Comparto mi participación en la mesa del Congreso Semfyc que tiene lugar hoy en Gijón.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON LA MEDICINA EN EL SIGLO XXI?
Vivimos tiempos acelerados, la sociedad se ha vuelto líquida tras muchos siglos de solidez donde las cosas pasaban lentamente. Entornos laborales y personales cambiantes hacen que sea necesario posicionarse en la vida de otra manera. La medicina se enfrenta a estos retos desde una posición privilegiada por su enorme capacidad pero aduce al mismo tiempo grandes limitaciones e inercias que lastran esta adaptación. Fenómenos como la cronicidad, la complejidad creciente del paciente, la hipermedicalización y sanitarización social así como la presión tecnológica hacen que los profesionales sanitarios tengan que dar respuesta a multitud de facetas que anteriormente no eran competencia de las ciencias de la salud. Por otra parte ¿quién ha enseñado a los médicos a usar las tecnologías de la comunicación que sus pacientes usan? ¿hay evidencia científica para incorporar estos cambios a la práctica habitual? ¿cómo debo empezar?
COMUNICACIÓN CLÁSICA Y COMUNICACIÓN AUMENTADA CON PACIENTES
Hace 50 años la comunicación entre profesionales sanitarios y pacientes era meramente presencial. La consulta clínica permitía la visita a los pacientes, la anamnesis y la exploración así como la expresión de narrativas por las dos partes. Posteriormente llegó el teléfono y más tarde el correo electrónico produciéndose encendidos debates sobre el supuesto fin de la medicina tal y como se conocía. En estos momentos nos pasa lo mismo con las tecnologías de la comunicación vía internet y el gran desarrollo de dispositivos de comunicación y conexión a la red. ¿Va a destruir la web social la medicina? podemos responder negativamente pero habría que añadir que si se producirán cambios. El ciudadano cada vez tolera peor los intermediarios y las intermediaciones. Cuando deseamos ir de viaje compramos directamente los billetes, cuando queremos un libro muchas veces nos resulta más sencillo comprarlo al instante en internet que desplazarnos a la librería… Con la salud pasa lo mismo, la ciudadanía precisa de accesibilidad y rapidez a la hora de buscar información y solucionar sus dudas o problemas de salud. Por otro lado cada vez es más baja la tolerabilidad ante las facetas displacenteras de la vida que son convertidas en enfermedades por aquellos interesados en vender remedios y soluciones para las mismas. Es verdad que cada vez hay más facilidades para encontrar información de salud a la par que es más difícil discriminar el trigo de la paja. Los actores con más poder posicionan mejor sus informaciones interesadas que los profesionales o técnicos que si bien conocen el tema por ser independientes carecen de los medios para visibilizar sus opiniones.
Hoy es posible comunicarse de forma aumentada con los pacientes usando medios complementarios a la visita presencial. Dentro de estos medios los tenemos de baja tecnología como la carta postal, de fácil acceso como el teléfono fijo presente en toda consulta, el teléfono móvil del profesional o el ordenador con conexión a internet. Por medio de internet es posible usar correo electrónico con pacientes, tecnología que todo profesional usa en su ámbito privado pero que pocos ponen a disposición de los pacientes. También es posible hacer videoconferencias, mantener comunicación síncrona tipo chat o asíncrona mediante programas, blogs o redes sociales.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA RELACIÓN MÉDICO PACIENTE
Las tecnologías de la comunicación pueden aumentar la accesibilidad y resolubilidad del profesional sanitario. Esto puede ser beneficioso o no. Una oferta indiscriminada de procedimientos, email, chat, videoconferencia… puede terminar saturando la ya saturada agenda del médico y sobrecargando y agobiando más a este. Es imprescindible diseñar bien estas intervenciones, implementarlas de forma progresiva y evaluarlas de forma continua observando resultados, uso y satisfacción tanto del usuario como del profesional. A nivel de gestión es fundamental coordinar para que la agenda del profesional soporte la posibilidad de encuentros digitales o consultas por email para que estas iniciativas sean reconocidas por la organización y lleguen a contemplarse en la cartera de servicios del profesional y su centro de salud.
¿CÓMO PUEDE UN MÉDICO COMUNICARSE EN LA WEB SOCIAL?
La forma más sencilla es desde una página web personal. Ya no es imprescindible contar con la ayuda de un informático para diseñar una página web, existen herramientas gratuitas y sencillas de usar para crear tanto una página estática como dinámica. Dentro de estas últimas los blogs o bitácoras son los más populares. En ellos el profesional sanitario podrá diseñar su carta de presentación y su forma de visibilizarse digitalmente. Hoy la plaza pública es parcialmente virtual, cualquier persona del mundo puede potencialmente acceder a los contenidos de otra que use internet. Con los blogs el autor publica contenido periódico en forma de texto o audiovisuales tanto propios como ajenos. El blog permite comunicación bidireccional en forma de comentarios y sus réplicas.
