viernes, 2 de octubre de 2020

Defender. Defend. 防守





Con este artículo, que también se publica en el Blog Gestión Clínica Varela, pongo fin a la serie de verbos  con la que he intentado hacer otra aproximación narrativa al proceloso mundo de la asistencia sanitaria cansado como estoy de las narrativas usuales (naufragio, colapso, maltrato, guerra, primera línea de batalla, y demás...).

No sé muy bien si lo he conseguido, pero por lo menos me ha servido para ampliar la perspectiva y salir un poco del bucle negativistic donde muchos profesionales sanitarios estamos metidos. 

Si les ha sugerido algo no duden en comentar sus impresiones al pie del artículo o en Twitter.


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Todo el mundo defiende algo, principalmente su interés. En el mundo sanitario en el que me muevo también pasa y es muy común que esos intereses choquen entre si enfrentando a unas categorías profesionales contra otras o a los que piensan de un modo contra los que piensan del contrario. De hecho esta división ha sido una de las principales razones que explica que se hayan consentido los altos niveles de maltrato institucional a profesionales sanitarios en nuestro medio.

Pero, más allá de lo puramente estatutario, me gustaría plantear la siguiente pregunta ¿Qué defiendo yo como médico de familia asistencial público en un centro de salud rural? ¿Qué defiendes tú desde tu posición?

Podría empezar diciendo que defiendo una serie de valores éticos y deontológicos, unos principios básicos de la medicina familiar y comunitaria como la longitudinalidad, accesibilidad, integralidad, polivalencia, cercanía al paciente... y si bien todo ello es cierto me gustaría ir un poco más allá.

Lo que en el fondo siento que defiendo son personas. Personas que acuden a consulta en calidad de pacientes, enfermos o sanos con algún miedo o problema de salud. Personas que pertenecen a una comunidad y a una familia que conozco. Personas que en muchos casos padecen situaciones de vulnerabilidad por distintos motivos o se enfrentan a enfermedades graves o crisis vitales que les producen dolor, malestar o sufrimiento.

Y esa defensa me exige ser algo más que un mero técnico que cumple con sus obligaciones institucionales, su cartera de servicios y su contrato programa con la gerencia de Atención Primaria. Me exige ser humano, algo que paradójicamente no se puede medir y por lo tanto no es fácil de contar. 

Pero mis pacientes lo saben. Nada más entrar en mi sala saben el grado de humanidad que tiene su médico ese día. Si está despistado, si toca un día de sobrecarga y prisa, si no voy a poder dedicarles un mínimo de tiempo o tal vez sí. Saben si me preocupo por su caso o si lo paso por alto y me lo quito de en medio, saben si les ofrezco soluciones fáciles o me meto a fondo, saben si estoy afinado o no lo estoy. 

La defensa de otros tiene por lo tanto un aspecto musical, precisa sonar bien, ser afinada. Si no lo es nos quedamos en gritos o chirridos, en meros aspamientos, como mucho en una puesta en escena. El afinamiento personal implica tener presencia, estar presente, tener capacidad para escuchar. Implica el reconocimiento del otro como propio y no como ajeno, comprender profundamente que la herida que te muestran es de alguna manera semejante a las tuyas, saber que el espacio que los demás te enseñan junto con sus miserias es terreno sagrado y es necesario descalzarse para no mancharlo con el barro que uno pueda arrastrar. 

Cuando veo como los políticos y responsables defienden sus intereses partidistas y sus cotas de poder no puedo por menos que mirarme las manos vacías. También yo me despisto y en muchas ocasiones trato de barrer para mi propio beneficio. También yo hago trampas y en ocasiones me escaqueo. Pero como los violinistas primerizos sigo afinando mi instrumento sabiendo que mi torpeza indefectiblemente termina arruinando el sonido. Ese afán es quizá lo único de valor que verdaderamente puedo aportar a los que en mi depositan su confianza. 

Me considero pues un médico descalzo por las razones expuestas y porque la institución donde trabajo no me pone fácil caminar con seguridad al obligarme a atender al paciente con tiempos y modos que con frecuencia serían más propios de una atención veterinaria que de adultos, escatimándome la posibilidad de realizar una anamnesis, una exploración y una reflexión mínima.  Siento fundamental visibilizarlo pero no me gusta quedarme estancado en una actitud de queja o de protesta permanente que considero tóxica tanto para mi como para los que me rodean. Por eso lo compatibilizo compartiendo mi escasa reflexión en lo que considero es una senda narrativa que me conecta y hermana con otros muchos cuidadores. 

Defender es pues un verbo esencial para mi que se une a una larga lista cuya conjugación me permite encontrar sentido en lo que hago. Y eso en estos tiempos que corren tiene mucho valor dado que toda sociedad precisa de personas que además de servir y sostener puedan aportar comprensión y entendimiento. Quizá no nos lo reconozcan como merece pero les puedo asegurar que cuando consigo ser fiel a estos valores mi conciencia puede descansar en paz por las noches, algo que pocos notables o poderosos pueden permitirse. 







Defend


Everyone defends something, mainly their interest. In the healthcare world in which I work, this also happens and it is very common for these interests to clash between some professional categories against others or those who think in one way against those who think the opposite. In fact, this division has been one of the main reasons for the high levels of institutional mistreatment of health professionals in our environment.

But, beyond the purely statutory, I would like to ask the following question What do I defend as a public family doctor in a rural health centre? What do you defend from your position?

I could start by saying that I defend a series of ethical and deontological values, some basic principles of family and community medicine such as longitudinality, accessibility, integrality, polyvalence, closeness to the patient... and although all this is true I would like to go a little further.

What I basically feel I am defending are people. People who come to consult as patients, sick or healthy, with some fear or health problem. People who belong to a community and a family I know. People who in many cases are in vulnerable situations for various reasons or are facing serious illnesses or life crises that cause them pain, discomfort or suffering.

