viernes, 1 de febrero de 2013

Medicina alternativa o alternativa a la medicina

No es solo un retrúecano, es la solución al dilema sanitario actual. Los paradigmas salud y enfermedad han colapsado en nuestra sociedad. Ya no sirven. Decir esto es muy arriesgado, pero es la verdad. Nunca habiamos gozado de una mejor salud, de mejores indicadores de morbimortalidad, de mejores tratamientos y nunca nos hemos sentido más enfermos, con consumos de fármacos desaforados (los segundos a nivel mundial) y de recursos sanitarios (múltiples visitas al médico, pruebas diagnósticas...).




La salud no puede seguir siendo definida como bienestar, ni como bien de consumo. La medicina no puede seguir planteándose sobre una base de enfermedad que constituya su fundamento, sentido y objetivos. Ya no se puede mantener. Consume más recursos de los que tenemos, debilita a la sociedad y a las personas. No nos hace felices. 

Las medicinas complementarias florecen por doquier al ofrecer alternativas, formas distintas de entender la salud y la enfermedad, de ofrecer sentido. Y cuando uno está enfermo lo que quiere es curarse, y mientras lo consigue lo fundamental es encontrar sentido. En las consultas de hospitales y centros de salud me consta que no solemos conseguirlo. No abundaré en las razones, de sobra conocidas, en forma de sobrecarga asistencial del médico, tiempos de espera, retrasos, agobios y muchas veces falta de visión o de conciencia. Al médico se le forma con unas coordenadas, con unos mapas. Cuando las respuestas están fuera de ellos se suele perder. Y como a nadie le gusta errar perdido vuelve a sus viejos mapas, olvida responder, ovida dar sentido. 

Mientras unos postulan la venta de la sanidad pública a gestores privados y otros defienden el status quo, nadie parece darse cuenta de lo que la gente necesita. 
Dentro de la sanidad, cada cual trata de arreglar el sistema a su manera sin ser capaces de dar una respuesta global. Fuera de ella los pacientes asisten al hundimiento sin decir esta boca es mía, preocupados como están de sus problemas. De alguna forma esperan que haya algún sitio para ellos en los botes salvavidas. No pueden imaginar que ya están llenos, siempre lo estuvieron. En los botes van sentados los de siempre, para los demás esperan las frías aguas. 

Por eso me atrevo a aventurar que la solución no pasa por arreglar el sistema (en otros países profesionales sanitarios más inteligentes que nosotros no lo han conseguido), sino por buscar una alternativa a la medicina, algo mucho más profundo, algo mucho más radical. 

Hagamos el esfuerzo de imaginar por un momento una medicina basada en la salud, en la persona y no en la enfermedad y el paciente. Imaginemos una medicina comunitaria donde el centro no sea el sistema sanitario con grandes hospitales y costosa tecnología sino los determinantes en salud y los hábitos de vida. Una medicina mucho más tenue, más invisible, con menos aparataje, menos edificios, menos máquinas. En ella el protagonismo real sería de la persona, que recuperaría su responsabilidad en su cuidado y en el de su familia y comunidad. 
Los servicios sanitarios permanecerían en una discreta segunda línea en forma de un sistema sanitario
diferente, de base en centros de salud resolutivos con medicina personalizada cerca de donde vive la persona y con hospitales más pequeños con 4 funciones principales: 

1. Atender urgencias
2. Reagudizaciones de pacientes complejos.
3. Cirugía y traumatología
4. Investigación.

A todo lo demás se le daría respuesta en el centro de salud que estaría vinculado con grandes lazos a la comunidad que lo acoge.   El centro de salud no sería el centro de la salud, este estaría en la comunidad, en las relaciones de unos con otros, en el trabajo voluntario, en la red social real. 

Hay teóricos mucho más potentes que yo que ya han avanzado propuestas en este sentido. Sirva la actual como modesto intento de contar de nuevo que hay alternativas. Las necesitamos, las podemos construir. 


Foto: El mar muerto desde la estación espacial internacional por Chris Hadfield

     

miércoles, 30 de enero de 2013

La vacuna contra la enfermedad de Alzheimer tardará


Foto: 'and then, it was colour!'
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Hace unas semanas se hizo pública una investigación de una vacuna contra la enfermedad de Alzheimer en ratones. La expectación fue notable dada la sensibilidad que un tema como este suscita en nuestra sociedad.

