Los Pilares de la Creación,
situados en la Nebulosa del Águila,
zona llena de polvo y gas situada a unos 7.000 años luz de la Tierra en
la que se están creando estrellas. Imagen tomada por el telescopio Hubble http://www.spacetelescope.org/news/heic1501/
El sistema sanitario está demasiado enfocado en la enfermedad, tanto como el miedo y malestar que produce en nuestra sociedad. El problema de poner el foco en algo es que indefectíblemente aumentamos lo observado. Sobredimensionar la atención a la enfermedad aumenta la misma de alguna manera.
¿Sería posible reorientar el sistema sanitario y los cuidados hacia la salud?
La promoción de la salud es una disciplina relativamente reciente en la historia de la medicina, al igual que la salud comunitaria. Hay alternativas a la hora de encarar el complejo binomio salud-enfermedad. Alternativas que se salen del pensamiento único actual de marcada carga biologicista y bajísima tolerancia a la adversidad. Cada vez se toleran menos procesos habituales de la vida como el duelo por una pérdida, procesos menores como un catarro o una diarrea, ó situaciones transitorias que producen ansiedad o tristeza. Por otro lado hay potentes intereses en crear nuevas enfermedades para vender el correspondiente remedio, lo que produce pingües beneficios para algunos.
Dentro del sistema sanitario la promoción de la salud se trabaja en los centros de salud. Como estos están diseñados para la asistencia son pocos los recursos y el tiempo que se puede dedicar a cosas que no sean pasar consulta. Resultado: la promoción de la salud suele ser testimonial.
En galaxias lejanas hay nebulosas donde se crean estrellas. Tal vez podamos recordarlo a la hora de repensar los procesos que como sociedad desarrollamos. Entender que salud y enfermedad no son realidades opuestas sino un continuo dinámico e interactivo nos puede facilitar la comprensión de realidades que son tan importantes para nuestra vida. Considerar la enfermedad como un enemigo a batir no parece lo más inteligente dado que al ser una circunstancia que emana de nosotros mismos al final hacemos la guerra en nuestro patio.
Crear salud es posible, la promoción, cuidado, extensión y difusión de la salud son conceptos verosímiles que dependen en parte de nosotros, no es imprescindible hace la guerra contra nada. Los hábitos de vida, la forma en que nos movemos, alimentamos, descansamos, reaccionamos tienen mucho que ver. La imagen que acompaña este escrito siempre me ha gustado, me recuerda que el universo está vivo y sigue creando nueva luz. Tal vez podamos imitarlo y generar más salud en nuestra propia vida y en el entorno en el que habitamos.