And that advocacy requires me to be more than just a technician who fulfils his institutional obligations, his portfolio of services and his programme contract with Primary Care management. It requires me to be human, something that paradoxically cannot be measured and therefore is not easy to count. 

But my patients know this. As soon as they enter my clinic they know the degree of humanity their doctor has that day. If I are absent-minded, if I are in a hurry, if I will not be able to spend a minimum of time with them, or maybe I will. They know if I worry about their case or if I overlook it and take it out of my hands, they know if I offer them easy solutions or if I go in deep, they know if I am in tune or not. 

The defence of others therefore has a musical aspect, it needs to sound good, to be in tune. If it is not, we are left with shouts or squeaks, with mere performance, at most with a mise en scène. Personal tuning implies having presence, being present, having the capacity to listen. It implies the recognition of the other as one's own and not as someone else's, to understand deeply that the wound they show you is somehow similar to your own, to know that the personal space that others show you along with their miseries is sacred ground and it is necessary to take off one's shoes so as not to stain it with the mud one may drag. 

When I see how politicians and decision-makers defend their partisan interests and their level of power, I cannot help but look at myself empty-handed. I also get confused and often try to sweep up for my own benefit. I also cheat and sometimes I get away with it. But like first-time violinists I keep tuning my instrument knowing that my clumsiness will inevitably end up ruining the sound. This desire is perhaps the only thing of value that I can truly bring to those who place their trust in me. 

I consider myself a barefoot doctor for the above reasons and because the institution where I work does not make it easy for me to walk safely by forcing me to attend the patient with times and manners that would often be more typical of veterinary care than of adults, sparing me the possibility of an anamnesis, an exploration and a minimum of reflection.  I feel it is fundamental to make it visible but I do not like to get stuck in an attitude of permanent complaint or protest that I consider toxic both for me and for those around me. That is why I make it compatible by sharing my scarce reflection on what I consider to be a narrative path that connects and twins me with many other caregivers. 

Defending is therefore an essential verb for me that joins a long list whose conjugation allows me to find meaning in what I do. And that in these times is very valuable because every society needs people who not only serve and support, but also bring understanding and insight. Perhaps you don't recognize this as you deserve, but I can assure you that when I manage to be faithful to these values my conscience can rest in peace at night, something that few notable or powerful people can afford. 






防守

自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

每個人都捍衛某些東西,主要是他們的利益。在我工作的醫療保健領域中,這種情況也經常發生,並且這些利益之間的衝突在某些專業類別中與其他類別或那些以一種方式認為與另一種方式相反的人士之間發生衝突是很常見的。實際上,該部門已經成為我們環境中對衛生專業人員進行高級別機構虐待的主要原因之一。

但是,除了純粹的法律規定外,我想問以下問題:作為農村醫療中心的公共家庭醫生,我應該捍衛什麼?您從職位上捍衛什麼?

首先,我捍衛一系列倫理和道義價值觀念,捍衛家庭和社區醫學的一些基本原則,例如縱向性,可及性,完整性,多價性,對患者的親近感……儘管所有這些都是真的,我仍希望走得更遠。

我基本上覺得我在捍衛的是人。前來諮詢患者的患者(患病或健康),有些恐懼或健康問題。我認識的一個社區和一個家庭的人。在許多情況下,由於各種原因處於脆弱狀態的人或面臨嚴重疾病或生命危機的人,這些疾病或疾病會導致他們的痛苦,不適或痛苦。

這項倡導要求我不僅僅是一名技術人員,他必須履行其機構義務,他的服務組合以及與初級保健管理部門的計劃合同。它要求我是人類,這是無法衡量的,因此不易計算。

但是我的病人知道這一點。他們一進入我的診所,就知道他們那天醫生的人道程度。如果我心不在a,如果我著急,如果我不能花最少的時間和他們在一起,或者也許我會。他們知道我是否擔心他們的案子,或者我是否忽略了它並把它從我手中拿走,他們知道我是否為他們提供簡單的解決方案,或者如果我深入研究,他們就會知道我是否同意。

因此,為他人辯護具有音樂方面的意義,它需要聽起來不錯,而且要與時俱進。如果不是這樣,我們將只留下表演的叫喊聲或尖叫聲,最多只能留下一個場面。個人調音意味著存在,在場,具有聆聽的能力。這意味著承認對方是自己的,而不是別人的認識,要深刻理解他們給您展示的傷口與您自己的傷口有點相似,要知道別人向您展示的個人空間以及他們的痛苦是神聖的,有必要脫下鞋子,以免弄髒鞋子。

當我看到政客和決策者如何捍衛黨派利益和權力水平時,我不由自主地看著自己。我也很困惑,常常為了自己的利益而大掃除。我也作弊,有時我逃避它。但是像初學者一樣,我一直在調音,因為我的笨拙無可避免會破壞聲音。這種渴望也許是我真正能帶給那些信任我的人的唯一有價值的東西。

由於上述原因,我認為自己是赤腳醫生,因為我工作的機構無法通過強迫我以比成人更典型的獸醫護理方式和方式來陪護患者,從而使我難以安全行走,使我免於進行回憶,探索和反射的可能性。我覺得讓它可見是至關重要的,但是我不喜歡陷入永久抱怨或抗議的態度,因為我認為這對我和我周圍的人都是有毒的。這就是為什麼我通過分享自己對我認為是一種敘事之路的稀缺反思的原因,這種敘事之路使我與許多其他照料者聯繫並成雙成對。

因此,保衛對於我來說是必不可少的動詞,它加入了很長的列表,其變位使我能夠從自己的工作中找到意義。在當今時代,這是非常寶貴的,因為每個社會都需要不僅為人民服務和支持,而且要帶來理解和見識的人。也許您不應該認識到這一點,但是我可以向您保證,當我忠於這些價值觀時,我的良心可以在晚上安息,這是很少有有名望或有能力的人負擔得起的。

jueves, 1 de octubre de 2020

Priorizar. Prioritise. 優先考慮。







  Priorizar.

