La imagen ilustra la plaza de San Pedro con 8 años de diferencia. Parece que las cosas han cambiado. Y seguirán haciéndolo. La conexión a internet, la realización de imágenes y el compartirlas en directo, los dispositivos móviles accesibles a casi todo el mundo...
El mundo sanitario parece que aun no ha tomado la medida a estos cambios. Parece claro que será necesaria una adaptación.
Muchos siguen sin verlo, otros llevamos ya tiempo señalando en esa dirección. La sociedad se está moviendo.
Es verdad que aun no hay evidencias científicas que respalden la telemedicina, las aplicaciones móviles y las nuevas herramientas. Es verdad que hay muchísimo humo en el mundo tecnológico.
Pero lo que está claro es que cada vez más pacientes llevan un teléfono móvil en el bolsillo, cada vez más pacientes están conectados a internet.
¿Sabremos convertir esta realidad en oportunidad en lugar de amenaza?
Klout es una forma de medir la influencia de alguien en internet. Es un índice calculado por una empresa Californiana en base a las interacciones y el grado de conversación que un usuario tenga en Twitter.
"Ya, pero yo no tengo Twitter" podrá decir alguno, en ese caso no tendrá Klout. Y esto ¿es importante para un paciente en relación a su médico?
Lo que los pacientes pueden exigir a sus médicos es ante todo competencia profesional, conocimientos actualizados, buen hacer y capacidades de comunicación. No es buen médico el que lo sabe todo pero no es capaz de empatizar y comunicar bien con el paciente. Tampoco lo contrario.
Internet está modificando muchas cosas. Los pacientes pueden buscar a sus médicos en Google y ver qué se dice de ellos allí. A todos nos interesa en manos de quien ponemos nuestros problemas de salud.
Lo que aporta Klout, y más que el producto me interesa el concepto, es el valor de medir el grado de influencia de un profesional, su grado de comunicación e interacción virtual. Es cierto que la mayoría de los médicos no están en Twitter, es cierto que muchos probáblemente no lo necesiten. Pero, ¿qué nos dice un indice Klout de un médico:
1. Su grado de interacción en redes sociales
2. Su habilidad para moverse en entornos participativos
3. Su capacidad de compartir (información, contenidos, ideas, contactos...)
4. Su visibilidad social.
Son cosas no exigibles a priori a un profesional de la salud, pero tendremos que ir comprendiendo que los ciudadanos cada vez quieren saber más de nosotros. En entornos de libre elección real esto marcará una diferencia que iremos viendo en los próximos años. En otros sectores hay empresas que exigen un Klout de 35 para poder trabajar...
Con tantas voces disonantes y tanto ruido social parecería sensato que los médicos, los profesionales más valorados por la sociedad española (encuesta CIS 2013), tengan voz pública y se atrevan a compartirla.
La noticia del dia es sin duda la elección del nuevo Papa de Roma, Pontifex maximus, el hacedor de puentes. Es un bonito título, una misión excelsa. Y más en estos tiempos de división y disenso.
En otro orden de cosas, el más cercano para mí como profesional sanitario de Madrid, asisto a una situación sin precedentes. La Consejería de Sanidad propone hace 4 meses la mayor reforma sanitaria en muchos años. Esta incluye un cambio de modelo, la gestión privada con ánimo de lucro de 6 hospitales y el 10% de los centros de salud públicos. Esta medida suscita dudas inmediatas del colectivo sanitario, dudas que no han sido aclaradas. No sabemos si esta medida ahorrará o no, aumentará la calidad de la asistencia o la disminuirá. No hay datos. Tampoco ha habido diálogo durante todo este tiempo. Las propuestas alternativas presentadas no fueron atendidas.
Nos enfrentamos pues a un abismo, a una situación de enorme desencuentro. ¿Quién podrá mediar? ¿Quién podrá tender un puente entre la Consejería y los profesionales? no lo sabemos pero lo necesitamos. Hace falta un pontífice en Madrid. Un Pontífice Sanitario.
El museo del prado acoge una interesante propuesta que muestra la obra de juventud de Anton Van Dyck, un pintor excepcional. Contemplar la prolificidad, técnica y buen hacer de un joven es siempre estimulante. Nos anima.
Es verdad que no todos estamos tan dotados como él para la expresión artística. En cualquier caso si estamos igual de capacitados para comunicar, tal vez no con lienzos y pintura al óleo, afortunádamente hay muchos más canales.
Cuando me cruzo con profesionales opacos, heridos o quemados no puedo por menos recordar que una vez existió un pintor joven con ganas de aprender, con ganas de descubrir su propio estilo, con ganas de mostrar de lo que era capaz. Cuando yo mismo me siento aturdido, o poco fino profesionalmente también me viene bien recordar la forma con la que Van Dyck narraba los pliegues de una tela, una mano caida o una mirada lenta.
Buscar inspiración es una obligación para todo el mundo, rescatar la ilusión por la vida y por el buen hacer profesional, por las cosas bien hechas. Ejemplos como el de Van Dyck nos recuerdan que hay otra forma de hacer las cosas, que todos podemos plantearnos un dia para cambiar#changeday y participar en la #mareaética que transformará el mundo.
Wat wekunnen lerenvan dejonge VanDijck
Het Prado Museumherbergteen interessant voorstelmethet vroege werk vanAntonVan Dijck ,een uitzonderlijkeschilder.Overweegtprolificacy, technieken vaardigheidvan een jongpersoon is altijdstimulerend.Weaangemoedigd.
Het is waar datniet iedereen is zobegaafd alshijvoor artistieke expressie.In ieder geval, als wein staat zijn omevente communiceren, misschien nietmet schilderijen enolieverf,gelukkig zijn erveel meer kanalen.
Toen ikeen ontmoeting metprofessionalsondoorzichtig, gewond ofverbrandkan ik alleen maarherinneren dat erooit eenjonge kunstenaarleergierig,enthousiast omhun eigen stijlte ontdekken, de wil omte laten zien wathij kon doen.Als ikmerk dat ikverbijsterd, netof fijnbevalt meprofessioneelook niet vergetendemanier waarop VanDijck verteldde plooien vandoek,een hand of eenkijkjelangzameval.
Vind inspiratieis een must vooriedereen,het redden van deillusievan het leven enhet goedevakmanschap,voor dingengoed gedaan.Voorbeelden zoalsVan Dijck herinneren ons eraan dater een andere manierom dingen te doen,kunnen we allemaalons afvragenene dag op#changedayveranderen enin de#mareaéticadie de wereldzal transformerendeelnemen.
No me resisto a visibilizar este vídeo de James McCormack@medmyths que me llega por el blog de Rafa Bravo (un blog por cierto mucho mejor que el mio).
La presión que sufrimos los médicos por parte de las guías clínicas y la industria farmacéutica es enorme. Tratar de buscar las mejores pruebas científicas para ayudar a los pacientes a veces es más difícil que encontrar una aguja en un pajar. Pero en otras ocasiones la cuestión es más evidente. Las que señala este vídeo sirven de ejemplo.
Necesitamos un urgente repaso.
