domingo, 26 de septiembre de 2021

Cambios postcovid, las burbujas que vienen. Post-covid changes, the bubbles to come. 觊觎后的变化,泡沫的到来。

 




Mi buen amigo Juan Gérvas me invitaba esta semana a reflexionar con él sobre cuestiones aprendidas en la pandemia. Compartimos un texto que ha cocinado él y que he podido aderezar ligeramente con la intención de favorecer una necesaria toma de conciencia social sobre cuestiones que tendrán gran peso en el futuro. Espero que les guste. 


El texto se publicara de forma síncrona con la columna que el dr. Gérvas defiende semanalmente el Acta Sanitaria y que recomiendo seguir por su interés. Por cierto dado que Twitter lo ha censurado, si quieren estar al día de sus propuestas sigue activo en Telegram.




Con la pandemia covid19, más individualistas y más insolidarios

 

 

Juan Gérvas, Doctor en Medicina, médico general jubilado, Equipo CESCA, Madrid, España. 

jjgervas@gmail.com www.equipocesca.org https://t.me/gervassalud

Salvador Casado, especialista en Medicina de Familia, Centro de Salud Soto del Real, Madrid, España.

www.doctorcasado.es     @doctorCasado

 

 

En marzo de 2020, en lo peor del confinamiento por la pandemica covid19, se decía: “de esta saldremos mejores, más solidarios”, pero no parece tal. De hecho, podríamos decir lo contrario: “de la pandemia saldremos peores, más insolidarios”.

La pandemia ha permitido un gran cambio, dominado por el cinismo, la codicia y la corrupción, que ha hecho más ricos a los inmensamente ricos y más pobres a los empobrecidos, en España y en el mundo.

Por supuesto, se ha incrementado la caridad y han aumentado los gestos de solidaridad, pero ya sabemos que la caridad no debería sustituir a la justicia social. No precisamos donaciones sino un justo sistema de impuestos y una democracia fuerte que redistribuya la riqueza.

Con la pandemia ha crecido el individualismo y la insolidaridad, que se perciben ya en lo sanitario, por ejemplo.

 

Cambios en el sector socio-sanitario

En España el sistema sanitario público es de cobertura universal por lo que presta atención a toda la población, al menos en teoría. En la práctica sigue habiendo dolorosas restricciones que obligan a reclamar una verdadera sanidad universal.

Además, la pandemia covid19 está siendo un terremoto permanente para este sistema socio-sanitario debilitado por los “recortes” (las restricciones presupuestarias en todos los ámbitos asistenciales). La filosofía permanente que debilita los servicios públicos atribuye a los servicios privados mejor gestión y rendimiento, en contra de todos los estudios científicos.

Especialmente desde la crisis de 2008, la política neoliberal de austeridad de la Unión Europea y de los distintos gobiernos españoles llevaron a recortes indiscriminados que debilitaron la estructura y función de la sanidad pública.

Se recortó “piel, músculo, grasa y hueso” y se eliminó en la misma proporción lo superfluo y lo necesario, con el resultado final de un sistema socio-sanitario frágil, con problemas de material y de personal en los hospitales, en atención primaria y en las residencias de ancianos y personas con discapacidad.

El virus, el SARS-CoV-2, encontró un terreno tóxico en el que se produjeron miles de muertes que hubieran sido evitables con un sistema socio-sanitario fuerte y bien financiado.

Lo que es peor, el miedo inducido en la población y el deterioro creciente de la atención pública (listas de espera, no presencialidad, carencia de profesionales de enfermería y medicina de cabecera, etc…) ha llevado al incremento de la suscripción de pólizas privadas, en busca de la satisfacción y de la inmediatez en lo personal. Es una forma más de egoísmo y de insolidaridad.

El precio de la satisfacción en sanidad, ya los sabemos, es el incremento del gasto, de las hospitalizaciones y de las muertes, lo que no se suele percibir individualmente.

La insolidaridad en el sector socio-sanitario conlleva el descrédito y la infra-financiación de lo público, que abandona quien puede pagar las pólizas privadas.

Un sistema socio-sanitario que atiende básicamente a pobres, termina siendo un pobre sistema, “de caridad y socorro”.

 

Cambios en el sector educativo

La presión neoliberal de la Unión Europea y de los gobiernos españoles domina también el campo educativo, lo que se traduce en infra-financiación del sistema público escolar y en apoyo al sistema privado. Es una forma más de egoísmo, de insolidaridad.

