lunes, 13 de octubre de 2014

Información sobre el Hospital General de Villalba

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Tras la jornada de puertas para el público general la dirección del hospital hizo una visita guiada al personal de Atención Primaria de su zona de influencia. De la misma puedo decir que tanto el edificio como el equipamiento que pude ver me parecieron excelentes.

Comparto aquí la información básica del centro así como la fecha de apertura de sus urgencias generales, el día 30 de octubre. Dos semanas antes irán abriendo progresivamente las consultas externas, laboratorio y radiología.

El coste de construcción ha superado los 108 millones de euros que han sido asumidos por la concesionaria IDC salud que gestionará el hospital.

Tras terminar la parte estructural queda los más complicado: la gestión de recursos humanos y la atención al paciente. La dirección del hospital se ha comprometido a dar cita para todas sus especialidades en un máximo de 15 días. Así mismo tienen voluntad de establecer una buena coordinación con los centros de salud de la zona.

Ø    Citación en menos de 15 días en todas las especialidades y pruebas
Ø    15x15  menos de 15 días cita y menos de 15 minutos de espera a su hora de cita
Ø  Tiempo de espera máximo para la evaluación médica en urgencias 30 minutos.


Cuentan con mi voto de confianza inicial, la prioridad es tratar de atender lo mejor posible a los pacientes. Iremos viendo cómo se van cumpliendo las promesas.



CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES:
  • 140 Habitaciones individuales
  • 12 Puestos de neonatología
  • 12 Puestos de UCI
  • 85 Puestos de urgencias
  • 44 Puestos de Hospital de día, médicos y quirúrgicos
  • 9 Quirófanos
  • 4 Paritorios
  • 87 Consultas y Gabinetes
  • 15 Salas Radiología Digital
  • 1 Sala de Medicina nuclear
  • 14 Puestos de Hemodiálisis
  • 2 Resonancias Magnéticas
  • 1 TAC


Teléfono de Información del Hospital General de Villalba 910908102.







El Hospital está ubicado en la carretera de Alpedrete a Moralzarzal M-608 Km. 41, 28400 Collado Villalba (Madrid). La principal vía de acceso es a través de la autovía A6, tomando la salida número 39.















¿CÓMO SE ACCEDE?





En transporte público:           

A)   AUTOBUSES

Líneas de Autobuses urbanos en Collado Villalba-Hospital General Villalba

Línea
Origen -Destino
Empresa

Frecuencia

L1
Urbanizaciones-Villalba Pueblo- Los Valles-FFCC
Larrea
Lunes a Sábados laborales: Cada 30 minutos
Domingos y festivos: cada hora
L4
Villalba Pueblo-Los Valles-FFCC
Larrea
Lunes a Viernes laborales: cada hora
Sábados, Domingos y festivos sin servicio
L6
Arroyo Arriba-Pueblo-Cantos Altos-FFCC
Larrea
Diario: Cada hora























Líneas de Autobuses interurbanos (desde los pueblos del área de influencia del Hospital General de Villalba)



Autobuses Moralzarzal

Línea
Origen -Destino
Localidades
Empresa
Frecuencia
670
Collado Villalba (Hospital)-Moralzarzal
Moralzarzal
Larrea
Lunes a Sábados laborales: cada hora
Domingos y festivos: sin servicio


Autobuses Cercedilla, Los Molinos, Alpedrete
           
Línea
Origen -Destino
Localidades
Empresa
Frecuencia
680
Collado Villalba (Hospital)-Cercedilla
Cercedilla, Los Molinos,Guadarrama,
Alpedrete
Larrea
Lunes a Sábados  laborales: cada hora y media
Domingos y festivos: sin servicio

Autobuses Navacerrada, Becerril de la Sierra, Collado Mediano

Línea
Origen -Destino
Localidades
Empresa
Frecuencia
696
Collado Villalba (Hospital)-Navacerrada
Navacerrada, Becerril de la Sierra, Collado Mediano
Larrea
Lunes a Sábados laborales: cada  hora y media
Domingos y festivos: sin servicio


B)    Cercanías RENFE        C:\Users\Paloma\Pictures\cercanias_icon.gif

C-8b Cercedilla- Los Molinos-Collado Mediano- Alpedrete-Collado Villalba

Las líneas urbanas 1, 4 y 6 conectan la plaza de la estación de Villalba con el Hospital de Villalba (consultar horarios).