I got addicted to a certain kind of practice Guidelines made me feel so happy I could die I told my patients it was good enough To lower glucose make them unconscious I put my 95 year-olds on a statin
Yo era adicto a un determinado tipo de práctica clínica
Las guías me hacían sentir tan feliz que podría morir
Les dije a mis pacientes que era lo suficientemente bueno
bajarles la glucosa hasta que estuviesen inconscientes
Les puse una estatina a mis pacientes de 95 años I should have known that all along that this was wrong 100 over 60 made them fall, they really fall Stopping salt and fat does not make sense I really should have looked at evidence I didn’t know that half of guidelines were just opinion
Yo debería haber sabido desde el principio que todo esto era incorrecto
a 100 pacientes mayores de 60 años les hizo caer, ¿caían de verdad?
Dejar la sal y las grasas no tenía sentido
Realmente debería haber estudiado las pruebas científicas
Yo no sabía que la mitad de directrices eran sólo opiniones You say I need an RCT One that actually shows a difference in a real outcome I’m supposed to know the NNT and discuss it with my patients Are you kidding me?
Usted dice que necesito un ECA (ensayo clínico aleatorizado)
Uno que realmente muestre la diferencia en resultados reales
Se supone que debo conocer el NNT y comentarlo con mis pacientes
¿Me está tomando el pelo? I Don’t know what a p-value is You say I need a Cochrane review to help me find some numbers I hear some surrogates were wrong And now I need some studies I’m supposed to quote
Yo no sé qué es una p
Usted dice que necesito una revisión Cochrane que me ayude a encontrar algunos números
He oído que algunos subrogados no eran apropiados
Y ahora necesito algunos estudios que debería citar Now I need some studies I’m supposed to quote
Now I need some studies I’m supposed to quote
Ahora necesito algunos estudios que debería citar
Ahora necesito algunos estudios que debería citar Now and then I think of all the things you had me measure You had me thinking there was always something that was wrong All that fibre was an adventure Now I’m passing wicker furniture Beta-blockers made me feel real slow And now you telling me about some studies that you need to quote
De vez en cuando pienso en todas las cosas que tú me has medido
Tú me habías dicho Me hiciste pensar que siempre había algo que estaba mal
Toda esa fibra era una aventura
Ahora estoy expulsando muebles de mimbre
Los beta-bloqueantes me hacen sentir lenta
Y ahora tú me estás diciendo que tienes que citar algunos estudios But now I’m reading RCTs
You get a 1% reduction from a low dose statin
I know now that an A1C of less than 8 is good enough as long as you don’t pee
Forget about your CRP
Just don’t eat like a great fat pig and go get some activity
I think that I can help you now
I finally have some studies that I like to quote
Pero ahora estoy leyendo ECA
Alcanzas una reducción del 1% con una dosis baja de estatina Ahora sé que una HbA1c de menos del 8 es lo suficientemente bueno siempre y cuando no orine
Olvídate de tu CRP
Eso sí, no comas como un cerdo y haz algo de actividad física
Creo que ahora te puedo ayudar
Por fin tengo algunos estudios que me gusta citar (That I like to quote) Some studies
(Now I have some studies that I like to quote) Some studies
(That I like to quote)
Some studies
(Now I have some studies that I like to quote) (That I like to quote)
(That I like to quote)
(That I like to quote)
(Some studies)
lgunos estudios
(Eso me gusta citar)
algunos estudios
(Ahora tengo unos estudios que me gusta citar)
algunos estudios
(Eso me gusta citar)
algunos estudios
(Ahora tengo unos estudios que me gusta citar)
Some studies
En Grecia la situación de la sanidad es muy sencilla de explicar. Si tienes dinero te atienden, si no lo tienes no.
La exclusión del sistema sanitario es una desigualdad en salud a sumar a otras (paro, bajo nivel de ingresos, barreras a la educación, adicción a drogas, extrarradio...).
En España la sanidad ha tenido un problema de financiación crónico que ahora se ha agravado. Hay menos dinero, lo que está condicionando recortes. Estos se están haciendo con criterio político y no profesional. Se está amputando a bulto con hacha (recortes lineales) en lugar de hacerlo con precisión usando bisturí (los profesionales hemos hecho propuestas que no han sido tenidas en cuenta). A esto se suma el problema de Madrid, con 7 hospitales sobrantes, sobredimensionados, construidos sin un estudio serio que avalara su necesidad (salvo el posible interés electoralista del momento). Parece que la propuesta gubernamental es primar los hospitales de gestión privada y ánimo de lucro en detrimento de los enteramente públicos (al igual que se hace en el mundo de los colegios y la educación, ¿les suena?).
¿Qué va a suceder? no lo sabemos, pero viendo el ejemplo griego no nos quedamos muy tranquilos.
La revista British Medical Journal ha comenzado una campaña que ha denominado Too much medicine (demasiada medicina) para tratar de concienciar sobre los excesos y peligros del abuso de la medicina moderna. Desde hace años profesionales de distintos medios y países llevamos desarrollando un esfuerzo en nuestras consultas, blogs, redes sociales y medios de comunicación para visibilizar este problema.
En 2011 el dr. Juan Gérvas y un servidor, grabamos este vídeo sobre la prevención cuaternaria, concepto que el citado colega defiende a capa y espada desde hace tiempo. En su recientemente publicado libro, Sano y Salvo sistematiza la mayoría de sus tesis respaldado de contundente evidencia científica.
En el libro The patient paradox la doctora Margaret McCartney hace un alegato contra los excesos de los métodos de screening, pruebas diagnósticas y los tratamientos sobredimensionados.
La sociedad moderna tolera mal la enfermedad, el tiempo de enfermar. Eso unido al ansia de negocio de muchos está formando una burbuja sanitaria que está teniendo consecuencias. De momento en Madrid hay un grave problema de gestión dado que en los últimos años se han construido muchos más hospitales de los necesarios y ahora no se sabe cómo y cuáles cerrar.
Iniciativas como las citadas y otras muchas de mucha calidad como el blog prescripción prudente o el concurso de cortometrajes Polimedicado son pasos hacia una conciencia social que finalmente nos haga caer en la cuenta de que más sanidad no es mejor sanidad, demasiada medicina no es buena medicina.
Ni en el exceso ni en el recorte está la virtud, ¿encontraremos el término medio?
Ser un buen profesional implica apoyarse en una base ética sólida y sencilla. Tratar de hacer tu función lo mejor posible, tratar de dar el mejor servicio posible, tratar de buscar el bien común antes que el propio.
Evidentemente cada cual tendrá su propia ética y manera de hacer las cosas y será más o menos indulgente a la hora de tolerar irregularidades en su vida como engañar a hacienda, aceptar sobres o escatimar tiempo del trabajo.
Es verdad que en nuestro medio no abundan los buenos ejemplos. Que la cultura del sálvese quien pueda, la chapuza y los mínimos campa por todos sitios. Pero me atrevo a adelantar que ese no es el camino. Lo barato sale caro y lo chapucero nos traerá problemas tarde o temprano. En mi medio sanitario, pero valdría en cualquier otro, hay rácanos, escaqueados y chapuceros. También profesionales como la copa de un pino. Ahí soy afortunado, tengo muchos buenos referentes. Gente que se entrega a su labor, sea limpiadora o administrativo, enfermero o médica. Compañeros que no reciben sobres ni maletines de ninguna clase, profesionales que se esfuerzan por hacer su labor contra viento y marea.
