learn to enjoy and be grateful for every moment of this life that is both mysterious and miraculous.

Look for curricular and counter-curricular references, one-piece health professionals on one side and waiters, street musicians or professionals on the other, poets, actresses, unrecognized sages, novel writers, beloved grandmothers and anyone who inspires you. Talk to them, take them for a walk, if necessary dance and if you consider it, dream. Fill your dreams with the wonderful people you will meet and allow their stories to make sense of yours. That is perhaps the greatest reward you will get from life and not the salary you are paid every month. 

We are storytellers, so it's vital that you feed on fresh, quality stories, not the canned ones that will give you the unique global thinking with their series and so on. You can't imagine how important this is yet, but you're about to start hearing them from the mouths of your patients and if you allow it from the rest of the people you meet. I will only add that you should be careful with the swamps of complaint and despair that are so fashionable today. Cross them carefully because their sands are sticky and treacherous, as well as smelly. Choose wilde lands more open to hope and creativity, because if anything powerful can fill your sails, it is these winds. 

I won't add to it. I just wish you the best in your journey and thank you for reminding me that I'm an freshman like you, twinned as beginners. Every day I arrive at the clinic I take off my shoes to remember that I still feel like a barefoot doctor, but that's another story I'll tell you another day. 

A strong hug from a friend who wants you happy. 





給新居民的信:兩個課程。

自動翻譯,對錯誤感到抱歉。


親愛的同事們,

我沒有被告知,但是我感覺到醫學上最困難的事情不是進入而是堅持。大家都知道,門很窄,需要大量的筆記和很多的運氣才能最終達到想要的專業。但是,奇怪的是,面對專業複雜性,高水平的磨損和專業倦怠,沒有人與您談論反curr。

他們會告訴您學習和出版,開設一千門課程,閱讀和進行外部輪換。系統將再次告知您進行研究和發布。但是,所有這些都是在科學技術主持下的學術醫學的線性邏輯範圍內。有了這些燈芯,就可以走得更遠,但是如果您不增加其他燈芯,您將被燒焦。有必要記住,幾千年來,醫學一直是循環的,緩慢的,以人為中心的,在功能上不是很決定性的,在關係和存在方面是非常有用的。今天,我們已經忘記了這種方法,而贊成在健康和經濟指標方面更俱生產力和利潤的其他方法。我們已經將健康變成了消費品,而健康系統變成了裝配線。我們已經從專業的工匠變成了超專業的技術人員。我們有非人道的護理。

然而,醫學仍然是成為人類的絕好機會。在各種疾病,接近困難,殘疾和死亡的時候,幫助他人是所有文化英雄原型之旅的一項基本任務。不下地獄就不可能找到通往天堂的路。這就是為什麼您沒有犯錯,您來對地方了。您可能需要記住的唯一一件事是,在努力打造的黃金課程中,您必須再添加一種與您選擇的嬉皮,朋克,自然主義者,存在主義者或享樂主義者風格相反的文化。一種生活在世界上的方式,一種創造力的方法,一種創造力的方法,您可以讓自己不受控制地去愛,做瘋狂的事情,生下孩子或其他藝術品,並學會享受和感恩,生命中的每一刻都是神秘和奇蹟。

尋找課程和反課程參考資料,一方面尋找衛生保健專業人士,另一方面尋找服務員,街頭音樂家或專業人士,詩人,女演員,無法識別的賢哲,小說作家,心愛的祖母以及任何啟發您的人。與他們交談,帶他們散步,如果需要的話跳舞,如果考慮的話,做夢。與您將遇到的精彩人物一起實現您的夢想,並讓他們的故事對您有意義。這也許是您一生中將獲得的最大回報,而不是每月的薪水。

我們是講故事的人,因此至關重要的是,您要以新鮮,優質的故事為基礎,而不是罐裝的故事,這些故事會帶給您獨特的全球思維及其係列等等。您無法想像這有多麼重要,但是您將開始從患者的口中以及如果您遇到的其他人允許的情況下聽聽他們的聲音。我只會補充說,您應該謹慎對待當今如此流行的抱怨和絕望。小心地穿過它們,因為它們的沙子發粘,詭異,有臭味。選擇更希望和有創造力的王爾德之地,因為如果有任何有力的東西可以填充您的帆,那就是風。

我不會添加。我只希望您旅途中一切順利,並感謝您提醒我,我像您一樣是新生,結成新手。每天到達診所時,我都會脫鞋,以記住自己仍然像赤腳醫生,但這是另一天的故事。

希望您開心的朋友的大力擁抱。

miércoles, 4 de marzo de 2020

El hundimiento de las narrativas. The collapse of narratives. 敘事的崩潰





El hundimiento de las narrativas


La crisis sistémica que padecemos configura el escenario del colapso actual de civilización. Se caracteriza por un aumento globalizado del malestar y el miedo que disminuye el pensamiento, la reflexión y la comprensión. No encontramos nada dónde agarrarnos, ni líderes, ni ideas ni narrativas, lo que está permitiendo que el poder se posicione detrás de tecnologías que ofrecen sucedáneos.

Esta situación afecta a todos los ámbitos sociales desde la política a la educación, desde la organización laboral a la sanidad. Me centraré en esta última que es la que conozco bien.

Desde hace años los profesionales de la salud somos conscientes del derrumbe de los Sistemas Sanitarios públicos en distintos países. Conocemos las causas pero no disponemos de la capacidad de implementar soluciones. Pensamos que con cambios de organización, financiación y gestión es posible cambiar y mejorar el sistema. Nos frustra que no haya motivación política ni gestora para ello. 

Tal vez estemos equivocanado el enfoque. En mi opinión no existe organización sanitaria que pueda resistir la situación social actual que ha convertido la salud en un bien económico más y ha establecido las leyes de mercado como lex artis. El ciudadano siempre va a querer consumir "más salud", y ante cualquier síntoma pedirá soluciones.

Hemos perdido la batalla de la narrativa al asumir como cierto para la salud el paradigma de mercado que impera en nuestro tiempo. Al definir salud como bienestar abrimos la puerta a la generación de infinitos bienes y servicios susceptibles de mercantilización. El paciente se convierte en consumidor y como tal solicita ser tratado. El sobrediagnóstico y el sobretratamiento son los negros ángeles que surgen de esta perversión.

La dependencia del ciudadano ante el sistema sanitario es cada vez mayor. Da igual la edad y circunstancia de la persona, ante el mínimo síntoma se acude a un centro sanitario. Hemos fracasado claramente en el "empoderamiento" del paciente tras años de buenismo sanitario en el que se han asumido como lícitas cualquier tipo de consulta. Y esto tiene difícil vuelta atrás.

Pero ¿cómo transformar esta narrativa de salud?, ¿cómo ayudar al que padece a conseguir una nueva perspectiva de lo que le sucede? Las respuestas pasan por favorecer una comunicación de calidad que permita una relación de confianza entre pacientes y profesionales. Lo segundo será aprender a escuchar lo que hay debajo del motivo de consulta, conseguir visualizar a la persona como un todo. Atrevernos a ver sus cuatro cuadrantes: físico, psicológico, social y existencial. Lo tercero ser capaces de acompañar en la construcción de una nueva narrativa por parte del paciente que le permita hacerse cargo de lo que le pasa, aceptarlo, sostenerlo y seguir caminando. La sanación implica que cada cual complete este proceso interno independientemente de lo que suceda con sus síntomas.

