domingo, 22 de marzo de 2015

Propuestas e iniciativas para reducir los eventos adversos en la práctica clínica. Seminario de Innovación en Atención Primaria (SIAP) 2015







Los días 6 y 7 de febrero del 2015 se celebró en Granada la sesión presencial del 29º Seminario de Innovación en Atención Primaria (SIAP) que versó sobre "Errores clínicos y fantasías de los errores clínicos".

Durante la sesión presencial se recogieron las propuestas que fueron surgiendo para prevenir eventos adversos, así como para aprender de ellos y detectar oportunidades de mejora cuando ya han sucedido. MªJosé Fernández de Sanmamed, Aurora Rovira Fontanals y Noemi Amorós Parramón elaboraron un listado con las diferentes propuestas, que fue posteriormente compartido, debatido on line, modificado y ampliado entre los 246 participantes, mediante un instrumento informático para la elaboración de documentos colaborativos. En el proceso, las propuestas recopiladas se ordenaron, reestructuraron por temas y se eliminaron repeticiones.

El resultado de este proceso es la lista que reproducimos a continuación donde se presentan las propuestas agrupadas según el nivel en el que han de aplicarse: para los políticos, legisladores y planificadores (la macroestructura), para la mesoestructura y aquellas que corresponden a los profesionales y a su actuación en la consulta y en los centros de salud (microestructura).

La lista contiene lo que propusieron diferentes personas que no necesariamente estaban de acuerdo entre sí en todo. Es una recolección de propuestas que surgieron de un rico debate de varios meses, on line y presencial, entre profesionales de muy diversa índole, mayoritariamente médicos de familia. El listado no es exhaustivo: es una aportación para un debate que está abierto.

MACROESTRUCTURA

Modificaciones legislativas:

- Promover la notificación de los eventos adversos mediante una ley que garantice  la confidencialidad de lo declarado a los sistemas de notificación.

- Establecimiento de sistemas de compensación sin culpa de los daños derivados de la atención sanitaria, en la línea del vigente en Nueva Zelanda.

- Promover la comunicación temprana de  los profesionales con los pacientes afectados por un evento adverso, o con sus  allegados, mediante una ley que garantice que la expresión de empatía o la  solicitud de disculpas por parte de los profesionales no podrá ser utilizada  contra ellos como si fuera una autoinculpación.

Sobre el registro y notificación de errores:

-  Establecer un sistema de notificación de efectos adversos y unificar en un único registro compatible todos los registros autonómicos. O bien  establecer un sistema de declaración de errores y cuasi-errores por encima de las organizaciones sanitarias privadas y públicas (quizá con la Organización Médica Colegial).

-  Establecer también sistemas de registro (podría hacerse con eventos centinelas) para comprobar con datos de "resultados en salud", la evolución del impacto de las medidas tomadas para mejorar la seguridad y evitar eventos adversos.

Sobre la organización del sistema de salud:

-  Establecer estrategias y políticas de personal que aseguren siempre la longitudinalidad en la asistencia primaria, dado que es la  característica consustancial a la Atención Primaria con más peso  e  influencia en la seguridad del paciente. Esta visión estratégica ha de determinar decisiones relacionadas con: cupos  adecuadamente dimensionados según perfiles de edad y de patología de los  pacientes, coberturas de jubilaciones, contratos a tiempo total, sustituciones  de profesionales que sufren bajas laborales, planes de vacaciones,  etc.

- Reducir el número de horas de cada guardia de médicos adjuntos y residentes a un máximo de 12h; Impedir, mediante queja formal, que el R1 esté  en el servicio de urgencias trabajando sin supervisión adecuada por un adjunto en todo momento.

-En tiempos de crisis y recortes, no disminuir las actividades de mejora de la seguridad y evitación de errores. En cada medida de optimización incluir un  plan específico para evitar que su impacto sea negativo para  la seguridad del paciente.

-  Desarrollar  y fijar un Conjunto Mínimo Básico de Datos Clínicos (CMBDC) compartido que facilite el seguimiento del paciente por todos los profesionales en los distintos niveles asistenciales, dentro y fuera de la Comunidad Autónoma de residencia habitual de éste.

Sobre los programas formativos:

-  Introducir en los programas formativos de estudiantes, médicos residentes y postgrado la prevención y gestión de los errores en la práctica médica.

- Adecuar los programas de pre-grado y de residentes de modo que se capacite al alumno o residente en la comprensión de la compleja realidad clínica  y  que éstos sean capaces de asumir la responsabilidad de forma progresiva.

Sobre la investigación:

-Promoción sostenida de la investigación en torno a la seguridad y los errores, con aplicación del conocimiento adquirido a las decisiones prácticas, para establecer y mantener un círculo virtuoso.

-  Identificar los errores sistemáticos que se están produciendo en salud pública, la gestión y la clínica, para tomar decisiones que los eviten (ejemplos: la andropausia como patología, la gestión de crónicos, la vacuna de la gripe, etc.)

Sobre la comunicación:

-Trabajo constante con los periodistas y comunicadores de la salud (cursos, seminarios, encuentros, talleres, estudios de casos, etc.) para que comprendan la inevitabilidad del error y el esfuerzo para su reparación. Así mismo hacerles participes del esfuerzo realizado en establecer planes estratégicos que eviten su repetición.

-  Fomento de un profesionalismo médico que lleve a compartir con la sociedad el compromiso con la mejora continua de la calidad asistencial.


MESOESTRUCTURA

Sobre los equipos de gestión:

- Garantizar la competencia en clínica y en seguridad del paciente de los equipos de gestión, de forma que no puedan adquirir responsabilidades si no tienen formación que les haga medir y considerar las consecuencias en seguridad de sus decisiones.

-Introducir desde el nivel directivo indicadores de resultado (y no sólo de proceso) para medir la seguridad del paciente.

- Hacer benchmarking de equipos de AP en los que se cometan menos errores y/o se reparen mejor.

-Erradicar incentivos que supongan un riesgo para la seguridad de los pacientes, como el control estricto de la tensión arterial o de la glucemia/hemoglobina glicosilada en ancianos.

Sobre la gestión de los errores clínicos:

Establecer sistemas de detección anónima de errores estructurales, que afectan a la organización, y no cerrar ningún "episodio" sin que se informe públicamente acerca de las medidas tomadas para corregir la situación.

