Al igual que
Elisabeth Kübler Ross estableció sus famosas cinco fases del proceso de morir,
Roshit Bhargava describió cinco etapas en relación al fenómeno Twitter.
Estas cinco etapas consisten en:
1.
Negación: “Twitter me parece algo estúpido. A quién le importa lo que otra gente esté haciendo ahora mismo?”
2.
Presencia: “Ok, no entiendo por qué la gente lo adora, pero al menos me abriré una cuenta.”
3.
Vertedero: “Estoy en Twitter y lo uso para poner enlaces a mi blog y mostrar a la gente mis notas de prensa”.
4.
Conversación: “No posteo siempre material útil, pero uso Twitter para mantener auténticas conversaciones 1×1″
5.
Microblogging: “Estoy usando Twitter para publicar información útil que la gente lee y también converso con ellos 1×1 auténticamente”
Estas étapas tienen base empírica y en un elevadísimo tanto por ciento se cumplen.
Dentro de los profesionales sanitarios son pocos los que se han interesado en este nuevo lenguaje. Salvo honrosas excepciones (y en la geografía española tenemos buenos exponentes) los médicos desconocen el medio y están en su mayoría en fase de
negación. Esto produce una
disonancia social, al existir muchos pacientes que si lo utilizan. Todavía la diferencia es pequeña pero las cifras de aumento de uso son exponenciales.
Merece la pena considerar la opción y, al igual que si se tratara de
aprender otro idioma, los sanitarios fueran interesándose poco a poco en esta nueva lengua. En la que la información circula de otra manera y que permite generar conversaciones y contactos sociales a un nuevo nivel.
Crear sociedades ricas en
redes sociales, en las que los ciudadanos puedan interactuar y compartir información es básico en nuestro mundo actual. La
innovación y la creatividad marcarán las diferencias entre unas sociedades y otras, unos grupos humanos y otros. Médicos y pacientes tendremos que aprender a hablarnos usando nuevas herramientas. Y sobre todo tratar de buscar que nadie quede fuera.
Las
razones para su uso por profesionales sanitarios podrían ser:
1. Aprender a hablar un nuevo lenguage social.
2. Atrevernos a crear nuevas redes sociales.
3. Tratar de comunicarnos mejor con nuestros pacientes.
4. Ofrecer información de calidad a nuestros pacientes.
5. Comunicarnos mejor con otros profesionales sanitarios.
6. Obtener información de otras fuentes primarias.
De momento el
Dr. Fernando Casado y un
servidor seguiremos apostando por esta línea de innovación.
Para lograrlo, aportamos los cinco consejos de
Eduardo Arcos para llegar al punto cinco de la escala de aceptación de Twitter:
1.
Sigue a muchas personas/cuentas, pero en orden: debo insistir mucho en la importancia y utilidad de las listas, es una excelente manera de clasificar y leer a las personas por temática o por interés. Es difícil seguir conversaciones cuando tienes a más de 100 personas en una sola línea de tiempo.
2.
Se participativo, pero de verdad. No subestimes el poder de responderle a la gente. Es cortés, es una gran forma de iniciar conversaciones que pueden enseñarte mucho, es una forma de conocer personas nuevas, de entender los intereses de tus seguidores, de dejarles saber más de ti (o de tu empresa). Siempre hablar con tus 3 amigos en Twitter o ignorar a tu audiencia no te lleva a ningún lado y no te saca del punto 3 en la escala de aceptación.
3.
Usa un software que te permita crear columnas: recomiendo TweetDeck, Seesmic o Hootsuite, que aparte es multiplataforma, es decir, lo puedes usar en el escritorio, en el iPhone, en Android, iPad, etcétera.
4.
No te conviertas en un reply-whore o en un RT-whore personas que simplemente responden todo lo que ven o hacen ReTweet de todo lo que leen, ¡es super molesto! — Por favor aporta tus propias ideas, enséñanos lo que te llama la atención, enlaza a lo que estás viendo/leyendo y te llamó la atención. Se parte del ecosistema, hará que crezca naturalmente.
5.
Busca la constancia, y la mejor forma de lograrlo es aceptar a Twitter como un elemento social natural más. Eso implica no forzar las cosas, encontrar tu propio ritmo, tu propia forma de publicar, tu propia forma de expresarte y tu propia forma de recomendar lo que te llama la atención.
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