Me gustaría que surgiera una nueva marea que se enfrente a tanta desazón, a tanta corrupción. Que todos nos uniéramos a ella por convicción, porque es mejor para nosotros mismos y secundariamente para la sociedad. Esta sería la verdadera MAREA que nuestro tiempo necesita. No se trata tan solo de salir a la calle y protestar (#mareablanca), se trata de atrevernos a hacer nuestra labor lo mejor posible y de esta forma poner en evidencia al que no la hace, sea jardinero o presidente del gobierno, teleoperador o consejero de sanidad.
La mejor forma de hacer política es la excelencia, pocas cosas la pueden superar, pocas razones la pueden vencer. Y si es una excelencia al servicio de los demás, podemos llegar a ser imparables.
Un paciente no está solo. Los pacientes son los mejores profesores para otros pacientes. Si nos lo creemos tal vez seamos capaces de plantear nuevos caminos, nuevas alternativas, que por otro lado siempre han estado ahí. La enorme dependencia que nuestra sociedad tiene del sistema sanitario no ha existido en otras épocas. Quizá sea sensato tratar de proporcionar herramientas, formación y apoyo a los propios pacientes para que sean ellos los que lideren una parte del cuidado y apoyo de muchos procesos de enfermedad de larga duración.
La Escuela Andaluza de Salud Pública impulsa un proyecto precioso, la escuela de pacientes, que trata de avanzar en esta dirección esperanzadora. El 15 de marzo tendrá lugar en su seno un congreso extraordinario. No será liderado por profesionales sanitarios ni grandes especialistas pero si veremos expertos, pacientes especializados en ellos mismos que han aprendido a ser referencia y ayuda para otros. Este acontecimiento era imposible hace unos años. Claramente los tiempos están cambiando y profesionales como Joan Carles March y su equipo de la EASP nos demuestran que es posible hacer las cosas de otra manera.
El congreso tendrá lugar físicamente en Granada pero también se podrá seguir en redes sociales #congresopacientes @escpacientes
Si no participas es porque no quieres, ahora no puedes decir que hay barreras.
Puedes mandar tu vídeo al concurso. Aquí tienes las bases. Aquí puedes votar (con un me gusta). Y aquí tienes mi minimalista contribución:
A nadie le gusta la enfermedad y mucho menos si es larga, crónica, incurable. Los gestores deberían estár nerviosos (si miraran un poco más lejos de la presente legislatura), en la próxima década la pirámide de población española estará peligrosamente envejecida, eso significa problemas, muchos problemas. El sistema sanitario no podrá dar a basto.
¿Qué podemos hacer?
Como políticos y gestores no se destacan por su resolubilidad (seguimos sin receta electrónica, con mucha burocracia en consulta, sin comunicación entre el centro de salud y los hospitales y sin diálogo de gestores con asistenciales) más nos vale aplicar nosotros un poco de sentido común. Adelanto tres simples propuestas.
1. Favorecer los autocuidados y la autonomía del ciudadano. Programas de educación bien diseñados, intervenciones de salud pública, recursos online, servicios de consultoría telefónica o por vídeoconferencia que descarguen las urgencias...
2. Permitir que los médicos de familia puedan salir de su consulta (si tienen 50 pacientes citados no es posible) para desempeñar tareas de control domiciliario, asistencia telefónica, educación para la salud y actividades comunitarias.
Incentivar a profesionales de atención primria para que pacientes terminales o complejos tengan mejor asistencia domiciliaria, más visitas, mejores cuidados.
3. Mejorar la coordinación entre el médico de familia y el especialista de medicina interna, urgencias y resto de especialidades del hospital. Contacto telefónico para solucionar dudas y cuestiones que eviten visitas a la urgencia o ingresos.
No digo nada nuevo, hemos compartido estas propuestas muchas veces. Ven que tampoco es muy complicado, ni son soluciones costosas. ¿Creen que se ha hecho algo en este sentido?
Efectivamente. No.
Los responsables deben estar pensando en cosas mucho más importantes o yendo a congresos donde se habla del paciente crónico sin presencia de este ni de los profesionales que los cuidan. Hay alguna excepción, pero lamentablemente el panorama no es muy creativo que se diga.
El director belga Michael Haneque dirige este corto que ilustra los problemas de Obi Wan Kenobi para cuidar a su padre enfermo. Permítanme un poco de ironía galáctica para poner una pizca de humor en un tema tan serio.
La investigación de nuevos tratamientos se basa en estudios científicos. Las industrias farmacéuticas los llevan a cabo invirtiendo enormes cifras. El problema aparece cuando únicamente se publican los resultados favorables al medicamento que se quiere comercializar, no publicándose y destruyéndose los resultados no concluyentes o desfavorables.
Esta omisión de información es gravísima porque podría salvar vidas al mejorar las indicaciones y el uso de los tratamientos.
Por eso pido públicamente que apoyen la campaña: All trials registered firmando con su email aquí (no tardarán ni 15 segundos).
Sense about science nos aporta la opinión de gente muy sesuda con argumentos de más peso:
An editorial in the BMJ today spells out that academics as well as companies need to report the results of their trials. Editor in Chief Fiona Godlee calls on both industry and academia to clean up their act and invites BMJ readers to add their voice to the petition at www.alltrials.net: “The evidence that much research goes unreported is overwhelming, putting patients at risk and wasting healthcare resources.”
Tracey Brown, Director, Sense About Science: “Everybody
agrees that all clinical trials should be registered, and that we
should at the very least have access to the basic results, and ideally
the full Clinical Study Reports. But there have been years of
foot-dragging and non-compliance with requirements. We expect doctors
and researchers to have access to the best available evidence, not half
of it. Government and regulators must listen to what the public thinks
about this. It’s a vital matter of public interest for the medicine we
have now and the medicines we might have in the future.”
Ben Goldacre: “This
problem has been dodged for too long. Over the next two years, many of
the drugs in common use will come to the end of their patent life. When
that happens, it may become even harder to get the information that has
been withheld. By signing the AllTrials petition you can show
governments, regulators and research bodies how much this matters, and
why they need to act now. Industry and academics must share all trial
results: without this information, doctors are misled, and patients are
harmed.”
Dr Richard Lehman: “It is a scandal
that doctors like myself often prescribe treatments without knowing
their true benefits and harms, because research evidence from human
trials has been withheld. That means that over my 35 years as a GP, I
have unintentionally spent large sums of NHS money on treatments that
did not work, and some patients have suffered avoidable harm. We need
immediate access to all the data relating to all the drugs and devices
which we use on millions of people every day.”
Richard Stephens, Chair of the NIHR Cancer Consumer Liaison Group: “The Department of Health report, Innovation Health and Wealth, sets out a goal for the NHS that every willing patient should be able to take part in research. In our publication, Action On Access,
we call for research to be embedded in clinical practice. Already 20%
of cancer patients in the UK take part in clinical trials as part of
their treatment options. We expect that the results of trials will be
made freely available to researchers, clinicians and administrators, in
order to deliver better treatments, better services, and better outcomes
for patients. So all clinical trials should be on a central accessible
register, and all trials should be reporting their results, even if they
do not change clinical practice.”
Carl Heneghan, Director, Centre for Evidence-Based Medicine, University of Oxford:
“There is a fundamental lack of scientific progress because clinical
trial evidence is being withheld. The missing results from the last 20
years also represent lost opportunities to replicate results and learn
from all that research, and to develop some of it in light of new
discoveries.”