- La notificación de un error debe generar cambios prácticos y medidas correctoras para evitar la reiteración en el error y reforzar la notificación. Este proceso de retroalimentación positiva es básico para evitar que la declaración de errores "se extinga". Conviene llegar en el análisis a "las causas de la causa", por más que las medidas correctoras signifiquen cambios estructurales, organizativos y políticos.

- Analizar los errores en el área geográfica de gestión, con difusión de información del proceso que los provocó y las medidas que se tomaron para evitar su repetición.

- Ante eventos adversos graves la respuesta ha de incluir su análisis y búsqueda de oportunidades de mejora. En ese proceso han de participar, de una u otra forma, tanto el paciente y sus próximos, como los profesionales implicados, su equipo y los directivos. Este abordaje integral, integrador y planificado permite minimizar los daños, repararlos  y prevenir nuevos, tanto en las primeras víctimas (los pacientes y sus allegados,  las segundas víctimas (los profesionales implicados) y las terceras víctimas (las instituciones).

-  La institución y el equipo deben apoyar a los profesionales implicados en efectos adversos graves para evitar que se conviertan en segundas víctimas. Hay que establecer protocolos de apoyo que permitan una atención temprana y que incluyan apoyo en la comunicación con el paciente y familiares, apoyo psicológico al profesional , apoyo legal, trato con los medios de comunicación, etc.

- Fomentar el análisis ético y de valores en torno a los eventos adversos, sus consecuencias y las decisiones que se toman para repararlos. Esto ayudará a localizar los errores y establecer pautas que eviten su repetición.

Sobre la historia clínica electrónica:

- Enfoque familiar de la historia clínica electrónica, de forma  que permita hacer un genograma de manera rápida, fácil e intuitiva y que haga posible enlazar las historias clínicas de la unidad familiar.

- Acceso directo y completo del paciente a su historia clínica y a los registros de quiénes han "entrado" en la misma. Plantearse incluso la introducción en la historia clínica de notas clínicas colaborativas o compartidas paciente-profesional.

- Establecer sistemas de control aleatorio que permitan detectar accesos de personas a la historia clínica no justificados (como los que se realizan en  Navarra y en el País Vasco).

- Mejorar la historia clínica compartida, en el sentido de que introduzca alertas que minimicen la posibilidad de errores (alertas si el medicamento que se está prescribiendo ya figura en la medicación del paciente, tiene interacciones con otros que toma o está contraindicado en las enfermedades que padece, alertas de seguridad de medicamentos, avisos de ingresos hospitalarios y de altas hospitalarias, avisos de cambios de prescripción por los especialistas…).

Sobre la transición entre niveles asistenciales:

-Mejora de la coordinación entre niveles asistenciales especialmente en los momentos de  "transferencia" entre especializada-primaria y viceversa, y en la prescripción (Por ejemplo, con aviso de alta hospitalaria a los profesionales de primaria el día anterior,  identificación personal del "panel" de especialistas focales de cada médico de cabecera). En los tránsitos de hospital a domicilio avisar informáticamente a la enfermera de atención primaria para que asuma el control.

- Conceder a los especialistas focales el papel de consultores, de forma que la medicación prescrita por el segundo nivel asistencial se mantenga como provisional hasta su revisión por el médico de familia, a excepción de la prescripción urgente. La conciliación de nuevos tratamientos debe ser realizada por el médico de familia en un plazo determinado y revisable según la patología, para mejorar seguridad y adecuación de la prescripción.

- Unificación del módulo de prescripción de la historia clínica electrónica para hacerlo accesible a cualquier facultativo que prescriba a un determinado paciente

- Fomentar la supervisión de la prescripción del alta de urgencia hospitalaria por el servicio de farmacia del hospital, sobre todo en pacientes de alta complejidad.


MICROESTRUCTURA

Sobre la conceptualización de los errores:

- Cambiar nuestra actitud ante la enfermedad transformando la actual comprensión dicotomía  enfermedad/salud y pasar a entenderla como un “continuum”.

- Cambiar nuestro marco de comprensión de la práctica clínica, y como profesionales “vivir en tiempos de paz” en lugar de “en tiempos de guerra”. Abandonar la “lucha” contra la enfermedad, el paciente como “enemigo”, y la medicina “defensiva” (un buen ejemplo es rechazar todo el lenguaje guerrero, tipo "luchar/batallar" contra el cáncer).

- Plantearse objetivos realistas en reducción de errores y de eventos adversos que evite la frustración. Hay que partir de la base de que el objetivo de “cero eventos adversos” no es realista, ni siquiera  en sistemas, centros y profesionales excelentes.

-Aceptar que los errores diagnósticos lo son tanto respecto al acierto del diagnóstico certero, como al momento de realización del mismo (demasiado tarde o demasiado pronto, siendo en esta última situación un error por sobrediagnóstico).

Sobre la creación de red de seguridad:

- Tejer una red profesional con los compañeros de equipo de apoyo/seguridad para situaciones de eventos adversos y/o errores.

- Establecer una comunicación bidireccional con los especialistas de referencia de segundo nivel, que complemente la red de apoyo profesional.

-Tejer una red de apoyo también con los pacientes basada en la confianza y en la comunicación.

Sobre la gestión, análisis y reparación de los errores:

- Hacer sesiones de morbi-mortalidad en los centros de salud y en los hospitales que incluya el abordaje de posibles eventos adversos.

- Compartir los errores de modo docente y analizarlos desde el punto de vista de la seguridad del paciente, contemplando los fallos que han conducido a un evento adverso (tanto a nivel de los profesionales implicados, como del equipo y centro, la organización y el paciente y sus allegados), para buscar oportunidades de mejora a todos esos niveles.

- Ante un efecto adverso identificar los tipos de errores sistemáticos aparecidos distinguiendo entre errores sistemáticos médicos, errores sistemáticos estructurales y errores aleatorios.

- Organizar seminarios de reflexión sobre los errores médicos como mejora continua en seguridad del paciente. Generar un espacio, para notificar, explicar y analizar los errores, a compañeros, dirección, y gestores.