La historia de la ética comienza con una persona enfrentada a un dilema, uno de esos problemas terribles que suelen manifestarse como crisis vital. En un mundo primitivo y arbolado donde todos los seres se mantenían unidos no debió ser fácil alumbrar esa chispa pero al final terminó prendiendo un fuego que nos llega hasta el presente.

Hoy tenemos un problema, parecen muchos pero podemos dejarlo en uno de los grandes. Preferimos nuestro bienestar sobre el de los demás. Así de simple. Como ven no es un asunto nuevo, en el pasado recibió otros nombres y consideraciones negativas: egoísmo, pecados capitales, ingratitud, vicio... Nuestra época lo llama bienestar, y nos lo vende como sinónimo de felicidad, algo bueno, bello, deseable y éticamente impoluto. Nos están mintiendo y es muy difícil darse cuenta porque nadie toma conciencia, sin sufrir, de aquello que le puede hacer perder sus privilegios.

Esto explica que podamos ver los telediarios sin vomitar tras la experiencia, ni experimentar una catarsis o una caída del caballo. Vemos las pateras, los incendios lejanos, las catástrofes ajenas como quien oye llover, corroborando lo miserable que debe ser el dios que permite ese desastre y sonriendo interiormente por estar un día más secos y bajo techo en lugar de empapados como todos esos miserables.

La ética surge como reflexión ante los diversos problemas que sin cesar nos vamos encontrando. De este modo construimos un entramado de valores que nos permitan sostener una vida soportable. Buscamos el bien, la virtud, saber vivir y ser felices o lo que es lo mismo no comernos marrones. Algo que al final resulta inevitable por más dinero, educación o recursos que tengamos. 

Hace unos años fui invitado a un cóctel con reputados científicos y personalidades. Mi amigo Alex Jadad nos fue preguntando a todos qué era lo más importante para nosotros. Empezó con el premio Nobel que tenía al lado y siguió el corro hasta terminar con el camarero. Cuando me llegó el turno no supe qué decirle. Tarde años en poder forjar una respuesta y nunca fue muy sólida dado que hay cuestiones que van mucho más allá de las palabras o de lo que con nuestras fuerzas podemos discurrir. 

Lo más importante va cambiando según las circunstancias como bien sabía Ortega. No es lo mismo para el adolescente que para la madre primeriza, no es igual para el militar en combate que para el hábil comerciante. Por eso hay que ser humilde al responder. Pero hay que responder, pues al hacerlo nos damos permiso para caminar en una dirección y tal vez salirnos del pensamiento único por el que van las muchedumbres tras ese becerro de oro que les promete bienestar. 

En nuestras sociedades las instituciones y los servicios públicos parecen derretirse sin que aparentemente sepamos por qué. La globalización y el mercado nos roban puestos de trabajo dándonos a cambio baratijas. Qué más me da si ser un chaval en paro si sigo viviendo en casa de mis padres, con todas las comodidades y pocas obligaciones, y encima calzo zapatillas de marca y tengo un móvil chulo...

La educación se deteriora lenta, poco a poco. También la sanidad. Todo se convierte en mercancía, los títulos académicos, la salud... La sociedad pierde la capacidad de formarse, educarse integralmente, desarrollar sus habilidades de reflexión e investigación. También delega los cuidados, la atención al enfermo, el manejo de las inconveniencias cotidianas. Si nos pica una avispa iremos sin dudar a urgencias, si nos sale un grano también. Y cada vez vamos más si nos deja el novio o tenemos problemas en el trabajo.

De esta forma todo se va fundiendo en un magma informe fácilmente manipulable por terribles fuerzas que modelan sociedades enteras a placer. Sin la solidez de las instituciones todo se fluidifica como bien apuntó Zygmunt Bauman en sus ensayos y somos apisonados por esa dinámica globalizada que unos llaman capitalismo y otros libre mercado.

Dentro de la sanidad cada cual mira su interés por estamentos y categorías profesionales y dentro de estas a su vez. Jóvenes contra veteranos, médicas contra enfermeras, y todos contra todos. Lo mismo se repite en las demás instituciones lo que produce un estruendo terrible de queja y desazón, impidiendo al mismo tiempo los cambios estructurales que permitan adaptarse al momento presente. 

Estos días vivimos tiempos de epidemia y todo se ha vuelto un poco enloquecido. Los políticos no parecen atinar, la sociedad sigue haciendo lo que buenamente puede y los sanitarios no paramos de apagar fuegos que no nos competen con fuerzas que no tenemos y medios que no llegarán nunca. 

El verbo priorizar es la base de todos los sistemas filosóficos desde el suyo en su casa hasta el mío en mi centro de salud. Por eso en la dificultad es importante centrarnos en lo que de verdad lo merece dejando el resto en un segundo plano. No esperemos que prioricen por nosotros, no nos va a gustar. 





  Prioritise.


The history of ethics begins with a person faced with a dilemma, one of those terrible problems that often manifests itself as a life crisis. In a primitive, tree-lined world where all beings were held together it must not have been easy to light that spark but in the end it set a fire that reaches us to this day.

Today we have a problem, it seems like we have a lot but we can leave it at one of the big ones. We prefer our well-being over that of others. It is as simple as that. As you can see it is not a new issue, in the past it received other names and negative considerations: selfishness, capital sins, ingratitude, vice... Our era calls it well-being, and sells it to us as synonymous with happiness, something good, beautiful, desirable and ethically untainted. We are being lied to and it is very difficult to realize this because no one becomes aware, without suffering, of that which can make them lose their privileges.

