- La necesidad de que los médicos pongan sus piés en el suelo y acompañen a sus pacientes con dignidad.
- Reconocer el poder del paciente y su capacidad para compensar la enfermedad.
- La importancia de involucrar a los pacientes en su proceso de enfermedad.
- Rescatar la capacidad de compasión de los médicos, su vocación.
- La salud participativa situa a los pacientes en primera línea de su propio cuidado.
Bas Bloem es neurólogo, y además superespecialista en Enfermedad de Parkinson. Los supeespecialistas suelen subirse a los cielos, como él mismo ejemplifica con ironía en su video. Quizá nos venga bien recordar que en nuestro país hay un tipo de médico especializado en sus pacientes, familias y comunidades. Un tipo de médico que en nuestro país hizo su particular revolución, se quitó la corbata y se colocó muy cerca de la gente. Eso le ha costado muy caro. Le ha costado perder visibilidad social, prestigio, reconocimiento. Le ha costado sufrir un pésima gestión, un pésimo sistema de receta (que heredamos de épocas franquistas y pese a ser obsoleto sigue castigándoles todos los días). Le ha costado asumir sobrecargas burocráticas y asistenciales enormes, disponiendo de pocos minutos para solucionar los muchos problemas del paciente...
Los médicos de familia ya sabemos lo que es la medicina participativa. Tan solo necesitamos un poco más de tiempo para poder escuchar a nuestros pacientes y acompañarles mejor.
Agradezco a Aitor Guitarte por la gentileza de compartir este vídeo en su blog Somos Medicina.
2 comentarios:
Enhorabuena por esta entrada. Sigo diariamente tus comentarios y me parecen acertadísimos. El de hoy me ha gustado especialmente.
María José. Docencia Rafalafena
Hay que rescatar los valores de la atención primaria, que son muchos. Necesitamos volver a enamorarnos de nuestra labor y transmitir entusiasmo a pacientes y compañeros/as.
Publicar un comentario