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viernes, 25 de febrero de 2022

Epidemia de miedo. An epidemic of fear. 恐惧的流行

Ilustración de Laura Pérez.




El miedo es una emoción susceptible de ser contagiada. Se extiende por familias, barrios y pueblos, en nuestra época globalizada lo vemos en su máxima expresión. Y tras experimentar sus distintas manifestaciones en forma de agobio, ansiedad, malestar, nudo en la garganta, estómago cerrado, contractura cervical y una larga lista de posibilidades vendrán sus efectos. Retracción social, aumento del consumo de tóxicos, aumento del consumo en general, desafectación frente a los asuntos políticos o sociales, cierta nubosidad del sentido y ganas de distraerse y escapar. 

Es una forma antigua de control social que manipula a su albur quien ostenta el poder. Llevamos dos años de pandemia y ahora comenzamos con una guerra en Europa, de fondo el telón de la amenaza climática y económica. Sobran razones para tener miedo. ¿Existirá algún antídoto (por no decir vacuna, palabra bastante cuestionada)?

Apuntaré que todo lo que nos ayude a fortalecer la esperanza, confianza, conexión con los demás y con uno mismo, será de gran ayuda. Para esto es imprescindible cierto grado de ayuno de pantallas. Si no se limitan las noticias negativas es imposible mantener la suficiente serenidad. Esto implica también dosificar redes sociales y servicios de mensajería instantánea. Para conectar con otros aconsejaría retomar la llamada telefónica, el mensaje de texto sms o, mejor aún, la carta postal. Los paseos son otra forma magnífica de resistencia frente a la adversidad, si es por un parque o entorno natural mejor. Y la conversación lenta con alguien cercano que no falte, la palabra sigue siendo ingrediente supremo para intentar una aproximación a lo que llamamos realidad. 

Cada cual tiene sus recursos al respecto, no me extenderé más. Tan solo animaría a mirarse un poco cada día y reconocer las emociones que pueda haber. Si detectamos un exceso de miedo habrá que ajustar el nivel de higiene emocional para reconocerlo, acogerlo y en su momento tirar de la cadena. 

Tengan ánimo y cuídense. 






An epidemic of fear


Fear is a contagious emotion. It spreads through families, neighbourhoods and towns, and in our globalised era we see it at its most extreme. And after experiencing its various manifestations in the form of anxiety, oppression, discomfort, a lump in the throat, a tight stomach, cervical contracture and a long list of possibilities, its effects will follow. Social withdrawal, increased consumption of intoxicants, increased consumption in general, disaffection with political or social issues, a certain clouding of meaning and a desire to distract oneself and escape. 

It is an ancient form of social control that is manipulated at will by those in power. We have had two years of pandemic and now we are starting with a war in Europe, against the backdrop of the climate and economic threat. Will there be any antidote (not to say vaccine, which is a rather questionable word)?

I would point out that anything that helps us to strengthen our hope, confidence, connection with others and with ourselves will be of great help. For this, a certain degree of screen fasting is essential. Without limiting negative news, it is impossible to maintain sufficient serenity. This also means a short amount of social networking and instant messaging services. To connect with others I would advise going back to the phone call, the sms text message or, better still, the postcard. Walks are another great way to resist adversity, if it is in a park or natural environment, all the better. And the slow conversation with someone close to us, words are still the supreme ingredient to try to get closer to what we call reality. 

Everyone has their own resources in this respect, so I won't go any further. I would only encourage us to look at ourselves a little every day and recognise the emotions that may be present. If we detect an excess of fear, we will have to adjust our level of emotional hygiene to recognise it, accept it and, when the time comes, flush it away. 

Take heart and take care of yourselves. 