- Poner en marcha herramientas que nos ayuden a cicatrizar nuestros errores: romper el pacto de silencio y hablar de ellos, analizarlos detalladamente y repararlos

- Mejorar nuestras herramientas de comunicación con los pacientes para hablar con ellos sobre los eventos adversos, con ánimo reparador y constructivo, empatizando con el sufrimiento, lamentando lo que ocurre ( "siento mucho por lo que está pasando") y pidiendo disculpas si ha habido un error.

- Aceptar que en algunos casos el efecto adverso ha tenido entre sus consecuencias la pérdida de confianza mutua y, tras la reparación y toma de decisiones para evitar su repetición, proceder en consecuencia a pedir el cambio de médico del paciente.

 Medidas para disminuir/prevenir los errores desde la clínica:

- Cuidar muy especialmente en la organización interna de los equipos la longitudinalidad, teniendo en cuenta que es una dimensión básica en la seguridad del paciente. Esta visión debe tenerse  especialmente en cuenta en la atención a los pacientes más frágiles y complejos,  como son por ejemplo los enfermos que requieren atención en sus domicilios, las  personas económicamente más desfavorecidas, las personas migrantes,  etc.

- Revisar la historia clínica de los pacientes de forma periódica considerándolos como nuevos pacientes (Imprescindible en pacientes de alta complejidad).

- Disponer de herramientas que permitan remarcar/destacar partes importantes de la historia clínica, para poder identificarlas más fácilmente.

- Cerrar episodios de la historia clínica clínicamente irrelevantes que entorpecen y enmascaran los relevantes.

- Reevaluar los criterios personales (en sintonía con la evidencia científica) de derivación a la medicina de segundo nivel, petición de pruebas diagnósticas, etc., para minimizar el sobrediagnóstico y los tratamientos fútiles.

- Promover la adopción por cada médico de un “mini-vademécum” que domine a la perfección. Amplio, pero sin proliferación injustificada de fármacos, y seleccionado con criterios de prescripción racional y segura. 

- Al introducir algún fármaco nuevo consultar siempre la Ficha Técnica y estudiar posibles interacciones y contraindicaciones para el paciente al que se le prescribe.

- Cuando un profesional prescribe algún fármaco fuera de ficha técnica: reflejarlo en la historia clínica, informar al paciente, solicitar el consentimiento informado y emitir aviso al médico de familia referente del paciente, si no fuera éste el prescriptor.

- Adecuar nuestro lenguaje para que sea entendible por el paciente. La información debe ser  comprensible, veraz, ponderada y prudente.

- Conocer nuestras propias emociones, y tenerlas en cuenta como un elemento clínico más, que nos permite también comprender mejor al paciente.

- Mejorar la toma de decisiones desde la intuición con formación en metacognición (ojo clínico), mediante la práctica clínica y la reflexión posterior.

Sobre la docencia:

- En el caso de médicos residentes, empoderarlos para que reclamen la necesaria tutorización.

- Favorecer la tutorización por pares, tanto de residentes como de profesionales que han completado la formación.

-  Formación permanente en bioética, deontología y legalidad vigente. Analizar con casos clínicos las situaciones "delicadas", como las que afectan a la confidencialidad, las situaciones complejas de gran incertidumbre entre alternativas terapéuticas con efectos beneficiosos y adversos asociados o la atención a pacientes víctimas de la violencia institucional (torturas, vejaciones) o individual (violación, maltrato infantil, etc.).


+ info:

Errores clínicos y fantasías de los errores clínicos. Seminario de Innovación en Atención Primaria nº 29. Granada, 6 y 7 de febrero de 2015

¿Cómo pudo pasar? ¿Cómo sigue pasando? Errores sistemáticos en salud pública, gestión y clínica






Puedes ver mi contribución al seminario aquí y mi valoración del mismo aquí.


sábado, 21 de marzo de 2015

Medicos con presencia



El doctor Fernando Casado y don Dionisio. 




Uno de los factores que siempre me parecieron fundamentales en cualquier profesional sanitario es la presencia. La facultad de estar plenamente consciente y atento ante el paciente y ante sí mismo. Durante mis muchos años de formación médica tuve referentes a este nivel pero he de decir que no encontré muchos entre los galenos de más formación y experiencia. Han sido psicólogos, enfermeras, y compañeros de otros mil perfiles los que me han dado interesantes pistas al respecto. En el extenso curriculum de un médico no hay un solo renglón donde se contemple la necesidad de cultivar la atención plena. Es una de las muchas cosas que se dan por supuestas, y es verdad que hay que prestar mucha atención a las miles de horas de clase y estudio, pero las personas son más complejas que los libros de texto y los artículos científicos. Lo más frecuente al acudir a una consulta médica es encontrar a un profesional azorado y sobrecargado que trata de ir ligero ante la larga cola que espera a la puerta. Un ordenador preside el encuentro y fagocita gran parte de la atención que debería recaer en el paciente. Hay frecuentes interrupciones en forma de llamada telefónica y personal que entra a preguntar o buscar algo. Al final uno sale de la consulta con la sensación de que a penas nos han mirado. No nos han prestado la suficiente atención. Es verdad que no es lo mismo una consulta tipo de medicina de familia de cinco o seis minutos que una de veinte con un internista o de cuarenta y cinco con un psicólogo. Es verdad que el médico está obligado a rellenar mil casillas en el ordenador. Pero, ¿será posible que los segundos dedicados a escuchar al paciente sean de consciencia plena? ¿el tiempo dedicado a explorar sea de máxima calidad? ¿es posible que el paciente se sienta correctamente visitado en seis minutos?

La presencia personal no se puede comprar, tampoco hay cursos a distancia. Es una facultad que se va construyendo con el tiempo a fuerza de ejercerla, de entrenarla y de cuidarla. El ruido de fondo, la prisa y los agobios la malogran. El silencio, la meditación o los estados de flujo la potencian. No hay incentivos en el sistema sanitario para los que mejoran dicha habilidad. Sin embargo puedo adelantar que es el ingrediente que permitirá que el paciente se sienta plenamente atendido y que el galeno se sienta plenamente realizado. Merece la pena que todos reflexionemos sobre esto. No será la tecnología que aporta ruido a nuestras vidas la que haga la revolución por nosotros sino la conciencia que nos atrevamos a poner en la vida.


viernes, 20 de marzo de 2015

Relato: La sociedad cansada, la sociedad del cansancio.