Para la sociedad, el deterioro del sector educativo público provoca un grave daño, pues desperdiciamos un gran potencial intelectual. Para los individuos es destructivo ya que impide el progreso personal.

Con ello se entra en un círculo negativo que se alimenta a sí mismo, pues cuanto menos se financia lo público menos atractivo resulta, y acaba siendo un sistema educativo básicamente para pobres, un sistema fallido, “de caridad y socorro”.

Estos años de pandemia han sido muy duros para los estudiantes que han perdido la presencialidad de las clases. Dejar de interactuar con profesores y compañeros lleva aparejados efectos negativos tanto a nivel curricular como afectivo y psicológico.

 

 

La burbuja personal y social

Las filosofías neoliberales se han aprovechado de la soledad forzada por la pandemia covid19 y sus respuestas, como la vida encerrada en la propia vivienda, las compras por Internet, el tele-trabajo, las tele-conferencias, la enseñanza virtual y el ocio en solitario centrado en pantallas.

El manejo institucional de la pandemia nos ha inducido a percibir y desear un mundo en el que apenas tengamos la oportunidad de tocarnos y de olernos, aislados en nuestras burbujas, enmascarados, convertido el prójimo en portador peligroso del virus y temerosos de la interacción social. Son formas de egoísmo y de insolidaridad.

Al mercado le interesa que pisemos poco la calle y que permanezcamos aislados pues de esta manera somos más vulnerables y manipulables, y consumimos más. Debido a esto, la sensación de malestar y enfermedad aumenta lo que nos llevará a consumir más productos y servicios sanitarios.

 

Por otro lado las redes sociales digitales y la invasión de noticias falsas favorecen que nos relacionemos con una burbuja cerrada de personas y en consecuencia dentro de un círculo con las mismas ideas, lo que potencia la cerrazón mental y el anquilosamiento en los mismos planteamientos identitarios y políticos.

 

¿Qué hacer?


1.     Lo fundamental es perder el miedo y rechazar el egoísmo y la insolidaridad que se promueven como respuesta a la pandemia por los que nos gobiernan, con sus políticas neoliberales. Quien teme a la muerte muere mil veces. El principio de precaución no se puede transformar en un principio de destrucción.

2.     En lo personal, rompa las burbujas, “mézclese”, “contamínese”, sea valiente con prudencia, toque, abrace y bese cuanto pueda. Y, llegado el caso, si tiene con quien, tenga la actividad sexual presencial que le sea placentera. Evite los lugares cerrados mal ventilados. Salga y disfrute de la vida al aire libre si puede, en jardines y plazas, y si tiene oportunidad en bosques, montañas y mares. Promueva que se desarrollen en el exterior cuantas actividades laborales, docentes y lúdicas sean posibles. Crea la mitad de la mitad de la información oficial sobre la pandemia covid19, y cuarto de la mitad de la información “alternativa”. Disfrute de la vida, vaya al cine, al teatro, a conciertos, a jugar a las cartas con amigos, a cantar en un coro si lo tiene, etc, disfrute que esto se acaba. Carpe diem (vive el momento porque pronto morirás), que decían los romanos. Los daños de las políticas de respuesta a la covid19 son inmensos y serán duraderos, especialmente para los pobres y marginados. Tendremos que aprender a convivir con el SARS-CoV-2, a aceptar los riesgos que siempre hemos sabido sortear. La verdadera prudencia es ver desde el principio de un asunto cuál ha de ser su final y en Suecia lo supieron ver desde el comienzo de la pandemia covid19 al plantear una estrategia maratoniana, no de sprint pues “no es una carrera de velocidad sino de resistencia”.

3.     Deberíamos apoyar y fomentar la solidaridad de la justicia social para lo cual es necesario un sistema justo de impuestos y una democracia fuerte que redistribuya la riqueza. Los sistemas públicos socio-sanitarios, educativos y demás son esenciales para el desarrollo armónico de la sociedad y de las personas. Hay que defenderlos y lograr su mejora constante para favorecer la solidaridad y disminuir la exclusión social. Esto no será fácil habida cuenta que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea exige como contrapartida otra vuelta de tuerca contra los servicios públicos y a favor de los privados.