¿Qué especialidades tiene el Hospital General de Villalba?

ÁREA MÉDICA
ÁREA QUIRÚRGICA
SERVICIOS CENTRALES
ÁREA MATERNO INFANTIL
ALERGIA
ANESTESIA
MEDICINA NUCLEAR
GINECOLOGÍA
APARATO DIGESTIVO
ANGIOLOGIA Y C. VASCULAR
FARMACIA HOSPITALARIA
OBSTETRICIA
CARDIOLOGIA
C. CARDIOVASCULAR
ANALISIS CLINICOS
PEDIATRIA
ENDOCRINOLOGÍA
C. GENERAL Y DIGESTIVO
RADIODIAGNÓSTICO
NEONATOLOGIA
GERIATRIA
C. MAXILOFACIAL
MICROBIOLOGÍA

MEDICINA INTENSIVA
C. PEDIÁTRICA
ANATOMIA PATOLOGICA

HEMATOLOGÍA
C. PLÁSTICA
MEDICINA PREVENTIVA

MEDICINA INTERNA
C. TORÁCICA


NEFROLOGÍA
DERMATOLOGÍA


NEUROLOGÍA
NEUROCIRUGÍA


NEUMOLOGÍA
OFTALMOLOGÍA


NEUROFISIOLOGÍA CLÍNICA
OTORRINOLARINGOLOGIA


ONCOLOGÍA MÉDICA
TRAUMATOLOGIA Y C. ORTOPÉDICA


PSIQUIATRÍA
UROLOGIA


MEDICINA FÍSICA Y REHABILITADORA



REUMATOLOGIA







Además del municipio de Collado Villalba, se presta atención a los ciudadanos de los siguientes municipios:

-       Alpedrete
-       Moralzarzal
-       Collado Mediano
-       Becerril de la Sierra
-       Cercedilla
-       Navacerrada
-       Los Molinos

Centros de Salud y Consultorios Locales de referencia del Hospital General de  Villalba:

CENTROS SALUD O CONSULTORIO
DIRECCIONES
CÓDIGO POSTAL
BECERRIL SIERRA
C/ REAL, 19
28490
COLLADO MEDIANO
C/ ZARZA, S/N
28450
CERCEDILLA
AVD. TOREROS, 7
28470
LOS MOLINOS
C/ DE LAS DALIAS, S/N
28460
NAVACERRADA
AVDA. DE MADRID, 8
28491
VILLALBA - Sª GUADARRAMA
C/ IGNACIO GONZÁLEZ SERRANO, 27
28400
VILLALBA ESTACIÓN
C/ LOS MADROÑOS, 5
28400
ALPEDRETE
PZA. DE LA TAUROMAQUIA, S/N
28430
VILLALBA PUEBLO
C/ FUENTE DEL ÁLAMO, 10
28400
MORALZARZAL
AVDA. SALVADOR SÁNCHEZ FRASCUELO, 11
28411




Nota informativa: El Servicio de Urgencias y los paritorios comenzarán su actividad el jueves 30 de octubre de 2014, a las 8:00h. Hasta entonces, el paciente debe dirigirse al Servicio de Urgencias de su anterior hospital, Puerta de Hierro o El Escorial.






domingo, 12 de octubre de 2014

Ante la epidemia de miedo una buena dosis de confianza







Estoy un poco harto de la sobrecarga mediática de estos días y del clima ceniciento que se ha ido creando entre todos. Han saltado demasidas alarmas, y hemos reaccionado conectando las sirenas del miedo personal. Si consiguiéramos mirarlas desde lejos veríamos que seguramente no haya sido para tanto, pero lo cierto es que hay cosas que siguen causándonos pánico, una serpiente en el camino, una araña subiendo nuestro brazo, la posibilidad de contagiarnos...