恐惧的流行

自动翻译,抱歉有错误。


恐惧是一种具有传染性的情绪。它在家庭、邻里和城镇中传播,在我们这个全球化的时代,我们看到了它的最极端。而在经历了它的各种表现形式,如焦虑、不安、不适、喉咙肿胀、胃部紧缩、颈椎挛缩和一长串的可能性之后,它的影响将随之而来。社会退缩,增加对麻醉剂的消费,总体上增加消费,对政治或社会问题的不满,某种意义上的模糊,以及转移注意力和逃避的欲望。

这是一种古老的社会控制形式,由掌权者随意操纵。我们已经经历了两年的大流行病,现在我们在气候和经济威胁的背景下,又开始了欧洲的战争。会不会有什么解药(不要说疫苗,这是个相当有问题的词)?

我想指出的是,任何能帮助我们加强希望、信心、与他人和自己的联系的东西都会有很大帮助。为此,一定程度的屏幕禁食是必不可少的。不限制负面新闻,就不可能保持足够的宁静。这也意味着一定量的社交网络和即时通讯服务。为了与他人联系,我建议回到电话、短信或者更好的是明信片。散步是另一个抵抗逆境的好方法,如果是在公园或自然环境中,那就更好了。还有与我们身边的人慢慢交谈,语言仍然是试图接近我们所谓的现实的最高成分。

在这方面,每个人都有自己的资源,所以我就不多说了。我只想鼓励我们每天稍微审视一下自己,认识到可能存在的情绪。如果我们检测到过多的恐惧,我们将不得不调整我们的情绪卫生水平,以识别它,接受它,并在时机成熟时,把它冲走。

振作起来,照顾好你们自己。




martes, 24 de octubre de 2017

Gestión de emociones en consulta



Hoy la Escuela Andaluza de Salud Pública publica un vídeo donde en tres minutos hablo de gestión de emociones en consulta, un asunto que requiere una mejora radical. Las instituciones sanitarias todavía no priorizan este tema que paradójicamente es uno de los factores que más preocupan y hacen sufrir a las personas en tiempo de enfermar y a los profesionales sanitarios que sufren sobrecarga y agobio.




jueves, 10 de marzo de 2016

Las cosas del querer


Cabeza de Cristo. Leonardo da Vinci



Esta emoción
angustia de mis días
marchar no quiere.



Las emociones se atragantan a veces. Todos hemos tenido alguna vez la sensación y no es precisamente agradable. Al igual que ocurre cuando un uréter se dilata, un asa intestinal se distiende o un conducto biliar se bloquea, un profundo dolor lacerante que parece brotar del mismísimo centro de la tierra llena nuestros sentidos. Duele tanto que nos queremos morir. Deseamos con toda el alma que aquello acabe. Puede ser la pérdida de un ser querido, el abandono de un amante o la pesadez de una injusticia. Otras veces puede ser un quebranto, un deseo insatisfecho o un dardo de amor. La emoción nos bloquea la vida por dentro y por fuera no terminando de subir ni de bajar. Se queda ahí, en mitad de la semana, inundando todos los instantes sin dejarnos escapar un momento.

Algunos tienen la capacidad de contarlo, otros lo cantan, algunos lo convierten en orden o suculentos guisos. Pero no siempre es fácil. Hay emociones que cuesta mucho dejar marchar. Tal vez por eso sea frecuente terminar pidiendo pastillas para pasar el trago. Somos más amigos de los apaños que de las soluciones. Y es que cuando el alma duele, duele de veras. Por eso no queremos discursos, exigimos respuestas pese a intuir que las que necesitamos solo nosotros mismos podemos proveerlas.







sábado, 13 de febrero de 2016

In-genio









Mi amiga Clara tiene ocho años y es una genio, aunque tal vez aún no lo sepa. Me comentaba su padre con consternación sus desavenencias con la psicóloga familiar que al parecer está muy preocupada. Su hija escribe de derecha a izquierda, en espejo, y dibuja con mucho detalle. Esto ha debido alarmar a sus profesoras y en consecuencia a la psicoterapeuta. Da la casualidad que estos días estoy leyendo un estupendo libro sobre el pensamiento de Leonardo da Vinci que compartía con mi amiga esa rara habilidad de escritura. No he podido evitar pensar qué pasaría si Leonardo tuviera hoy siete años, ¿qué enfermedades le diagnosticarían?, ¿a qué tratamientos sería sometido?, me gustaría no imaginármelo pero desgraciadamente lo tengo claro. Hay muchas probabilidades de que Leonardo hoy llegase a su adolescencia tomando anfetaminas pautadas por su pediatra y con sus facultades creativas severamente dañadas.