4.     Para construir sociedad hay que recuperar la calle y la interacción. No es posible delegar la responsabilidad de todos los cuidados en el Estado. Tenemos que crear un nuevo conjunto de normas, prácticas y relaciones que cambien el orden social neoliberal, evitando el replegarnos hacia adentro. Por ejemplo, preocuparnos y tratar de ayudar a nuestros familiares y vecinos, favorecer dinámicas comunitarias en nuestros pueblos y barrios y/o participar en la vida asociativa, colectiva, política y sindical son pasos esenciales para habitar lugares socialmente vivos. Empezar por compartir paseos con nuestros mayores o nuestros pequeños puede ser algo revolucionario en un tiempo en el que los primeros tienen miedo de salir a la calle y los segundos ya no van andando a sus colegios. Y por supuesto abrirnos a la diferencia y a la belleza que encontramos en quienes son distintos de nosotros, en el arte y en la naturaleza.







With the covid19 pandemic, more individualists and more lack of solidarity


 


 

Juan Gérvas, MD, retired general practitioner, Equipo CESCA, Madrid, Spain. 


jjgervas@gmail.com www.equipocesca.org https://t.me/gervassalud


Salvador Casado, General Practitioner, Centro de Salud Soto del Real, Madrid, Spain.


www.doctorcasado.es @doctorCasado


 


 


In March 2020, in the worst of the confinement due to the pandemic covid19, it was said: "we will come out of this better, more supportive", but it does not seem so. In fact, we could say the opposite: "we will come out of the pandemic worse, more unsupportive".


The pandemic has allowed a great change, dominated by cynicism, greed and corruption, which has made the immensely rich rich richer and the impoverished poorer, in Spain and in the world.


Of course, charity has increased and gestures of solidarity have increased, but we know that charity should not replace social justice. We do not need donations but a fair tax system and a strong democracy that redistributes wealth.


The pandemic has increased individualism and lack of solidarity, which can already be seen in the health sector, for example.


 


Changes in the socio-health sector


In Spain, the public health system has universal coverage and therefore provides care for the entire population, at least in theory. In practice, however, there are still painful restrictions that make it necessary to call for true universal health care.


Moreover, the covid19 pandemic is proving to be a permanent earthquake for this socio-health system weakened by "cutbacks" (budget restrictions in all areas of care). The permanent philosophy that weakens public services attributes better management and performance to private services, contrary to all scientific studies.


Especially since the 2008 crisis, the neoliberal austerity policy of the European Union and the various Spanish governments led to indiscriminate cuts that weakened the structure and function of public health care.


Skin, muscle, fat and bone" were cut and the superfluous and the necessary were eliminated in equal proportions, with the end result of a fragile socio-health system, with material and personnel problems in hospitals, in primary care and in homes for the elderly and the disabled.


The virus, SARS-CoV-2, found a toxic terrain in which thousands of deaths occurred that would have been avoidable with a strong and well-funded social and health care system.


What is worse, the fear induced in the population and the growing deterioration of public health care (waiting lists, lack of attendance, lack of nursing and general practitioners, etc.) has led to an increase in the subscription of private policies, in search of personal satisfaction and immediacy. This is yet another form of selfishness and lack of solidarity.


The price of satisfaction in healthcare, as we all know, is the increase in costs, hospitalisations and deaths, which is not usually perceived individually.


The lack of solidarity in the socio-health sector leads to the discrediting and under-funding of the public sector, which is abandoned by those who can afford to pay for private policies.


A social health care system that basically serves the poor ends up being a poor system of "charity and relief".

Changes in the education sector


The neoliberal pressure of the European Union and Spanish governments also dominates the field of education, which translates into under-funding of the public school system and support for the private system. This is yet another form of selfishness and lack of solidarity.


For society, the deterioration of the public education sector causes serious damage, as we waste a great intellectual potential. For individuals, it is destructive as it impedes personal progress.


This leads to a self-feeding negative cycle, because the less public education is funded, the less attractive it becomes, and it ends up as an education system basically for the poor, a failed system of "charity and relief".


These years of pandemic have been very hard for students who have lost the presence of the classroom. The loss of interaction with teachers and classmates has had negative effects on the curriculum as well as on the emotional and psychological levels.



