viernes, 13 de abril de 2012

The family doctor




En nuestro país hay dos maneras de entender la medicina. La primera y más prestigiada se basa en la especialización y busca profesionales que sepan mucho de una parte del cuerpo o de un determinado tipo de enfermedades. Se apoya en una atención hospitalaria y de mucha tecnología y goza de todas las prebendas para investigar y tener visibilidad social y política.

La segunda está pasada de moda, se basa en la atención integral de la persona, de su familia, de su comunidad, de sus circunstancias. La llevan a cabo médicos cercanos al domicilio del paciente y trata de dar respuesta a problemas de salud de cualquier tipo, zona corporal, o edad. Esta medicina tiene poco prestigio, se dedican muy pocos recursos a ella y no goza de apoyo para investigar o emitir mensajes a la sociedad. Está sometida a una pesada carga burocrática y a gran sobrecarga de trabajo. No genera votos por lo que no interesa gran cosa a los políticos.

Hay buenos y malos profesionales en uno y otro ámbito.

Cuando me tocó enfrentarme a la decisión sobre qué medico quería ser, lo tenía claro. Quería ser un médico integral, me interesaba la persona por entero. Lo tuve fácil, sólo había una opción.

Sigo estando contento de aquel dia. Orgulloso de poder prestar el servicio que presto, afortunado por poder seguir esforzándome en aprender a tratar mejor a los demás.

Esta semana los futuros médicos en formación MIR han elegido plaza. Cada uno ha enfrentado la elección con su criterio personal basado en sus propios valores. No me llama la atención que la medicina de familia no sea un objeto de deseo. Hay que ser de una pasta especial para atreverse, no es nada fácil.

Felicito a todos/as aquellas que se animen con este reto. En algunos casos no será lo que esperaban y abandonarán, en otros acertaran y tal vez lleguen a ser excelentes profesionales.




Lo importante sigue siendo creer en lo que uno hace, es uno de los mayores dones.

Bienvenidos a todos/as.


Foto: El doctor Fernando Casado atendiendo a don Dionisio (Ap XII causas)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me temo que la sobrecarga y la burocracia afecta a todos los médicos, y que no se prestigia ni se fomenta la investigación en ninguno de los dos campos.
Los políticos nos ven como maquinas de ver pacientes, como números...Para lucirse ellos...
Pero afortunadamente no somos eso.
Enhorabuena a los médicos que empiezan la residencia, ahora comienza una apasionante y dura etapa que creo dura toda una vida... Sea cual sea vuestra elección se puede ser una maquina de ver pacientes o un buen medico al servicio de los pacientes y de la Comunidad, incluso de los políticos, que también enferman ....