La sociedad española de neurología pide cautela y ofrece una valoración de cinco puntos de la noticia:


  1. Los datos están basados en resultados obtenidos en modelos experimentales con ratones. Sin embargo estos modelos distan mucho de lo que constituye la enfermedad de Alzheimer, cuya duración, impacto e intensidad no es reproducible por el momento con animales.
  2. Por ahora los estudios realizados con fármacos y vacunas que se han mostrado útiles en los modelos animales han fracasado en los ensayos en humanos, sin poder recomendar su utilización en la enfermedad de Alzheimer.
  3. La enfermedad de Alzheimer es muy compleja, progresiva y de larga duración. Todavía no se conocen totalmente sus causas, aunque los esfuerzos a nivel mundial para prevenir y tratar esta enfermedad son muy importantes. Es por tanto prematuro anunciar resultados positivos en esta enfermedad basándose exclusivamente en resultados obtenidos con animales.
  4. El desarrollo de fármacos para la enfermedad de Alzheimer es largo, muy costoso y con una tasa de fracaso muy elevada. Por lo general, se requieren unos 10 años desde que un fármaco muestra resultados positivos en el laboratorio hasta que este tratamiento se puede aplicar a los pacientes.
  5. Pedimos por tanto cautela ante resultados obtenidos en trabajos no realizados en pacientes. La comunidad científica y médica debe también sopesar el impacto y las expectativas que pueden generar en los enfermos de alzhéimer y sus familiares.


martes, 29 de enero de 2013

La belleza nos sana

Foto: 'Forest dream!'
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Si fuera capaz de prescribir más belleza a mis pacientes sería un médico mejor. Se nos olvida la importancia  del poder transformador de la belleza. La naturaleza y las manifestaciones artísticas son potentes formas de recordar algo tan sencillo. En cualquier caso nunca está de más aprovechar cualquier oportunidad para rescatar la fuerza sanadora de la belleza. En la consulta médica, cuando el dolor o la enfermedad están presentes también es posible, aunque nuestra torpeza como clínicos nos lo ponga difícil.

En ciudades grises, en sociedades grises, en calles grises, en vidas grises... también hay belleza. Solo hay que estar un poquito pendiente y descubrir la línea personal que nos lleva por el camino exacto que nuestro corazón anhela. 

Revelation, a Visual Poem. from sebastien montaz-rosset on Vimeo.

lunes, 28 de enero de 2013

Two philosophies Dos filosofías

Foto: Liliana



"The problem, often not discovered until late in life, is that when you look for things in life like love, meaning, motivation, it implies they are sitting behind a tree or under a rock. The most successful people in life recognize, that in life they create their own love, they manufacture their own meaning, they generate their own motivation.
For me, I am driven by two main philosophies, know more today about the world than I knew yesterday. And lessen the suffering of others. You’d be surprised how far that gets you."


"El problema, que a menudo no descubrimos hasta tarde en la vida, estriba en que cuando buscamos cosas cotidianas como amor, sentido o motivación esperamos que estén tras un árbol o bajo una roca. Las personas con más éxito en la vida se dan cuenta que crean su propio amor, producen su propio sentido y generan su propia motivación.

Por mi parte sigo dos filosofías principales, conocer un poco más del mundo hoy de lo que sabía ayer y aliviar el sufrimiento de los demás. Te sorprendería lo lejos que esto te puede llevar"


Neil deGrasse Tyson  (via liquidlightandrunningtrees and Jay Parkinson) 

domingo, 27 de enero de 2013

El mejor libro de salud del año 2013




Se acaba de publicar, yo lo quiero leer. Y si hago una  recomendación previa a su lectura es por que sus autores gozan de mi absoluta confianza en el tema que abordan: los excesos de la medicina moderna. Y no lo hacen desde el expectáculo de salón o la tertulia televisiva. Los firmantes son dos prestigiosos médicos de familia, él además profesor reputado, ella internista, ambos buenos amigos.  Sano y salvo es un libro que aborda temas que nos interesan a todos. En 311 páginas nos lleva de la mano por temas de salud que afectan a todas las edades y a ambos sexos. Desde las mamografías hasta la prueba de la próstata, desde la vacuna del cancer ce cervix hasta los chequeos integrales. Si le apetece puede ver el índice de contenidos, seguro que lo encuentra apetecible.