Estamos cansados, fatigados, agotados. Unos dicen que por el ritmo de vida, otros por la cantidad de estímulos. Yo sé que es otra cosa. De pequeña teníamos un hamster en su pequeña jaula. Se pasaba la noche trasteando y gustaba correr sin parar sobre su rueda. Desde mi cama le oía en la habitación de mi hermano mayor, se pasaba horas así. Me doy cuenta de que hago exactamente lo mismo. Con mis parejas cambiantes, con el trabajo, con mi madre y hermanos, con mis amigas. ¿Cómo no voy a estar cansada? Intento aliviar esa desesperación con grandes dosis de ruido, estímulos, sexo y alguna que otra droga. Sé que es en vano, nadie apaga un incendio encendiendo nuevos fuegos. Ayer fui a ver a mi médico de familia. Me escuchó, me pidió una analítica y me despachó preguntándome qué pensaba yo me producía tanto cansancio; el muy mamón. Al final voy a tener que ser yo misma quien me dé una respuesta. Así no hay quien pueda, mierda de recortes.


jueves, 19 de marzo de 2015

No uses Google como médico




Cada vez es más frecuente usar Google como médico. Ante un problema de salud escribimos nuestro síntoma en el buscador y nos empachamos con los resultados.

Google no sirve para buscar información de salud porque no discrimina el trigo de la paja. Y en internet casi todo es paja. Hay que saber buscar, usar filtros y aportar criterio para discriminar. Necesitarás ayuda.


En internet tienes muchos recursos de información sobre salud de calidad pide ayuda para encontrarlos. Puedes preguntar a tu profesional sanitario de referencia. Para empezar te recomiendo estos recursos y la etiqueta #parapacientes de este blog.



miércoles, 18 de marzo de 2015

Arvo Pärt y medicina de familia

  




Arvo Pärt ja peremeditsiiniPaljud teist minna arsti juurde, kui nad teevad seda põhjendatult eeldada, et see on hea spetsialist. Nad oletavad, et nende tehnilisi ja teaduslikke võimsuse tõuseb oma terviseprobleem. Oletame, et on parimate tingimuste teenida neid õigesti ja tõhusalt.Arstid ka eeldada. Me kulutame mitu tundi nädalas uurida ja hoida meie praegustele teadmistele. Püüame parandada oma oskusi ja võimeid. Aga kas sellest piisab? Läheme võimalik?Minu puhul ma tunnistan ma pean toita paljudest teistest allikatest, et puhtalt teaduslik. Olen pärit perekonna rida meditsiiniliste humanistid, kus muusika, luule ja kirjandus olid olulised. Kuna lapsepõlves on õpetanud mulle, et nautida ilu, et mehed ja naised on pärandanud meile. Nautige on parim viis austada neid ja tehke nende õiglust. Konsulteerides on oluline, et minu paat minna nendega küünlad aru saada, mida inimene on haige osaajalise mind oma narratiiv. Et kursis sellega. Anda mõned korralikud track, mis teeb selle loo elamisväärsemaks.Arvo Pärt on tänapäeva helilooja vähetuntud meie keskkonda. Ehk keskmine kodanik ei saa kerge olema. Aga ma arvan, et tema töö on väga hea oma minimalism üritab püüda vaigistab tõlkida. No keerulisem ülesanne muusikaline universumis. On keegi meie vanus kõlarid, skandaalid ja lakkamatu kahin.Perearstiabi on kuidagi sama tegema. Püüa päästa, mis peitub ilmne, mis peitub 2.5 põhjustel sellise nõupidamise keskel jõuab iga visiidi kliinikus. Üks asi on see, mida on öeldud ja hoopis teine ​​asi, mida ei öelnud. Üks asi on see, mida räägitakse ja selle üle, mida tegelikult ärritas isik konsulteerimist oma arstiga.Lisaks sellele, et vaadata radioloogia muidugi sel nädalavahetusel olen andnud kontsert selle autori mitmed luuletused ja mõned peatükid hea romaan ning kaasaegse filosoofia. Kindlasti ma ei ole parim arstid, kuid nad kindlasti sobivad, et proovida kasutada kõike olen poolt, et parandada hoolt Annan patsientidel.(Masintõlget, sorry palju vigu)







Muchos de ustedes cuando acuden al médico lo hacen con la justa expectativa de que sea un buen profesional. Suponen que su capacidad técnica y científica estará a la altura de su problema de salud. Suponen que se encontrará en las mejores circunstancias para atenderles de manera correcta y eficiente.

Los médicos también lo suponemos. Dedicamos muchas horas a la semana a estudiar y mantener nuestros conocimientos actualizados. Nos esforzamos por mejorar nuestras capacidades y habilidades. Pero ¿es suficiente? ¿hacemos todo lo posible?

En mi caso les confieso que necesito nutrirme de otras muchas fuentes que las meramente científicas. Provengo de una estirpe familiar de médicos humanistas donde la música, la poesía y la literatura eran imprescindibles. Desde pequeño se me ha enseñado a degustar la belleza que otros hombres y mujeres han legado para nosotros. Disfrutarla es la mejor manera de honrarlos y hacerles justicia. En consulta me resulta imprescindible que mi barco navegue con esas velas para poder entender lo que la persona en tiempo de enfermar trata de compartirme con su narrativa. Para poder estar a la altura de la misma. Para poder aportar alguna pista digna que haga dicha narración más habitable.

Arvo Pärt es un compositor contemporáneo no muy conocido en nuestro entorno. Tal vez al ciudadano medio no le resulte fácil. Pero en mi opinión su obra es muy fina, en su minimalismo trata de atrapar los silencios, de traducirlos. No hay tarea más compleja en el universo musical. No la hay en nuestra época de altavoces, escándalos y murmullo incesante.

La medicina de familia trata de de alguna forma de hacer lo mismo. Intenta rescatar lo que hay detrás de lo aparente, lo que se esconde tras esos 2.5 motivos de consulta que de media tiene cada visita que llega al centro de salud. Una cosa es lo que se dice y otra muy distinta lo que no se dice. Una cosa es lo que se verbaliza y otra lo que verdaderamente preocupa a la persona que consulta con su médico.