El miedo dispara las alertas, nos prepara para la acción o la huida. Pero no es posible mantenerlo activado mucho tiempo sin padecer las consecuencias de su peso. Si abusamos de él nos termina aplastando. Por eso viene bien exorcisarlo. Hemos pasado miles de años haciéndolo alrededor de un fuego, contándonos historias, haciéndonos reír, bailando y cantando... estando juntos. Cuando varias personas están juntas se hacen fuertes. Cuando uno en soledad se permite mirar a la cara a sus miedos también.

La levedad humana nos recuerda a menudo que todos vamos a morir, reflexionarlo nos viene bien para no perder demasiado el tiempo. Para no agobiarnos en exceso, para no darnos más importancia de la necesaria. Mirar a la vida con confianza y no con suspicacia es una forma de impedir que el miedo campe por doquier. Desconfiar permanentemente de los demás, de las circunstancias, del gobierno, de lo ajeno no hace más que añadir incertidumbre a nuestras realidades. Y no hay incertidumbre que no termine engendrando miedos al crecer.

Me gustaría ser capaz de transmitir confianza a los demás. Desde mi consulta trato de hacerlo a diario con las personas en tiempo de enfermar o que viven situaciones que les desbordan y sobrepasan. Me gustaría ayudar a manejar mejor los miedos, a navegar con su potente viento que pese acometernos de frente es susceptible de ser usado para avanzar en nuestras vidas. No tengo recetas milagrosas pero sé de buena tinta que cuando mis pacientes confían en mí el miedo disminuye. Cuando nos sostenemos mutuamente podemos ser casi invulnerables.

Estos días tal vez acaben tan hartos de la sobrecarga mediática como yo, de tanto ruido de fondo. No olviden que una de las cosas más inteligentes que pueden hacer es apagarlo todo. Conéctense a los suyos, a aquellos en los que confíen, conéctense a la naturaleza, a esa fuente auténtica y profunda que cada cual lleva dentro. Y dejen que sean otros los que se entretengan con tertulias y titulares grises.


sábado, 11 de octubre de 2014

El hermoso camino de acompañar a los que se despiden

Lienzo de Borja Bonafuente Gonzalo




Hace muchos años tuve la oportunidad de acompañar como voluntario a personas con enfermedades avanzadas y limitado pronóstico de vida. Aprendí más que en muchos años de carrera. Es una experiencia que ha supuesto mucho para mí y que recomiendo a toda persona que tenga inquietudes para ayudar a los demás y de paso conocerse. Igual que un bebé al nacer es un maestro de vida, una persona al acercarse a su final es otro gran maestro, siempre tiene algo que decir, algo que enseñar. Asomarnos al final de la vida de la mano de una persona que atraviese esta tesitura es un enorme regalo. Nos permite contemplar con otra perspectiva nuestra propia vida y nuestra propia muerte, algo que si no se hace más pronto tocará hacer más tarde.

Desde aquí animo a todos los voluntarios que trabajen en esta línea. Hay que seguir haciéndolo, hay que seguir contándolo.






Recursos:

Programa de voluntariado Claver
Programa de voluntariado de la Obra social la Caixa

viernes, 10 de octubre de 2014

La esperanza como medicina






 "Allá, asomando entre las nubes por encima de un peñasco sombrío en lo alto de los montes, Sam vio de pronto una estrella blanca que titilaba. Tanta belleza, contemplada desde aquella tierra desolada e inhóspita, le llegó al corazón, y la esperanza renació en él. Porque frío y nítido como una saeta lo traspasó el pensamiento de que la Sombra era al fin y al cabo una cosa pequeña y transitoria, y que había algo que ella nunca alcanzaría: la luz, y una belleza muy alta. Más que una esperanza, la canción que había improvisado en la Torre era un reto pues en aquel momento pensaba en sí mismo. Ahora, por un momento, su propio destino, y aun el de su amo, lo tuvieron sin cuidado. Se escabulló otra vez entre las zarzas y se acostó junto a Frodo, y olvidando todos los temores se entregó a un sueño profundo y apacible."

