lunes, 2 de octubre de 2017

Comunicar es la esencia de las profesiones de la salud




Para escribir diario de un médico descalzo fueron necesarias muchas manos. Y para leerlo muchas más. Porque un libro es una conversación asíncrona entre un autor junto a los que le ayudan, corrigen o sugieren y los lectores que más tarde disfrutarán del texto. De momento han intervenido más de cien personas en su preparación y lo han descargado el primer día varios cientos.

Se ha abierto pues una línea de comunicación que surge de un médico con ganas de escribir. El blog que llevo años compartiendo supera las dos mil páginas y ha recibido millones de visitas. Por eso sentía necesario explorar otros canales. El nuevo texto es aún muy joven, pero tiene una misión clara: comunicar aquello que cada profesional de la salud intenta compartir cada día con sus pacientes. Contarlo de otra forma, arriesgarse para hacerse entender.

Es necesario explicar salud y enfermedad, vida y muerte, y hacerlo de maneras que lleguen a la gente. No todo es susceptible de arreglarse con tecnología o medicamentos. El misterio del sufrimiento humano a veces solo puede ser acompañado, no superado ni eliminado. Por eso me tiro a la piscina pública y cuento mi versión.

Si los lectores consideran que pueda servir para aliviar, aportar una pequeña luz de consciencia o facilitar ser más compasivos con las propias heridas, habremos cumplido la misión.






Ya han llegado las primeras pruebas de imprenta que son excelentes. El libro ya está disponible en tapa blanda.

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