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viernes, 2 de noviembre de 2018

¿Qué redes sociales recomendamos a nuestros pacientes? What social networks do we recommend to our patients?




Social prescribing is not yet a widespread health practice. Health professionals tend to focus on the body for which we recommend medications or improvements in lifestyle. Few health professionals work with a real biopsychosocial approach that integrates the psychological and social dimensions of the person and consequently includes them in the conversation, both in the anamnesis phase and in the recommendations phase. However, our society suffers a very serious epidemic of loneliness that affects many more people than we think. There are countless children alone, migrating from one extracurricular activity to another, many lonely old people anchored to a chair and intoxicated by television, many people whose main occupation is domestic chores who feel intolerably lonely and countless professionals who carry out their work with a feeling of isolation and helplessness. It is true that we are surrounded by a deafening background noise that gives us the illusion of being in the company of crowds, but it is a false mirage, when one approaches the noise in search of company will find absolutely no one.

Social prescription deals with opening the door of resources in the community where the person who asks for help lives. Advising and encouraging them to come out of their state of loneliness, difficulty or isolation and find other people with whom to communicate and interact. And we're not talking about advising Facebook, Instabram, Twitter or otherwise, that we already use too much. It's about remembering that the social network by autonomasia is the real one, the one formed by flesh and blood people who are our neighbors, relatives, friends and acquaintances.

Perhaps it would be good for us to remember the value of those slow and analogical everytime networks: the park, the walk, the coffee shop... as doctor Bernardino Oliva reminds us becouse besides being a seasoned doctor he is a good connoisseur of life.

It is true that health professionals must provide their patients with the right amount of information, resources, Internet links and reading recommendations. But it is also important to find out how they go about loneliness and human support in order to strengthen social seams when life offers tears and holes amidsts of illnesses or life crises.










La prescripción social aun no es una práctica sanitaria extendida. Los profesionales de la salud solemos centrarnos en el cuerpo para el que aconsejamos medicamentos o mejoras en los hábitos de vida. Son pocos los sanitarios que trabajan con un enfoque biopsicosocial real que integre la dimensiones psicológica y social de la persona y en consecuencia las incluya en la conversación, tanto en la fase de anamnesis como en la de recomendaciones. Sin embargo nuestra sociedad sufre una gravísima epidemia de soledad que afecta a muchas más personas de las que pensamos. Hay incontables niños solos, migrando de una actividad extraescolar a otra, muchos ancianos solos anclados a una silla e intoxicados de televisión, muchas personas cuya ocupación principal son los quehaceres domésticos que se sienten intolerablemente solas e incontables profesionales que desarrollan su labor con sensación de aislamiento e indefensión. Es cierto que estamos rodeados de un ruido de fondo ensordecedor que nos aporta la ilusión de estar en compañía de multitudes, pero es un espejismo falso, cuando uno se acerca al ruido en busca de compañía no encontrará absolutamente a nadie.

La prescripción social consiste en abrir a la persona que solicita ayuda la puerta de recursos en la comunidad donde reside. Aconsejar y animar para que salga de su estado de soledad, dificultad o aislamiento y encuentre a otras personas con las que comunicarse e interactuar. Y no hablamos de aconsejar que el personal frecuente Facebook, Instabram, Twitter o demás, eso ya lo hacemos en exceso. Se trata de recordar que la red social por autonomasia es la real, la que forman las personas de carne y hueso que son nuestros vecinos, familiares, amistades y conocidos.

Tal vez nos venga bien recordar el valor de esas redes lentas y analógicas de toda la vida: el parque, el paseo, el café... como bien nos recuerda Bernardino Oliva que además de ser un médico avezado es un buen conocedor de los mimbres de la vida.

Es verdad que los profesionales de la salud deben proveer a sus pacientes una cantidad de información adecuada a cada cual, proporcionar recursos, enlaces a Internet y recomendaciones de lectura. Pero también es importante averiguar como van de soledades y apoyos humanos para poder fortalecer las costuras sociales cuando la vida ofrezca desgarrones y boquetes de la mano de enfermedades o crisis vitales variadas.