David Tovey, Editor in Chief, The Cochrane Library:
“Realism is hugely important in medicine and one of the building blocks
of trust between health professionals and the public. Realism depends
on researchers, professionals and the public having access to the full
picture from all relevant trials. The Cochrane Collaboration conducts
systematic reviews to inform decision making, but the process is
undermined if our researchers can only access a fraction of the
information required.”
Sir Iain Chalmers, Coordinator, James Lind Initiative: “More than 20 years ago the Journal of the American Medical Association
published an article written by me entitled ‘Underreporting research is
scientific misconduct’. The evidence that has accumulated over the
subsequent two decades has made clear that underreporting clinical
trials is widespread and constitutes not only scientific misconduct, but
also unethical misconduct. The result has been harm to patients and
built-in inefficiency in efforts to discover useful and safer
treatments.”
A la hora de publicar este post me recuerda @Bibliovirtual la página web The All Results Journals, un proyecto previo que trata de publicar la información no publicada.
1.- ¿Es frecuente
que la gente añada a los medicamentos recetados por su médico otros que
se venden sin prescripción en la farmacia?¿Qué riesgo puede tener para
su salud la combinación de fármacos?
Mientras
más fármacos se consuman juntos más riesgo de interacciones y efectos
secundarios. Incluso combinar ibuprofeno y paracetamol para bajar la
fiebre da más problemas que usar un único fármaco.
Es un problema complejo. Nunca en España hemos
tenido indicadores de salud tan buenos como ahora. Paradójicamente nunca
nos habíamos sentido antes tan enfermos. La percepción de salud es muy
baja. Influye el panorama de crisis y la menor tolerancia a ponernos
malos. Vivimos muy mal cuadros leves como diarreas o catarros, la
sociedad nos exige estar permanéntemente al 100%
3.- El término en inglés
es ‘disease mongering’ define prácticas de la industria farmacéutica
para convertir fenómenos normales en enfermedades. El diario Público
cita el Síndrome de Piernas Inquietas como ejemplo (http://www.publico.es/38349/exceso-de-farmacos-para-mujeres-sanas)
aunque no sé si es acertado. ¿Existe esta tendencia a vender las
pastillas como solución a todos los males? ¿Cuáles son los ejemplos más
frecuentes?
La industria farmacéutica es de las más
poderosas. Su interés es hacer negocio vendiendo fármacos. Para ello no
repara en generar necesidades. Cualquier situación para la que se pueda
hacer un fármaco se convierte en enfermedad. Tener poco pelo, ser un
niño movido, tener la menopausia... se convierte en enfermedad cuando
antes no lo era.
4.- El mismo
reportaje que cito arriba, asegura que las mujeres son las que más se
polimedican a pesar de estar sanas ¿Cómo se puede frenar la tendencia?
¿Se ha hecho alguna campaña en este sentido?
Es brutal lo
que se está haciendo. En algunos países es obligatorio por ley hacerse
mamografías a partir de los 40 años (Uruguay) cuando está demostrado que
esta técnica no es útil antes de la menopausia y que después tiene
resultados controvertidos.
La vacuna del
papilomavirus para niñas también es muy controvertida. La medicación
contra la osteoporosis con la que bombardean a mujeres de edad media no
aporta beneficios (lo hace parcialmente a partir de los 80 años...)
5.- ¿Medicamos en exceso a los niños?
Las
salas de espera de las consultas de pediatría están llenas... de niños
sanos. Les damos kilos de antibióticos y medicamentos que probáblemente
no sean necesarios en muchísimos casos. Los padres agobiados exigen al
sistema de salud soluciones y este no suele tener suficiente tiempo
ni recursos para explicar la benignidad de muchos casos.
6.- Muchas personas mayores consumen entre 10 y 15 pastillas diarias. ¿Cuándo comienza a ser peor el remedio que la enfermedad?
El
metabolismo de los mayores es más lento, es más fácil que se intoxiquen
o que los medicamentos interaccionen (reaccionen mal) entre sí.
7.- El País (http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/03/20/actualidad/1332260295_589522.html
)emplea un informe de Sespas para denunciar que el problema no depende
exclusivamente de la automedicación, sino que el propio sistema está
excesivamente medicalizado. ¿Qué opinan de esta sentencia? ¿Existen
alternativas a los fármacos en algunos casos? ¿Por qué no se les da
preferencia?
El informe Sespas es un documento excelente.
Efectivamente el sistema no está funcionando bien. Si un médico de
familia atiende en un dia a 50-60 pacientes no tendrá más recurso que
tirar de talonario y recetar. Si tuviera más tiempo podría aconsejar,
educar, informar, sopesar, acompañar... muchos más verbos que solo
recetar.
Y cada vez tendremos más presión. Llevamos años denunciándolo antes de la crisis, imagínese ahora.
En el vídeo Seis minutos
http://www.seisminutos.com/ explicamos lo que un médico de familia
puede hacer. Si nos dejasen la sociedad estaría menos medicalizada.
No inventamos la rueda si decimos que para aprender no es imprescinble la universidad, los congresos y las estructuras docentes habituales. No decimos nada nuevo si planteamos que las redes informales de profesionales mixtos y distintos son caldo de cultivo para nuevas ideas y propuestas.
Hace tres años el doctor Juan Gérvas y un servidor nos reunimos a reflexionar en la Escuela Nacional de Sanidad y creamos el germen de lo que fue Vídeos y Salud, una jornada basada en redes informales y docencia no docente que impulsa el uso de lenguaje audiovisual por profesionales sanitarios para mejorar su comunicación con pacientes, la docencia y los mensajes entre pares y a nivel vertical en la organización.
Un congreso sin patrocinio industrial, que ofrecía un programa teórico práctico que a nivel privado tendría un valor de 200 euros y que no requirió cuota de inscripción, tan solo que cada cual se pagara su comida (20 euros).
En 2012 repetimos la experiencia en Bilbao, logrando involucrar en el proyecto a pacientes, profesionales no sanitarios de más ámbitos que en la anterior experiencia y la colaboración de los consejeros de sanidad de Cataluña, Andalucía y Madrid. El trabajo voluntario de un grupo de grandes profesionales logró de nuevo un gran éxito con la visión de Rosa Pérez en la coordinación y la ayuda de O+berri como anfitrión.
Las posibilidades de aprendizaje, interacción e innovación que tenemos al alcance de la mano son enormes. Por ello queremos repetir la jornada un año más buscando mayor integración con pacientes y la creación de un flujo común de contenido audiovisual de forma colaborativa. En este sentido trataremos de apoyarnos en experiencias de gran valor como la Escuela de Pacientes de la EASP en Granada porque tenemos claro que las propias pacientes y sus cuidadoras serán imprescindibles para generar mensajes entendibles por la sociedad.
La cita tendrá lugar el próximo Junio en Granada, permanezcan atentos al blog de Vídeos y salud, y a sus redes sociales.
Creo que es necesario escribirte una letras. Es una vieja deuda.
Puedo decir sin complejos que sé lo que me digo. He navegado los mares sanitarios el tiempo suficiente como para saber que es dura la mar, a la par que muy bella. Esta profesión es un gran privilegio, una enseñanza permanente, una posibilidad de crecimiento. Acompañar el dolor y la dificultad de los demás es una enorme gracia, un voto de confianza que deposita en nuestras manos la intimidad de los demás, su cuerpo, sus heridas, su zozobra. Ese tesoro es capaz de transformarnos en mejores personas, a veces incluso en héroes silenciosos. También puede quemar como la llama, la fina superficie de nuestro corazón. La muerte y el dolor de los demás marchitan las delicadas telas interiores como el sol inclemente la piel del cuello del que labra la tierra. Son muchos los que caen en el camino, traspasados por el abatimiento, la falta de sentido o el mero cansancio existencial.