 JRR Tolkien



En medicina hay un viejo adagio que dice "curar a veces, aliviar a menudo y confortar siembre". Para muchos será muy discutible. En cinco minutos de consulta como tenemos ahora es complicado confortar. El aumento de la esperanza de vida y los hábitos de alimentación excesiva y gran sedentarización están complejizando la situación vital de muchas personas mayores que se ven aquejadas de un gran número de patologías para las que toman muchísimos medicamentos. El cielo de muchas personas en tiempo de enfermar está permanentemente encapotado. No se ve la luz.


Y el ser humano necesita esa luz. La necesita como el aire que respira. Sin esperanza no puede vivir, el ser se marchita pronto y se deteriora sin remedio.

Los médicos modernos dependemos mucho de la ciencia. Esto está bien, la ciencia nos ha permitido avanzar mucho y encontrar mejores remedios y formas de aliviar. Pero no todo es ciencia en medicina y aliviar y confortar son verbos que precisan de algo más para ser conjugados.

Las dimensiones humanista y creativa de la medicina han sido relegadas a un rincón. En las empresas sanitarias con ánimo de lucro o centradas en resultados medibles han dejado de tener importancia. Pero las personas en tiempo de enfermar siguen anhelando profundamente ese tipo de aproximación, de ayuda.

Es necesario que tras salir de la consulta la persona enferma lleve algo más que una receta en la mano. Es necesario ayudar a que estas personas y sus cuidadores sean capaces de rescatar el brillo de alguna estrella por muy negro que esté el cielo en las circunstancias que vivan.

Por eso me parece tan importante que todo profesional sanitario cuide su camino personal de contacto consigo mismo. La única manera de saber que "hay mil soles encima de las nubes" es atreverse a subir la montaña para enfrentarse a esas nubes. Solo tras atravesarlas se ve el sol. Solo entonces podremos bajar al valle a contárselo a otros.


jueves, 9 de octubre de 2014

La violencia en nuestras vidas





“La prisa y la presión de la vida
moderna son formas de violencia.
Dejarse arrastrar por una multitud de
preocupaciones contradictorias,
entregarse a demasiadas exigencias,
querer ayudar a todo el mundo en todo,
es sucumbir a la violencia.
El frenesí neutraliza nuestro quehacer por la paz.
Destruye nuestra propia capacidad
interna para la paz porque
destruye la raiz de la sabiduría interna que hace que
el trabajo sea provechoso."


Thomas Merton



Estamos agitados. Eso nos hace ser violentos con nosotros mismos. Nos exigimos mucho, usamos la fusta, queremos ir más deprisa, llegar antes a un hipotético futuro que no existe pero ante el que nos sentimos poderosamente impelidos. También nos portamos así con nuestro entorno. Machacamos el planeta y a los que nos rodean con la misma violencia que usamos con nosotros.

Como todo el mundo a nuestro alrededor va igual de deprisa no nos damos cuenta de la locura. Como todo el mundo a nuestro alrededor está igual de fastidiado no apercibimos nuestro propio fastidio... hasta que el agua colma el vaso y aparece la crisis nerviosa o la enfermedad. Hasta que algo fuerte nos para totalmente.


La serenidad y la paz son poderosas medicinas que hay que beber despacio. La prisa las espanta. Cuando en consulta es necesario prescribirlas me obligan a ser muy creativo para no generar susceptibilidades o resistencias. Las personas suelen pedir serenidad en forma de pastilla pero no es posible recetarla de esta forma. Ha de ser la propia persona la que se permita bajar el ritmo y encontrar así, en su propia semana, los necesarios tiempos de tranquilidad que tanta falta nos hacen. Conseguir que los profesionales sanitarios tengan un enfoque amplio de la situación de la persona que tienen delante y ofrezcan respuestas más personalizadas y oportunas es un necesario cambio de paradigma que transcienda la hipermedicalización imperante.