This explains why we can watch the news without vomiting after the experience, nor experiencing a catharsis or a fall from the horse. We see the boats full of inmigrants, the distant fires, the catastrophes of others as those who hear the rain, corroborating how miserable the god who allows that disaster must be, and smiling inwardly for being one day drier and more indoor instead of soaking wet like all those miserable ones.

Ethics emerges as a reflection on the various problems that we are constantly encountering. In this way we build a network of values that allow us to sustain a bearable life. We seek the good, the virtue, the way to live better and be happy or what is the same avoid issues. Something that in the end is inevitable no matter how much money, education or resources we have.

A few years ago I was invited to a cocktail party with renowned scientists and personalities. My friend Alex Jadad asked us all what was most important to us. He started with the Nobel Prize winner next to him and continued the run until he finished with the bartender. When it was my turn I didn't know what to say to him. It took me years to forge an answer and it was never very solid since there are questions that go far beyond words or what we can think of with our strength.

The most important thing changes according to the circumstances as Ortega y Gasset knew well. It is not the same for the adolescent as for the first-time mother; it is not the same for the military man in combat as for the skilled trader. That is why it is necessary to be humble when responding. But you have to respond, because by doing so you give yourself permission to walk in one direction and perhaps get out of the single mindedness of the crowds behind that golden calf that promises them wellbeing.

In our societies institutions and public services seem to melt away without us apparently knowing why. Globalisation and the market are stealing jobs from us by giving us trinkets in return. What does it matter to me if I'm an unemployed kid if I still live at home with my parents, with all the comforts and few obligations, and on top of that I wear brand name shoes and have a cool mobile phone...

Education is slowly deteriorating, little by little. So is the National health system. Everything becomes a commodity, academic titles, health... Society loses the ability to train itself, to educate itself integrally, to develop its reflection and research skills. It also delegates care, attention to the sick, the handling of daily inconveniences. If we are stung by a wasp we will go without hesitation to the emergency room, if we get a pimple as well. And we go more and more if our boyfriend leaves us or we have problems at work.

In this way, everything melts into a shapeless magma easily manipulated by terrible forces that shape entire societies at will. Without the solidity of the institutions, everything becomes fluid, as Zygmunt Bauman rightly pointed out in his essays, and we are crushed by the globalised dynamics that some call capitalism and others free market.

Within the health sector, each person is interested in different professional groups and categories, and within these, in turn. Young people against veterans, doctors against nurses, and everyone against everyone. The same thing is repeated in the other institutions which produces a terrible roar of complaint and discontent, preventing at the same time the structural changes that would allow adaptation to the present moment.

These days we live in times of epidemics and everything has become a little crazy. Politicians do not seem to be getting it right, society continues to do what it can, and we health workers keep putting out fires that do not compete with forces we do not have and means that will never come.


The verb to prioritise is the basis of all philosophical systems from yours in your home to mine in my health centre. That's why in the difficulty it's important to focus on what really deserves it, leaving the rest in the background. Let's not expect them to prioritise for us, we're not going to like it.




優先考慮。

自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

倫理學的歷史始於面臨困境的人,這是一種可怕的問題之一,常常表現為生命危機。在一個原始的,綠樹成蔭的世界中,所有眾生被凝聚在一起,它一定不是很容易點起火花,但最終它點燃了直到今天的火焰。

今天,我們遇到了一個問題,似乎我們有很多問題,但是我們可以將其留給其中一個大問題。與他人相比,我們更喜歡我們的幸福。它是如此簡單。正如您所看到的,這不是一個新問題,在過去,它收到了其他名稱和負面考慮:自私,死罪,無禮,惡習……我們的時代稱其為幸福,並將其賣給我們,成為幸福的代名詞。 ,美好,美麗,可取且在道德上不受污染的事物。我們被騙了,很難做到這一點,因為沒有人會在沒有痛苦的情況下意識到會使他們喪失特權的那種痛苦。

這就解釋了為什麼我們可以在沒有經歷之後嘔吐的情況下觀看新聞,也不會經歷導瀉或從馬身上摔下來的原因。我們看到滿是移民的船,遙遠的大火,聽見雨聲的其他人的災難,證實了允許災難發生的上帝多麼悲慘,並向內微笑,因為有一天更乾燥,室內更潮濕而不是浸濕像所有那些悲慘的人。

道德的出現反映了我們不斷遇到的各種問題。通過這種方式,我們建立了價值網絡,使我們能夠維持可忍受的生命。我們追求的是美好,美德,更好地生活和幸福的方式,或者是相同的避免問題。最終,無論我們擁有多少金錢,教育或資源,都是不可避免的。

幾年前,我受邀與知名科學家和名人參加雞尾酒會。我的朋友亞歷克斯·賈達德(Alex Jadad)問我們所有對我們來說最重要的事情。他從旁邊的諾貝爾獎獲得者開始,一直到他與調酒師一起結束比賽。輪到我了,我不知道該對他說什麼。我花了多年的時間才提出答案,但從來沒有很紮實,因為有些問題遠遠超出了言語或我們憑自己的能力可以想到的東西。

最重要的事情會根據情況而變化,因為Ortega y Gasset非常了解。青少年和初生母親的情況不同。戰鬥中的軍人與熟練的商人不同。這就是為什麼在回應時必須謙虛。但是您必須做出回應,因為這樣做會讓您自己走一個方向,並且可能擺脫那隻金黃色的小牛犢背後的一心一意,這保證了他們的健康。

在我們的社會中,機構和公共服務似乎已經消失,而我們顯然不知道為什麼。全球化和市場通過給我們小飾品作為回報,從我們那裡搶走了工作。如果我是一個失業的孩子,如果我仍然和父母一起住在家裡,沒有任何舒適感,幾乎沒有義務,那對我有什麼影響,最重要的是,我穿名牌鞋,並擁有涼爽的手機...