Si pudiera sugeriros una ruta elegiría sin duda la de la compasión. Pero no la que surge de la emoción superficial, sino la que brota de la pura conciencia del momento presente, de uno mismo, del que nos acompaña en el camino.
Te llenarán la alforja de datos y saberes, guárdalos bien pero recuerda que la verdadera sabiduría se esconde en los demás, y los grandes maestros no serán siempre los que ocupan las cátedras sino las personas que te provean de entusiasmo, inspiración o ejemplo vital.
Trata de rodearte de buscadores con los ojos brillantes, aquellos que siguen las huellas de la virtud, del hacer bien las cosas. Desconfía de los que medran sin escrúpulos y compiten sin cesar. Uno de los verbos más potentes que conozco es compartir, si lo conjugas a menudo te será de grandísima ayuda. También rescata el agradecimiento y la sonrisa. Son cosas que sabemos pero se nos olvidan fácilmente. La palabra gracias es la llave más potente, después del nombre personal de los que tienes cerca, no tengas pudor en pronunciarlos todo lo posible.
Permite que la poesía brote de tu hontanar. Decir cosas bonitas deja un poso de paz al que las dice, y ten por seguro que colegas y pacientes agradecerán unas gotas de belleza y humor en la amarga bebida que la vida a veces pone en sus manos.
No seré nunca un maestro, tan solo un colega con algo más de experiencia que tú. No sigas por lo tanto mis numerosos errores personales, pero sí la luz de mi mirada, una luz que no me pertenece, un resplandor que busca rescatar lo mejor de nosotros.
Las sociedad española se caracteriza por su dificultad para reconocer el talento del otro. Siempre se ha dicho que la envidia era nuestro pecado capital. Lo cierto es que en los tiempos que corren no nos podemos permitir diilapidar las capacidades y la creatividad de los trabajadores. Si lo hacemos estos se defenderán jugando al buscaminas del ordenador, tomando largos cafés... o escribiendo una novela.
Este fue el caso de mi amigo Nicolás Fabelo. Al final nos podemos alegrar de que canalizara la creatividad que su jefe no fue capaz de hacer en una novela divertida que toma el pulso al momento presente. El último dodo es un libro fresco, ameno, bien escrito que seguramente le arranque una sonrisa. Lo recomiendo sin dudar, no lo encontrarán en el top 10, pero les puedo decir que es literatura.
En el universo sanitario al que pertenezco pasa lo mismo. El talento rara vez se reconoce, la innovación se condena, la creatividad está penalizada. No parece muy inteligente pero es así. Tal vez esta reflexión debería entrar en los despachos, ahora obnubilados con tanta tijera y tanta privatización. Si una empresa no cuida y desarrolla sus partes más valiosas (en este caso los cerebros de los que realizan el servicio) estos no darán todo lo que pueden y se aburrirán, quemarán o estropearán, en cualquier caso bajarán su rendimiento. Creo que es fácil de entender..
Leah Binder escribe en Forbes un interesante artículo que me pasa mi amigo el dr. Josep Vidal. En él reflexiona sobre los 5 peores problemas de la sanidad estadounidense.
Problem 1: Too Much Unnecessary Care
Problem 2: Avoidable Harm to Patients
Problem 3: Billions of Dollars are Being Wasted
Problem 4: Perverse Incentives in How We Pay for Care
Problem 5: Lack of Transparency
En España yo añadiría alguna pincelada:
1.
Millones de consultas a médicos de familia por causas burocráticas evitables (vengo a por mis recetas...)
Millones de consultas por problemas banales que el propio paciente podría solucionar.
Millones de pruebas diagnósticas innecesarias
2.
Uso excesivo de antibióticos y medicamentos.
Uso excesivo de técnicas diagnósticas agresivas.
Uso excesivo de técnicas terapéuticas agresivas.
3.
Se despilfarran recursos de muchas formas:
a. Teniendo profesionales desmotivados
b. En tratamientos no útiles (protectores del cartílago...)
c. Con la mala coordinación entre hospitales y centros de salud
d. Con la abundancias de jefes y cargos intermedios
e. Con asesores poco eficientes.
4.
Incentivación perversa de profesionales. Un médico de familia que tenga 2200 pacientes (un servidor) gana igual que uno que vea 1500. Un médico de familia que haga investigación, docencia, publicaciones, innovación... gana igual que uno que no lo haga. Un profesional sanitario que llegue tarde, tome café o se escaquee gana igual que uno que no lo haga. Podríamos seguir...
5.
Al ser los sistemas sanitarios opacos es muy difícil comparar calidad, seguridad y gasto. La transparencia debería ser obligatoria para que el ciudadano y la sociedad ganaran.
Por otro lado, considero que hay otros problemas mucho más graves:
1.Crisis del modelo biomédico y de la definición de salud y enfermedad
Cada vez creamos más etiquetas de enfermedad, hay más enfermos que sanos. Convertimos en enfermedad el embarazo (montones de pruebas, medicamentos...), el parto (hospitalizado, controlado, hipervigilado), la menopausia, la vejez... incluso la infancia (niños movidos). La definición de enfermedad es más amplia y la de salud más estrecha.
2. Precarización de la salud social y de la personal.
El ciudadano cada vez tiene más difícil gestionar su salud, es más dependiente del sistema. Por otro lado los hábitos de vida condicionan obesidad, sedentarismo, uso de tóxicos... que quitan salud a las personas. El sistema sanitario termina siendo un enorme laberinto lleno de Minotauros, pruebas y peligros. La gran incertidumbre social genera angustia y ansiedad, la crisis de valores tristeza y depresión... Encontrar una buena noticia viene siendo tan raro como encontrar alguien sonriente, este probáblemente no sea el camino. 3. Desmotivación de los profesionales sanitarios
Los sistemas sanitarios suelen maltratar a sus profesionales, con sobrecargas, faltas de incentivación, sistemas rígidos, burocracia... Trabajar en contacto con el dolor y la enfermedad es delicado, quema fácilmente a quien se acerca a ello. No hay una cultura de protección del profesional sanitario. Un profesional quemado no trabajará bien. Tampoco hay una comunicación interna. Las instancias de gobierno no escuchan al profesional de trinchera (oyen sus quejas desde lejos pero no bajan a interesarse). El trato a los recursos humanos es muy ineficiente en general.
4. Falta de visión, misión y valores
No hay una visión política a largo plazo. Se conduce la nave a base de bandazos y de intereses cortoplacistas. Así es imposible navegar. Los valores están en entredicho. La tesis de la Consejería de Sanidad de Madrid es introducir la gestión con ánimo de lucro de hospitales y centros de salud. Primar el ahorro (eficiencia) sobre la justicia (equidad). Muchos nos tememos que será mas caro finalmente y claramente injusto (los pacientes no rentables serán excluidos). Este choque de valores ha condicionado la #mareablanca y es otra gran amenaza para el conjunto de la sociedad.
5. La pirámide de población
¿Conocen a alguien con más de 60 años que esté sano? ¿conocen cómo será la pirámide de población española en 10 años?... pues no les digo en 20. Este es de todos el principal problema. Gestores como Rafael Bengoa se dieron cuenta, pero pocos más.