 Changes in the education sector


The neoliberal pressure of the European Union and Spanish governments also dominates the field of education, which translates into underfunding of the public school system and support for the private system. This is yet another form of selfishness and lack of solidarity.


For society, the deterioration of the public education sector causes serious damage, as we waste a great intellectual potential. For individuals, it is destructive as it impedes personal progress.


This leads to a self-feeding negative cycle, because the less public education is funded, the less attractive it becomes, and it ends up as an education system basically for the poor, a failed system of "charity and relief".


These years of pandemic have been very hard for students who have lost the presence of the classroom. The lack of interaction with teachers and classmates has had negative effects on the curriculum as well as on the emotional and psychological levels.


Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)


 


The personal and social bubble


Neoliberal philosophies have exploited the loneliness forced by the covid19 pandemic and its responses, such as homebound living, internet shopping, tele-work, tele-conferencing, virtual learning and screen-centred solitary leisure.


Institutional management of the pandemic has led us to perceive and desire a world in which we barely have the opportunity to touch and smell each other, isolated in our bubbles, masked off, turned into dangerous carriers of the virus and fearful of social interaction. These are forms of selfishness and lack of solidarity.


It is in the market's interest that we tread little on the streets and remain isolated, because in this way we are more vulnerable and manipulable, and we consume more. Because of this, the feeling of discomfort and illness increases, which will lead us to consume more health products and services.


 


On the other hand, digital social networks and the invasion of fake news encourage us to relate to a closed bubble of people and consequently within a circle with the same ideas, which promotes mental closure and stagnation in the same identity and political approaches.


 


What to do?


1.     The fundamental thing is to lose fear and reject the selfishness and lack of solidarity that are promoted as a response to the pandemic by those who govern us, with their neoliberal policies. He who fears death dies a thousand deaths. The precautionary principle cannot be transformed into a principle of destruction.


2.     On a personal level, burst the bubbles, "mingle", "contaminate", be brave with prudence, touch, hug and kiss as much as you can. And, if you can, if you have someone to have sex with, have the face-to-face sexual activity that is pleasurable to you. Avoid stuffy enclosed places. Go out and enjoy the outdoors if you can, in gardens and squares, and if you have the opportunity, in forests, mountains and seas. Encourage as many work, educational and leisure activities as possible to take place outdoors. Create half of the official information on the covid19 pandemic, and a quarter of the "alternative" information. Enjoy life, go to the cinema, theatre, concerts, play cards with friends, sing in a choir if you have one, etc, enjoy it, it's coming to an end. Carpe diem (live for the moment because you will die soon), as the Romans used to say. The damage of covid19 response policies is immense and will be long-lasting, especially for the poor and marginalised. We will have to learn to live with SARS-CoV-2, to accept the risks we have always known how to avoid. True prudence is to see from the beginning of an issue what the end will be, and Sweden saw this from the beginning of the covid19 pandemic by proposing a marathon strategy, not a sprint, because "it is not a sprint but an endurance race".


3.     We should support and promote social justice solidarity, which requires a fair taxation system and a strong democracy that redistributes wealth. Public social, health, education and other public systems are essential for the harmonious development of society and individuals. They must be defended and constantly improved in order to promote solidarity and reduce social exclusion. This will not be easy, given that the European Union's Recovery, Transformation and Resilience Plan demands in return another turn of the screw against public services and in favour of private ones.


4.     In order to build society, the street and interaction must be reclaimed. It is not possible to delegate responsibility for all care to the state. We have to create a new set of norms, practices and relationships that change the neoliberal social order, avoiding turning inwards. For example, caring for and trying to help our relatives and neighbours, fostering community dynamics in our villages and neighbourhoods and/or participating in associative, collective, political and trade union life are essential steps to inhabit socially alive places. Sharing walks with our elders or our children can be revolutionary at a time when the former are afraid to go out in the street and the latter no longer walk to school. And of course opening up to the difference and beauty we find in those who are different from us, in art and in nature.








