domingo, 11 de diciembre de 2011
El mejor incentivo es una buena conversación
Terminé la semana twitteando con María Jesús Montero sobre una controversia que lanzaba en su blog el doctor Relimpio, que no viene al caso.
Lo que me interesa comentar es el hecho de que en la sanidad pública, políticos y gestores dirigen organismos complejos con personal altamente cualificado. La paradoja es que muchas veces los dirigidos tienen mayor y mejor formación que los directores, más talento. Gestionar este talento no es sencillo.
Actualmente la forma de incentivación de los profesionales sanitarios públicos tiene un alto potencial de mejora. O dicho de otra forma, es una gran chapuza.
La cadena de mando manda mensajes que se van desvirtuando por el camino como en el juego del teléfono estropeado. Al final el mensaje que llega tiene poco impacto. Sobre todo si el que lo escucha está desmotivado y desconfía del emisor.
Me gusta que María Jesús Montero se atreva a bajar a la arena de twitter. No entraré en valoraciones personales ni técnicas. Tan solo dejo constancia de que la Señora Consejera de Sanidad de Andalucía no tiene miedo a conversar. Es un esfuerzo por dar credibilidad a la organización que representa.
En estos tiempos complejos les puedo asegurar que una de las mejores motivaciones que existen es poder hablar cara a cara con quien ostenta una responsabilidad en la organización y poder decirle cómo están las cosas en la trinchera y por otro lado ver como este responde con alguna medida concreta y no solo buenas palabras. Parece mentira que todavía haya gestores sanitarios que no se hayan enterado de que Arde Roma.
En la Comunidad de Madrid la respuesta más manida a cualquier consulta con las direcciones asistenciales es "estamos en ello". No se pude sacar comodín contínuamente sin perder legitimidad. Sin ella no habrá confianza y sin confianza me dirán ustedes cómo se va a dirigir bien una nave con miles de marineros...
Tener un cupo de más de 2000 pacientes, presiones de hasta 60 visitas diarias, pediatras en la consulta de al lado con más de 1600 niñ@s y hasta 70 visitas diarias es puro fuego, fuego en la Comunidad de Madrid. Y les puedo asegurar que no es el trabajo lo que me asusta. Es ser testigo de un sistema que se desmembra y genera situaciones de riesgo para pacientes. Con 60 pacientes en un dia se cometen más errores que con 30...
Tener que esperar para una operación 6 meses ó 3 para recibir fisioterapia es puro fuego para los pacientes con un problema de salud y sus familias. Al final la situación nos afecta a todos.
Apagar este fuego requerirá de algo más que palabras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Interesante que saques a la palestra la seguridad del paciente y el tiempo de consulta.
Creo que el mejor recurso que tendria un buen medico de familia es el tiempo
La medicina basada en la evidencia esta en crisis: fármacos que hace unos años eran avalados hoy se retiran. Intervenciones farmacológicas que siguen siendo "pactadas" en minutos, con la frustración de obviar paciente; siendo lo habitual que los profesionales los que tomamos las decisiones con el resultado de la sobreprescripción.
Sin embargo creo que la labor del medico debiera estar basada en el conocimiento aplicado a una medicina integrada y holistica donde el empoderamiento del paciente es la clave.
He trabajado años en otros paises y he tenido la suerte de poder comparar sistemas. Publique una estadística comparativa algo curiosa:De cada 10 pacientes que veía en mi época en UK en 6 la intervención no incluía prescripciones de fármacos ni derivaciones a otro nivel. En mi trabajo actual de cada 10 pacientes solo 1.2 actos medicos no incluyen fármacos o derivaciones; y soy el mismo medico con las mismas inquietudes y avidez de formación, pero con una población de1882 pacientes azotados por un una innombrable tasa de desempleo.
Sin mas tiempo de consulta la atención primaria no es nada y en la coyuntura socioeconomica actual, las pintan bastos.
Para muchos Medicos de familia, la emigración sera la mejor carrera profesional.
Gracias por el comentario, Salvador. Ignoro a estas alturas qué comentaría María Jesús y en qué tono. Vivo los últimos minutos de una interesantísima iniciativa llamada diferencia_T, basada en la humanización y la comunicación, a la que he sido gentilmente invitado. No puedo aceptar, y me duele. Me duele porque es una iniciativa hermosa... ¿Cómo descalificarla? Pero sigo diciendo que hablar de empatía y otras cosas mientras el médico de atención primaria tiene cuatro minutos por acto médico (y uno y medio ya lo consume un sistema informático nada "amable") es, de algún modo, tocar la lira mientras Roma arde. De ahí lo de #ardeRoma.
Publicar un comentario