domingo, 2 de mayo de 2021

Silencio. Silence. 安靜

 


Foto de Luis Gaspar @LuisGasparLab




Tras muchos años escribiendo un blog y participando en redes sociales me voy dando cuenta de que cada vez hago menos ruido. Es inevitable mantener un mínimo, pero parece objetivo decir que abro menos la boca. Conozco muchos casos de compañeros que durante este tiempo desaparecieron, cansados, quemados o directamente contrariados. De un día para otro ya no estaban. Siempre entendí que es una posibilidad, una de las pocas que nos demuestra que tenemos algún pequeño grado de libertad en la recámara. En mi caso tengo varias razones, la primera tiene que ver con la pandemia que como a todos me alcanzó como una gran ola marina, me derribó, me dio bastantes vueltas y me hizo tragar una considerable cantidad de agua salada. Tras las marejada oceánica, o más bien de comparsa, vino un viento furioso y cansino de grito y de ruido. Los medios de comunicación, las pantallas y las redes sociales se pusieron como locas en una espiral de opiniones, descalificaciones, tontunas y demás que azuzaron el miedo y el enfado hasta límites nunca vistos. Ante tanto desvarío muchos nos tuvimos que activar en modo supervivencia, y esto implica cultivar y expandir silencio.

La segunda razón tiene que ver con la impotencia al relacionarme con mi trabajo y con la sociedad. Esa sensación de no poder hacer pese a ver el desastre aproximarse. Esa comprensión que te obliga a entender que el barco se hundirá pase lo que pase. Lo he visto de primera mano en mi centro de salud. Ni siquiera una pandemia como la que hemos vivido ha servido para que nos refuercen, potencien o reformen. No hubo rastreadores, fuimos nosotros, no hubo refuerzos de médicos y enfermeras, tuvimos que desdoblarnos y deslomarnos, no hubo mejoras de gestión, ni reducción de la burocracia, ni nuevos planteamientos estratégicos, hemos seguido haciendo lo que buenamente hemos podido. La sanidad se ha manifestado a las claras como una sanidad zombi, ni viva ni muerta. Fiel reflejo de una sociedad que a su vez avanza en un proceso de “zombificación” y en la que las instituciones y la política se van alejando de la vida para convertirse en entes grises cada vez más incapaces de dar el servicio para el que fueron encomendadas.

Y la tercera razón que pude argüir tiene que ver conmigo. Con la profunda necesidad de callar para alejarme del bullicio de la costa y remar mar adentro. Y mar adentro, como en el desierto, uno inevitablemente tiene que vérselas con sigo mismo. En esa bastedad vacía descubrimos que estamos habitados por una presencia que nos trasciende, algo difícil de nombrar pero dotado de una fuerza fundante que mana como fuente y que al beberla nos regala fuerza, vida y sentido. 


En estos tiempos lo fácil es unirse a la turba y gritar sin parar. No me busquen ahí. Nunca fue mi sitio. Si quieren encontrarme estaré por despoblado, caminando quizá mirando nubes. 






Silence

After many years writing a blog and participating in social networks I am realizing that I am making less and less noise. It is inevitable to maintain a minimum, but it seems objective to say that I open my mouth less. I know many cases of colleagues who during this time disappeared, tired, burned out or directly disgruntled. From one day to the next they were gone. I always understood that it is a possibility, one of the few that shows us that we have some small degree of freedom. In my case I have several reasons, the first has to do with the pandemic that, like everyone else, hit me like a big ocean wave, knocked me down, tossed me around a lot and made me swallow a considerable amount of salt water. After the oceanic tidal waves, or rather as a companion, came a furious and tiring wind of shouting and noise. The media, the screens and the social networks went crazy in a spiral of opinions, disqualifications, nonsense and others that whipped up fear and anger to unprecedented limits. Faced with so much raving, many of us had to activate survival mode, and this implies cultivating and expanding silence.