觊觎后的变化,泡沫的到来。


自动翻译,抱歉有错误。


2020年3月,在covid19大流行病禁闭最严重的时候,有人说:"我们会从这里面走出来,更有爱心",但似乎并不是这样。事实上,我们可以说是相反的:"我们从大流行病中走出来会更糟糕,更不被人支持。


这场大流行使得一场由玩世不恭、贪婪和腐败主导的巨大变革,使西班牙和世界上无比富有的人更加富有,贫困的人更加贫困。


当然,慈善事业增加了,团结的姿态也增加了,但我们知道,慈善不应取代社会正义。我们需要的不是捐款,而是一个公平的税收制度和一个强大的民主制度,重新分配财富。


这场大流行加剧了个人主义和缺乏团结,例如在卫生部门已经可以看到这种情况。


 


社会卫生部门的变化


在西班牙,公共卫生系统具有全民覆盖性,因此至少在理论上为全体人民提供医疗服务。然而,在实践中,仍有一些痛苦的限制,使我们有必要呼吁真正的全民医疗保健。


此外,事实证明,covid19大流行病对这个因 "削减"(所有医疗领域的预算限制)而被削弱的社会卫生系统是一场永久性的地震。削弱公共服务的永久哲学将更好的管理和绩效归于私人服务,这与所有的科学研究相反。


特别是自2008年危机以来,欧盟和西班牙各届政府的新自由主义紧缩政策导致了不加选择的削减,削弱了公共卫生保健的结构和功能。


皮肤、肌肉、脂肪和骨骼 "被削减,多余的和必要的被同等比例地淘汰,最终的结果是一个脆弱的社会卫生系统,在医院、初级保健以及老年人和残疾人之家都存在物质和人员问题。


SARS-CoV-2病毒找到了一个有毒的地形,其中发生了成千上万的死亡,如果有一个强大的、资金充足的社会和卫生保健系统,这些死亡是可以避免的。


更糟糕的是,在人口中诱发的恐惧和公共卫生保健的日益恶化(等待名单、缺乏就诊、缺乏护理和全科医生等)导致人们越来越多地订购私人政策,以寻求个人的满足和即时性。这是另一种形式的自私和缺乏团结的行为。


我们都知道,在医疗保健方面,满意度的代价是成本、住院和死亡人数的增加,而这通常不是个人所能感知的。


社会卫生部门缺乏团结,导致公共部门信誉扫地,资金不足,被那些有能力支付私人政策的人所抛弃。


一个基本上为穷人服务的社会医疗系统最终会成为一个可怜的 "慈善和救济 "系统。



 教育部门的变化


欧盟和西班牙政府的新自由主义压力也主导着教育领域,这转化为对公立学校系统的资金不足和对私立系统的支持。这是另一种形式的自私和缺乏团结。


对于社会来说,公共教育部门的恶化造成了严重的损害,因为我们浪费了巨大的智力潜力。对个人来说,它是破坏性的,因为它阻碍了个人进步。


这导致了一个自我喂养的负面循环,因为公共教育的资金越少,它的吸引力就越小,最终成为一个基本上为穷人服务的教育系统,一个失败的 "慈善和救济 "系统。


这些年的大流行病对学生来说是非常艰难的,他们失去了教室的存在。失去与老师和同学的互动,对课程以及情感和心理层面产生了负面影响。


 


 


个人和社会的泡沫


新自由主义哲学利用了covid19大流行病及其反应所迫使的孤独感,如居家生活、网络购物、远程工作、远程会议、虚拟学习和以屏幕为中心的孤独休闲。


对这一流行病的机构管理使我们感知并渴望一个世界,在这个世界里,我们几乎没有机会接触和闻到彼此,被隔离在我们的气泡中,被蒙上了面罩,变成了危险的病毒携带者,并害怕社会互动。这些都是自私和缺乏团结的形式。


为了市场的利益,我们在街上少走动,保持孤立,因为这样我们更容易受到伤害,更容易被操纵,我们的消费也更多。因为这样,不适和疾病的感觉会增加,这将导致我们消费更多的健康产品和服务。


 


另一方面,数字社交网络和假新闻的入侵鼓励我们与一个封闭的人的泡沫发生关系,并因此在一个具有相同想法的圈子里,这促进了精神上的封闭和在相同身份和政治方法上的停滞。



该怎么做?