Muchos se preguntarán cómo será posible hacerlo en consultas de cinco o seis minutos en agendas cada vez más sobrecargadas. Y ante esto respondo con otra propuesta de cambio de narrativa, en este caso para profesionales. Si seguimos centrados en la queja y en la limitación no conseguiremos darnos cuenta del enorme poder que tienen los clínicos para ayudar a sus pacientes a transformar el plomo de sus vidas en el ansiado oro de la serenidad, el sentido y la alegría. La alquimia la hace siempre el que padece, pero que bien viene una ayudita externa cuando uno está en mitad de una noche oscura.



The collapse of narratives


The systemic crisis that we are experiencing sets the stage for the current collapse of civilization. It is characterized by a globalized increase in unrest and fear that diminishes thinking, reflection and understanding. We find nothing to hold on to, no leaders, no ideas and no narratives, which is allowing power to position itself behind technologies that offer substitutes.


This situation affects all social areas from politics to education, from labour organisation to health. I will focus on the latter, which is the one I know well.


For years, health professionals have been aware of the collapse of public health systems in different countries. We know the causes but we do not have the capacity to implement solutions. We think that changing organization, financing and management it would be possible improve the system. We are frustrated that there is no political or institutional motivation for this. 


Maybe we are wrong in our approach. In my opinion there is no health organization that can resist the current social situation that has turned health into just another economic good and has established the laws of the market as lex artis. The citizens will always want to consume "more health", and in the face of any symptom they will ask for solutions.


We have lost the narrative battle by assuming as true for health the market paradigm that prevails in our time. By defining health as well-being we open the door to the generation of infinite goods and services susceptible to commodification. The patient becomes a consumer and as such asks to be treated. Overdiagnosis and overtreatment are the black angels that arise from this perversion.


The citizen's dependence on the health system is increasing. No matter the age and circumstances of the person, at the slightest symptom they go to a health centre. We have clearly failed in "empowering" the patient after years of good samaritan care in which any type of consultation has been assumed to be appropriate. And this is difficult to reverse.


But how to transform this health narrative, how to help the sufferer get a new perspective on what is happening to them? The answers lie in favouring quality communication that allows a relationship of trust between patients and professionals. The second thing will be to learn to listen to what lies beneath the reason for the consultation, to manage to visualise the person as a whole. Dare to see its four quadrants: physical, psychological, social and existential. The third is to be able to accompany the patient in the construction of a new narrative that allows him/her to take charge of what is happening to him/her, to accept it, to sustain it and to continue walking. Healing implies that everyone completes this internal process regardless of what happens to their symptoms.


Many will wonder how this will be possible in five or six minute consultations in increasingly overloaded schedules. And to this I respond with another proposal for a change of narrative, in this case for professionals. If we continue to focus on complaint and limitation we will not be able to realize the enormous power that clinicians have to help their patients transform the lead in their lives into the longed-for gold of serenity, meaning and joy. Alchemy is always done by the sufferer, but what good is a little external help when one is in the middle of a dark night.






敘事的崩潰


自動翻譯,對錯誤感到抱歉。


我們正在經歷的系統性危機為當前的文明崩潰奠定了基礎。它的特點是動盪和恐懼的全球化加劇,削弱了思考,反思和理解。我們找不到任何可保留的東西,沒有領導者,沒有想法,也沒有敘述,這使力量將自己置於提供替代品的技術後面。


這種情況影響從政治到教育,從勞工組織到健康的所有社會領域。我將重點介紹後者,這是我所熟知的。


多年以來,衛生專業人員一直意識到不同國家的公共衛生系統已經崩潰。我們知道原因,但是我們沒有能力執行解決方案。我們認為,改變組織,財務和管理將有可能改善該系統。我們為此感到沒有政治或機構動機感到沮喪。

也許我們的方法是錯誤的。在我看來,沒有任何一個衛生組織能夠抵禦當前的社會狀況,這種社會狀況已將衛生變成了另一種經濟商品,並確立了以手法為市場的法律。市民將永遠想消耗“更多的健康”,面對任何症狀,他們將尋求解決方案。

我們假設健康時代的市場範式對健康有益,從而使我們失去了敘事之戰。通過將健康定義為幸福,我們為易於商品化的無限商品和服務的產生打開了大門。患者成為消費者,因此要求接受治療。過度診斷和過度治療是這種變態產生的黑天使。

公民對衛生系統的依賴性正在增加。無論人的年齡和環境如何,只要有症狀,他們都會去醫療中心。經過多年的良好撒瑪利亞人護理,我們認為在任何情況下都認為適當的諮詢形式對患者“賦權”是很明顯的。這很難逆轉。

但是,如何改變這種健康狀況,如何幫助患者對他們所發生的事情有新的認識?答案在於支持高質量的溝通,使患者和專業人員之間建立信任關係。第二件事是學會聽取會診原因背後的內容,設法使整個人形象化。敢於看到它的四個像限:身體,心理,社會和存在。第三是能夠陪伴患者構建新的敘述,使他/她能夠掌控自己所發生的事情,接受它,維持它並繼續行走。治愈意味著每個人都可以完成此內部過程,無論症狀如何。

許多人會想知道,在日趨繁忙的日程中進行五到六分鐘的諮詢會如何做到這一點。為此,我提出了另一種改變敘事的建議,在這種情況下是針對專業人士的。如果我們繼續專注於抱怨和限制,我們將無法意識到臨床醫生必須幫助患者帶來巨大的力量,從而將他們的生活轉變成渴望的寧靜,意義和喜悅。煉金術總是由病人來做,但是當一個人處於漆黑的夜晚時,一點點外部幫助是有好處的。


viernes, 15 de noviembre de 2019

La literatura de Manuel Vilas como medicina. The literature of Manuel Vilas as medicine. 曼努埃爾·維拉斯(Manuel Vilas)的醫學著作。





Sigo dándole vueltas al regusto que me ha quedado en el paladar después de leer la novela Alegría de Manuel Vilas. Como conflicto de intereses he de decir que es uno de mis autores favoritos y que su forma de narrar es una de las más originales del panorama literario contemporáneo. No tengo ninguna duda de que esta obra será otro éxito internacional como la anterior, y lo hará por méritos propios, además de buena literatura su narrativa es sanadora. Y lo es por varios motivos. El primero por ser un testimonio autobiográfico de que la vida es dura, en ocasiones terrible, y aun así tenemos la capacidad de seguir adelante. El síndrome de una vida de mierda existe, y cuando nos alcanza nos sumerge en el infierno más profundo. Y ese momento nos llega a todos los mortales, las crisis vitales son inherentes a la vida. El sufrimiento puede surgir por múltiples frentes entre los que el autor elige dos: sus padres muertos y sus hijos vivos. Desde esta doble perspectiva de relaciones verticales y biológicas nos ofrece su experiencia de muerte y resurrección dado que los muertos que una vez amamos no desaparecen nunca y los vivos que amamos y se alejan tampoco. La novela toca tangencialmente las relaciones horizontales de amistad y pareja sin perder el foco en lo anterior que es lo que el autor nos quiere contar. Al final todo es una búsqueda de sentido y es por eso por lo que esta obra produce esperanza en quien la lee. Es posible convivir con los propios fantasmas y seguir buscando la alegría. 