教育正在逐步惡化。國家衛生系統也是如此。一切都變成了商品,學歷,健康……社會失去了自我訓練,整體教育,發展思考和研究技能的能力。它還委派護理,照顧病人,處理日常不便。如果我們被黃蜂ung傷,我們也會毫不猶豫地去急診室,如果我們還有丘疹。如果我們的男朋友離開我們,或者我們在工作中遇到問題,我們將走的越來越遠。

這樣,一切都會融化成無定形的岩漿,而岩漿很容易被可怕的力量操縱,從而隨意塑造整個社會。正如齊格蒙特·鮑曼(Zygmunt Bauman)在其論文中正確指出的那樣,如果沒有製度的堅固性,一切都會變得不穩定,我們被全球化的動力所粉碎,有人稱資本主義,另一些人稱自由市場。

在衛生部門內,每個人都對不同的專業組和類別感興趣,而在這些專業組和類別中又感興趣。年輕人反對退伍軍人,醫生反對護士,所有人反對所有人。在其他機構中重複著同樣的事情,這引起了可怕的抱怨和不滿咆哮,同時阻止了結構調整,使之不能適應當下。

這些天,我們生活在流行時期,一切都變得有些瘋狂。政客們似乎並沒有做到正確,社會繼續盡其所能,而且我們的衛生工作者不斷撲滅無法與我們所沒有的力量相抗衡的火勢,這意味著永遠都不會發生。

優先級動詞是從您家到我的醫療中心所有哲學系統的基礎。 這就是為什麼在困難中將重點放在真正應得的東西上而將其餘部分留在後台很重要的原因。 不要期望他們會優先考慮我們,我們不會喜歡

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Mirar la luna. Looking at the moon. 看著月亮




Desde que tengo uso de razón me ha gustado mirar el cielo nocturno. Recuerdo con dulzura un verano en el sur con apenas tres años sentado a la fresca de la calle sobre las piernas de mi tío Frasquito. Su enorme corpulencia me hacía sentir seguro mirando toda aquella magnificencia celestial que invitaba a ser contemplada para ayudarnos a comprender nuestra verdadera posición en el mundo.

Sigo necesitando mirar al cielo de continuo y algunas noches, como ayer, me doy el capricho de cenar en presencia de la luna. Me facilita recordar que los grandes placeres siguen siendo gratuitos, aunque no sean disfrutados por las masas. 

Mirando la luna me quedé y no pude evitar que me viniera a la cabeza mi guerra personal en el frente de la atención primaria, ese runrún que me toca padecer. Porque quien mas quien menos a todo el mundo que conozco le gustaría arreglar el desaguisado que padecemos y comparte sus ideas entre protestas o quejas variadas. Habitualmente más de las segundas que de las primeras. 

Por eso la luna me calma con su enorme distancia y perspectiva, pareciera decir “pobres humanos, tan agitados siempre” y tendría razón porque no dejamos de mover el vaso de agua turbia que cada cual lleva en la mano. Casi nadie se atreve a dejarlo quieto reposar, más bien nos incitamos unos a otros a agitarlo hasta el paroxismo defendiendo nuestro punto de vista y atacando los demás. 

¿Qué pasaría si el complicado vaso de la atención primaria se aclarase?
Pues probablemente que los profesionales viéramos que lo importante es centrarnos en ofrecer nuestras habilidades al paciente de la mejor forma posible, los gestores se centrarían en hacer todo lo posible para facilitarlo y los ciudadanos replanteasen su relación con el sistema sanitario en un nuevo contrato de uso más respetuoso y prudente. 

Pero la luna me dijo que ese vaso no se va a aclarar nunca porque la fuerza del mercado es quien más fuerte lo agita dado que le interesa el desbarajuste para conseguir sus intereses. El contrato ciudadano-sanidad ha de basarse en el uso intensivo dado que la salud es una mercancía y mientras más sanidad se consuma mejor para todos. Más pruebas, más tratamientos y todos contentos. Acceso libre, barra libre. Una propuesta así es indesmontable, ningún político se atreverá jamás a arriesgar un ápice en hacerlo. Lo descafeinarán, vaciarán de calidad y contenido el sistema sanitario, pero siempre habrá infinitas posibilidades para consumir servicios y productos a granel. 

Seguramente tengamos servicio de primera y segunda clase como mandan los cánones globalizados que todos conocemos. Para que cada cual consuma según su poderío o sus razones, y así todos contentos. Eso sí lo veremos, como estamos viendo la espiral de uso y abuso del sistema con sus efectos de sobrediagnóstico y sobretratamiento que conllevan más problemas de los que nadie está dispuesto a admitir. 

Ya ven lo prolífico que pude ser un rato disfrutando de la luna nocturna. También lo son los paseos por el campo, pero de eso hablaremos otro día. 




Looking at the moon


For as long as I can remember, I've enjoyed looking at the night sky. I sweetly remember a summer in the south with just three years sitting in the cool of the street on my uncle Frasquito's legs. His enormous corpulence made me feel safe looking at all that heavenly magnificence that invited us to contemplate to help us understand our true position in the world.

I still need to look at the sky continuously and some nights, like yesterday, I indulge in the whim of dinner in the presence of the moon. It makes it easier for me to remember that great pleasures are still free, even if they are not enjoyed by the masses. 

Looking at the moon I stayed and I couldn't stop thinking about my personal war on the primary care front, that runrun that I have to suffer. Because who else but everyone I know would like to clean up the mess we are in and share their ideas among various protests or complaints. Usually more of the latter than the former. 