1.     最根本的是失去恐惧,拒绝那些以新自由主义政策管理我们的人所提倡的自私和缺乏团结来应对这一流行病的做法。惧怕死亡的人死了一千次。预防性原则不能变成破坏性原则。


2.     在个人层面上,戳破泡沫,"混杂","污染",谨慎中带着勇敢,尽可能地触摸、拥抱和亲吻。而且,如果可以的话,如果你有一个人可以做爱,就进行面对面的性活动,这对你来说是很愉快的。避免闷热的封闭场所。如果可以的话,出去享受户外活动,在花园和广场,如果有机会,在森林、山脉和海洋。鼓励尽可能多的工作、教育和休闲活动在户外进行。创建一半的关于covid19大流行病的官方信息,以及四分之一的 "替代 "信息。享受生活,去电影院、剧院、音乐会,和朋友打牌,如果有合唱团,就去唱歌,等等,享受生活,它就要结束了。Carpe diem(活在当下,因为你很快就会死),正如罗马人过去所说。covid19应对政策的损害是巨大的,而且将是长期的,特别是对穷人和边缘化人群。我们将不得不学会与SARS-CoV-2共处,接受我们一直知道如何避免的风险。真正的谨慎是在一个问题的一开始就看到结局是什么,瑞典从covid19大流行病的一开始就看到了这一点,提出了马拉松式的战略,而不是短跑,因为 "这不是短跑而是耐力赛"。


3.     我们应该支持和促进社会正义的团结,这需要一个公平的税收制度和一个强大的民主制度来重新分配财富。公共社会、卫生、教育和其他公共系统对于社会和个人的和谐发展至关重要。它们必须得到维护和不断改进,以促进团结和减少社会排斥。这并不容易,因为欧盟的 "复苏、转型和复原计划 "要求反过来再对公共服务进行调整,以支持私营服务。


4.     为了建设社会,必须收回街道和互动。不可能把所有护理的责任都交给国家。我们必须创造一套新的规范、实践和关系,改变新自由主义的社会秩序,避免向内转。例如,关心并努力帮助我们的亲戚和邻居,在我们的村庄和邻里中培养社区活力和/或参与协会、集体、政治和工会生活是居住在有社会活力的地方的基本步骤。在前者不敢上街,后者不再步行上学的时候,与我们的长辈或孩子分享散步的乐趣可能是革命性的。当然也要向我们在那些与我们不同的人身上、在艺术和自然界中发现的差异和美丽敞开大门。


 



sábado, 4 de septiembre de 2021

El miedo a la muerte por un diagnóstico tardío. The fear of death due to a late diagnosis. 害怕因晚期诊断而死亡。




El fallecimiento de la periodista Olatz Vazquez ha generado un gran impacto en redes sociales donde compartía con imágenes y texto su enfermedad. Durante meses documentó sus vivencias con un cáncer gástrico diagnosticado en un estado muy avanzado. La aparición de los primeros síntomas durante la pandemia con la sanidad colapsada impidió haber actuado antes. Para los cientos de miles de seguidores que han acompañado su proceso sin duda no ha sido fácil ser testigos del deterioro físico de una persona joven que era transmitido en directo y acompañado con fotografías de enorme calidad y crudeza.


Olatz tomó la decisión de salir del armario de los enfermos graves y contarlo, según sus propias palabras no lo hizo por valor sino por necesidad personal. Sin duda ha convertido sus últimos días en una pedagogía de la vida y de la muerte. Todos vamos a morir, los jóvenes también, parece decirnos. Una muerte que nuestra sociedad esconde por miedo, fealdad o ser antieconómica. La escondemos de los niños pero también del resto, se aísla a los pacientes terminales, se los separa, de alguna manera se los invisibiliza. Esta reacción dificulta el proceso de integrar la enfermedad, la decrepitud y la muerte como consubstanciales a la vida y dar el paso de asumirlas como propias cuando llegan. Porque llegar llegan a todos antes o después. El hecho de no asumirlas está haciendo de la salud un bien de consumo y de la sanidad una industria más, en perjuicio de todos. 


La presión asistencial que soportan los profesionales sanitarios no deja de subir y en consecuencia la sobreactuación de los mismos tampoco. Estamos generando espirales de sobrediagnóstico y sobretratamiento que generan más dolor, sufrimiento y muerte que la que soportaban nuestros padres o abuelos. Estamos olvidando que el malestar y los pequeños problemas de salud son algo cotidiano que no precisa intervención especializada. Y que para los problemas de salud graves más nos vale tener un buen médico y enfermera de cabecera cerca que nos conozcan y sean capaces de ayudarnos en la navegación hospitalaria y en el regreso a casa posterior.