Esta semana he tenido la oportunidad de compartir con Clara y sus compañeros de curso una charla magistral sobre anatomía emocional en la que les hablé de paleoeanatomía, anatomía comparada, embriología, histología, teoría neuronal, base anatómica de las emociones, circuito del placer y recompensa y manejo de emociones entre otros temas. Se lo crean o no, entendieron todo lo que les dije y no pararon de interactuar y preguntar. Ella participó también e hizo preguntas que traté de responder lo mejor que supe. La clase requirió que me empleara a fondo usando todos mis recursos pedagógicos, comunicativos y dramáticos. Tuve que moverme, saltar y hacer un sin número de cosas para mantener la atención de mi selecto público. Está claro que no es nada fácil estar a su altura y que el reto de los maestros y maestras es mayúsculo. La reflexión que me suscitó esta experiencia tiene que ver con cómo gestionamos el talento de nuestros pequeños.

La educación tradicional, creamos en ella o no,  está normalizada. Diseñada para el 90% de los chiquillos que están dentro de la campana de Gauss de la normalidad. Como sabemos algunos quedan fuera. Pero en cualquier caso podemos inferir que todos tienen algún potencial o talento que se sale de la misma. ¿Qué pasaría si los reconociésemos, los tratásemos con respeto y permitiéramos su desarrollo?. Salvo excepciones hoy creo que no lo hacemos.

Espero que mi pequeña amiga siga creciendo en ingenio. Espero que pueda desplegar toda su potencialidad y que su familia y amigos podamos disfrutarlo. La sonrisa de Leonardo no llegué a conocerla pero la de Clara sí. Por eso no puedo dejar de creer en ella y desearla lo mejor.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Anatomía emocional




Las emociones tienen una base anatómica. He tenido la posibilidad de explicarlo a alumnos de primaria. Me parece fundamental mejorar los contenidos curriculares de los más jóvenes sobre este tema y darles herramientas, conceptos y experiencias que les permitan observar, reconocer, nombrar y manejar mejor sus propias emociones.

Cree una presentación que parte de la evolución del cerebro, haciendo una anatomía comparada de la mosca, el dinosaurio y el humano. Esto me permitió explicar el progresivo plegamiento y complejización del diseño anatómico y funcional del órgano.

Creamos una neurona y una red neuronal entre todos. Explicamos los tres cerebros que todos llevamos dentro y sus funciones automáticas, emocionales y cognitivas.

Hablamos de la fisiología de las emociones y la interacción de estas con los contenidos cognitivos, de memoria y sensoriales. También de los distintos tipos de emoción y su manejo. Todo esto en una hora. Creanme si les digo que las presentaciones que hago anualmente para este público son las más difíciles de mi carrera.

Les dejo las imágenes que usamos.





lunes, 25 de enero de 2016

Con una buena sonrisa puedes hacer prácticamente cualquier cosa





Tony Robbins es un famoso autor de libros de autoayuda y cursos de superación. De orígenes humildes ha llegado a lo más alto, siendo paradigma del hombre hecho a sí mismo norteamericano. En sus libros trata de ayudar a que los demás superen sus problemas o triunfen con sus vidas. Pero hay un secreto que no cuenta: su secreto.

Si observan cualquiera de sus vídeos seguro que lo aprecian. Permítanme que les ponga un ejemplo y les dé una pista, si se fijan en el minuto 7:35 del siguiente vídeo lo verán. Es capaz de insultar en público a Al Gore (vicepresidente de EEUU), y convertir en segundos una emoción de enfado en alegría mediante una estupenda sonrisa.