Hoy y mañana tendrá lugar el VI Congreso de Educación Médica, un congreso nacional de estudiantes de medicina organizado por ellos mismos.
Compartiré mesa con Mónica Lalanda y Aitor Guitarte con los que hablaré de redes sociales en medicina. Retos, enredos, lazos, nudos, trampas y posibilidades.
Está claro que todo está cambiando muy deprisa y que las redes sociales digitales han llegado para quedarse. Lo que no está tan claro es el uso que un estudiante o sanitario pueda hacer profesionalmente con ellas.
Trataremos de responder a múltiples cuestiones en una mesa llena de guiños y sorpresas impactantes. No tenemos la verdad pero seguimos buscándola.
Podrán seguirnos en Twitter en nuestros respectivos nicks o en los del congreso @Vicem_uz#vicem
Tienen como siempre mi presnentación a su entera disposición (que usaré o no a requerimiento de la sala), pero me temo que es fráncamente mejorable por el directo ;)
Es aguanieve
el puzzle de levedad
de este corazón.
Los médicos enferman y mueren. Todos lo hacen. Muchos no consiguen preparase bien para ese viaje, pese a haber acompañado a muchos en el mismo. Su conocimiento, habilidades, criterio y experiencia no son suficiente. El mar de la levedad humana no es fácil de navegar, pocos consiguen caminar sobre las aguas. Lo común es hundirse, hundirse por el miedo.
Esta semana acompañé a un amigo médico en tiempo de enfermar. Sus 9 kilos menos testificaban el camino de dolor y dificultad que está pasando. Su mirada hablaba sin parar, hablaba del mar de sinrazón y dificultad que está cruzando. Mi amigo me decía qué frio y aspero es el sistema sanitario cuando se tiene puesto el pijama de enfermo, cuando de alguna forma, se tiene el culo al aire; perdonen la expresión.
A veces he pensado si tal vez no debería ser obligatorio para todos los profesionales sanitarios pasar tres días ingresados en un hospital, como reflexionaba William Hurt en la película The doctor.
Casi todo el mundo que haya pasado por una hospitalización coincidirá conmigo.
Lo cierto es que tratar con el dolor y la enfermedad produce un tipo especial de cansancio, de quemazón interior. Para no terminar achicharrado es vital que el profesional sanitario sepa navegar la incertidumbre, la desazón y el miedo... el mar de la levedad. Pero ahí no somos nunca sólidos, ni duros, ni resistentes. A lo sumo aguanieve, una palabra hermosa que define algo delicado y fugaz, gotas de agua trémulamente sólidas que en poco tiempo seguirán su camino.
Hoy voy a hablar para doscientos estudiantes de medicina en Zaragoza. Es un honor para mí. Tengo poco que decirles, tan solo trataré de recordarles la delicada misión a la que se enfrentan, el enorme potencial que esconden dentro, la ilusión y creatividad que necesitarán.
Ser un médico de familia es algo grande. Nuestro trabajo es sencillo y callado, poco vistoso o prestigioso. Pero es un grandísimo privilegio poder hacer algo con sentido.
Sean sanitarios o no, permítanme recordarles algo elemental: cuiden su corazón.
Siempre me gustó el cuento de Blancanito y los siete enanieves. Principalmente porque no existe, es una impostura. Nadie me lo contó jamás y yo al formularlo siempre cambiaba la historia, habida cuenta de que lo que contaba no tenía razón de ser.
Según van pasando los años descubro cada vez más Blancanitos, más enanieves, más mezquindades. Y no me extraña, de alguna forma los adultos nos olvidamos de que somos el chaval que una vez fuimos, la pecosa con trenzas, el joven alocado... Ese olvido resulta fatal porque nos impulsa a ser lo que no somos, un hato de mentiras, una pella de gofio.
El cambio de modelo sanitario es un cuento malvado que un narrador ruín escamotea a su audiencia para obviar la historia original. Nos viene a decir que Blancanieves no existe, que nunca existió. Nos trata de explicar que ya no hay príncipes encantadores, tan solo brujas despiadadas... Llegará un tiempo en que los enanitos necesiten asistencia sanitaria. Tal vez la tengan, tal vez no. Dependerá si son rentables a los ojos de la malvada madrastra que sigue controlando el reino en el reflejo del pérfido espejo del capital obsceno.
Vídeo del programa Salvados de Jordi Evole sobre Sanidad, aquí.
En el trabajo analizan los pros y contras de ambas posibilidades, la primera, más frecuente en Estados Unidos y la segunda, en Europa.
He participado, dirigido y coodirigido comités de ética asistencial en Atención Primaria durante muchos años. En mi valoración añadiría a la completa reflexión que pese a que ambos modelos tiene ventajas, siempre que sea posible me inclino por el trabajo de un comité. Estos suelen actuar de forma doble, como comité propiamente dicho y como consultor individual en muchas ocasiones. De este modo los miembros de un comité de ética habitualmente solucionan de forma individual consultas formales o informales en sus centros de trabajo o usando correo electrónico u otros medios, cuando estas no plantean gran dificultad o son casos comunes. Al comité pasarían los casos más complejos, de utilidad docente para el propio comité ó que precisen una respuesta más completa. La riqueza de la deliveración entre profesionales con distintos perfiles es muy valiosa, un tesoro que no valoramos suficiéntemente en el sistema sanitario. También es cierto que no es fácil encontrar comités de ética en todos los lugares y que los consultores individuales tienen otras ventajas importantes. A los interesados en el tema recomiendo esta reflexión.
Tengo claro que la visión bioética de los profesionales sanitarios es esencial en muchos problemas complejos que, cada vez con más frecuencia, se atienden en la consulta diaria. Por esa razón la bioética seguirá ocupando un espacio en este blog.
Agradezco a los autores la posiblidad de compartir abiertamente su trabajo.
Nuestra sociedad tecnonológica nos ofrece contantemente nuevas posibilidades. La secuenciación de nuestro genoma entre ellas. ¿Para qué sirve? Bueno, los que venden este servicio (99$) proponen:
Conocer nuestro perfil de enfermedades genéticas
Los riesgos genéticos de padecer ciertas enfermedades.
Estudio de ancestros y mapa genético familiar.
Conocer la secuencia completa para investigación (1000$)
Enrique Dans reflexionaba hace unos días sobre el tema y plantea ¿más información es mejor? ¿qué pasaría si se popularizara y generalizara el análisis genético a toda la población? ¿serviría de discriminación?
Evidentemente estos datos pueden ayudar cuando hay una enfermedad, pero en casos de personas sanas pasa algo parecido a los "chequeos", pueden hacer más mal que bien. Una persona sana no precisa esa información. Está sana. La capacidad predictiva o preventiva de los chequeos es mínima. Nos dan información de ese día pero no de los siguientes.
Un resultado patológico en una persona sana con frecuencia es un falso positivo, algo casual sin mayor trascendencia, pero obliga al médico a pedir más pruebas, a hacer cosas que pueden ser a la vez peligrosas e innecesarias.
Seguramente terminemos sabiendo de qué vamos a morir y cuándo. Pero, ¿le gustaría saberlo?
