Si pudiéramos retroceder en el tiempo, ¿sería posible sanar las sociedades e imperios que colapsaron? Con nuestro conocimiento ¿podríamos aportar alguna medicina que evitara la muerte social?
Todos los seres vivos mueren, las organizaciones e instituciones humanas también. De momento no tenemos forma de detener lo que se ha venido llamando el ciclo de la vida. Lo que sí es posible es aprender del pasado y de la historia, aunque como especie nos suele costar. Es sabido que el ser humano tropieza varias veces con la misma piedra, lo que pone en evidencia nuestra tendencia al olvido y la dificultad para reconocer errores y aprender de ellos.
En nuestra época podemos decir que la sociedad está aquejada de graves males. El más peligroso es la dificultad para tomar conciencia de que su modo de vida basado en el crecimiento ilimitado amenaza su supervivencia a corto plazo. El siguiente la enorme inercia que tendrá que vencer para acometer cambios una vez que se dé cuenta.
De alguna u otra forma, la historia nos dice que en muy pocos casos es posible evitar que el Titanic esquive el iceberg. Por eso las épocas de colapso se caracterizan por la inestabilidad, el miedo y la incertidumbre, lo que suele aumentar la percepción de malestar o enfermedad. Nos sentimos enfermos pese a que los indicadores de salud digan lo contrario. Acudimos a los servicios sanitarios ante la más mínima inconveniencia, olvidamos nuestra capacidad de autocuidado y autosanación.
El problema con las enfermedades serias es que suelen requerir medicinas amargas. Plantear un decrecimiento económico global, cambiar el actual sistema basado en combustibles fósiles por otro más ecológico y desescalar el ritmo de vida no va a ser agradable para nadie. Lo cierto es que la alternativa es muchísimo peor. Si seguimos sin hacer ajustes el genocidio a nivel planetario será mayúsculo a corto plazo, nada que ver con la actual pandemia.
Nos va a tocar informarnos, estudiar, reflexionar y dialogar. Para tomar verdadera conciencia de nuestra verdadera posición y fragilidad tendremos que atrevernos a salir de nuestra zona de certeza y atravesar nuestra coraza ideológica para explorar alternativas. No será sencillo en una coyuntura que no facilita ninguna de estas actitudes. Pero si algo hemos aprendido con la crisis del Coronavirus es que podemos adaptarnos y colaborar. Somos capaces de grandes cosas y eso nos debe animar y dar esperanza. Lo vamos a necesitar.
Pero cómo hacer, preguntaba ayer alguien. Casi inconcebible, ¿verdad? Ayer, en un intercambio con @daniInnerarity , subrayé la incongruencia entre la gravedad de las amenazas y la lenidad de las medidas propuestas para -supuestamente- afrontarlas. ¿Cómo hacer? https://t.co/2vkuOsQrbx— Jorge Riechmann (@JorgeRiechmann) May 3, 2020
If we could go back in time, would it be possible to heal the societies and empires that collapsed? With our knowledge, could we provide any medicine that would prevent social death?
All living beings die, human organizations and institutions die. At the moment we have no way of stopping what has been called the cycle of life. What is possible is to learn from the past and from history, although as a species it is often difficult for us. It is well known that human beings stumble upon the same stone several times, which highlights our tendency to forget and the difficulty of recognizing mistakes and learning from them.
In our time we can say that society is afflicted by serious ills. The most dangerous is the difficulty in becoming aware that its way of life based on unlimited growth threatens its short-term survival. The next is the enormous inertia that it will have to overcome in order to make changes once it realizes this.
Somehow or other, history tells us that in very few cases is it possible to prevent the Titanic from avoiding the iceberg. That is why times of collapse are characterized by instability, fear and uncertainty, which often increase the perception of discomfort or illness. We feel sick even though health indicators say otherwise. We turn to the health services at the slightest inconvenience, forgetting our capacity for self-care and self-healing.
The problem with serious illnesses is that they often require bitter medicines. Proposing a global economic decline, changing the current system based on fossil fuels for a more ecological one and de-escalating the pace of life is not going to be pleasant for anyone. The truth is that the alternative is much worse. If we continue to fail to make adjustments, genocide on a planetary level will be major in the short term, nothing to do with the current pandemic.
We will have to inform ourselves, study, reflect and dialogue. To become truly aware of our true position and fragility we will have to dare to step outside our zone of certainty and pierce our ideological shell to explore alternatives. It will not be easy in a situation that does not facilitate any of these attitudes. But if we have learned anything from the Coronavirus crisis it is that we can adapt and collaborate. We are capable of great things and that should encourage us and give us hope. We are going to need it.
治愈病態的社會。
自動翻譯,對錯誤感到抱歉。
如果我們能回到過去,是否有可能治愈崩潰的社會和帝國?以我們的知識,我們可以提供任何可以預防社會死亡的藥物嗎?
所有生物死亡,人類組織和機構死亡。目前,我們無法停止所謂的生命週期。可能的是從過去和歷史中學習,儘管作為一個物種,對我們而言通常很困難。眾所周知,人類幾次在同一塊石頭上絆倒,這突顯了我們忘記的傾向以及識別錯誤和向錯誤學習的困難。
在我們這個時代,我們可以說社會受到嚴重疾病的困擾。最危險的是難以意識到基於無限增長的生活方式威脅其短期生存。其次是一旦意識到這一點,就必須克服巨大的慣性才能進行更改。
歷史以某種方式或其他方式告訴我們,在極少數情況下有可能防止泰坦尼克號避開冰山。這就是為什麼崩潰時期的特點是不穩定,恐懼和不確定性,這通常會增加對不適或疾病的感知。即使健康指標另有規定,我們也會感到噁心。我們絲毫不便地求助於醫療服務,忘記了我們的自我保健和自我修復能力。
嚴重疾病的問題在於它們經常需要苦藥。提出全球經濟衰退的建議,將當前基於化石燃料的系統改變為一種更加生態的系統,並降低生活節奏,這對任何人來說都是不愉快的。事實是,替代方案要糟糕得多。如果我們繼續無法進行調整,那麼從短期來看,全球範圍內的種族滅絕將是主要問題,與當前的大流行無關。
我們將不得不自我告知,研究,反思和對話。為了真正意識到我們的真實地位和脆弱性,我們將不得不敢於走出確定性區域,刺穿我們的意識形態外殼以探索替代方案。在不支持任何一種態度的情況下,這將不容易。但是,如果我們從冠狀病毒危機中學到了什麼,那就是我們可以適應和合作。我們有能力做偉大的事情,這應該鼓勵我們並給我們希望。我們將需要它。
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