La posibilidad de morir por un diagnóstico tardío nos aterra. Nuestra expectativa es que la moderna medicina nos salve de prácticamente cualquier cuestión que podamos sufrir. Llegar tarde a un diagnóstico y no poder hacer nada es un fracaso de la técnica, no debería suceder. Por eso preferimos pagar seguros privados, someternos a todas las pruebas diagnósticas posibles y a todo tratamiento que nos ofrezcan obviando que el exceso en medicina es ya la tercera causa de muerte en Estados Unidos. La yatrogenia es mucho más mortal que los diagnósticos tardíos. Pero nadie documenta en redes sociales su muerte por una complicación de una prueba, un tratamiento o una cirugía, habitualmente no da tiempo.


Por eso cada vez hay más ciudadanos que pagan un seguro de salud privado con la esperanza de que si enferman estarán más protegidos, serán atendidos antes y tendrán acceso a más pruebas y tratamientos. Olvidamos  considerar la sanidad un servicio público esencial prioritario que nos defienda a todos por igual. Vemos cómo se deteriora y en lugar de buscar soluciones aplicamos el sálvese quién pueda y permitimos su derrumbe pese a que seamos  los principales damnificados quizá no hoy pero con seguridad mañana.


Ni siquiera una pandemia como la que actualmente sufrimos ha hecho que se refuerce la sanidad. Los centros de salud siguen bloqueados, las urgencias llenas, los hospitales rebosando. No hay más recursos pero tampoco voluntad social para usarlos menos. Se acude a ellos por cualquier cuestión menor ocasionando que su bloqueo sea pernicioso para los que de verdad están graves o mortal para el que sufre procesos avanzados. 


El testimonio de Olatz nos recuerda la fragilidad de la vida. La importancia de ser cuidados y atendidos cuando estamos enfermos. Para ello necesitaremos quien nos cuide. Y probablemente una sanidad que nos apoye. Tomar conciencia para hacer un uso adecuado de los servicios sanitarios es tan importante como financiarlos adecuadamente y permitir que sus profesionales trabajen sin excesivas sobrecargas para que puedan ofrecer calidad técnica y humana.







The fear of death due to a late diagnosis.

The death of journalist Olatz Vazquez has generated a great impact on social networks where she shared her illness with images and text. For months she documented her experiences with gastric cancer diagnosed at a very advanced stage. The appearance of the first symptoms during the pandemic when the health system collapsed prevented earlier action. For the hundreds of thousands of followers who have accompanied her process, it has certainly not been easy to witness the physical deterioration of a young person, which was transmitted live and accompanied by photographs of enormous quality and crudeness.

Olatz took the decision to come out of the wardrobe of the seriously ill and to tell about it, according to her own words, not out of courage but out of personal necessity. She has undoubtedly turned her last days into a pedagogy of life and death. We are all going to die, young people too, he seems to be telling us. A death that our society hides out of fear, ugliness or because it is uneconomical. We hide it from children but also from the rest, we isolate terminal patients, we separate them, we make them somehow invisible. This reaction hinders the process of integrating illness, decrepitude and death as consubstantial to life and taking the step of assuming them as one's own when they arrive. Because they come to everyone sooner or later. Failure to accept them is turning health into a consumer good and healthcare into just another industry, to the detriment of all. 

The pressure on healthcare professionals is constantly increasing, and as a result, so is their over-responsiveness. We are generating spirals of over-diagnosis and over-treatment that generate more pain, suffering and death than our parents or grandparents endured. We are forgetting that discomfort and minor health problems are everyday occurrences that do not require specialised intervention. And that for serious health problems it is better to have a good family doctor and nurse close by who know us and are able to help us through the hospital journey and the subsequent return home.

The possibility of dying from a late diagnosis terrifies us. Our expectation is that modern medicine will save us from virtually any issue we may suffer. To be late for a diagnosis and not be able to do anything is a failure of technique, it should not happen. That is why we prefer to pay for private insurance, undergo every possible diagnostic test and treatment offered, ignoring the fact that medical overkill is already the third leading cause of death in the United States. Iatrogenesis is far more deadly than late diagnosis. But no one documents their death from a complication of a test, treatment or surgery on social media - there is usually not enough time.