Otro mérito de la novela es la forma de expresar la relación del autor con su sufrimiento al que decide llamar Arnold. Vilas camina por su mundo interno poniendo un nombre nuevo a todos aquellos que son importantes para él y su fantasma personal no podía faltar. Esto me parece clarividente en un mundo que nos invita a encerrar en profundas mazmorras todo lo que nos disgusta. Los demonios personales solo se pueden vencer cuando tenemos el valor de sacarlos a la luz como nos llevan diciendo los psicólogos desde tiempos pretéritos. Convertir el sufrimiento personal en narrativa sigue siendo una de las medicinas más potentes que conozco y este libro es un ejemplo. Incluso cuando no tenemos nadie que nos escuche es posible plasmar en un papel aquello que nos aterra o atormenta. Y aunque no tengamos el talento del autor, ese paso de valor nos ayudará a que en la sombra amenazante de nuestra crisis vital brille la frágil cerilla de quien pone en palabras su oscuridad.

La narrativa es una manera maravillosa de recrear mundos y permitirnos escuchar y aprender de distintos autores. Cumple una función de entretenimiento y en ocasiones de inspiración, enseñanza y regocijo. Esta obra ayuda a mirar sin miedo las relaciones paternofiliales, a recordar lo importantes que son, a animarnos a cuidarlas. En un mundo convulso y despistado es bueno que alguien nos invite a rescatar lo importante y a poner la vista en algo tan bello como la alegría.





The literature of Manuel Vilas as medicine


I keep thinking about my aftertaste after reading the novel Alegría by Manuel Vilas. As a conflict of interests I have to say that he is one of my favourite authors and that his writting is one of the most original on the contemporary literary scene. I have no doubt that this work will be another international success like the previous one, and will do so on its own merits, as well as good literature its narrative is healing. And it is for several reasons. The first is because it is an autobiographical testimony that life is hard, sometimes terrible, and yet we have the ability to move forward. The syndrome of a shitty life exists, and when it reaches us it plunges us into the deepest hell. And that moment comes to all mortals, life crises are inherent to life. Suffering can arise on multiple fronts from which the author chooses two: his dead parents and his living sons. From this double perspective of vertical and biological relations, he offers us his experience of death and resurrection, given that the dead that we once loved never disappear and the living that we love and move away either. The novel touches tangentially the horizontal relations of friendship and couple without losing the focus on what the author wants to tell us. In the end everything is a search for meaning and that is why this work produces hope in those who read it. It is possible to live with one's own ghosts and to continue searching for joy.



Another merit of the novel is the way of expressing the author's relationship with his suffering which he decides to call Arnold. Vilas walks through his inner world giving a new name to all those who are important to him and his personal ghost could not be missing. This seems to me clairvoyant in a world that invites us to shut up in deep dungeons everything that we dislike. Personal demons can only be defeated when we have the courage to bring them to light, as psychologists have been telling us since ancient times. Turning personal suffering into narrative continues to be one of the most potent medicines I know and this book is an example. Even when we have no one to listen to us, it is possible to put on paper what terrifies or torments us. And even if we don't have the author's talent, this step of courage will help us to shine in the threatening shadow of our vital crisis the fragile match of the one who puts his darkness into words.



Narrative is a wonderful way of recreating worlds and allowing us to listen to and learn from different authors. It fulfils a function of entertainment and at times of inspiration, teaching and rejoicing. This work helps us to look fearlessly at paternal-child relationships, to remember how important they are, to encourage us to take care of them. In a convulsed and absent-minded world, it is good that someone invites us to rescue what is important and to set our sights on something as beautiful as joy.






曼努埃爾·維拉斯(Manuel Vilas)的醫學著作。

讀完曼努埃爾·維拉斯(Manuel Vilas)的小說《阿萊格里亞》(Alegría)之後,我一直在思考自己的回味。作為利益衝突,我不得不說他是我最喜歡的作家之一,他的著作是當代文學界最新穎的著作之一。我毫不懷疑,這項工作將像上一屆一樣是另一項國際性的成功,並且將憑藉其自身的優點以及其敘述正在癒合的優秀文獻而取得成功。這是出於幾個原因。首先,因為生活是艱難的,有時甚至是可怕的,這是自傳的證詞,但是我們有前進的能力。卑鄙的生活的綜合症存在,當它到達我們時,它使我們陷入最深的地獄。那一刻到所有凡人,生命危機是生命固有的。苦難可能出現在多方面,提交人從中選擇了兩個:死去的父母和生下的兒子。從這種縱向和生物學關係的雙重視角,他給我們提供了死亡和復活的經歷,因為我們曾經愛過的死者永遠不會消失,而我們曾經愛過和搬走的生活也不會消失。這部小說切切地觸及了友誼和夫妻之間的橫向關係,而又沒有失去對作者想告訴我們的內容的關注。最後,一切都是對意義的追求,這就是為什麼這項工作在閱讀它的人中產生希望的原因。可以與自己的幽靈一起生活,並繼續尋找喜悅。



小說的另一個優點是表達作者與苦難之間關係的方式,他決定稱其為阿諾德。維拉斯(Vilas)走遍了他的內心世界,為所有對他重要的人起了個新名字,他的個人幽靈不會丟失。在我看來,這是一個千篇一律的世界,它邀請我們將我們不喜歡的一切封閉在深層的地牢中。正如我們自古以來心理學家告訴我們的那樣,只有當我們有勇氣揭露它們時,才能擊敗個人惡魔。將個人的痛苦變成敘事仍然是我所知道的最有效的藥物之一,而這本書就是一個例子。即使當我們沒有人聽我們講話時,也有可能將使我們恐懼或折磨的東西寫在紙上。即使我們沒有作者的才華,這一勇氣的步驟也將幫助我們在重大危機的威脅陰影中閃耀,這是將黑暗表達出來的人的脆弱匹配。



敘事是重塑世界並允許我們聆聽不同作者並向其學習的一種絕妙方式。它具有娛樂功能,並在啟發,教學和歡樂時發揮作用。這項工作有助於我們無畏地看待親子關係,記住它們之間的重要性,並鼓勵我們照顧它們。在一個動盪不安,心不在b的世界中,有人邀請我們拯救重要的事物並將目光投向美麗如喜悅的事物是一件好事。


自動翻譯,為錯誤而感到抱歉。








viernes, 22 de diciembre de 2017

Is it worth creating narratives? Merece la pena crear narrativas




Is it worth creating narratives?
Are they good for anything?


The most advanced technology created by humans is language. No modern invention exceeds its potential. It is true that we can travel to the moon or carry a computer in our pocket, but without language we would still be stuck in caves.

Societies create narrative frameworks that draw on memories, archetypes, heroes and mythologies. On this cultural layer, the individual will grow up incorporating family narratives from which the own ones will emerge. The ideas of the world and of oneself therefore have a common basis.