Esta habilidad no es fácil de aprender leyendo libros ni asistiendo a cursos. Pero si es subsidiaria de aprenderse por imitación.

Una de las causas más frecuentes de sufrimiento humano es manejar mal las emociones. No saber qué hacer con las que nos resultan incómodas. Es habitual quedar bloqueados como en una ciénaga cuando caminamos senderos de tristeza, miedo, ansiedad, ira, vergüenza, asco...

Por eso me parece importante señalar que es posible un mejor manejo emocional; nos jugamos mucho. De momento un servidor va a intentar sonreir hoy un poco más, me atrevo a plantearles la misma sugerencia. A ver que pasa.





lunes, 21 de diciembre de 2015

Evitemos la violencia de género desde la infancia





Educar en valores y dentro de ellos fomentar el respeto no es nada sencillo. Los que tenemos esa obligación lo sabemos. No somos buenos ejemplos, tampoco los encontramos en la vida diaria. Basta poner un debate televisivo o en la radio, asistir a una tertulia o a una charla... suele hacer daño ser testigo.

Las consecuencias de perder el respeto son nefastas. La violencia es una de ellas.


Es fundamental aprender a desarrollar respeto por nosotros para poder tenerlo por los demás. No hablamos solo de la violencia de género, hablamos de la enorme violencia que cada cual se hace a sí mismo/a.





Si te parece útil compártelo.


Si lo prefieres ver con subtítulos en español lo tienes aquí.

jueves, 21 de mayo de 2015

Nuestro increíble mundo emocional




Seguramente los estudios Pixar hagan más para favorecer la inteligencia emocional de occidente que cientos de programas políticos que zarandean para uno y otro lado los maltrechos sistemas educativos nacionales. En su última película juegan con lo que pasa dentro de nuestras cabezas y lo hacen de una forma colorista, vistosa y fácilmente comprensible. De alguna forma somos la consecuencia de las voces que todos llevamos dentro, voces que expresan emociones, pensamientos y sensaciones en un proceso muy frecuentemente automático y que no solemos manejar bien. Es por otro lado una de las mayores causas de sufrimiento del ser humano. Con las emociones pequeñitas solemos poder pero no pasa lo mismo con las grandes que habitualmente nos revuelcan como una ola que alcanza a un niño mientras juega en la orilla.

La buena noticia es que podemos relacionarnos mejor con nuestro mundo emocional. No les desvelo como acaba la película pero les animo a que se atrevan a acariciar sus propias emociones con lo que más les gusta a estas: un poquito de atención.



jueves, 19 de febrero de 2015

¿Comodidad emocional tóxica?



Federico Beltrán Masses: Lady Rothschild vestida de princesa egipcia



Hace años me encontré con el aforismo "Huyan de la comodidad como de la peste" y, francamente, no lo entendí. No me era posible comprenderlo siendo hijo como soy de un estado y una sociedad del bienestar. Es verdad que eso está cambiando pero no el sustrato cultural que sigue basándose en la búsqueda hedónica del placer y la comodidad.

Las historias de cine y televisión que consumimos suelen tener final feliz (obligatorio si quieren ser comerciales), los personajes de la revistas de sociedad y el famoseo son paradigmas de éxito. No toleramos que las actrices envejezcan ni que los supuestos héroes fracasen. Nuestro pulgar hacia abajo es implacable, borramos de nuestras pantallas aquello que nos parece incómodo. Tanto los héroes caídos como las emociones no agradables lo son.

Pero si con frecuencia suben a nuestra conciencia emociones desagradables ¿qué podemos hacer? Dedicamos mucho esfuerzo a quitarnos emociones incómodas de encima de la mesa. Las escondemos en armarios y cajones que tratamos de mantener cerrados a la fuerza. Una de las causas principales del cansancio emocional que muchos arrastramos es esta. Cuesta mucho mantener oculta una emoción que puja por nacer dentro de nosotros. En otros casos nos enfrascamos en ellas rumiándolas sin parar como si nuestra lavadora emocional se bloqueara permanentemente en un centrifugado que no cesa. Esto también consume muchísima energía (y desgaste de piezas).