Hay mucho por andar.




El compromiso personal como camino de sanación








La palabra compromiso no tiene buena prensa en las sociedades líquidas que habitamos. Tal vez en los tiempos de nuestros abuelos, ahora claramente no. Todo tiende a mercantilizarse, fluidificarse, cosificarse. En el mundo de la salud veo como cada vez hay menos profesionales vocacionales y más mercenarios. Cada vez más negocio, ánimo de lucro y búsqueda del beneficio personal. Malos tiempos para la lírica y la ética. Pero no es mi intención hacer un alegato oscuro y tenebrista, creo que es mucho más interesante que nos miremos cada cual a sí mismo. ¿Cómo es tu compromiso contigo mismo? 

Todos tenemos obligaciones para atendernos. Nos proveemos alimento, bebida, descanso, actividad, distracciones, ropa, cobijo... Pero si nos miráramos desde fuera, si alguien nos grabara un vídeo de un día de nuestra vida con toda seguridad nos echaríamos las manos a la cabeza. Veríamos a un ser azorado, corriendo sin parar, agobiado, malencarado en ocasiones... un remedo de lo que pensamos deberíamos ser. ¿Cómo vamos a comprometernos con los demás si no somos capaces de hacerlo en condiciones con nosotros?

Cuando llega un tiempo de enfermar la vida nos para. Surge una oportunidad para tomar conciencia de nuestras carencias personales. Es verdad que al que padece un infarto después de haber dedicado los últimos veinte años de su vida a trabajar sin parar, a correr sin parar y a fumar sin parar no le sirve de mucho lamentarse. Pero también es cierto que sólo si toma conciencia de que puede mejorar el compromiso con sigo mismo y cuidarse mejor podrá aspirar a una vida mejor.

Todos sabemos que comer sano nos conviene más que la hamburguesa pero seguimos tomando hamburguesas. Todos sabemos que hacer algo más de ejercicio nos conviene más que tanta televisión pero seguimos viendo demasiada televisión.

¿Cómo pasar del saber al hacer?  

Tal vez por el sentir. 

Yo puedo saber que es hora de comer pero hasta que no lo sienta no iré a prepararme la comida.
Yo puedo saber que me vendría bien ir a dar un paseo pero hasta que lo sienta no saldré.
Yo puedo saber que es sano ir al servicio todos los días pero sólo iré si siento el impulso.


Contactar con nosotros mismos para sentirnos.

Cada vez me doy más cuenta de lo importante que es algo tan aparentemente simple.
Cada vez me doy más cuenta de lo desconectados que estamos de nosotros mismos, de nuestro cuerpo, de nuestras emociones, de nuestros sentimientos.

Comprometernos con nosotros mismos para estar más conectados con nosotros, para sentirnos más, para respetar lo que sentimos es un camino seguro de sanación, de crecimiento, de superación. Esto no te lo van a contar en ninguna consulta, en ningún contacto con el sistema sanitario. Deberían, sin ello muchas pruebas, pastillas y recomendaciones no servirán absolutamente de nada.





miércoles, 8 de octubre de 2014

Comodidad tóxica




Estamos hartos de tanta corrupción, del gobierno, de los políticos. Hartos de noticias aciagas, de impuestos mal gestionados, del ruido, la contaminación... Pasamos muchas horas de la semana quejándonos... de los demás.

Paradójicamente tomamos poca conciencia del derrotero de nuestras vidas. Cómodas, sedentarias, rutinarias. Nos sentamos, comemos, dormimos. Nos sentamos, comemos, dormimos. El ser humano es animal de costumbres, repetimos los mismos caminos una y mil veces. Esa repetición, esa falta de conciencia termina ahogando y produciendo sufrimiento.