When adversity touches us, we go to our narrative reservoirs looking for answers, meaning and direction. Vital crises force us to weave new narratives, this time in the first person. It is not an easy task. We are all afraid to face fear, sadness or anger, and also what we think threatens or worries us. We usually defend ourselves by ignoring it and ignoring it, and in cases where it overflows us in a circular fashion.

No one teaches us how to deal with suffering and difficulty, since these are precisely the circumstances that will favour our growth and overcoming.

The first step when a vital crisis catches us is to become aware of it. It is perhaps the most difficult expert as we are in the art of negation, concealment and projection.

The second is to tell it, and as one's self is difficult we usually require the help of a listener. In doing so, we put into words those emotions and thoughts that we keep on our backs without being seen. To narrate is to materialize the formless, to convert into discourse the stinging magma of human suffering in order to share, understand or visualize it.

In the healing processes of all cultures, some dimension is included that favors narrative. Usually the sick person asks for help from his family or community. He begins to verbalize his discomfort or problem. If you don't find the answer, take one more step and go to a health professional. Through a clinical interview and a physical examination, the patient will enter into a dialogue in which the patient's original narrative is developed and enriched. From this point onwards, he or she will arrive at a proposal for diagnosis and treatment that will allow the person in time of illness to mark a course of action that will help him or her to emerge from the whirlwind of their life crisis.

New narrative components will emerge from the clinical encounter. The patient will tell his or her family and community what they have been told and they will give their opinion and advice in a cycle of variable length that may involve successive consultations, conversations and awareness raising.

Narrative can be oral, written or artistic expression such as music, painting or creative arts and crafts, textiles or culinary production. Everyone has their abilities, even those who define themselves as few words.

Narrating is therefore essential to find meaning, relief, rest or relief, elements for which pharmacopoeia and medical treatments do not always have an answer.

The technological explosion we are experiencing should not let us lose sight of something as important as this. When we suffer, we need to deploy the best communicative skills we have. A coffee talk or messages from Whatsapp will not be enough. Healthcare professionals may have to salvage our role in facilitating narratives. We may have to set an example by sharing our own as the humanist doctors of the last century did, combining novel and poetry writing with their sanitary obligations. What is not retractable is to remember that each one of us must form his or her own vital narrative, paying special attention to the dark night phases, which is when we need it the most. We have good examples, it is true that they are not as popular as athletes or fashion artists, but they are there, both in our families and communities and in literature, history and universal art. Let us learn from them so that we can be a help to others.




Merece la pena crear narrativas?
Sirven para algo?


La tecnología más avanzada que ha creado el ser humano es el lenguaje. Ningún invento moderno supera su potencialidad. Es cierto que podemos viajar a la luna o llevar un ordenador en el bolsillo pero sin lenguaje seguiríamos metidos en cavernas.

Las sociedades crean armazones narrativos que se ayudan de memorias, arquetipos, héroes y mitologías. Sobre esa capa cultural el individuo crecerá incorporando narrativas familiares de las que surgirán las propias. Las ideas del mundo y de sí mismo tienen pues una base común.

Cuando la adversidad nos toca acudimos a nuestros reservorios narrativos buscando respuestas, sentido y orientación. Las crisis vitales nos obligan a tejer nuevas narraciones, esta vez en primera persona. No es una tarea sencilla. A todos nos asusta mirar a la cara al miedo, la tristeza o la ira, también a lo que pensamos nos amenaza o nos preocupa. Solemos defendernos ignorándolo y en los casos en los que nos desborda dándole vueltas de manera circular.

Nadie nos enseña a manejar el sufrimiento y la dificultad siendo estas precisamente las circunstancias que favorecerán nuestro crecimiento y superación.

El primer paso cuando una crisis vital nos atrapa es tomar consciencia de ello. Es quizá lo más difícil expertos como somos en el arte de la negación, ocultación y la proyección.

El segundo es contarlo y como a uno mismo es difícil solemos requerir la ayuda de un oyente. Al hacerlo ponemos en palabras aquellas emociones y pensamientos que mantenemos a la espalda sin ser vistos. Narrar es materializar lo informe, convertir en discurso el magma urticante del sufrimiento humano para poderlo así compartir, comprender o visualizar.

En los procesos de sanación de todas las culturas se incluye alguna dimensión que favorezca la narrativa. Habitualmente el enfermo pide ayuda a su familia o comunidad. Comienza así a verbalizar su malestar o problema. Si no encuentra suficiente respuesta dará un paso más y acudirá a algún profesional de la salud. Éste, mediante una entrevista clínica y una exploración física, entablará un diálogo en el que la narrativa primigenia del paciente se va desarrollando y enriqueciendo. A partir de ella llegará a una propuesta de diagnóstico y tratamiento que permitirá a la persona en tiempo de enfermar marcar un curso de acción que le ayude a salir del remolino de su crisis vital.

Del encuentro clínico surgirán nuevos componentes narrativos. El paciente contará a su familia y comunidad lo que le dijeron y estos darán su opinión y consejos en un ciclo de longitud variable que puede implicar sucesivas consultas, conversaciones y tomas de consciencia.

La narrativa puede ser oral, escrita o ayudarse de expresión artística como música, pintura o creativa como manualidades, tejidos o producción culinaria. Cada cual tiene sus capacidades, incluso aquellos que se autodefinen como de pocas palabras.

Narrar es pues fundamental para encontrar sentido, alivio, descanso o desahogo, elementos para los que la farmacopea y los tratamientos médicos no siempre tienen respuesta.

La explosión tecnológica que vivimos no nos debería hacer perder de vista algo tan importante como esto. Cuando sufrimos requerimos desplegar las mejores capacidades comunicativas que tengamos. Una charla de café o unos mensajes de Whatsapp no bastarán. Tal vez los profesionales sanitarios tengamos que rescatar nuestro papel a la hora de facilitar las narrativas. Tal vez tengamos que dar ejemplo compartiendo las nuestras como hacían los médicos humanistas del siglo pasado compaginando la escritura de novela y poesía con sus obligaciones sanitarias. Lo que no es escamoteable es recordar que cada cual debe de conformar su propia narración vital cuidando especialmente las fases de noche oscura que es cuando más precisamos de ella. Tenemos buenos ejemplos, es verdad que no son tan populares como los deportistas o artistas de moda pero ahí están, tanto en nuestras familias y comunidades como en la literatura, historia y arte universal. Aprendamos de ellos para poder ser nosotros una ayuda para otros.

martes, 7 de noviembre de 2017

Hacia una revolución de los pacientes. Towards a patient revolution





Towards a  Patient Revolution



The big advantage of not having a TV set is that I can read. And in view of the quality of what has recently fallen into my hands, I can attest that it is worthwhile. Today I'd like to share a commentary about Victor Montori's book Why we revolt. The author is a Peruvian endocrine with an impeccable professional trajectory at the Mayo Clinic that I have been following for a long time. His vision of medicine has the wisdom of someone who knows what he is talking about.

Dr. Montori denounced years ago the corruption of evidence-based medicine by industrial interests who designed scientific studies in order to present aspects of reality in their favor while concealing the unfavorable. This form of cheating has deceived many health professionals and patients by these caregivers.

