Ayer mi amigo Ángel González celebró sus 12 años en Twitter, al rato me di cuenta de que compartía con él la efemérides. Y ya son años. En ellos han cabido muchas cosas, mucha gente, muchos proyectos y algunos resbalones. La maquinaria de la red social ha ido cambiando y el algoritmo ha manipulado progresivamente la conversación para beneficio de sus responsables y de la miriada de empresas que vive de la misma. Viene bien recordar que no es un servicio gratuito, pagamos con nuestros propios datos y, sobre todo, con la atención que depositamos en la herramienta.
Muchos se han dado cuenta de que ahora lo que más atención demanda es lo falso, zafio y feo, la bronca, los desplantes, los gritos. Y la red social pone rápidamente los focos allá donde hay sangre o suciedad, sabiendo que es lo más rentable para sus intereses.
Mientras más experiencia tengo menos me apetece decir nada. Algún pequeño comentario, algún poema. Mirar de vez en cuando lo que dicen perfiles escogidos y aprender de otros siempre que se pueda. Ejercer la potestad del silencio, la libertad de desconectar, la alegría de recordar que hay otros cerca.
Una higiene de la narrativa es necesaria. Igual que nos lavamos las manos a diario deberíamos lavar y cuidar nuestra forma de expresión. Aunque no tengamos mucha visibilidad los primeros beneficiarios de expresarnos con más consciencia, compasión y delicadeza seremos nosotros mismos.
Tras doce años/
— Salvador Casado (@DoctorCasado) November 18, 2020
En una red social/
Elijo callar./#cumpleTwitter #haiku pic.twitter.com/muxtr0RSaU
Narrative in social networks.
Yesterday my friend Ángel González celebrated his 12th birthday on Twitter, and I soon realised that I was sharing the event with him. A long time. There has been room for many things, many people, many projects and some slips. The machinery of the social network has been changing and the algorithm has progressively manipulated the conversation for the benefit of its managers and the myriad of companies that live from it. It is worth remembering that it is not a free service, we pay with our own data and, above all, with the attention we put into the tool.
Many people have realised that what now demands more attention is the false, the ugly, the rudeness, the shouting... And the social network quickly puts the spotlight where there is blood or dirt, knowing that it is the most profitable for their interests.
The more experience I have, the less I feel like saying anything. Some small comment, some poem. To look from time to time at what the chosen profiles say and to learn from others whenever possible. Exercise the power of silence, the freedom to disconnect, the joy of remembering that there are others around.
A hygiene of the narrative is necessary. Just as we wash our hands daily, we should wash and care for our form of expression. Even if we don't have much visibility, the first beneficiaries of expressing ourselves with more awareness, compassion and delicacy will be ourselves.
社交網絡中的敘事。
自動翻譯,抱歉。
昨天,我的朋友ÁngelGonzález在Twitter上慶祝了他的12歲生日,我很快意識到我正在與他分享這次活動。很長時間。那裡容納了許多東西,許多人,許多項目和一些單據。社交網絡的機制一直在變化,並且該算法已逐步操縱了對話,以使其管理人員和以此為基礎的眾多公司受益。值得記住的是,這不是一項免費服務,我們需要使用自己的數據以及最重要的是我們對工具的關注來支付費用。
許多人已經意識到,現在需要更多關注的是虛假,醜陋,無禮,大喊……並且社交網絡迅速將焦點放在有血腥或污垢的地方,知道這對他們的利益最有利。
我擁有的經驗越多,我說的話就越少。一些小評論,一些詩。不時查看所選個人資料的內容,並在可能的情況下向他人學習。行使沉默的力量,與外界隔絕的自由,記住周圍還有其他人的快樂。
敘述的衛生是必要的。就像我們每天洗手一樣,我們也應該洗護自己的表情。即使我們沒有太多的知名度,以更多的意識,同情心和美味表達自己的首要受益者將是我們自己。
Un día como hoy de hace doce años abría mi cuenta de Twitter. Gracias a ello he conocido personas únicas con las que he aprendido mucho.
— Ángel González (@angel189) November 18, 2020
También reconozco que este espacio está muy convulso y que a veces ello me genera desafección.
Pero me quedo con lo bueno, y aquí seguiremos 👋 pic.twitter.com/vDvY4rYTYV