Además de haberme revisado un curso de radiología este fin de semana me he regalado un concierto de este autor, varios poemas y algunos capítulos de buena novela y filosofía contemporánea. Seguramente no soy el mejor de los médicos pero no les quepa duda de que trato de emplear todo lo que tengo a mano para mejorar la atención que doy a mis pacientes.



Variations for the Healing of Arinushka by Kalle Randalu on Grooveshark


martes, 17 de marzo de 2015

Empastillats






El doctor Jorge Luis Tizón és un dels psiquiatres més solvents i preparats del nostre entorn. Es pot dir d'ell que és un savi. Mereix la pena escoltar als savis en un temps com el nostre que encastella als mediocres i que ens sollicita l'atenció per seguir els permanents desraons de famosos, models, futbolistes i altres exemplars del fum de la vanitat.

A Espanya estem empastillats, per moltes raons. Tizón avança tres:

1. La crisi del model de relació.

2. La pressió del mercat farmacològic.

3. El trauma de la guerra civil.

Mereix la pena escoltar-ho. Mereix la pena reflexionar-ho.

Entrevista completa de 53 minuts en Tv3




El doctor Jorge Luis Tizón es uno de los psiquiatras más solventes y preparados de nuestro entorno. Se puede decir de él que es un sabio. Merece la pena escuchar a los sabios en un tiempo como el nuestro que encumbra a los mediocres y que nos solicita la atención para seguir los permanentes devaneos de contertulios, modelos, futbolistas y demás ejemplares del humo de la vanidad.

En España estamos empastillats, por muchas razones. Tizón avanza tres:
1. La crisis del modelo de relación.
2. La presión del mercado farmacológico.
3. El trauma de la guerra civil.

Merece la pena escucharlo. Merece la pena reflexionarlo.

Entrevista completa de 53 minutos en TV3

lunes, 16 de marzo de 2015

¿Cuáles son tus laberintos?





El mito del laberinto es antiguo como la humanidad. Muy pronto nos dimos cuenta de que es muy fácil vagar por la vida perdidos sin encontrar salida. Cuentan que en Cnosos había un intrincado palacio laberintico. Cuentan que lo habitaban monstruos. No nos es difícil creerlo, todos habitamos algún que otro dédalo, todos tenemos leviatanes en algún oscuro pasillo interno.
Lo más peligroso de un laberinto es no saber que se está en él. Cuando las distracciones y el ruido de fondo impiden esa toma de conciencia quedamos a merced de la celada y de sus oscuros habitantes. Y no les quepa duda, todos somos alcanzados por la ignominia si no somos capaces de salir de nuestros propios círculos concéntricos.

¿Quién es verdaderamente el Minotauro? Esa pregunta ha de ser respondida por usted. Nadie ajeno a su propia vida le ha visto la cara. Algunos lo llaman deseo, otros sombra, también leemos desolación, horror y sinrazón. El oscuro ser necesita alimentarse de vida pero al no poder hacerlo en la luz se cobija en las profundidades. ¿Qué pasa cuando el laberinto nos atrapa y no somos capaces de alimentarnos de luz?

La enfermedad tal vez sea uno de los laberintos más comunes o, si atendemos la aguda propuesta de unos pocos, el hilo de Ariadna que  nos saque del mismo. Sin ruptura biográfica no es posible acometer ningún cambio vital transformador.

Hoy les propongo que se atrevan a mirar a su alrededor. Traten de averiguar si están en descampado o rodeados de muros visibles o invisibles, de pasadizos que no llevan a ningún sitio, de tramas, redes y matrices que no permiten ver que hay al otro lado. Anímense a poner su atención en su corazón, ¿lo consideran verdaderamente libre? ¿lo sienten liviano o atrapado?

Lo mejor que Teseo puede hacer por nosotros es recordarnos que aquellos viejos griegos cuyos hijos son hoy esclavizados por la cadena del oprobio siguen regalandonos las preguntas de las que quizá nazcan nuestras respuestas.



viernes, 13 de marzo de 2015

Acompañando los últimos días de Anatole Broyard.





El final de la vida es una fase muy importante de la narrativa que conforma lo que somos. Anatole Broyard nos la comparte desde su punto de vista intelectual, desde la agudeza de su sensibilidad, desde la plena conciencia del que sabe que su tiempo está acabando y siente la urgente necesidad de compartirlo para sublimar la aridez del desierto y demostrar que en la intemperie también se pueden encontrar fuentes y sombras que nos alivien del calor.

He leído muchos libros sobre la enfermedad y la muerte. De alguna manera todos lo hemos hecho. Este tema se introduce en novelas de todo género dado que es una de las cosas que más nos preocupan. En su libro Ebrio de Enfermedad Broyard nos hace una visita guiada por la literatura que ha tratado estos temas. Como crítico literario y erudito elige para nosotros los mejores títulos y los comenta. No se queda ahí, lo más interesante y valioso será lo que desgrana de su propia experiencia acompañando la muerte de su padre y la suya propia. Su rebeldía, libertad y ánimo son contagiosos. No es posible elegir nuestra muerte pero si nuestra forma de morir, la manera en que queremos navegar los últimos metros del mar de nuestra vida.

El libro de Broyard es fabuloso. En su brevedad esconde mucha sabiduría que seguro hará bien a cualquier lector interesado. Recomendable especialmente para toda persona que acompañe algún proceso de final de la vida, imprescindible para todo aquel que se denomine profesional sanitario.



jueves, 12 de marzo de 2015

El gran engaño de la revolución tecnológica de la salud






No paran de bombardearnos con nuevas aplicaciones, pulseritas, relojes inteligentes y otros mil adminículos que prometen salud pero nos llenan de ruido, pitidos, alarmas y vibraciones. La moda de medir cada paso, cada latido cardiaco y cada movimiento está pegando fuerte. No bastaba con que nuestro móvil nos fiscalizase la posición y nuestros desplazamientos, que las redes sociales grabaran cada una de nuestras conversaciones y el reportaje gráfico de nuestras vidas, que cargaramos con cientos de aplicaciones que no usamos para nada. Ahora hay que tener un aparato más para estar a la moda, hay que comprarse un reloj inteligente, una pulsera, unas gafas de Google y no sé cuantas cosas más para conectarlas a su vez al móvil y permitir que éste nos siga retransmitiendo a internet donde alguno se hará de oro traficando con nuestros datos y entretelas, en este caso sanitarias.