What is now on the table is something much greater: the corruption of an entire health system that has become an industry whose main objective is efficiency or in plain words economic benefit. They speak to us from the point of view of free-market-based health care in the United States where citizens are exposed to a great deal of over-diagnostic pressure and over-treatment, if they are within the system, or to health exclusion if they cannot afford insurance.

The big problem with industrial health models is that they are not serving the purpose of properly caring for those who need help. Providing health services does not necessarily mean caring for health care. Ultimately, these services must be provided by the health care professional who cares for the patient. If the system overloads it, explodes, floods with bureaucracy, interruptions, haste... the expected thing is that it ends up burning him out. At this point, the European situation is similar to that of the United States, in our midst the degree of demotivation and discomfort of professionals is extremely high, which does not make it easy for the care provided to patients to be the best possible.

In its first part, the book talks about the system's threats: cruelty, cloudy vision, greed, overload. In the second, on the values that can save him: elegance, solidarity, love and integrity. In the third one, he proposes courses of action: timelessness, care, conversations and cathedrals.

The initial analysis is made from the American point of view, as we have said, but it brings common elements to the European point of view. I found the reflection on values to be brilliant because it is these that can help us to reorient the direction of today's health systems. It would be revolutionary indeed if both the structure and its professionals embodied the four proposed values that are clearly explained and underpinned by examples and the author's long experience.

The courses of action proposed to implement this revolution are aimed primarily at professionals. Better time management is essential but also redefining what careful care should be. Rescuing the importance of generating conversations and narratives between professionals and patients, between them and those responsible for the world of management and politics, as well as with the rest of civil society, is something that many of us have been asking for a long time. And finally, to assume that something as delicate and important as a health system should be assumed by society as the construction of a huge cathedral in the past, a task of generations that requires countless efforts by countless people. Even if we had the best plans and architects, if we do not have the involvement of all citizens, it will not be viable to carry it out.

I recommend this book to all health professionals who have vocation and enthusiasm for their work but especially to those who feel overloaded and exhausted. I'm sure they find valuable inspiration. Every citizen interested in good health will also be given important clues. And if any politician or person in charge of high health management decides to read it, he or she will have no choice but to ask deep questions and go outside his or her office to look for the answers.






Hacia una revolución de los pacientes


La gran ventaja de no tener televisión es que puedo leer. Y a tenor de la calidad de lo que últimamente cae en mis manos doy fe de que merece la pena. Hoy me gustaría detenerme en el libro de Victor Montori Why we revolt. El autor es un endocrino de origen Peruano con una trayectoria profesional impecable en la clínica Mayo que llevo siguiendo desde hace muchos tiempo. Su visión de la medicina es la de un caminante que conoce bien de lo que habla.

El doctor Montori denunció hace años la corrupción de la medicina basada en la evidencia a manos de intereses industriales que diseñaban estudios científicos con la finalidad  de presentar aspectos de la realidad a su favor mientras ocultaban los desfavorables. Esta forma de hacer trampas ha engañado a muchos profesionales de la salud y a los pacientes por estos atendidos.

Lo que se pone ahora encima de la mesa es algo mucho mayor: la corrupción de todo un sistema sanitario que se ha convertido en una industria cuyo mayor objetivo es la eficiencia para unos o directamente el beneficio económico para otros. Nos hablan desde el punto de vista de la sanidad estadounidense basada en libre mercado donde el ciudadano se expone a una gran presión de sobrediagnóstico y sobretratamiento si está dentro del sistema o a la exclusión sanitaria si no se puede permitir un seguro.

El gran problema de los modelos de sanidad industrial es que no sirven al propósito de cuidar adecuadamente a quien necesita ayuda. Proveer servicios sanitarios no necesariamente es sinónimo de una atencion a la salud y a la enfermedad cuidadosa. Quien debe proveer en última instancia estos servicios es el profesional de la salud que atiende al paciente. Si el sistema lo sobrecarga, explota, inunda de burocracia, de interrupciones, de prisa...lo esperable es que lo termine quemando. En este punto la situación europea se asemeja a la estadounidense, en nuestro medio el grado de desmotivación y malestar de los profesionales es altísimo lo que no facilita que la atención prestada a los pacientes sea la mejor posible.

En su primera parte el libro habla de las amenazas del sistema: crueldad, visión nublada, avaricia, sobrecarga. En la segunda sobre los valores que lo pueden salvar: elegancia, solidaridad, amor e integridad. En la tercera propone cursos de acción: atemporalidad, cuidado, conversaciones y construcción de catedrales.

El análisis inicial se hace desde el punto de vista americano como hemos dicho pero aporta elementos comunes al europeo. La reflexión sobre valores me ha parecido brillante dado que son estos los que pueden ayudarnos a reorientar el rumbo de los actuales sistemas de salud. En verdad sería revolucionario que tanto la estructura como sus profesionales encarnaran los cuatro valores propuestos que son explicados con claridad y apuntalados con ejemplos y la larga experiencia del autor.

Los cursos de acción que se proponen para implementar esta revolución apuntan principalmente a los profesionales. Una mejor gestión del tiempo es fundamental pero también redefinir lo que debería ser un cuidado esmerado. Rescatar la importancia de generar conversaciones y narrativas entre profesionales y pacientes, entre estos y los responsables del mundo de la gestión y la política así como con el resto de la sociedad civil es algo que muchos llevamos pidiendo largo tiempo. Y por último asumir que algo tan delicado e importante como un sistema sanitario debería ser asumido por la sociedad como la construcción de una enorme catedral en el pasado, una labor de generaciones que requiere incontables esfuerzos de muchísima gente. Aunque tuviéramos los mejores planos y arquitectos, si no contamos con la implicación de toda la ciudadanía no será viable llevarla a cabo.

Recomiendo este libro a todo profesional de la salud que tenga vocación e ilusión por su trabajo pero sobretodo a los que se sientan sobrecargados y agotados. Seguro que encuentran valiosa inspiración. A todo ciudadano interesado en tener una buena sanidad también le dará importantes pistas. Y si algún político o responsable de alta gestión sanitaria se decide a leerlo no tendrá más remedio que hacerse profundas preguntas y salir a buscar las respuestas fuera de su despacho.




viernes, 2 de diciembre de 2016

Kurere, salud narrativa para pacientes






El proyecto Kurere facilita que cualquier persona que esté viviendo o haya vivido un proceso de enfermedad pueda compartir la parte de superación y crecimiento que la experiencia le haya aportado. Como médico conozco de primera mano lo difícil que resulta la "digestión" de enfermedades con impacto vital. La dureza de procesos en los que a menudo se pierde el sentido y la orientación mientras sufrimos dolor, discapacidad o experimentamos emociones desagradables y soledad. Poder contarlo es parte de la curación y beneficia tanto al que lo cuenta como al que lo escucha.