Si desean escuchar a los autores podrán hacerlo en:

ZARAGOZA : presentación del libro y coloquio con los autores el 28 de enero, lunes, a las 19,30, en la librería Cálamo, Plaza San Francisco 4, 50006 (tel, 976 557 318). Apoya, Red Española de Atención Primaria (REAP). Acto público y gratuito.
MADRID: presentación del libro y coloquio con los autores el 29 de enero, martes, a las 19,30 horas, en la sección de librería de FNAC-Callao, c/ Preciados 28, 28013 (tel. 915 956 105). Acto público y gratuito.
BILBAO: presentación del libro y coloquio con los autores el 4 de febrero, lunes, a las 19,00, en la librería Elkar, c/ Licenciado Pozas, 14, 48011 (junto a la Dir Territorial Salud Bizkaia). Apoyan, Asociación Vasca para Defensa de la Salud (OSALDE) y Sociedad Vasca de Medicina de Familia (OSATZEN). Acto público y gratuito.





Nota de la editorial:

En este libro exploramos por qué el aumento en las expectativas de años vida de los habitantes de los países desarrollados apenas se ha traducido en incremento ni de la felicidad ni del bienestar personal y social (a más salud peor percepción de la misma, la paradoja de la salud).

 También sugerimos cómo superar este fracaso y lograr una sana salud disfrutando de la singularidad y de la fortaleza personal en armonía ambiental, biológica y social. 
 
Sobre todo, examinamos las pautas médicas que nos enferman al ofrecer una prevención sin límites que causa más daños que beneficios. Por ejemplo, es innecesario casi todo lo que se hace en el embarazo; son también inútiles los chequeos, en cualquier sexo y edad. Se trata de aprender a evitar la arrogancia de normas, cuestionarios y medidas que transforman el gozoso vivir en angustiosa preocupación por no verse dentro de los estrechos límites considerados como «normales» que se marcan con rigor más comercial que científico.

En este libro hemos utilizado lo mejor del conocimiento científico, clínico y lógico para analizar el buen uso de las medidas preventivas, con un lenguaje útil tanto para profesionales como para legos. Así, revisamos algunos ejemplos históricos de prevención (escorbuto, fiebre puerperal, cólera) para enlazar con el nuevo empuje (malsano) de la amigdalectomía. 
 
Analizamos las vacunas, el tabaquismo, el colesterol, la hipertensión, la osteoporosis, la hemocromatosis, la endocarditis, la evitación del embarazo, el embarazo, el parto, el puerperio y la lactancia, la muerte súbita del bebé, la menopausia y la andropausia. 
 
Respecto a la prevención secundaria (cribados, diagnóstico precoz) analizamos el cáncer de próstata, cáncer de útero, cáncer de mama, melanoma, neuroblastoma, cromosomopatias, hipoacusia y luxación congénita de caderas en el recién nacido y los chequeos.

Irónicamente, mientras se transforman a millones de sanos en enfermos por la aplicación excesiva de pautas preventivas, los pacientes complejos y con enfermedades crónicas "se pierden" en un sistema sanitario que todo lo pretende prevenir y termina viendo la enfermedad como un fracaso. Es mucho el daño que se hace con las actividades preventivas innecesarias, por su impacto en menor salud, por su coste y por el desvío de recursos de quienes los necesitan a quienes no los precisan. 
 
En este libro se propone como colorario el buen gobierno clínico de forma que profesionales y pacientes colaboren para lograr que la expectativa de vida se alargue pero sobre todo se goce.


sábado, 26 de enero de 2013

De la felicidad al sentido

 Foto: Mitxel Atrio Ambrosio



Hay palabras que nos quedan grandes, que por mucho que las transitemos jamás conseguiremos abarcar. Felicidad es una de ellas. Su horizonte es esplendido, vastísimo, amplio y lejano. Todos los sabios han tratado de coronar su cima, todos los artistas, los amantes, los viajeros...

En mi caminar como galeno acompaño a personas que transportan en sus manos los añicos de lo que alguna vez pudo ser felicidad. La enfermedad en su tozudez convierte nuestras vidas en jirones, la pampa en un cuartucho, el cielo despejado en lodazal.

Todo parece decir en nuestro tiempo que felicidad es puro bienestar, estilizadas figuras, belleza pura, aroma, delicia, glamour y lujo. Este espejismo que cada vez es seguido por turbas mayores conduce a muchos a páramos de desolación donde no hay nada. Bueno, si. Cadenas que de alguna forma terminan subyugando libertad y deseo.

