martes, 24 de marzo de 2015

La industria farmacéutica y la estrategia de Aquiles










La guerra de Troya no se podía ganar de forma convencional. Las murallas eran demasiado altas. Por eso fue necesario recurrir al arma más contundente que los dioses depositaron en manos humanas: la inteligencia. Aquiles ideó una estratagema, abandonar el campamento simulando una huida y dejar un caballo de madera cargado de soldados en la playa. En ajedrez esta maniobra de denomina gambito, consiste en ceder una pieza paga ganar otra de más valor o una posición que nos convenga. En el universo sanitario estamos en guerra, no es una campaña violenta ni sangrienta en apariencia pero está claro que hay un claro conflicto de intereses, todos quieren ganar. Los pacientes y la sociedad civil quieren cuidados de calidad, los políticos y gestores quieren votos y permanecer en sus despachos, los profesionales sanitarios condiciones laborales justas y la industria farmacéutica y tecnológica mejorar sus cuentas de resultados. Pero en las todas las guerras lamentablemente siempre hay ganadores y perdedores, si no no lo serían.

Hoy quiero tan solo reflexionar sobre la estrategia de Aquiles que lleva a cabo la industria farmacéutica por su importancia y brillantez. Tras años de presión comercial sobre los médicos, el incremento de las posiciones críticas y éticas de estos está obligando a las industrias sanitarias a formular nuevas estrategias. Dado que por ley no pueden hacer publicidad directa de sus productos por el perjuicio social que esto traería, han puesto en su punto de mira a los pacientes. Una forma de introducir un caballo de Troya en este segmento es financiar sus asociaciones. Esta práctica es muy útil al unir invisibilidad, discreción y contundencia en los mensajes, acercándose al consumidor potencial como lobo bajo piel de oveja. En una asociación de diabéticos, por ejemplo, serán especialmente sensibles a los mensajes que prometan novedades y avances aunque no haya suficiente evidencia científica o experiencia de uso que los respalden. No es una novedad llevan décadas haciendo lo mismo con las llamadas sociedades científicas que emiten de tapadillo mensajes comerciales encubiertos que favorecen desde medicamentos hasta galletas, yogures y bebidas isotónicas. En toda batalla y en toda guerra hay que preguntarse ¿quién sale ganando con esto? como todos sabemos de las novelas de misterio, es la mejor forma de desenmascarar al asesino.


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