That is why the moon calms me with its enormous distance and perspective, it seems to say "poor humans, so agitated always" and I would be right because we do not stop moving the glass of cloudy water that each one of us carries in our hands. Hardly anyone dares to let it stand still, but rather we encourage each other to shake it to the point of paroxysm by defending our point of view and attacking the others. 

What would happen if the complicated glass of primary care were to be cleared?
Well, we professionals would probably see that the important thing is to focus on offering our skills to the patient in the best possible way, managers would focus on doing everything possible to facilitate this and citizens would rethink their relationship with the health system in a new, more respectful and prudent contract of use. 

But the moon told me that that glass will never clear up because it is the market's strongest force that stirs it up as it is interested in disruption to achieve its interests. The citizen-health contract must be based on intensive use since health is a commodity and the more health is consumed the better for everyone. More tests, more treatments and everyone is happy. Free access, free beer for al. Such a proposal cannot be dismantled, no politician will ever dare to risk one iota in doing so. They will decaffeinate it, empty the health system of quality and content, but there will always be infinite possibilities for consuming services and products in bulk. 

We will surely have first and second class service as the globalised canons that we all know command. So that everyone can consume according to their power or their reasons, and thus everyone will be happy. We will see that, as we are seeing the spiral of use and abuse of the system with its over-diagnostic and over-treatment effects that lead to more problems than anyone is willing to admit. 

You can see how prolific I could be for a while enjoying the night moon. So are walks in the countryside, but we'll talk about that another day. 




看著月亮


自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

就我所記得的時間來說,我一直很喜歡看著夜空。我甜蜜地記得南部的一個夏天,在我叔叔弗拉斯奎托(Frasquito)腿上,在涼爽的街道上坐了三年。他巨大的肥胖使我放心地看到所有邀請我們考慮以幫助我們了解我們在世界上的真實位置的宏偉事物。

我仍然需要連續不斷地望著天空,就像在昨天的夜晚,像昨天一樣,我沉迷於月亮在場的晚餐中。它使我更容易記住,即使群眾沒有享受到巨大的快樂仍然是免費的。

看著月亮,我留下了,我一直不停地想著我在基層醫療方面的個人戰爭,那是我必須遭受的磨難。因為除了我認識的每個人以外,還有谁愿意清理我們所處的混亂狀況,並在各種抗議或投訴中分享他們的想法。通常後者比前者更多。

這就是為什麼月亮以其巨大的距離和遠景使我平靜的原因,似乎是在說“可憐的人,總是煩躁不安”,我說對了,因為我們不會停止移動我們每個人都攜帶的那杯渾濁的水手。幾乎沒有人敢於讓它停滯不前,相反,我們通過捍衛我們的觀點並攻擊其他觀點,相互鼓勵,將其搖晃到發作的地步。

如果要清除複雜的初級保健玻璃杯會怎樣?
好吧,我們的專業人員可能會發現,重要的是專注於以最好的方式向患者提供我們的技能,管理人員將專注於盡一切可能來促進這一點,而公民將在新的時代重新考慮他們與衛生系統的關係。 ,更加尊重和謹慎的使用合同。

但是月亮告訴我,這種玻璃將永遠不會消失,因為它是市場上最強大的力量,它激起了它的興趣,因為它對破壞利益感興趣。公民健康合同必須以大量使用為基礎,因為健康是一種商品,消耗的健康越多,每個人的生活就越好。更多測試,更多治療,每個人都很高興。免費使用,免費提供啤酒。這樣的提議不能被取消,沒有政治家敢冒險這樣做。他們將對咖啡因進行脫除咖啡因的處理,清空質量和內容的衛生系統,但始終有無限可能大量消費服務和產品。

我們無疑將擁有眾所周知的全球化標準作為一流標準和一流的服務。這樣每個人都可以根據自己的能力或原因進行消費,因此每個人都會感到高興。我們將看到,隨著我們看到系統使用和濫用的螺旋式上升,其過度診斷和過度治療的後果導致了比任何人都願意承認的更多的問題。

您可以看到我享受夜晚的月亮有多長時間。鄉村散步也是如此,但我們將在第二天再談。

martes, 29 de septiembre de 2020

Saber caer. Knowing how to fall. 知道如何跌倒







Dedicado a Victor Amat.




Los que alguna vez hayan practicado artes marciales saben que lo primero que suele aprenderse es a caer. Y quizá esa habilidad justifique por si misma el esfuerzo de aprender dicha disciplina, aunque hay muchas más como el respeto al oponente, el reconocimiento de que el mayor enemigo suele ser uno mismo, la habilidad de aceptar el miedo y el dolor como ayudantes, aprender a gritar y una larga lista que tal vez desgranemos en otras ocasiones. 

Para caer no hay que hacer gran cosa, pero para caer bien sí. Es preciso dejarse caer. Permitir que la caída fluya en un movimiento que reparta el impacto y no dañe ninguna parte. No es fácil explicarlo en palabras, es necesario practicar. 

Nuestra sociedad líquida ha perdido sus referentes sólidos y eso implica un mayor número de caídas. Algo que nos afecta a todos de una u otra manera. Pero solemos hacerlo mal, no nos gusta caer y renegamos de continuo sin darnos cuenta de que por mucho que protestemos y nos bloqueemos no lo vamos a hacer mejor. 

En el mundo sanitario al que pertenezco son frecuentes las caídas y las magulladuras. Los roces por sobrecarga, los errores mal encajados, los conflictos con pacientes o compañeros... Ahora en la pandemia mucho más al tener que enfrentarnos cada día al doble o triple de asistencias. Hay días que me recuerdan a aquellas películas de Bruce Lee donde incontables malvados rodeaban al héroe que no dejaba de repartir estopa a una endiablada velocidad. Pero yo no llego a ese nivel y en mi película acaban dando caña a un servidor. 