Total, que no solemos hacerlo muy bien. De hecho la inteligencia emocional social de nuestro tiempo es más bien baja dada la falacia de la eterna felicidad que todos perseguimos. Falacia que no nos permite manejar bien las emociones difíciles. Aquellas que duelen o queman, aquellas que nos avisan de algo que muchas veces preferimos no ver.

Hoy tenemos mapas y formas de relacionarnos con nuestras emociones que nuestros padres y abuelos no tenían.

La mejor medicina emocional sigue siendo la toma de conciencia. Lo contrario quizá nos consiga aliviar en un primer momento pero luego traerá más dolor. Esconder una emoción bajo una adicción de cualquier tipo, un tranquilizante, un psicofármaco o una tozuda guerra personal nos hará arder tarde o temprano.

La comodidad emocional es bienvenida. Me parece sensato disfrutar de la vida y de las emociones luminosas. Pero recordemos que la luz de la mañana resplandece gracias a que existe la negrura de la noche. Aceptar que ambas facetas son igual de dignas y necesarias nos ayudará a navegar las encrespadas aguas de la ira, el miedo y la tristeza, emociones que la evolución fue cocinando a fuego lento para nosotros. Saber leer en ellas el mensaje personal que nos transmiten nos facilitará vivir mejor la vida y ser un poco más plenos y maduros cada día.

lunes, 16 de febrero de 2015

Un mapa emocional para no perderse





Me gusta el proyecto universo emocional. Me parece que puede ayudar a muchas personas a la hora de visualizar y manejar sus emociones. Sus autores han elaborado una cartografía a modo de planisferio celeste agrupando las emociones en galaxias cuyas estrellas son unidades emocionales de distinta intensidad. Agrupan las tres emociones principales en dos triángulos. El superior reune: amor, felicidad y alegría, el inferior: miedo,  ira y  tristeza. El póster es muy valioso para presentar las emociones a los más pequeños de la casa y es un interesante planteamiento para los adultos. Nos ayuda a recordar que todo nuestro universo emocional está relacionado, es mutable, vivo, cambiante... y que forma parte indisoluble de nosotros al igual que los pies o las manos. Las emociones nos ayudan a sobrevivir y adaptarnos al entorno. Nos permiten tomar conciencia del peligro y corregir conductas, pensamientos o pautas relacionales. Nos permiten gozar de la vida y ser creativos.

Dado que mucho sufrimiento humano sigue radicando en un mal manejo de la esfera emocional espero que este material pueda ayudar a navegantes a llegar a buen puerto.









jueves, 21 de junio de 2012

Ruido emocional




Me sigue llamando la atención la cantidad de ruido emocional que generamos. Por otra parte lógico por culpa de la ínsula.

 Antonio Damasio me lo contó de primera mano hace un mes. Hablamos de hardware cerebral, estamos hechos así.

La neuroanatomía de las emociones tiene su base en el tronco del encéfalo, la parte reptiliana del cerebro. En el caso de los humanos la historia se complica con un diseño mucho más elaborado. El cortex y sus múltiples propiedades. La ínsula actúa de imbricador de sentimientos en el resto de los procesos cerebrales, memoria, lenguaje, pensamiento... Toda información cerebral está enmarcada con un fondo emocional.

Esta realidad es adaptativa, pero tiene un precio. No somos capaces de manejar la paleta emocional, nos viene dada. Así como en el mundo de las ideas nos es más fácil manejarnos y usamos sin problema el lenguaje como herramienta para orientarnos, las aguas emocionales nos resultan más incontrolables. Es verdad que nos podemos ayudar de las diversas artes, pero no siempre es suficiente. De hecho los grandes creadores son maestros en la canalización de estados emocionales hacia escenarios musicales, poéticos o plásticos. No hay que irse muy lejos, un niño con un papel y un lápiz lo hace perféctamente.