La sexualidad humana determina nuestra ordenación en la vida privada y en la pública. Es causa frecuente de sufrimiento y desazón. No lo hemos sabido hacer bien. Algo natural se ha civilizado y al hacerlo hemos ganado cotas de sofisticación y hemos perdido el aroma de lo salvaje.
Juan Abreu define al ser humano como mediocre sexual; limitado y abyecto. La alternativa que propone es ser real y honesto, reconocer lo que hay (la mayoría de nosotros somos normalitos, es decir mediocres) y sobre todo hablar...
No lo pone sencillo, hablar es de lo más difícil en estos tiempos. Hablar bien. Nos pasamos el dia emitiendo palabras, pero hablar, lo que se dice hablar, hablamos poco.
En consulta es frecuente recibir varones de todas las edades solicitando píldoras azules para aumentar su vigor y rendimiento aunque este sea completamente normal. Preocupados por el tamaño de su sexo, por no estar a la altura... Mucho dolor, mucha confusión.
El principio masculino parece estar bastante despistado. El principio femenino también, luchando por una identificación que no ofrece una referencia suficiente. Esto produce una "guerra de sexos" que en muchas ocasiones genera desencuentro y violencia. Un problema añadido al empeoramiento de la calidad del semen en los países desarrollados y a la falta de sentido que enmarca a un gran número de relaciones de pareja o de familias.
Lo que tengo claro es que habrá que retomar este tema tanto en consulta como en cualquier foro, dejar de hacer del sexo un tabú y ponerlo en la agenda. A fin de cuentas es un interés importante en casi todos los adultos. Actuemos como tal y hablemos, no para ver "quien la tiene más grande" sino quien es capaz de encontrar más sentido.
Por eso la tecnología que maneja información ha de ser usada con prudencia.
Podemos definir infoxicación como la intoxicación por información excesiva, mal filtrada o no adecuada a la persona que la busca.
La información sobre salud es sensible por definición. Cuando una persona está preocupada por un problema de salud propio o de alguien cercano su nivel de alerta es mayor y será más sensible a la información que reciba, es decir, magnificará el contenido de la misma. Esto suele venir acompañado de más stress en el caso de que la información recibida no sea adecuada en cantidad, forma o claridad.
Encontrar respuesta a una pregunta puede tranquilizarnos o preocuparnos. En mi experiencia como médico, suelo ver a mis pacientes con más frecuencia preocupados cuando consulta alguna cuestión en internet que tranquilos. La información que proporciona Google o cualquier buscador carece del filtro adecuado para adaptar la misma a la persona que la solicita.
A día de hoy lo más recomendable es usar filtros humanos. Es lo que hacemos. Recurrimos a nuestro cuñado oftalmólogo, o a nuestra sobrina enfermera, a la peluquera o al vecino. Ellos siempre están dispuestos a darnos su opinión. El reto está en encontrar a alguien con criterio.
Los médicos de familia, las enfermeras de centros de salud y todo el personal sanitario en general solemos ser una referencia. Dado que el tiempo en consulta cada vez es más limitado quizá haya llegado la hora de empezar a generar contenido #parapacientes que proporcione respuestas fuera de la misma. Es verdad que no hay apoyos ni alicientes para hacerlo, es verdad que las organizaciones sanitarias no contemplan esta posibilidad. Pero si nos creemos que los pacientes son el centro del sistema, lo más importante, tal vez debamos empezar a pensar más en ellos que en nosotros.
El que llevemos meses llenando las calles de Madrid, se hallan presentado cientos de miles de firmas, se hayan realizado encierros en decenas de centros sanitarios, se haya hecho una huelga de varias semanas... pone de relieve que la ciudadanía sabe lo que quiere. Parece claro que defender una sanidad pública es evidente. Parece claro que el nivel de escucha de la clase política ha sido nulo. No hay negociación, no la ha habido y probáblemente no la habrá. Ya está el pescado vendido y no tienen la decencia de decirlo, pero sus hechos los delatan. No aguantarán otra legislatura, se irán. Pero el mal estará hecho. El trabajo de nuestro padres y abuelos habrá volado por los aires, se lo habrán vendido a empresas, a amigos, a los de siempre.
Los profesionales sanitarios hemos puesto argumentos encima de la mesa, hemos puesto alternativas encima de la mesa, hemos puesto nuestro conocimiento encima de la mesa. Parece que los maletines que había debajo pesaban más. Parece que los compromisos del Ritz y otros foros pesaban más. Los recientes datos de donaciones al partido del gobierno por los grupos que pujan por comprar la sanidad pesan más.
Modificar el modelo de sanidad puede ser una alternativa. Pero nunca la de un partido político que no la debata, que no la incluya en programa electoral, que se la saque del sombrero. Esto no es democracia, es imposición. Y además una imposición muy poco inteligente. A la sociedad no nos sale a cuenta que vendan al capital privado servicios esenciales. Y les puedo garantizar que la sanidad lo es. Todos acabaremos padeciendo enfermedades y muriendo. Todos acabaremos necesitanto la ayuda del sistema sanitario. No podemos delegar esa ayuda al dinero de cada cual, eso no es solidario, ni ético ni eficiente. No es inteligente para nadie, salvo para el que hace negocio.
Seguiremos alzando la voz, diciendo que están equivocados, que abrir vías de agua bajo la línea de flotación no ayudará al barco sanitario. Depongan las hachas, depongan la estulticia. Escuchen. Quizá les llegue el clamor popular de la gente que dicen ustedes representar, quizá les llegue la voz unánime de los profesionales sanitarios que claman por sentarse en la mesa con ustedes para ayudarles a poner orden y buscar alternativas.
Si la palabra no es suficiente no habremos comprendido. No habremos comprendido que nuestros mayores se mataron antes de ayer en este país por la misma razón, por no escucharse. No habremos comprendido que el camino de construcción de una sociedad busca el bien común y no la mejora táctica de los intereses de un grupo. No habremos comprendido que nos estamos jugando el todo por el todo.
La 'marea blanca' madrileña se extiende por 15 ciudades en defensa de la sanidad públicaVer vídeo
Mucha gente no sabe para qué sirve realmente un médico de familia. Un grupo de médicos lo tratamos de contar. Pensamos que es importante. La sociedad necesita, ahora más que nunca, profesionales comprometidos que ofrezcan un servicio útil y de calidad. Nosotros podemos hacerlo (si nos dejan).
Lo dice Sergio Minué, una de las mentes más lúcidas de las que puede presumir este país: La mayor eficiencia de un sistema sanitario no tiene por qué implicar el sacrificio de la equidad.
Y lo hace en un artículo que no tiene desperdicio. No es una cuestión de elegir entre sanidad privada ó pública, sino de que pensemos si le damos más importancia a la justicia (equidad) o al ahorro (eficiencia).
Una cuestión nada baladí, considerando que todos llegaremos a ser con probalilidad pacientes no rentables, de los que no interesan a los sistemas de gestión privada.
Tradicionalmente se ha considerado que los servicios
sanitarios privados son de mayor calidad y eficiencia que los servicios
públicos.
Los estudios científicos que comparan la eficiencia entre proveedores públicos y privados son escasos y adolecen, además, de una escasa calidad metodológica.
La hipótesis de que la asistencia sanitaria privada es más
efectiva o eficiente que la pública no está demostrada empíricamente en
los países de ingresos medios y bajos.
No existe evidencia en estudios empíricos internacionales de
la mayor eficiencia de la provisión privada en países desarrollados.