Es común terminar en la lona con el cuerpo agotado y los sentimientos retorcidos. Es común llegar a casa echando humo y tener pesadillas con peleas en las que es imposible salir vencedor.

Me viene el recuerdo de aquel principiante, hace muchos años, con un cinturón blanco entrando en el tatami. Los movimientos básicos, los primeros combates, las caídas. Y acude el reconocimiento de que ese novato sigue aquí hoy con ustedes, tratando de defender una posición con un mínimo de dignidad, sabiendo que son muchos los golpes que van a llover por todos lados. 

Por todo esto me surge compartir con otros muchos compañeros y compañeras un mensaje de ánimo. Con la que está cayendo no hay más remedio de asumir que vamos a comer suelo a cucharadas. Y que será apropiado rescatar nuestros recuerdos infantiles para hacerlo mejor dado que los niños y los gatos suelen disfrutar de esa habilidad que los adultos olvidamos al hacernos rígidos con los años. 







Knowing how to fall


Those who have ever practiced martial arts know that the first thing you usually learn is how to fall. And perhaps that skill alone justifies the effort to learn that discipline, although there are many more benefits such as respect for one's opponent, recognition that one's greatest enemy is usually oneself, the ability to accept fear and pain as helpers, learning to shout, and a long list that we may talk about on other occasion. 

To fall, you don't have to do much, but to fall well, you do. You have to let yourself fall. Allow the fall to flow in a movement that distributes the impact and does not damage any part. It is not easy to explain it in words, it is necessary to practice. 

Our liquid society has lost its solid references and that implies a greater number of falls. Something that affects us all in one way or another. But we tend to do it badly, we don't like to fall and we continually deny ourselves without realising that however much we protest and block ourselves, we are not going to do any better. 

Falls and bruises are common in the health world I belong to. The friction due to overloading, badly fitting mistakes, conflicts with patients or colleagues... Now in the pandemic much more as we have to deal with double or triple assistance every day. There are days that remind me of those Bruce Lee films where countless evil people surrounded the hero who never stopped distributing tow at an unbelievable speed. But I don't get to that level and in my film they end up giving a blow to a server. 

It's common to end up on the ground with a worn-out body and twisted feelings. It's common to come home  torned and have nightmares of fights where it's impossible to win.

I am reminded of that beginner, many years ago, with a white belt entering the tatami. The basic movements, the first fights, the falls. And there is the recognition that this novice is still here with you today, trying to defend a position with a minimum of dignity, knowing that there are many blows that are going to rain down everywhere. 

For all these reasons, I would like to share a message of encouragement with many other colleagues. With this pandemic  there is no choice but to assume that we are going to fall dayly. And that it will be appropriate to rescue our childhood memories in order to do it better since children and cats usually enjoy that skill that we adults forget when we become rigid with age. 







知道如何跌倒

自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

那些曾經練過武術的人都知道,您通常學習的第一件事就是如何摔倒。也許僅憑這種技能就可以證明學習該學科的努力是合理的,儘管還有很多好處,例如尊重對手,認識到最大的敵人通常是自己,接受恐懼和痛苦作為幫助者的能力,學會大喊大叫以及我們可能在其他場合談論的一長串清單。

跌倒,您不必做很多,但是跌倒,您可以做。你必須讓自己跌倒。允許跌落以分散衝擊力且不會損壞任何零件的運動流動。用語言解釋它並不容易,需要實踐。

我們的流動社會失去了可靠的參考,這意味著有更多的失敗。以一種或另一種方式影響我們所有人的事物。但是我們往往做得不好,我們不喜歡摔倒,我們不斷否認自己,卻沒有意識到我們進行了多方抗議和封鎖,我們不會做得更好。

瀑布和瘀傷在我所屬的健康世界中很常見。由於超負荷,錯誤的嚴重錯誤,與患者或同事的衝突而引起的摩擦...現在,在大流行中,我們每天必鬚麵對雙倍或三倍的援助,因此情況越來越多。有幾天讓我想起那些布魯斯·李的電影,那裡無數的邪惡人物圍著英雄,他們從未停止以驚人的速度分髮絲束。但是我沒有達到這個水平,在我的電影中,它們最終給服務器造成了打擊。

通常,身體疲憊不堪,感覺扭曲,最終倒在地上。回家飽受折磨,在無法取勝的情況下進行惡夢是很常見的。

我想起了很多年前的那個初學者,一條白色的皮帶進入了榻榻米。基本動作,初戰,跌倒。而且,人們認識到,這個新手今天仍然在您身邊,試圖以最低的尊嚴捍衛自己的職位,並知道到處都會有許多打擊。

由於所有這些原因,我想與其他許多同事分享鼓勵的信息。在這種大流行中,別無選擇,只能假設我們每天都會跌倒。拯救我們的童年記憶以使其更好地進行是適當的,因為兒童和貓通常會喜歡隨著年齡的增長而成年人會忘記的技能。

domingo, 27 de septiembre de 2020

Nadar en la segunda ola.








En el imaginario colectivo tiene una presencia generalizada esas olas gigantes que arrasan todo a su paso. Aunque sean pocos los que hayan tenido la desgracia de encontrarse con una, nos es fácil imaginar a los demás de qué va la cosa. Una situación imprevista que arrasa todo lo que encuentra y de la que es imposible escapar. 