¿Por qué de adultos nos resulta tan complicado? Seguramente por tres motivos.

1. La educación occidental nos dota de habilidades y conocimientos orientados a la resolución de problemas que priman la parte analítica del cerebro no la creativa. No trabajamos la inteligencia emocional.

2. La rigidez. A medida que crecemos repetimos hábitos y patrones. Nos volvemos rígidos y perdemos flexibilidad.

3. El miedo. El mundo emocional nos da miedo por ser incontrolable, ese miedo nos dificulta aprender nuevas habilidades y superar dificultades personales.


El resultado es que generamos ruido emocional, un fondo de emociones que no somos capaces de ordenar y que nos sume en estados de agobio, tristeza, desesperanza o insatisfacción con inusitada frecuencia. Tal vez merezca la pena mirar a otras culturas con mayor inteligencia emocional que la nuestra. Tal vez podamos aprender de personas que pese a vivir situaciones de privación o dificultad nos muestran sonrisas estupendas.

No les puedo decir cómo se hace, pero sí señalarles quien lo hace bien.





lunes, 20 de septiembre de 2010

El miedo como generador de enfermedad

El miedo es una emoción humana con la que convivimos. Es cierto que esa convivencia no es adecuada en nuestra sociedad y que vivir permanentemente bajo los efectos de dicha emoción tiene efectos psicológicos y físicos constatables. Tomar conciencia de nuestros miedos, expresarlos, contemplarlos y enfrentarlos son modos de mantener la salud mental y no permitir que la emoción nos bloqueo o inunde de malestar emocional.



Daniel Innerarity es catedrático de Filosofía Política y Social, investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco y director del Instituto de Gobernanza Democrática, escribe un artículo en EL PAIS sobre el miedo global del que entresaco unos apuntes.

"En nuestra sociedad muchos miedos son debidos precisamente al incremento de la seguridad; el hábito de la seguridad ha agudizado la percepción de la pérdida. Vivimos en un mundo en el que podemos perder más porque tenemos mucho, respecto de un mundo donde podíamos ganar más porque teníamos muy poco."

"En las sociedades tradicionales había grandes miedos pero eran bastante previsibles: la carencia, el hambre, la enfermedad, la guerra. Lo improbable se situaba en un horizonte de tipología del miedo constante. Contra estos miedos podía uno organizarse en cierto modo. En cambio ahora, las fuentes del miedo son más inciertas e indeterminadas, lo que ha venido explicándose como un mundo más de riesgos que de peligros. En nuestra sociedad no podemos programar los riesgos, no tenemos un catálogo de ellos."

"Al mismo tiempo, sucede que los dos principales dispositivos para liberar al hombre del miedo -la técnica y la política- han perdido buena parte de su eficacia. La técnica se ha convertido en una multiplicadora del riesgo y la incertidumbre, mientras que la política, en su clásica forma estatal, es incapaz de hacer frente a los desafíos de la globalización. "

"El miedo global se caracteriza porque no tiene su origen en la amenaza potencial del semejante, sino en la inquietud provocada por el diferente."

"En orden a la constitución o mantenimiento de una sociedad democrática, el miedo no es ni bueno ni malo; todo depende del uso que se haga de esa pasión humana elemental. Nuestro gran desafío consiste actualmente en darle un cauce razonable, cómo transformarlo en una fuerza constructiva que nos permita conocer mejor la realidad y fortalecer la convivencia democrática. Hay que llevarse bien con el miedo y gestionar esa doble dimensión, esa suerte de ambigüedad que le caracteriza: puede paralizar, pero también organizar estrategias de defensa y construcción. El miedo no es solo paralizante, sino organizativo. Bien administrado, puede tener una gran capacidad cognitiva frente al riesgo."