La existencia de mecanismos de rendición de cuentas que
permitan disponer de información fiable sobre el desempeño de los
proveedores sanitarios, sean estos públicos o privados, debe
considerarse una prioridad vital en cualquier sistema sanitario.
Aunque las «nuevas» formas de gestión directa aspiran a un
cambio normativo que les libere de los aspectos más asfixiantes del
control administrativo y presupuestario, no existen suficientes estudios
empíricos que demuestren claramente la mayor eficiencia de estas
estrategias de reforma.
Las fórmulas de gestión indirecta implican la participación en
la producción de servicios del sector privado. A pesar de su importante
implantación en España, no existen evaluaciones con el necesario rigor
metodológico que permitan valorar la efectividad o eficiencia de este
tipo de innovaciones.
Un elemento común a todas las organizaciones que alcanzan un
mejor desempeño es la existencia de una Atención Primaria (AP) fuerte y
resolutiva, con un médico general prestigiado y reconocido.
A pesar de las escasas evidencias empíricas sobre el mejor
desempeño o eficiencia de los proveedores privados sobre los públicos,
la orientación hacia una creciente provisión privada de servicios
sanitarios es evidente.
Pueden leer el artículo completo aquí, es altamente recomendable.
En los últimos años se ha puesto de modo el término paciente empoderado que viene a definir un tipo de paciente más informado y preparado para tomar las mejores decisiones concernientes a su salud. La irrupción de las tecnologías de la información y comunicación (TICs), los teléfonos móviles con acceso a internet y las redes sociales, están cambiando el panorama de la información sobre salud. Un porcentaje de los pacientes puede acceder a información que antes era solo coto privado de profesionales sanitarios. En esta línea podemos citar el ejemplo de Dave deBronkart@epatientDave que pudo salvar su vida cuando le diagnosticaron una grave enfermedad de pulmón accediendo a investigación clínica cuyos resultados aun no estaban publicados en revistas científicas.
Está claro que a todos nos interesa la salud y que nos gustaría disfrutar de un mayor grado de esta, una salud aumentada, pero ¿es esto posible?
Por lo que sabemos se requiere algo más que información de calidad. La información a secas es poca cosa si no se transforma en conocimiento y este a su vez en habilidades, hábitos y comportamientos que son los que a fin de cuentas determinan en mayor proporción nuestra salud. Para acometer cambios solemos requerir apoyo y ayuda. Muchos sabemos lo complicado que es modificar la forma de alimentarse o deshacerse de un hábito indeseado.
Si los profesionales sanitarios de hospitales y centros de salud están cada vez más sobrecargados y agobiados es comprensible que no den una respuesta suficiente. ¿Dónde encontrarán los pacientes esta ayuda? la respuesta es sencilla: donde puedan. El auje de los seguros privados de salud o de las medicinas alternativas ilustra que los ciudadanos necesitan respuestas a sus problemas de salud.
En mi caso como médico de familia del sistema público, trato de apoyar mis recomendaciones no farmacológicas usando técnicas de comunicación, entrevista motivacional, dibujos o diagramas (visual thinking), imágenes de internet, etc... Al disponer de poco tiempo (6 minutos de media por paciente) a menudo amplío la información en formato escrito, vídeo o página web para que el paciente amplíe en su casa la información que requiere.
En la actual situación de decrecimiento sanitario, las redes sociales van a ser cada vez más importantes a la hora de proporcionar respuestas de salud. Sigue llamando la atención la poca presencia que hay en ellas de profesionales sanitarios. La mayoría considera que proporcionar contenidos por esta vía no es de su competencia.
Hay que repensar muchas cosas. No nos queda más remedio que dejar de hacer cosas para poder hacer otras, modificar las preferencias y tratar de amoldarnos a las necesidades de los pacientes y de la sociedad. Creo que todos comprenderemos fácilmente que esas necesidades se incrementan y cambian a gran velocidad.
Desde hace años un grupo de blogeros de este país se ha constituido en una nueva fuente de información sanitaria, de opinión, de conexión, de innovación. No la constituyen los más listos, ni los más poderosos... son tan solo un grupo de profesionales sanitarios que apuestan por el valor de compartir en lugar de competir, por el valor de hacer cosas juntos, de caminar hacia adelante.
No tienen una especial ideología, tan solo la fuerte convicción de tratar de ser mejores profesionales y compartir lo que saben con otros compañeros y pacientes.
En mi modesta opinión es un camino a seguir, un referente de calado en un tiempo líquido que adolece de faros y señales.
Me hago la pregunta sobre qué imagen tiene nuestra sociedad de sus médicos, más aún, qué mensajes escuchan de ellos en los medios de comunicación. En televisión, radio y prensa salen de vez en cuando "expertos", la mayoría de las veces son mensajes patrocinados por industria farmacéutica o tecnológica, pocas veces son mensajes independientes. Y ya se sabe, quien no tiene padrino no se bautiza.
Este hecho es una gran pena porque la sociedad necesita tener referentes sanitarios de calidad y no vendedores de humo ni de pociones maravillosas. Necesita profesionales que aporten rigor, argumentos basados en pruebas científicas y, por qué no, sentido común.
El pasado sábado participé en el Santander Social Weekend, una reunión de profesionales de distintos ámbitos centrados en el uso de innovación y redes sociales. Me invitaron a hablar de salud y sanidad. Fuí el único que no usó tecnología al uso en la presentación, no hubo power point. Ofrecí tan solo un punto de vista humano de la salud llamó la atención. Algo estamos haciendo mal en sanidad para que esto sea así.
Me permití la libertad de hacer un role playing médico paciente en lugar de poner vídeos enlatados. Ilustré las diferentes formas de comunicación posibles en consulta. Los asistentes lo entendieron a la perfección. Lamentablemente muchos profesionales sanitarios siguen ejerciendo con actitudes paternalistas... queda mucho por hacer.
Visibilizar lo que se hace bien debería ser una obligación de todo profesional. Aprender de lo que se hace mal también.
Me resultó inspirador participar en este foro junto a 200 personas motivadas que buscaban nuevas perspectivas. Las ponencias fueron muy diversas en contenidos y modos de exposición. Pueden ver varios resúmenes en blogs y en el @dmontanes
En mi conferencia estuvieron presentes muchos amigos como @yoriento@dreig@rolalde@tekuidamos@mrsrosaperez @videosysalud @6minutosAP @mividasinti @rcofionf @proyectofresned @rafabravo @epatientdave @ajadad @askmanny #mareablanca y un larguísimo etcétera. Reconozco que no tengo padrino, pero amigos unos cuantos...
La organización de la mano de Emilio Martínez con el equipo de Diario Montañés fue todo un éxito, una estupenda forma de estrenarse en estas iniciativas que con seguridad producirá un interesante movimiento y un gran flujo de conexiones.
Muchos médicos escriben artículos científicos, algunos en prensa general, otros tienen blog. Es mi caso. Creo que mis pacientes se merecen que escriba para ellos. Pueden consultar las etiquetas con los temas que más les interesen en la columna derecha, en especial #parapacientes.
Pueden dejar sus comentarios escritos o hacerlos diréctamente en consulta. Llevamos 1180 entradas en los últimos 5 años con unas 20.000 visitas mensuales. Aún no sabremos si esto tiene alguna utilidad para pacientes. De momento parece que sí la tiene para el que les escribe.