That is why more and more citizens are paying for private health insurance in the hope that if they fall ill they will be better protected, treated earlier and have access to more tests and treatments. We forget to consider healthcare as a priority essential public service that defends us all equally. We see it deteriorating and instead of looking for solutions we apply the every man for himself approach and allow it to collapse even though we are the main victims, perhaps not today but certainly tomorrow.

Not even a pandemic like the one we are currently experiencing has led to a strengthening of the health system. Health centres are still blocked, emergency rooms are full, hospitals are overflowing. There are no more resources, but neither is there the social will to use them less. People go to them for any minor matter, causing their blockage to be pernicious for those who are really serious or deadly for those suffering from advanced processes. 

Olatz's testimony reminds us of the fragility of life. The importance of being looked after and cared for when we are ill. For this we need someone to take care of us. And probably a health system that supports us. Being aware of the importance of making proper use of health services is as important as financing them adequately and allowing their professionals to work without excessive overload so that they can offer technical and human quality.






害怕因晚期诊断而死亡。


自动翻译,请原谅错误。

记者奥拉茨-巴斯克斯的死亡在社交网络上产生了巨大的影响,她在那里用图片和文字分享了她的病情。几个月来,她记录了她被诊断为胃癌晚期的经历。在大流行期间,当卫生系统崩溃时,第一批症状的出现妨碍了更早的行动。对于伴随着她的过程的数十万追随者来说,见证一个年轻人的身体恶化当然不容易,这种恶化是现场传送的,并伴有质量极高的照片,而且很粗俗。

奥拉茨决定从重病患者的衣柜里出来,并讲述了这件事,根据她自己的说法,不是出于勇气,而是出于个人需要。她无疑将自己最后的日子变成了生与死的教育学。我们都会死,年轻人也一样,他似乎在告诉我们。我们的社会出于恐惧、丑陋或因为不经济而隐藏了一种死亡。我们向孩子们隐瞒,但也向其他人隐瞒,我们将临终病人隔离,我们将他们分开,我们使他们在某种程度上不可见。这种反应阻碍了将疾病、衰弱和死亡作为生命的组成部分,并在它们到来时采取将其视为自己的步骤的过程。因为他们迟早会来到每个人身边。不接受这些,就是把健康变成了一种消费品,把医疗卫生变成了另一个行业,对所有人都不利。

医护人员的压力不断增加,因此,他们的过度反应也是如此。我们正在产生螺旋式的过度诊断和过度治疗,产生比我们的父母或祖父母所承受的更多的痛苦、折磨和死亡。我们正在忘记,不适和小的健康问题是日常发生的事情,不需要专门的干预。对于严重的健康问题,最好有一个好的家庭医生和护士在身边,他们了解我们,能够帮助我们度过医院之旅和随后的回家。

晚期诊断导致死亡的可能性使我们感到恐惧。我们的期望是,现代医学将把我们从几乎任何可能遭受的问题中拯救出来。迟到的诊断和不能做任何事情是技术的失败,不应该发生。这就是为什么我们宁愿支付私人保险,接受每一个可能的诊断测试和提供的治疗,无视医疗过度已经是美国第三大死亡原因的事实。诱发因素远比晚期诊断更致命。但是没有人在社交媒体上记录他们因测试、治疗或手术的并发症而死亡的情况--通常没有足够的时间。

这就是为什么越来越多的公民支付私人健康保险,希望如果他们生病,他们将得到更好的保护,更早的治疗,并有机会获得更多的测试和治疗。我们忘记了将医疗保健视为优先的基本公共服务,平等地捍卫我们所有人。我们看到它在恶化,而不是寻找解决方案,我们采用人人为我的方法,让它崩溃,尽管我们是主要受害者,也许不是今天,但肯定是明天。

甚至像我们目前正在经历的那种大流行病也没有导致卫生系统的加强。保健中心仍然被封锁,急诊室满员,医院人满为患。没有更多的资源,但也没有减少使用资源的社会意愿。人们为任何小事去找他们,导致他们的堵塞对那些真正严重的人来说是有害的,对那些患有高级过程的人来说是致命的。

奥拉兹的证词提醒我们生命的脆弱。当我们生病时,被照顾和关心的重要性。为此,我们将需要有人来照顾我们。可能还有一个支持我们的卫生系统。意识到适当利用卫生服务的重要性,与为其提供充足的资金并允许其专业人员在不过度超负荷的情况下工作同样重要,以便他们能够提供技术和人力质量。