Hablando con José Enrique Gonzalez, fundador del proyecto, le apuntaba la importancia de facilitar que toda persona en tiempo de enfermar se desahogue escribiendo, comunicando. Este proyecto no recoge las páginas amargas u oscuras. Se centra en las historias de superación que puedan inspirar a otras personas que tal vez recorran caminos similares. Historias que habrán conocido el fondo y que ahora regresan a superficie con un sentido y una enseñanza. A mis pacientes les suelo sugerir que escriban cuando no tienen interlocutores válidos o suficientes para aliviar sus penas. Esas páginas pueden quedar reservadas a un uso privado o compartirse con alguien si así lo deciden. Ahora también podrán usar el recurso que Kurere les facilita para compartir el tesoro de las lecciones de crecimiento que hayan encontrado en su viaje.









jueves, 3 de marzo de 2016

Abismos y caídas










Solemos estar muy ocupados. Me sorprende que independientemente de la edad o del sexo todos corramos por igual. Nadie parece tener tiempo. Sin embargo cuando recibimos un diagnóstico de una enfermedad mortal todo parece detenerse. Hay muchas palabras que tienen este cáustico poder: cáncer, infarto, demencia... sin apenas esfuerzo transforman nuestras vidas haciéndonos perder pie, empujándonos a un abismo por el que parecemos caer sin tocar fondo.

Hoy me permito caer por ese abismo. En parte porque he recibido una de esas palabras, en parte porque me lo puedo permitir. No es vanidad, tan solo la infantil certeza de que en mi caso la incertidumbre jugará de mi parte. Al descender por este pozo a una velocidad de vértigo puedo ver la caída de tantos otros. Personas cercanas que aprecio, familiares, amigos. También muchos pacientes, que me honraron con su confianza y compañía. Todos caemos por igual. Si me esfuerzo y miro un poco más veo una gran muchedumbre como probablemente también hizo el agudo escritor del último libro de la Biblia. De alguna manera toda la humanidad está cayendo lentamente, sin saberlo, en esta sima adusta que nos va succionando.

Pudiera parecer oscura esta visión, no necesariamente habría de ser así. Es verdad que la humanidad cae, pero es glorioso su caer. Expone una infinita levedad, un final radical, una oscura respuesta. Pero también permite un horizonte de sucesos de resplandor sublime, capaz de dar sentido y proyección hacia propiedades emergentes que transformarán lo que pensamos son la vida y la muerte, lo divino y humano.

Nuestro nivel de pensamiento es primitivo como lo es el del paramecio para la hydra, o el del alga amarga para el mandril. Somos seres sintientes que buscan sus respuestas en un camino polvoriento que para muchos es desierto. Recuperar la certeza de finitud nos puede ayudar a reconvertir nuestra relación con el tiempo. Si no conseguimos dar la vuelta a esa palanca seguiremos flotando en un océano que nos supera. Aprender a vivir es saber que este instante es el único instante. Nuestro reino está aquí pese a que muchas voces nos intentan vender fuera del mismo sus productos.

Me agarro mi costado y exprimo unas palabras, sé que son poca cosa, pero son ciertas. Nada me gustaría más que ser capaz de vivir la vida en plenitud. Me alegra ser capaz por lo menos de intuirlo. Me alegra que tus ojos lo refrenden.




Este texto se publicó originalmente en el Huffington Post

miércoles, 16 de diciembre de 2015

El poder sanador de Harry Potter


Daniel Radcliffe, Emma Watson, and Rupert Grint at the world premiere of Harry Potter and the Deathly Hallows – Part 2 in Trafalgar Square, London on 7 July. Crédito de la imagen: Wikipedia




Estamos perdidos como sociedad y como individuos. Releo Harry Potter y entiendo su poder y su éxito. Hace falta recordar quienes somos, lo hemos olvidado. Hemos dejado atrás esa dimensión mágica y poderosa que nos convertía en héroes de nuestra propia historia. Sin ella la vida es insufrible y gris.

Solo podremos recordar si nos cuentan una historia lo suficientemente buena. Una narración que nos toque el alma, que nos devuelva la llave que abre la puerta de nuestra verdadera realidad.

La propia J. K. Rowling es un testimonio inspirador. Una mujer que en situación económica adversa es capaz de reconocer el valor de una idea y apostar por ella. Una intuición tan solo, un pensamiento fugaz mientras viajaba en tren. Con frecuencia nos jugamos la vida al aventar el trigo de nuestros sentimientos y pensamientos de la paja del ruido interior. Es cierto que fuera el mar truena enfadado pero no es suficiente razón para obviar la responsabilidad vital de honrar lo que somos: una leve brisa que porta historias y sentires.

Recomiendo a mis pacientes escribir, también a mis amigos. Es verdad que todo el mundo lo hace de una u otra forma desde ese correo electrónico al mensaje de Whatsapp. El reto es convertir en un mensaje inteligible todo ese torrente que encarnamos. Las imágenes, la música, los gritos. La rebeldía, el tedio y la creatividad. Cuando no somos capaces de expresarlo algo delicado empieza a marchitarse por dentro, nos secamos. Al olvidar el poder sanador de la poesía, la literatura y la filosofía perdemos la habilidad, de cantar, contar y preguntar. Las teleseries y los telediarios, los videojuegos y las redes sociales han usurpado nuestra capacidad de trenzar la vida en forma narrativa. Expulsar los poetas, juglares y filósofos no fue una buena idea. Los cantantes de rock, estrellas deportivas y telefamosos no lo hacen igual.

No hace falta la erudición de Javier Marías ni la capacidad de trabajo de Balzac. Rowling nos recuerda que cualquiera puede ser millonario si se atreve a compartir con los demás una historia poderosa. ¿El secreto? Saber apostar por el meme correcto y recordar a Picasso, que la inspiración nos pille trabajando.




Publicado originalmente en el Huffington Post

jueves, 26 de febrero de 2015

El Hundimiento. Regresa Manuel Vilas con más poesía






Leer la poesía de Manuel Vilas no deja nunca indiferente. Tampoco su prosa. Voy desgranando su último libro de poemas, el Hundimiento, como quien asiste a un banquete con muchos camareros. Cada verso llega en una bandeja de canapés y produce un impacto en el paladar. Algunos son tan fuertes como un puñetazo mal intencionado, otros tienen sabor a desazón, la mayoría son pozos de una profundidad oscura e inquietante. Manuel Vilas es uno de los mejores poetas españoles vivos, quizá no por la calidad métrica de sus creaciones sino por la majestad con la que usa el lenguaje para regalarnos su universo emocional y vivencial, algo que solo los más grandes saben hacer. Por esta, y otras muchas razones, es difícil que el autor llegue a unas masas que nunca gustaron de platos refinados ni de sabores acres. No todo el mundo puede permitirse leer la poesía de Manuel Vilas por mucho que el jurado del prestigioso premio Generación del XXVII y un servidor lo recomendemos. De hecho quizá esté contraindicada para pusilánimes, psicóticos o almas al borde de la depresión. Si es su caso elija mejor a Paulo Coelho o atrévase con Cervantes.