Médicas y enfermeras se ufanan a la hora de dar consejos a sus pacientes, consejos que estos conocen de sobra pero no son capaces de llevar a la práctica. Comer menos, moverse más, prescindir de comida basura, alcohol y otros tóxicos... como si fuera tan fácil. La gente prefiere una pastilla que le exima de salir de su comodidad. "Prefiero la pastilla del colesterol antes que hacer dieta" dice ufana una paciente. Es el sentir general, ¿para qué cambiar con lo que cuesta? Hay otros que se dan cuenta de esto y hacen su agosto.

La comodidad suele ser venenosa, como todo en exceso y nuestros tiempos (en la zona rica del planeta) son de muchos excesos.

Todo el mundo revisa anualmente su caldera de calefacción y pasa la inspección técnica de vehículos, tal vez deberíamos mirarnos de paso cómo andamos de comodidad.



Gnossienne No. 3 by Karen Marie Garrett on Grooveshark


martes, 7 de octubre de 2014

Ébola y Calma #ÉbolayCalma





La lamentable infección por el virus del Ébola de una profesional de la salud de Madrid nos permite reflexionar y sacar algunas conclusiones:



1. Los profesionales sanitarios estamos al lado del paciente y somos personal de riesgo, este caso lo ilustra.

2. Las enfermedades infecciosas con alta contagiosidad y sin cura conocida han de ser manejadas con mucha prudencia. Traer a dos personas infectadas desde otro continente ha puesto de manifiesto las debilidades del gobierno en materia de cooperación y salud pública. Los recortes se notan. La expatriación de estas dos personas ha costado más que montar un hospital completo en África y no ha servido de nada más que para complicar las cosas. El tratamiento que iban a recibir allí es el mismo que aquí. La historia de la medicina nos recuerda la importancia de las cuarentenas. Ante una amenaza de epidemia es fundamental proteger el bien común y no andar cambiando de sitio a los pacientes. 

3. Los protocolos no son infalibles. Cuando los riesgos son altos la seguridad ha de serlo más.

4. Las estructuras de salud pública de Madrid han sufrido una enorme desmantelación, tan solo persiste un mínimo armazón. Lo mismo ocurre con el hospital Carlos III.

5. La gestión de casos complejos no debe dejarse al albur del político de turno sino de los máximos expertos en las disciplinas afectadas.

6. La población debe saber que sus profesionales sanitarios y el sistema al completo seguirá trabajando para ellos como hemos hecho siempre.

7. No nos enfrentamos a una situación de catástrofe, tan solo a una amenaza. El riesgo de epidemia en España es mínimo debido a las condiciones de vida y al potente sistema sanitario.

8. Sé que quizá tenga sus razones para no creer el mensaje de tranquilidad de la ministra Mato. No voy a hablar de ella. Pero sí le diré que en este momento no hay nada que temer. Si se detectasen más casos serían convenientemente aislados y tratados con las mejores medidas de soporte disponibles.

9. No hay ninguna duda de que las políticas de exclusión del sistema sanitario del gobierno actual (RD16/2012) afectarán más que cualquier infección la salud y la vida de muchos cientos de miles de personas en España. Esto conviene subrayarlo.

10. La mejor información disponible se la facilitarán sus profesionales sanitarios de referencia. 









Información del Ministerio de Sanidad

Información Unión Europea

 Información del CDC  (Centro de control de Enfermedades de EEUU)

Wikidanidad   Ébola y Calma

Twitter  #Ébolaycalma

Equipos de protección y protocolos, por Miguel Ángel Mañez

Uso de vídeo por profesionales de la salud







La iniciativa #videosysalud sigue moviendo ideas. El equipo promotor de la jornada te da sus razones para que los profesionales de la salud usen este lenguaje con sus pacientes,

No es necesario esperar a que te lo mande tu jefe.
No es necesario esperar a que lo hagan otros por tí.