The second reason has to do with the impotence when relating to my work and to society. That feeling of not being able to do anything despite seeing disaster approaching. That realization that forces you to understand that the ship will sink no matter what. I have seen it firsthand in my health center. Not even a pandemic like the one we have lived through has served to strengthen, empower or reform us. There were no trackers, it was us, there were no reinforcements of doctors and nurses, we had to split up and get out of the way, there were no improvements in management, no reduction in bureaucracy, no new strategic approaches, we have continued to do what we have been able to do. The healthcare system has clearly shown itself to be a zombie healthcare system, neither alive nor dead. A true reflection of a society which in turn is advancing in a process of "zombification" and in which institutions and politics are moving away from life to become gray entities increasingly incapable of providing the service for which they were entrusted.

And the third reason I could argue has to do with me. With the deep need to be quiet in order to get away from the hustle and bustle of the coast and row out to sea. And out to sea, as in the desert, one inevitably has to deal with oneself. In that empty wasteland we discover that we are inhabited by a presence that transcends us, something difficult to name but endowed with a founding force that flows like a fountain and that when we drink it gives us strength, life and meaning. 

In these times it is easy to join the mob and shout without stopping. Don't look for me there. It was never my place. If you want to find me, I'll be in the wilderness, walking, maybe looking at clouds. 


安靜

自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

多年寫博客並參與社交網絡後,我意識到自己發出的聲音越來越少。保持最低水平是不可避免的,但是說我少張開嘴似乎是客觀的。我知道許多同事在這段時間裡消失,疲倦,疲憊或直接不滿。從一天到第二天,他們都不見了。我一直都知道這是一種可能性,它是向我們表明我們有一些小自由度的少數可能性之一。就我而言,我有幾個原因,第一個與大流行有關,大流行像其他所有人一樣,像大海浪一樣襲擊我,把我撞倒,丟了很多東西,使我吞下了大量的鹽水。伴隨著海潮,或者更確切地說,是伴隨著海潮,狂怒而又累人的呼喊聲和喧鬧聲傳來了。媒體,銀幕和社交網絡瘋狂地瘋狂上升,形成一連串的觀點,取消資格,胡說八道和其他將恐懼和憤怒激化到前所未有的極限的趨勢。面對如此瘋狂的狂歡,我們許多人不得不激活生存模式,這意味著要培養和擴大沉默。

第二個原因是與我的工作和社會有關的無能。儘管看到災難臨近,但仍無能為力的感覺。這種認識迫使您了解無論如何該船都會沉沒。我已經在我的健康中心親眼目睹了它。甚至沒有像我們經歷的那種大流行那樣有助於加強,授權或改革我們。沒有追踪者,是我們,沒有醫生和護士的增援,我們不得不分拆並擺脫困境,沒有改善管理,沒有減少官僚作風,沒有新的戰略方針,我們一直在繼續去做我們已經能夠做的事。醫療保健系統已經清楚地表明自己是一個殭屍醫療保健系統,既沒有生命也沒有死亡。一個社會的真實反映,而這個社會反過來又在“僵化”進程中前進,在這種社會中,制度和政治正在脫離生活,成為越來越無法提供他們所委託的服務的灰色實體。

我可以爭論的第三個原因與我有關。迫切需要保持安靜,以便遠離海岸的喧囂,直奔大海。出海,就像在沙漠中一樣,不可避免地要對付自己。在那片空曠的荒原中,我們發現自己被一種超越我們的存在所居住,這種事物很難命名,卻擁有像噴泉一樣流動的建立力量,當我們喝酒時,它賦予了我們力量,生命和意義。

在這種情況下,很容易加入暴民而不會停下來。不要在那找我。那從來都不是我的地方。如果您想找到我,我將在曠野裡散步,也許看著雲層。

1 comentario:

Juan Antonio García Pastor dijo...

Bonita reflexión de cómo acabamos hacia el diálogo interior como para tomar impulso, tras el revolcón inicial de la 1° ola y tras la soledad de consultas sin pacientes y de la ineficaz respuesta en refuerzos y recursos
Sigue escribiendo aunque sea a cuentagotas
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