También es posible tener presencia profesional en redes sociales. Esto implica un mayor grado de visibilidad y mayores riesgos. Es prudente formarse previamente siguiendo la trayectoria pública de otros profesionales que nos sirvan de referencia y leyendo alguna guía o tutorial que nos facilite el uso y nos prevenga de errores.
La presencia en una red social puede ser unidireccional, publicando información y contenido únicamente o bidireccional si permitimos algún tipo de interacción con los usuarios. La intervención unidireccional es la más coste efectiva dado que no obliga a un seguimiento contínuo de los comentarios recibidos y los contenidos quedan disponibles en el tiempo para cualquier persona.
Dado que es muy fácil sobrecargarse por la potencia de estas herramientas tanto para recibir información como para producir respuestas o comunicación, es fundamental diseñar bien cada paso a seguir en virtud del tipo de presencia digital que deseemos. También lo es evaluar y corregir tanto excesos como defectos a medida que vaya pasando el tiempo.
PRESCRIPCIÓN DE INFORMACIÓN, PRESCRIPCIÓN DE TECNOLOGÍA Y CONSEJO AMPLIADO
El rol del profesional sanitario está cambiando. Un médico tradicionalmente prescribía fármacos o tratamientos quirúrgicos o rehabilitadores, daba consejos de salud y resolvía dudas en consulta. Hoy el paciente suele acudir tras buscar información de su problema en internet, es el fenómeno de paciente empoderado. Sin embargo no siempre tener más información significa estar mejor informado. Con frecuencia nos encontramos con lo inverso, confusión, angustia y agobio. Por eso es muy importante prescribir información y fuentes de información pertinentes para el paciente. La faceta de consultoría de información de salud debería ser parte imprescindible de la labor del médico de una manera activa.
También es importante la labor de prescripción de tecnología. La mayoría de nuestros pacientes tienen teléfonos móviles inteligentes con conexión a internet, esto implica que usan aplicaciones en los mismos y las de salud se cuentan entre la más populares. No todas aportarán valor a todos los pacientes. Es importante aconsejar e individualizar. Así mismo han proliferado las pulseras, relojes, gafas y adminículos inteligentes que monitorizan, cuantifican ó miden diversas variables como los pasos, el gasto calórico, el tiempo de sueño o los desplazamientos. Estas aplicaciones y aparatos son desarrollados para las masas sin ningún tipo de control, parece prudente que desde la esfera sanitaria apliquemos alguna forma de supervisión e indicación.
Las recomendaciones o consejos de salud han sido siempre imprescindibles. Una dieta, una tabla de ejercicios o una hoja de información pueden ser de gran ayuda al paciente y su familia para recordar lo que ha de hacer tras salir de la consulta. Seguimos utilizando fotocopias para esta labor, en muchos casos impresas directamente en consulta tras buscar la información en internet. El consejo ampliado consiste en facilitar información on line para complementar lo hablado en consulta. Para dicha misión podemos ayudarnos de material audiovisual, texto, audio, infografías, imágenes etc… tanto propias como ajenas. La forma de dar el enlace más eficaz es con “enlaces semánticos” proporcionando tres o cuatro palabras para buscar en internet. De este modo si aconsejo al paciente que escriba en su buscador “herida blog de Rosa” encontrará fácilmente un videoconsejo de Rosa Pérez, excelente enfermera y videobloguera. Si le recomiendo “doctor Casado catarro” encontrará un post de mi blog personal con un vídeo y consejos en texto.
La inversión de tiempo para confeccionar estos materiales no es excesiva, el videoconsejo sobre el catarro que comento fue escrito, grabado y subido a la red en menos de 15 minutos. Si se utiliza con cinco pacientes ya habrá rentabilizado la inversión de tiempo.
¿MERECE LA PENA ACTUALIZARSE?
Así como parece claro que la formación continuada es importante para todo profesional sanitario tal vez deberíamos plantearnos si nuestra actualización en el uso de tecnologías y herramientas de comunicación es adecuada. Para muchos ya no sería sencillo pasar consulta sin la ayuda de un acceso a internet o un teléfono. Parece prudente que cada cual reflexione sobre sus aportaciones a pacientes y comunidad usando la web social. ¿Es importante que cuando el paciente busque información de su médico encuentre contenidos de salud de calidad? ¿Mejora la educación sanitaria y promociona la salud el que un profesional difunda contenidos de calidad en internet? ¿Es eficiente usar consejo ampliado con pacientes? Queda mucho por andar para responder por completo estas cuestiones, en la opinión de los que vamos teniendo más manejo en estas aguas nuestra impresión es que, manejadas con prudencia, estas herramientas de comunicación pueden producir valor añadido tanto a nuestra práctica profesional como a nuestros pacientes.