miércoles, 28 de agosto de 2013
Nunca se fíen de un político que en agosto trata de meter la zorra en el gallinero
Si como trabajador alguna vez ha estado enfermo y no ha podido ir a trabajar seguramente haya necesitado una baja médica. ¿Qué situación le ofrece más confianza, la actual en la que su médico de cabecera habitual le gestiona la misma o que se encargue una mutua (asociaciones de empresarios) de darle el alta con un médico que no conoce?
Pues se lo puede imaginar, la propuesta de nuestros ilustres próceres (hecha en pleno mes de agosto, no podía ser de otra manera) es permitir que las mutuas puedan dar altas de forma sencilla si la inspección médica no responde a sus requerimientos en seis días, cosa casi imposible al depender a su vez de un informe de los médicos de familia, ya de por sí muy sobrecargados, para elaborar otro papel que justifique el mantenimiento de la baja.
Esta decisión supondrá una merma de los derechos de los pacientes, no les quepa duda que en las mutuas no quieren bajas de larga duración, he trabajado en ellas y sé que sus médicos trabajan bajo un clima de tensión más o menos velada.
Decisiones gubernamentales como esta hacen que los trabajadores parezcan pertener al subtipo de vagos y maleantes, gente perezosa que se escaquea contínuamente y hace todo tipo de trampas para faltar al trabajo. Es lo que se puede deducir de la actitud de nuestros políticos, lo que muestra a las claras la categoría moral de la que gozan.
Es un gran error. Medidas como esta no aportan ventaja social y si menoscabo evidente de la calidad de la atención sanitaria cuando más hace falta, al estar enfermo. El supuesto ahorro que esgrimen, como panacea universal, no justifica permitir que sea el empresario el que custodie algo tan sensible como las bajas de sus trabajadores. Es técnica y éticamente más correcto que la responsabilidad recaiga en el profesional sanitario que más información médica tiene de dicho trabajador, su médico de cabecera. No les quepa duda que este planteará el alta en el momento apropiado, sin presiones de ningún tipo, ni del paciente ni de la organización sanitaria.
¿Quedará algo de sentido común en el horizonte sanitario? por si acaso es bueno que usted conozca lo que se cuece, su opinión es más importante de lo que se imagina.
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