Si quieres puedes.


lunes, 6 de octubre de 2014

Turbulencias vitales













Foto Wikipedia






Hay problemas que irrumpen en nuestra vida como un comprimido efervescente en un vaso de agua. Donde antes había quietud y claridad ahora hay turbulencias y burbujas, todo se agita y no hay forma de ver nada a su través. El agua parece entrar en pánico, nuestras vidas también. Nos retorcemos, tratamos de escapar pero todo es inútil. Allá donde vayamos nos acompaña esa desagradable efervescencia. En el trabajo no conseguimos concentrarnos, en casa estallamos cada dos por tres y estamos inaguantables. No conseguimos paz ni a solas ni con otros. Todo está lleno de infinitas burbujas que nos recuerdan nuestra permanente desazón.


¿Hay alguna forma de recuperar la tranquilidad?

Si, basta con dejar el vaso quieto en la mesa y contemplarlo en silencio hasta que las burbujas terminen por marchar. Esto puede tardar de minutos a días según la circunstancia, pero al final el vaso quedará de nuevo en calma, transparente y sereno.

Algo aparentemente tan sencillo nos resulta dificilísimo y tratamos en vano de buscar atajos por doquier. Distracciones, alcohol, drogas, somnolencia, ocupaciones, tranquilizantes, antidepresivos y un largo etcétera.

Cuando estas turbulencias llevan a una persona a la consulta de un médico hay muchas posibilidades de que salga de ella con alguna receta en la mano. En cinco minutos no se puede hacer mucho. Mi prioridad es personalizar al máximo la pequeña intervención que puedo realizar en consulta. Tratar de explicar lo que está pasando, detectar patología y si no la hay normalizar la situación. Fortalecer los recursos de la persona para adaptarse a la situación que le sobrepasa, orientar ante las opciones existentes y dejar la puerta abierta para una futura visita.


Y si no es posible hacer nada de lo anterior por lo menos dar una imagen que dé algo de luz a la persona. La que ilustra este post es una posibilidad.



 

domingo, 5 de octubre de 2014

Relato: La desesperanza





Desde que la conocía sabía que su principal problema de salud se llamaba desesperanza. Era joven pero su cara traslucía una profunda desazón, un velo de contínua infelicidad. Acudía cada cierto tiempo a consulta por problemas físicos, dolores de espalda, insomnio, cefaleas, cansancio crónico... Pura desesperanza, un mal ante el que la medicina moderna es del todo ineficaz. Años después fue diagnosticada de un problema digestivo que requirió una operación. No llevaba bien lo de la bolsa de colectomía, de hecho la confinaba en casa. Sentía pánico tener que evacuar heces estando en la calle y que el adhesivo se despegase.

Escucharla con la máxima atención, comprender nítidamente lo que la estaba pasando no era suficiente. Ella necesitaba cambiar algo para lo que los antidepresivos, tranquilizantes y quimioterapias no servían. La dejó hablar veinte minutos y desgranar uno a uno todos los problemas que sitiaban su alma en un cuadro que semejaba el infierno de Brueghel. Cuando hubo terminado decidió hacerle una pregunta que había surgido con fuerza mientras escuchaba. No acertó, no era la pregunta adecuada. Añadió entonces unas recomendaciones realmente pertinentes que mejoraban mucho su calidad de vida. Fueron bien recibidas. Empatizó, trató de reforzar las capacidades de desahogo y curación de la propia paciente. Terminó con un comentario agradable y una sincera sonrisa. Ella se la devolvió al darle la mano para salir, incluso le miró a los ojos, cosa que le costaba mucho hacer.

En el silencio posterior se sentía inquieto. Tuvo que salir del despacho y caminar despacio en soledad por la parte posterior del ambulatorio. Había fallado. No había conseguido pulsar la cuerda adecuada. La paciente había perdido diecinueve kilos, las cosas no iban bien. Respiró hondo. Lo volvería a intentar.