It was much worse than we had imagined. The new electronic prescription module slowed down the medical clinic, making it extremely painful. Any procedure that will involve prescribing involved computer crashes, errors, frozen screens, endless waiting times and countless incidences. The doctors became crazy looking at the blank screens of their computers and the patients also did not understand why their lifelong doctor barely looked at his face and became more and more nervous.
My assessment of yesterday family medicine clinic in the Community of Madrid: a disaster.
1. Sensation of professional torture by a computer system that does not meet a minimum quality.
2. Consciousness of danger of the possible failures of security of the patient when doctors were forced to pay more attention and energy to a computer program than to the complex reality of many patients.
3. Shame for the bad management of those responsible for this implementation. Why didn't they copy the integration of prescriptions between hospitals and health from other places where it has been working perfectly for years?
Some suggestions:
1. Optimize the capacity of the database servers.
2. Improve the system design.
3. Dedicate adequate resources to correct incidents and problems.
4. Evaluate the current crisis and establish a contingency plan and a continuous public evaluation.
5. Ask Rafael Cubí for help (he successfully implemented the same process in Catalonia).
I am sorry that I am not politically correct but I do not tolerate well the organizational changes that I consider badly designed and that are potentially deleterious for patients, professionals and for the organization itself.
Sabemos que estamos frente a un problema complejo cuando cualquier solución implementada agrava el problema— pacotraver (@pacotraver) October 8, 2018
Fue mucho peor de lo que nos habíamos imaginado. El nuevo módulo de prescripción electrónica ralentizaba la consulta haciéndola en extremo penosa. Cualquier trámite que implicará recetar implicaba bloqueos del ordenador, errores, pantallas congeladas tiempos interminables y un sin fin de incidencias. Los médicos se ponían nerviosos mirando las pantallas en blanco de sus ordenadores y los pacientes también al no comprender por qué su doctor de toda la vida a penas le miraba a la cara y se ponía cada vez más nervioso.
Mi valoración del día de ayer pasando una consulta de medicina de familia en la Comunidad de Madrid: un desastre.
1. Sensación de tortura profesional por un sistema informático que no cumple con un mínimo de calidad.
2. Consciencia de peligro ante los posibles fallos de seguridad del paciente secundarios a verme obligado a prestar más atención y energía a un programa informático que a la compleja realidad de muchos pacientes.
3. Vergüenza ajena por la mala gestión de los responsables de esta implementación. ¿Por qué no han tenido a bien copiar la integración de recetas entre hospitales y centros de salud de otras comunidades donde funciona perfectamente desde hace años?
Algunas sugerencias:
1. Optimizar la capacidad de los servidores de la base de datos.
2. Mejorar el diseño del sistema.
3. Dedicar los recursos adecuados para la corrección de incidencias y problemas.
4. Evaluar la actual crisis y establecer un plan de contingencias y una evaluación pública continuada.
5. Pedir ayuda a Rafael Cubí (implementó con éxito el mismo proceso en Cataluña).
5. Pedir ayuda a Rafael Cubí (implementó con éxito el mismo proceso en Cataluña).
Siento no ser políticamente correcto pero no tolero bien los cambios organizativos que considero mal diseñados y que potencialmente son deletéreos para pacientes, profesionales y para la propia organización.
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