¿Nos daremos cuenta de que nos estamos dejando llevar por un huracán hipocondriaco? ¿Qué aportan realmente estos aparatos y programas a la salud? ¿Alguien se ha molestado en medirlo y estudiarlo? ¿Hay evidencia científica que recomiende su uso? ¿Cuáles son los efectos indeseables de esta sobredosificación tecnológica?

No sé a ustedes pero a mí me está empezando a poner de mal humor. Sobre todo porque mientras una tecnología, la que sea, no demuestra con rigor su utilidad para mejorar la salud hay que andarse con piés de plomo tal y como sabemos después de haber caminado mucho tiempo muy cerca de la industria farmacéutica donde se han conseguido grandes aciertos y cometido grandes errores. Hablamos de salud, la prudencia debe ser siempre uno de los valores principales.

Toda sobredosis trae problemas, no hace falta ser médico para saberlo. Me temo que estamos siendo un poco irresponsables al admitir, sin ningún tipo de crítica, esta invasión de tecnología que permite una explotación de nuestros datos más personales en beneficio de un big data cuyo beneficio social está por demostrar. No se crean que sus datos están a salvo y que no podrán identificarlos por estar sin su nombre. El rastro informativo que cada uno dejamos en internet es fácil de seguir. Todo lo que internet capta de nosotros queda registrado y es utilizado por los que tienen medios para ello. Siempre hay alguien que tiene esos medios.

Por otro lado la hiperpreocupación por lo que ha caminado, por las calorías, el peso, la frecuencia cardiaca o la tensión arterial no sirve para mucho según nos lleva diciendo la experiencia atendiendo a pacientes, tanto en mi consulta personal como en las investigaciones biomédicas de la comunidad científica. La monitorización de constantes vitales está indicada en el seguimiento de ciertos casos muy determinados, pero no para la generalidad de los ciudadanos interesados en sus enfermedades.

Es posible promocionar la salud y generar conductas saludables con intervenciones de baja tecnología y bajo gasto. No hace falta comprarse un reloj de 400 euros para monitorizar los pasos y los latidos, basta con rescatar el placer de bailar o pasear, comer ricas ensaladas o apagar un pocó más la televisión. Estas aplicaciones y aparatos podrán estimular en algunos casos y mejorar la adherencia en otros pero su utilidad vendrá determinada por una buena prescripción. No valdrán para todos. En medicina lo más complicado es individualizar los tratamientos y recomendaciones a cada paciente, tengan por seguro que no hay dos iguales.

Muchos están apostando grandes sumas al número a la ruleta que dice que la tecnología revolucionará la salud. Yo creo que no lo hará a base de comprarnos nuevos aparatos y llenarnos de procesos que compliquen nuestra vida más de lo que ya está.

La verdadera revolución para conseguir una salud más plena pasa por una mayor toma de conciencia y un menor ruido de fondo. No se fíen de los vendedores de humo, antaño anunciaban pócimas milagrosas de ciudada en ciudad, hoy preciosos gadgets de precio elevado desde el glamour de conferencias retransmitidas a cientos de países. Recuerden que la salud es algo que nos viene de serie. Tan solo hay que atreverse a mirarse despacio y aprender a conocerse un poco más tal y como decian aquellos viejos sabios griegos.




miércoles, 11 de marzo de 2015

¿Qué debo hacer si tengo diarrea?








La diarrea es la eliminación de heces más blandas que las habituales y con una frecuencia de deposiciones mayor a 3 veces en un día.
Lo más habitual es que se cure en 1 o 2 días pero puede durar más.
La causa más frecuente suele ser un alimento en mal estado, una infección vírica leve, algunos medicamentos o incluso el estrés emocional.

¿Qué puede hacer?
_ Lávese las manos con agua y jabón frecuentemente, especialmente antes de las comidas, después de ir al retrete o de cambiar los pañales.
Si alguien de la familia tiene diarrea esa persona y las demás tendrán especial cuidado con la higiene de manos.

BEBER (para reponer la pérdida de líquidos)

_ Beba abundantes líquidos, en pequeñas cantidades, de manera continua, pero sin forzar. Unos 3 l al día en forma de agua o también:
Limonada. En 1 litro de agua eche 4 cucharadas de azúcar, media cucharita de sal, media cucharita de bicarbonato y el zumo de 2-3 limones exprimidos.
Agua de arroz. Hierva en 1 litro de agua un puñado de arroz (50 g) durante 30 minutos, cuélelo y deje que se enfríe antes de tomarlo.
Agua de zanahoria. Hierva en 1 litro de agua 250 g de zanahoria cortada a trozos pequeños durante 60 minutos, añada un poco de sal y deje que se enfríe antes de tomarlo.
Infusiones de manzanilla o menta.
Cualquiera de estas preparaciones puede guardarse un máximo de 24 horas en la nevera.
_ En caso de vómitos, espere 1 hora antes de tomar nada y empiece con pequeños sorbos o 1 cucharada de agua azucarada (especialmente en niños) cada 10 minutos.
Aumente la frecuencia y la cantidad si hay buena tolerancia. Si se repite el vómito, repita este proceso.

 COMER (haga dieta astringente unos días)

_ Empiece a comer poco a poco. Evite los ayunos de más de 6 horas. Tome comidas suaves de su gusto: arroz hervido, crema de arroz o arroz con agua de zanahoria.
La patata cocida o en puré también es buena opción.
 Puede añadir pollo o carne de ave a la plancha (sin piel), jamón york, pescado blanco cocido o a la plancha (congelado o fresco).
_ También puede tomar manzana asada, membrillo, plátano maduro. Evite el resto de frutas y las verduras crudas durante 1 semana.
_ No tome leche, en cambio el yogur le puede ir bien.
_ Evite también: Las bebidas frías, los refrescos, el agua con gas y el café. Los dulces: caramelos, chocolates, pastelería, azúcar.

_ Evite las medicinas, salvo los antitérmicos (paracetamol) si tiene fiebre. En general, los antibióticos están desaconsejados y los antidiarreicos contraindicados en caso de fiebre.


