Retrato del doctor Boucard. Tamara de Lempicka.
"The latest study by the medical journal The Lancet has lowered the euphoria. The public health system dropped ten places at a stroke in 2016, the last year evaluated, with respect to 2015. The research has measured the quality of the world's 195 states by comparing data from 32 curable causes of death with adequate medical care and the population's accessibility to treatment. Spain obtains 92 points out of 100, below the 97 achieved by Iceland and Norway, which are in first place, although it is placed ahead of France, the United Kingdom, the United States or Portugal".
It is not easy to measure the excellence of something as large and complex as a health system where it is usually easier to count the number of transplants than the number of hours holding a dying person's hand. Where the surgical waiting list counts more than the waiting days when I have an appointment with my family doctor or the inefficient robotic surgeries shine brighter than the small surgical processes that nurses and doctors do in primary health centres.
What does seem obvious is that the Spanish health system is leaking. There are big holes under the waterline that overload a tired and entertaining crew shrinking buckets in a gentle way instead of doing a careful and quality assistance as it should.
As it is very slow sinking it is not in the news. The most you will see will be headlines like the one in the Voice of Galicia: "Cardiology saves the honor of health", from which we have taken the opening paragraph.
To the public it seems much more disturbing the possible result of the next game of his soccer team or the vagaries of politicians and famous that are the kings of the gossip that floods our mobiles.
Facts such as the disappearance of philosophy teaching from high schools or that almost all family doctors have an average of five or six minutes to see a patient will never appear on the news. That is why I continue to bet on the need to facilitate reflection and awareness from blogs or social networks going against the tide of noise and falsehood that seems to flood our world. The objective is not to achieve fame or glory, it will suffice for the bottle to reach another island and someone, far away, to read the message that miraculously survived the journey. There is much to do, the world we want to build depends on us.
"El último estudio realizado por la revista médica The Lancet ha rebajado la euforia. El sistema público retrocedió diez puestos de golpe en el 2016, el último año evaluado, con respecto al 2015. La investigación ha medido la calidad de los 195 estados del mundo mediante la comparación de datos de 32 causas de muerte curables con una atención médica adecuada y la accesibilidad de la población a los tratamientos. España obtiene 92 puntos sobre 100, por debajo de los 97 que logran Islandia y Noruega, que se sitúan en el primer puesto, aunque se coloca por delante de Francia, el Reino Unido, Estados Unidos o Portugal"
No es fácil medir la excelencia de algo tan grande y complejo como un sistema sanitario donde suele ser más sencillo contar el número de transplantes que el de horas sosteniendo la mano a un moribundo. Donde cuenta más la lista de espera quirúrgica que los días para que me den una cita con mi médico de cabecera o brillan más las ineficientes cirugías robóticas que los pequeños procesos quirúrgicos que enfermeras y médicos hacen en los centros de salud.
Lo que sí parece evidente es que la sanidad española hace agua. Hay grandes agujeros bajo la línea de flotación que sobrecargan a una cansada tripulación entretenida achicando cubos a mansalva en lugar de en hacer una asistencia cuidada y de calidad como debería.
Como es un hundimiento lento y pausado no sale en las noticias. Lo máximo que verán serán titulares como el de la Voz de Galicia: "Cardiología salva la honra de la sanidad", del que hemos tomado el párrafo inicial.
Al respetable le parece mucho más inquietante el posible resultado del próximo partido de su equipo de fútbol o los azares de políticos y famosos de postín que son los reyes del cotilleo que inunda nuestros móviles.
Hechos como que la asignatura de filosofía haya desaparecido de los institutos nacionales o que casi todos los médicos de familia tengan de media cinco o seis minutos para ver a un paciente no saldrán nunca en un telediario. Por eso sigo apostando por la necesidad de facilitar la reflexión y la toma de consciencia desde blogs o redes sociales yendo contracorriente del maremagnum de ruido y falsedad que parece inundar nuestro mundo. El objetivo no es alcanzar fama ni gloria, bastará con que la botella llegue a otra isla y alguien, muy lejos, lea el mensaje que milagrosamente sobrevivió el viaje. Hay mucho por hacer, el mundo que queramos construir depende de nosotros.