En el sufrimiento propio y ajeno descubro que hay una posibilidad. Es posible mantener la compostura, la dignidad. Mis pacientes lo hacen y aprendo con ellos. Dentro del huracán del dolor propio hay un espacio donde podemos situarnos sin perder lo esencial: la postura, el equilibrio. Muchos no lo consiguen y caen. Terminan tirados por el suelo, envueltos en desesperación y llanto, en niebla y sinsentido.

Pero hay una posibilidad. El sentido es nuestro. No podemos dejar que nos lo quiten, no es de los banqueros, los políticos ni de nadie alejado del suelo. Recordar algo tan evidente reconforta.





Post dedicado a Ramiro Pinilla y Victor Abad, dos escritores vascos que saben mucho de sentido.


Foto: 'Close up of a dragonfly on a+Lotus+Flower+Bud+on+green+background+-+IMG_7149'
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viernes, 25 de enero de 2013

La desmantelación de la medicina rural

 Foto: 'Soleil'
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Los médicos de familia de zonas rurales son los que se enfrentan a una práctica asistencial más compleja. Manejan situaciones de mayor incertidumbre con menos recursos diagnósticos y terapéuticos. Con frecuencia tienen que tomar decisiones difíciles y suelen trabajar solos sin la ayuda de un equipo. Las zonas rurales suelen ser geográficamente dispersas y obligan a usar el coche personal para visitar a los pacientes en sus domicilios. Por otro lado suele existir mayor proporción de personas mayores.

El sistema sanitario debería posicionar a los mejores médicos en estos lugares, debería incentivarles más, reconocerles su labor. Sin duda es uno de los trabajos más complejos de todo el sistema sanitario, tenemos médicos rurales que son auténticos héroes. Sin embargo se hace lo contrario, cada vez quitan más recursos y se castiga más a los que elijen estos destinos. Hoy pongo el ejemplo de Castilla la Mancha. Cada vez menos servicios de urgencias, cada vez menos médicos en zonas rurales. Lo hemos visto en las noticias. Lo que de momento no podrán ver en los telediarios es algo más grave. Cuando un médico se jubila se amortiza su plaza, es decir, se prescinde de la misma.Esto implica que desaparece un médico de un pueblo. Su consulta deberá ser atendida por otro médico de otro pueblo cercano, que dedicará menos horas e invertirá más tiempo en desplazamientos.  En caso de bajas largas hay ocasiones que no se cubren con suplente, esto implica que durante meses los pacientes son atendidos de forma irregular por un médico o médicos que no es el suyo y que acudirá a regañadientes desatendiendo su consulta para cubrir esta situación que deja de ser eventual para convertirse en habitual.

Por poner varios ejemplos de Castilla la Mancha citaré el de Escalona, donde  una baja de larga duración se va a dejar de cubrir y una próxima jubilación quedará vacante. En Valmojado tienen otra baja de larga duración sin cubrir, en Torrijos han unido dos cupos de dos pueblos, otro médico menos, en Alameda de la Sagra lo mismo... A esto se añade la supresión de la figura de correturnos que cubría los salientes de guardia del equipo. Si, además de tener que hacer guardias de noche, ahora tendrán que cubrirse la libranza del dia siguiente entre los demás compañeros...


Por mucho que estos médicos pongan la mejor voluntad, así no se puede trabajar bien. La asistencia sanitaria no puede ser de calidad. Como todo el mundo comprende, un paciente anciano descompensado requiere mucho tiempo. Si hay que visitarle a kilómetros de distancia, todavía más. Esta política conseguirá que en esas condiciones nadie quiera trabajar en zonas rurales por la penosidad de las condiciones. La supuesta igualdad de los españoles se está resquebrajando. Salen perdiendo como siempre, ancianos, personas con menos recursos y zonas rurales.

Me causa zozobra ver como el señor Carromero y otros muchos "asesores" con sueldos mayores a 50.000 euros anuales medran tranquilos mientras otros tantos no dejan de mover maletines impúnemente. 

Señores gerentes sanitarios, señores políticos por ahí no van bien.






jueves, 24 de enero de 2013

La medicina del futuro

 Muchos "expertos" nos pintan una medicina del futuro llena de glamour tecnológico. Medicina genómica, aplicaciones móviles, tablets que toman la tensión y hacen electrocardiogramas en nuestro domicilio, lindas azafatas presentando la cura de muchas enfermedades...

No se lo crean. La medicina del futuro será mas cutre. Al menos en Europa. Los sistemas sanitarios públicos colapsarán, sus servicios tendrán mayores listas de esperas, sus profesionales estarán todavía más saturados, todo menguará....