¿Cuándo consultar a su médico de familia?
_ Si tiene un dolor agudo intenso en la tripa o en el ano.
_ Si la fiebre es alta (mayor de 38,ºC).
_ Si ve sangre y moco en las heces.
_ Si no mejoran los vómitos a pesar de los consejos propuestos.
_ Si tiene verdadero malestar general, boca seca y piel pálida.
_ Si no tiene fiebre, ni vómitos, ni presenta sangre en las heces, pero la diarrea no mejora nada después de 3 días con una dieta e hidratación correctas.

¿Dónde conseguir más información?

Consejos tomados y adaptados de Guía práctica de la salud. Semfyc

martes, 10 de marzo de 2015

Médicos con valor en Atención Primaria



El doctor Rafael de Pablo con sus pacientes



En los últimos días estoy pasando consulta acompañado por Ana Sanz Bas, estudiante de sexto de medicina. Cada jornada la caminamos con las narraciones que decenas de pacientes nos comparten. En algunos casos son narraciones sencillas como las de un catarro o una diarrea, en otros casos son historias más complejas. Nos ha tocado ir al hospital a interesarnos por la suerte de una paciente grave, también hemos escuchado las lágrimas y el dolor de muchas personas que atraviesan situaciones sociales de dificultad. Hemos reflexionado casos clínicos dificilísimos, hemos pedido ayuda a otros compañeros y revisado fuentes de información biomédica. Hoy una paciente con un trastorno de ideas delirante vino a disculparse por habernos tratado de forma incorrecta cuando estaba bajos los efectos de su delirio. No nos aburrimos, hay mucho por hacer.

  • Somos muchos los que creemos que la labor de un médico de familia tiene valor para la sociedad.
  • Somos muchos los que creemos que el sistema sanitario actual no reconoce ese valor.


Por eso me sumo a la iniciativa de Rafael de Pablo y alzo mi voz para tener la oportunidad de dar un mejor servicio a la sociedad. Es necesario dignificar el trato al ciudadano en tiempo de enfermar, es necesario desburocratizar las consultas y disponer de un tiempo digno de atención.



 #SalvemoslaAtenciónPrimariadeSalud

#salvemosAPS 










El logotipo de la iniciativa es de la doctora Mónica Lalanda.

lunes, 9 de marzo de 2015

El retraso en la consulta del médico de familia







Los médicos de familia españoles estamos obligados a atender a todos los pacientes que acudan al centro de salud, ¿es esto posible?.

La directriz de gestión de los servicios de Atención Primaria de las distintas Comunidades Autónomas suele ser parecida. Si bien el presupuesto para esta partida sanitaria lleva menguando desde mucho antes de la crisis, con la carga de trabajo de los facultativos ha pasado lo contrario. Más pacientes, más consultas diarias. ¿Qué está pasando? ¿Se puede atender con la misma calidad si se dispone de menos tiempo o si el médico está más sobrecargado? ¿Es lo mismo que en un día un médico atienda 20 pacientes que 60?

En Sevilla un médico ha puesto un cartel en la puerta de su consulta tratando de explicar la cuadratura del círculo. Ante la sobrecarga el médico hará lo que pueda y los pacientes tendrán que esperar... cada día un poco más.

Fernando Fabiani es un buen médico de familia que ha puesto el dedo en la llaga. Pero por muy bueno que sea no es capaz de solucionar los problemas de gestión sanitaria que competen a otros. La incompetencia e ineficiencia política y de gestión no es posible solventarla con la buena voluntad de los profesionales por grande que esta sea.







viernes, 6 de marzo de 2015

Obesidad: Si te sobra peso cambia tu forma de comer






El reto no es pasarnos la vida haciendo dieta sino: Cambiar nuestra relación con la comida.
  • Dignificarla.
  • Concederla la suficiente importancia.
  • Tomarnos el tiempo necesario que precisa.
  • Aportar conciencia plena, darnos cuenta, evitar distracciones.
  • Disfrutarla al máximo y paladearla todo lo que podamos. Estimular nuestro cerebro para que se entere de que estamos comiendo.
  • La importancia del agradecimiento, tomar conciencia del privilegio de tener comida en el plato antes de empezar a comer, tomarnos un instante.

La masticación correcta es más fácil si aplicamos conciencia y la disfrutamos.

Mejorar lo que comemos, potenciar los alimentos vegetales, y los productos frescos y de temporada.

Añadir sabor, usar especias, siempre es una opción que nos hará disfrutar y paladear más.

Tomar conciencia de los caprichos culinarios y concedérnoslos con la frecuencia que previamente estimemos.

Siempre es posible mejorar la forma de alimentación.


miércoles, 4 de marzo de 2015

¿Cómo usar bien los colirios?




En los casos de alergia de los ojos o si tenemos una conjuntivitis tal vez nuestro médico nos recomiende un colirio. Aquí tienes unos consejos para usarlo correctamente.


Tomado de i-botika

jueves, 26 de febrero de 2015

El Hundimiento. Regresa Manuel Vilas con más poesía






Leer la poesía de Manuel Vilas no deja nunca indiferente. Tampoco su prosa. Voy desgranando su último libro de poemas, el Hundimiento, como quien asiste a un banquete con muchos camareros. Cada verso llega en una bandeja de canapés y produce un impacto en el paladar. Algunos son tan fuertes como un puñetazo mal intencionado, otros tienen sabor a desazón, la mayoría son pozos de una profundidad oscura e inquietante. Manuel Vilas es uno de los mejores poetas españoles vivos, quizá no por la calidad métrica de sus creaciones sino por la majestad con la que usa el lenguaje para regalarnos su universo emocional y vivencial, algo que solo los más grandes saben hacer. Por esta, y otras muchas razones, es difícil que el autor llegue a unas masas que nunca gustaron de platos refinados ni de sabores acres. No todo el mundo puede permitirse leer la poesía de Manuel Vilas por mucho que el jurado del prestigioso premio Generación del XXVII y un servidor lo recomendemos. De hecho quizá esté contraindicada para pusilánimes, psicóticos o almas al borde de la depresión. Si es su caso elija mejor a Paulo Coelho o atrévase con Cervantes.