En febrero nos pilló a todos una de esas olas gigantes. Fue tal el desbarajuste que tuvimos que permanecer encerrados en casa desde el 15 de marzo al 21 de junio, tres meses que se hicieron muy largos. Luego la cosa parecía haber quedado tranquila y volvimos a una “nueva normalidad” que se parecía bastante a la anterior. Nadie hizo gran cosa a parte de usar mascarilla en lugares públicos y poco más. Las autoridades también hicieron poco. Ni se reforzó con rastreadores, ni se potenció la Atención Primaria ni se hicieron campañas institucionales informativas. Tan solo bronca política retransmitida a todas horas por todos los medios. 

En septiembre tenemos aquí la segunda ola. Algo que todos sabíamos que vendría y que ha quedado claro no hemos sabido evitar. ¿Era evitable? Probablemente no, pero sí podría haber sido de menor intensidad de haberse tomado alguna medida más. 

En cualquier caso ganamos poco si perdemos el tiempo acusando a tirios o troyanos ya que ambos han sido negligentes por una u otras razones. Es más interesante centrarse en lo que sí se puede hacer.


1. Minimizar la presencia en lugares públicos concurridos. 
2. Uso de mascarilla en presencia de otras personas, aunque sean amigos cercanos o familiares no convivientes.
3. Lavado de manos frecuente. Si usa transporte público o trabaja fuera de casa lleve su propio gel.
4. Distancia prudente en presencia de otros. Reuniones con pocas personas, priorizando al aire libre. 
5. Uso prudente de medios de comunicación y redes sociales, no se envenene.
6. Uso prudente, solo si es imprescindible, de los servicios sanitarios que van a saturarse si no lo están ya. Si su consulta no es urgente espere a que pase la emergencia.
7. En caso de tener síntomas (fiebre, tos, malestar) quédese en casa y evite el contacto con otros. Si tienen que contactar con su centro de salud y no le cogen el teléfono mande una nota con alguien o una carta postal.


Como no es esperable que nuestras autoridades se lo cuenten, un servidor hará una modesta campaña informativa a sus pacientes por medio de este artículo, redes sociales y carteles. Tal vez si conseguimos que alguno más lo lea evitemos un contagio o un disgusto a una familia. Creo que merece la pena, hay mucho por hacer y todo el mundo tiene su responsabilidad. Si le apetece compartirlo puede hacerlo.














sábado, 26 de septiembre de 2020

La ínsula











Dedicado al Dr. Julio González y a todos los que con él comparten esta suerte cervantina. 




Para Sancho Panza su arriesgada apuesta de acompañar a don Quijote estaba justificada por el premio a recibir: una ínsula de la que sería gobernador. Un objetivo que le sacase de su humilde condición y le permitiera entrar en el selecto mundo de los ilustres. Cervantes nos describe con detalle la gran lista de padecimientos que habrá de padecer para solaz de los lectores que asistirán a una narración divertida donde los personajes vivirán todo tipo de desventuras. 

En el mundo sanitario pasa algo parecido. La ínsula que se nos promete a los médicos de familia es la plaza fija, ese dorado que todos desean epítome de la estabilidad, la abundancia y el reconocimiento social. Y al igual que el desdichado escudero tendremos que padecer manteos, hambres, falta de medios, golpes y palos. No faltarán aventuras en las que seremos objeto de risas y burlas de otros, suframos engaños, sustos, timos, pedradas y demás desgracias. 

Lo habitual es pasar varios años atravesando el desierto de la precariedad laboral. Contratos de un día, de refuerzo, de guardias, que implican cambiar constantemente de consulta, no cobrar los fines de semana, hacer turno de noche o guardias que encadenan varios turnos seguidos, no cobrar los suplementos que corresponderían y otras muchas pendencias. 

La siguiente fase suele suponer una mejora parcial de contrato, hasta que se consigue una interinidad en algún destino poco apetecible por lejanía al domicilio, ser un consultorio con poco personal o por la complejidad de la población a atender. En las comunidades que tienen turno de tarde habrá que resignarse a trabajar en él durante décadas, lo que supone una catástrofe para todos los que tengan hijos o hijas pequeños. 

Algunas décadas más tarde suele llegar la ansiada oposición que, tras prepárala y superarla, nos permita acceder a una plaza fija. En muchos casos nos tocará volver a empeorar el destino alejándonos de casa o teniendo que asumir un cambio poco apetecible para seguir asumiendo una carga elevada de trabajo, cosa que variará poco allá donde vayamos. 

El éxito final podría ser el conseguir un destino próximo al domicilio en turno de mañana, cosa imposible antes de los cincuenta años. Pero los laureados que perseveran y lo consiguen seguirán asumiendo trabajo a paladas hasta que el cuerpo aguante. Eso sí, gastando algo menos de gasolina. 

Otros compañeros, seguramente más sagaces, viendo el percal eligen otras rutas y marchan a otros países donde recibirán mejor trato con trabajo más proporcional y mejores sueldos. No hay que irse muy lejos, en Portugal se gana un 50% más que aquí y en Francia un 100%, lo que condiciona una sangría de personal que dentro de unos años será funesta para muchos pueblos y barrios que verán resentida su asistencia.

Durante el viaje de Sancho hay muchos momentos de duda en los que expresa su deseo de volver a casa y abandonar del todo la aventura. En ellos es su amigo el que le da ánimos y suaviza su miedo. También nos pasa a nosotros, con esa parte quijotesca que es necesario desarrollar para meterse en lides sanitarias. Sin embargo hay cuestiones inesperadas que pueden romper cualquier relato, una pandemia por ejemplo. La que vivimos le está dando la vuelta a todo nuestro mundo y la paliza que estamos recibiendo en sanidad se sale de toda proporción. Sin duda se llevará por delante a una mayoría de Quijotes y producirá graves heridas en los restantes Sancho Panzas.

Nadie sabe bien cómo terminará la historia, pero si pagan a los personajes como pagaron a su autor no auguro gran felicidad, en esta tierra nunca fuimos demasiado generosos con las manos que nos cuidan.