Como me gustan los combinados literarios me he permitido la osadía de leer el hundimiento al alimón con la sociedad del cansancio de Byung-Chul Han, uno de los mejores filósofos alemanes contemporáneos. Muchos preguntarán el por qué de esta combinación y la respuesta es sencilla. A la poesía de Manuel Vilas le va bien la filosofía del coreano, simplemente. Han describe una sociedad plagada de enfermedad mental secundaria al positivismo y al ritmo de vida que nos aboca a ser esclavizadores de nosotros mismos. Vilas dice lo mismo, "Nosotros fuimos vencidos por nosotros mismos" (Bajo el volcán p.86), llenando de fantasmas y situaciones desesperanzadas sus poemas. También incluye la pasión, el amor y el recuerdo, nos deja una posibilidad a la redención mediante la propia narración y la propia búsqueda de sentido, aspectos que el filósofo también dispone encima de la mesa.

No seré tan temerario de sugerir que acometan en paralelo sendas lecturas, por favor no lo hagan. Pero sí den una oportunidad a que ambos autores toquen sus vidas. No les quepa duda de que les obligarán a abrir puertas y armarios largo tiempo cerrados.

miércoles, 25 de junio de 2014

Más narrativa y menos tecnología en consulta #MásNarrativa







La medicina está sufriendo una terrible crisis existencial y de valores. Voy mucho más allá de los parámetros económicos, de financiación o de gestión que son los más visibles pero no los más importantes.

La medicina occidental moderna está perdiendo el norte. 

Por un lado por convertirse en negocio con ánimo de lucro en mano de grandes corporaciones. Por otro lado por convertir la asistencia en una burocratización y protocololización que prima los registros y el clicar casillas en el ordenador antes que el desempeño clínico o humano. El tercer gran problema sería la medicalización de la vida cotidiana convirtiendo situaciones de la vida doméstica en enfermedades.

Estas amenazas no son nuevas, pero viene bien recordar que a la hora de enfermar lo peor que te puede pasar es encontrarte ante un profesional cuyas lentejas dependan de la operación que te está proponiendo o con otro que en lugar de mirarte la cara se pelee un rato con el ordenador para recibir el incentivo a fin de mes o considerar que tienes una enfermedad cuando en realidad es un acontecimiento vital normal.


Los sistemas sanitarios públicos que confieren autonomía a sus profesionales para ejercer según su criterio profesional y científico son más eficientes a la hora de ajustar el gasto sanitario total. Si queremos dar otro paso habrá que aprender a reformular la incentivación tratando de que esta venga por resultados en salud u otros indicadores que no dependan del registro informático de los profesionales. La gente necesita que la miren a los ojos, los sistemas sanitarios han de velar para que las interacciones paciente-profesional sean de la más alta calidad, tanto científica como humana.


Recuperar la narrativa es prioritario. Es necesario dejar hablar a los pacientes, permitir que sus profesionales les escuchen, acompañen y orienten sin que el ruido de fondo de la computadora distorsione el encuentro humano. 

Muchos llevamos tiempo defendiendo esta visión, pero necesitamos ser muchos más para que las cosas cambien.


Lanzo la etiqueta de Twitter  #MásNarrativa para seguir la conversación en redes sociales. Si te interesa únete.




lunes, 17 de junio de 2013

Aeropuertos





En los últimos días me he encontrado a gente interesante en diferentes aeropuertos. Es tiempo de congresos y reuniones científicas, eso lo explica todo. En Barajas pude saludar a Rafa Cofiño que se dirigía a Granada con otros compañeros. En Granada pude saludar a Rafa Bravo que se dirigía a Madrid. Como ambos son tremendamente inteligentes y creativos, traté de adivinar qué escondían detrás de sus palabras, qué preocupaciones, qué dilemas. Los encuentros en un aeropuerto son breves, a menudo zarandeados por la prisa, el sueño o el agobio. No es el mejor sitio para encontrarse. Pero siempre hay que aprovechar al máximo los encuentros fortuitos con gente extraordinaria.

No les compartiré mis conclusiones dado que se fraguaron en un lenguaje sin palabras, esa lengua que la intuición teje allá por los vericuetos más antiguos del cerebro. Lo que sí les diré es que necesitamos profesionales que nos inspiren, que sigan aportando ideas, reflexión, crítica y criterio.

Para mí fue un tesoro encontrarles. Saber que están en plenas facultades me produce una tranquilidad que compensa la zozobra que gobernantes y otros perfiles, que poco aportan a la sociedad, causan en mi ánimo.



Foto de Rafa Cofiño

domingo, 31 de marzo de 2013

Resurrección


Foto: 'eternity....'
http://www.flickr.com/photos/7166367@N05/4004542474









miraba sus manos.
aquella tarde miraba sus manos lentamente.
fuera llovía, en otra habitación sonaba un coro inglés interpretando a Palestrina.

¿cuántas veces había atravesado el delicado velo que separa la vida de la muerte?
¿cuántas?

muchas ya. hace tiempo que perdió la cuenta.

lo cierto es que tras cada paso una nueva cicatriz cruzaba su corazón.
y pesaban, ya lo creo que pesaban.

sabía que habría una muerte más grande, más pesada, más plena.

había vivido mucho, surcado mil pérdidas, mil dolores.

ahora miraba sus manos.
todo estaba allí escrito desde siempre.
cada pliegue escondía un eco de lo que cada célula guardaba con celo,
una sinfonía de información que le acompañaría en sus años de vida
y que tendría que entregar al final, cuando la brisa última llamara a su puerta.

amanece despacio.
por la ventana del tejado se va colando una luz que anuncia una nueva mañana
otro dia de vida, una nueva oportunidad de ser y hacer, de declinar los verbos,
buscar a los sujetos, hilvanar predicados.


¡cómo admiraba la profundidad de la música!
casi tanto como al misterio de esa luz
que acababa de salvarle de nuevo la vida.
otra resurrección.




Foto: Rafa Cofiño @rcofinof


martes, 9 de octubre de 2012

Arco iris en el desierto





Lo inesperado nos enseña que caminamos sobre lo siempre posible.

Esta semana terminé una de mis consultas con una entrevista con mi coordinador sobre varios temas espinosos, seguida de  un paciente que quería suicidarse y un aviso a domicilio de otro paciente con dolor oncológico no controlado. Todo en la misma media hora. Acabé mi jornada laboral más tarde de lo que me correspondía... al final va a ser que los relojes de Dalí se funden siembre para el mismo lado.

Tratar de rescatar lo inesperado en la persona que sufre es un reto. Tratar de dar esperanza al que la ha perdido también. Lo que ocurre es que en muchas ocasiones siento que tengo muchas pelotas en el aire, como los malabaristas del circo que las mueven con las manos haciendo un círculo de bolas en el aire.

¿Será posible ver llover en el desierto? ¿será posible ayudar al que sufre a ver la posibilidad de lo imposible? No se trata de vender una moto, se trata de encontrar una vía de salida, la posibilidad de una isla. 

Tengo  claro que es posible encontrar arcoiris en el desierto, yo los he llegado a ver. No soy el único. Todos hemos sido testigos de lo inesperado. Quizá debamos tomarnos en serio contarlo a los demás cuando estos nos lo piden. Nunca fue más necesario aportar sentido, contar buenas historias, escuchar con profunda atención.





Y cuando la historia parezca que todavía empeora... tener todavía algo de creatividad en la recámara para acompañar al que lo ve todo negro.