Como me gustan los combinados literarios me he permitido la osadía de leer el hundimiento al alimón con la sociedad del cansancio de Byung-Chul Han, uno de los mejores filósofos alemanes contemporáneos. Muchos preguntarán el por qué de esta combinación y la respuesta es sencilla. A la poesía de Manuel Vilas le va bien la filosofía del coreano, simplemente. Han describe una sociedad plagada de enfermedad mental secundaria al positivismo y al ritmo de vida que nos aboca a ser esclavizadores de nosotros mismos. Vilas dice lo mismo, "Nosotros fuimos vencidos por nosotros mismos" (Bajo el volcán p.86), llenando de fantasmas y situaciones desesperanzadas sus poemas. También incluye la pasión, el amor y el recuerdo, nos deja una posibilidad a la redención mediante la propia narración y la propia búsqueda de sentido, aspectos que el filósofo también dispone encima de la mesa.

No seré tan temerario de sugerir que acometan en paralelo sendas lecturas, por favor no lo hagan. Pero sí den una oportunidad a que ambos autores toquen sus vidas. No les quepa duda de que les obligarán a abrir puertas y armarios largo tiempo cerrados.

miércoles, 25 de febrero de 2015

El nuevo paradigma de salud: acabar con la guerra a la enfermedad











Lo más innovador que podrían hacer los sistemas sanitarios de los países avanzados es cambiar el paradigma de salud existente basado en la guerra a la enfermedad. Tanto la definición de salud como la "moral" sanitaria se basan en considerar la enfermedad y la muerte como no deseables ergo combatibles al posicionarlas como enemigo a batir. La muerte deviene en tabú y se esconde en hospitales y salas, deja de ser pública para pasar a ser oculta. Con respecto a la enfermedad se establece un combate que el lenguaje pone a las claras: guerra al cáncer, combatamos la demencia, medicamentos killer, tratamientos agresivos, cirugías radicales, radioterapias erradicadoras... Las sociedades nunca se han llevado demasiado bien con la enfermedad si bien es cierto que en otras épocas padecerlas permitía cierto grado de redención personal y crecimiento. Hoy no. Estar enfermo es dejar de ser productivo y eso se penaliza. Nadie lo quiere. Por lo tanto hay que combatir todo aquello que menoscabe nuestra productividad. No toleramos que las actrices envejezcan y las espirales de cirugías estéticas se extienden a todos aquellos que se lo pueden permitir, los quirófanos se llenan de gente sana que se deja abrir las carnes para verse más guapas. No toleramos la tristeza tras la pérdida de un ser querido, ni que los niños sean movidos ni un sin fin de situaciones para las que se crean nuevas enfermedades con sus correspondientes tratamientos para alegría de quien los vende y pago agradecido de quien las padece.

Los profesionales sanitarios son entrenados durante años como soldados. Reciben instrucción intensiva con contenidos sobre el enemigo, las mejores tácticas y el armamentario diagnóstico y terapéutico disponible. Los más brillantes de cada promoción eligen especialidades con los arsenales más potentes que existen. El objetivo es claro, es imprescindible un diagnóstico precoz y un tratamiento radical siempre que sea posible. Para ello se promueven todo tipo de pruebas de screening como mamografías precoces, densitometrías, colonoscopias, radiografías y analíticas pese a que usadas en sanos suelen dar más problemas que beneficios según nos dice la propia investigación científica. Parece increíble la cantidad de esfuerzo sanitario que se dedica a los sanos sin que estos la requieran, es lo que se llama ley de cuidados inversos, una legislación que ningún político se atreve a reconvertir. Por otro lado se invierten millones en cirugías robóticas, nuevos láser, fármacos biológicos y un sin fin de tecnologías cada vez más sofisticadas, construyéndose hospitales cada vez más grandes a los que acuden turbas cada vez más numerosas. La guerra, ya saben, siempre fue buen negocio para algunos.

¿Qué pasaría si dejáramos de hacer guerra contra la enfermedad?

Es interesante constatar que no hay enfermedad sin salud ni salud sin enfermedad. Estos términos no son polos opuestos sino un gradiente continuo de la propia vida humana. Ambas nos pertenecen, ambas somos nosotros mismos. Yo soy sano y soy enfermo, no puedo tachar mi versión enferma sin tacharme a mi mismo. La visión maniqueista de la vida que el pensamiento único globalizado nos manda por todos sus canales es un reduccionismo que produce dolor. Si no aceptamos nuestros tiempos de enfermar como constitutivos de la vida incurriremos en el error de negar la noche por mucho que nos guste la mañana. Desde este punto de partida que incluye la enfermedad en nuestra biografía la prioridad pasa del combate a la aceptación, de la lucha a la integración, de la huida a la aceptación. No nos pasaremos de rosca, los tiempos de enfermar no son fáciles ni deseables, no decimos lo contrario. Cuando enfermamos todos queremos sanar de nuevo y así ha de ser. El matiz es integrar este tiempo sin hacer combate dado que de hacerlo lo hacemos contra nosotros mismos y en ese caso uno siempre sale perdiendo.

Estamos viendo como cada vez se consumen más fármacos y recursos sanitarios pese a que cada vez la gente se siente más enferma y peor. La guerra no es nunca una buena opción contra uno mismo. Darnos cuenta de esto puede cambiar radicalmente nuestras reacciones frente a la enfermedad tanto si somos pacientes como si somos profesionales sanitarios.

La enfermedad necesita ser narrada, el que la padece precisa explicarla y explicársela. Tal vez si nos acercamos a ella con la suficiente conciencia como para no salir corriendo podamos tejer la narrativa sanadora que nos proporcione el sentido que pueda tener dicha vivencia para cada cual.

Encontrar hoy un profesional sanitario que no tenga una visión belicista sobre la enfermedad es casi imposible. Tal vez esta sea una de las razones por las que mucha gente termina siguiendo tratamientos de medicinas complementarias donde en muchos casos el enfoque es normalmente menos agresivo. Con esta reflexión me atrevo a decir que es posible encontrar un paradigma de salud y enfermedad integrador, no beligerante y amparado por la ciencia. No es necesario que vayamos a ningún santuario a buscar el milagro, basta con tomar conciencia de que la muerte es imprescindible para que haya vida y que los tiempos de enfermedad son consubstanciales a los tiempos de salud. Solo seremos capaces de saber quienes verdaderamente somos si tenemos el valor de mirar a la cara nuestra vida y nuestra muerte, nuestra salud y nuestra enfermedad, intuyendo que de alguna manera somos mucho más que eso.