Post dedicado a Sahara medical, ong que trabaja en beneficio de los campos de refugiados Saharauis, ellos saben de desiertos.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Las mejores mentes




LAS MEJORES MENTES


Hubo una vez una civilización que decidió afrontar los enormes retos que se le presentaban preparando una generación con las mejores mentes. Para llevar a cabo esta misión consiguieron el consenso de todos que únicamente fue posible compartiendo los sueños. Así, una vez decidido, se pusieron en marcha y levantaron imperios, desarrollaron tecnologías, tejieron redes complejas… para que unos pocos pudieran brillar y encontrar las soluciones que todos requerían.
Construyeron ciudades en el desierto, rascacielos infinitos y soberbios, redes de transporte de altísima velocidad, casas que eran palacios en sí mismas, dispositivos electrónicos personales capaces de mandar una nave al espacio.

Sin embargo las respuestas no llegaban. Los millones de hombres y mujeres que sostenían con su esfuerzo la aventura de los elegidos sentían zozobra. Empezaron a formular preguntas cuyo simple sonido producía dolor ¿merece la pena pasar hambre? ¿merece la pena ver a nuestros hijos e hijas sin futuro?...

Mientras tanto en las ciudades de cristal los elegidos se afanaban en vidas líquidas que discurrían velozmente en círculos concéntricos. El exceso, la abundancia, la gran tecnología no parecían servir. Ninguno de ellos fue capaz de encontrar el sentido anhelado, la matriz invisible, la conexión ansiada.

Pasaron las décadas y el esplendor de las ciudades de cristal se fue eclipsando lentamente. Fue entonces cuando sucedió. En una remota favela marginal de una megaciudad sumida en la pobreza una niña soñó con una nueva luz. El mensaje no contenía palabras, era mucho más simple, tan solo luz, una nueva luz. Poseía la fuerza de lo evidente, la certeza plena que permite a un ser humano cambiar el mundo.

La niña se dio cuenta de que no es necesario que nadie sueñe por nosotros ni nos dé respuesta a nuestros propios retos. Una gran sonrisa afloró en su moreno rostro al sentir que su visión cambiaría la vida del planeta.




Publicado ayer en el Huffington Post.


Foto: 'mamii'
http://www.flickr.com/photos/23031166@N00/557880855

jueves, 30 de agosto de 2012

Test de velocidad




Tengo una conexión a internet bastante mala. La distancia a la central telefónica más próxima es grande. Las leyes de la física y un insuficiente servicio son las posibles causas. Me veo obligado a hacer frecuentemente el test de velocidad mediante páginas gratuitas creadas a tal efecto. Cuando la velocidad es muy baja reinicio el router y suele mejorar.

Me pregunto cómo estará hoy mi velocidad mental. También la emocional. Y por qué no la espiritual. Me suelo enredar en bucles que consumen mis recursos. Me pierdo, me agoto y mi velocidad total baja. Las leyes de la física y un insuficiente servicio son las posibles causas.


No lo tengo tan fácil a la hora de buscar un método objetivo para cuantificar mi velocidad interior. No lo tengo tan fácil para reiniciarme.



La salud en ocasiones se erosiona y nos hace ir más lentos. En otras ocasiones el ir más lentos nos hace perder la salud.



Me disculparán la torpeza de esta ilustración. Sólo pretende facilitar la comprensión ante un hecho simple que no solemos entender. Demandamos cambios en la sociedad, en el gobierno, en la economía... olvidándonos de nuestro corazón, esa instancia que regula los ritmos de nuestra vida.

Simplicidad no es volvernos simples, sino en darnos cuenta de que la vida y la naturaleza contienen una sabiduría evidente, un esplendor.

Nuestros ordenadores y nuestras biografías se mueven gracias a conexiones que facilitan la emergencia de lo inesperado. Tendremos que seguir haciendo tests de velocidad para nosotros mismos y para los que nos rodean. No para correr más, sí para vivir mejor.

miércoles, 29 de agosto de 2012

La ruina





Uno de mis pacientes se arruinó. Originó un tremendo agujero que se llevó por delante la economía familiar. Hoy vino sonriendo. Su problema sigue ahí pero ha recibido apoyo de los que tiene cerca, ha tenido el valor de pedir ayuda profesional, de venir a la consulta. Sonríe.

No sé muy bien cómo definir salud. Tengo una vaga idea pero tengo que admitir que no lo sé. Estoy entrenado para detectar la enfermedad, pero la salud... ese es otro cantar. La salud es liviana, invisible, intangible... probáblemente indefinible con palabras pese a que todos sepamos de forma intuitiva lo que es.

La sonrisa de mi paciente en mi primer dia de trabajo tras las vacaciones fue una especie de coronación inmerecida. Justifica por si sola muchas horas de fatigas, de preparación, de entrenamiento.

Me gusta que mis pacientes sonrían. Me gusta ser la causa en alguna limitada ocasión. Esto sí da sentido a mi vida.

No conseguiré que mi Consejería de Sanidad reduzca la burocracia de la consulta, mejoren el sistema de receta electrónica pese a haberles dado el plano de cómo hacerlo, tampoco que mejoren la incentivación y la moral del personal... Pero que mis pacientes sonrían me sigue produciendo una secreta satisfacción.

No está contemplado en mi cartera de servicios. Tampoco es necesario. Lo importante en la vida no suele venir escrito.

Foto de nodomain.cc

domingo, 13 de mayo de 2012

¿Dónde está el estusiamo?



"Trabajar con niños quiere decir tener que hacer las cuentas con pocas certezas y con muchas incertidumbres. 
Lo que nos salva es el buscar y no perder el lenguaje de la maravilla que perdura, en cambio, en los ojos y en la mente de los niños.
Es necesario tener el coraje de producir obstinadamente proyectos y elecciones.
ESTO ES COMPETENCIA DE LA ESCUELA Y DE LA EDUCACIÓN”
                                                                                          L.Malaguzi



En nuestras grises vidas es raro encontrarnos con personas, momentos, ideas o sentimientos que  nos produzcan entusiasmo. Cuando lo conseguimos, el gris vital habitual se transforma en arco iris y todo parece cobrar nueva vida. 

Ayer conversaba sobre la importancia de recuperar el entusiasmo, de generar dinámicas entusiasmantes capaces de lograr cosas increíbles. Esta receta sirve para cualquier ámbito personal y profesional. Es un remedio necesario.

Enthousiasmós es una palabra griega que viene a significar rapto o posesión divina. La imagen es bella, ilustra la vivencia de poetas, enamorados o profetas que son arrastrados por lo divino a planos vedados  para el común de los mortales. La buena noticia es que todos podemos ser poetas, enamorados o profetas... si nos lo permitimos.

La frase de Malaguzi, que me regalaron en la conversación que cito, me gustó por la posibilidad de encontrarnos con el lenguaje de la maravilla, que nace de pozos de atenta escucha silenciosa y es una forma arcana y hermosa de transmitir historias. Historias que si son bien contadas pueden entusiasmar al narrador y a su interlocutor.  



Foto: 'Love Is On The Move'
http://www.flickr.com/photos/44345361@N06/5714935459



Post escriptum:

(15M no es sólo salir a la calle, es proponer lenguajes alternativos al pensamiento único. Creatividad, Pasión y Conciencia no están en crisis)