La medicina de mayor calidad a día de hoy es tener accesible un médico y una enfermera que se interesen por ti y puedan dedicarte un tiempo suficiente. Pero cada vez hay menos tiempo, cada vez hay más sobrecarga para los médicos. En mi caso 2200 pacientes, una residencia de ancianos y mucha burocracia. Ahora todavía más, dado que el nuevo enfermero de mi cupo de pacientes me ayuda algo menos con las recetas de los pacientes crónicos que la enfermera anterior.

Quizá este horizonte termine de forzar un cambio, dada la tendencia al infinito de las necesidades de salud de una población que cada vez se siente más enferma. La solución pasa por que cada cual se responsabilice de su propia salud, de la gestión de su propia salud. Y solo se deleguen al médico las cuestiones verdaderamente complicadas que no son susceptibles de manejo por el ciudadano.

En dos palabras: sentido común. Casi nada.








LUX AETERNA from Cristóbal Vila on Vimeo.

miércoles, 23 de enero de 2013

¿La ira nos quita salud?

Foto: 'YARGHHH!'
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Como todo en la vida, la dosis es la clave. La ira es consubstancial al ser humano. En nuestras sociedades occidentales la manejamos mal. Es cierto que hemos avanzado, pero seguimos explotando y agrediendo cuando sentimos un subidón de ira en nuestro interior.

La ira tiene potentes efectos positivos. Es una fuerza que permite nuestra supervivencia y la evolución de la especie. También tiene grandes efectos deletéreos en nosotros y en nuestro entorno cercano.

Se precisa mucha inteligencia emocional y mucha conciencia para manejarla bien. Y podemos decir qué de la forma que la manejemos dependerá en gran parte nuestra serenidad.

La ira va a existir siempre, aparecerá cuando menos la esperemos como una patata caliente en nuestras manos. En ocasiones sabremos qué hacer, en otras no. En ocasiones agrederemos a otros o a nosotros para calmarla, en otras no.

Su exceso o mala gestión erosiona la salud, eso ya lo sabían los antiguos chinos hace miles de años. De alguna manera lo hemos sabido siempre.

Ayer nevó en la sierra madrileña y tiñó de blanco la localidad donde trabajo. Contemplar la nieve caer es un espectáculo de gran elengancia. Cada copo cae con suavidad y colabora a cambiar el aspecto de la realidad. Hay una gran fuerza en esa suavidad que contrasta con la que la ira genera.



Terminamos apuntado 6 efectos positivos de una ira bien manejada con un post de Psicology blog, traducido por Yoriento:



“El valor de la ira: 6 beneficios psicológicos de enfadarse.”
Hay todo tipo de buenas razones, sensatas y civilizadas razones para evitar enfadarse. No sólo te hace sentir mal, también te hace hacer y decir cosas estúpidas sin darte cuenta del riesgo y la autodestrucción que pueden conllevar. Por eso la gente se esfuerza por suprimir, redirigir y ocultar su ira. La mayoría de nosotros tratamos nuestro cabreo como si fuese irracional e impresentable. Pero como cualquier emoción, el cabreo también tiene su misión, y puede ser utilizado con efectos positivos.

1. El cabreo es una fuerza motivadora
En ocasiones escuchas gente que habla sobre utilizar el cabreo como una fuerza motivadora ‘transformando el enfado en una energía positiva’. El enfado puede empujarnos hacia delante para conseguir nuestros objetivos ante los problemas que puedan surgir.
Por ejemplo, en un estudio se le mostró a los participantes objetos que asociaban con una recompensa. Otros fueron expuestos primero a caras de ira. Estos últimos a los que les enseñaron caras cabreadas estaban más predispuestos a querer los objetos que se les mostraron a continuación. (Aarts et al., 2010).
Cuando vemos algo ventajoso, lo queremos con más interés cuando estamos enfadados. Por lo tanto, bien usado, el cabreo constructivo puede hacer que te sientas fuerte y con poder que te impulse a conseguir lo que quieres.

2 La gente cabreada es más optimista
Quizá suene raro, pero la gente cabreada tiene algo en común con la gente feliz y es que ambos tienden a ser más optimistas.
En un estudio sobre el temor al terrorismo (Lerner et al. 2003) llevado a cabo tras los ataques terroristas del 11 de septiembre, los participantes que experimentaron más temor y menos ira fueron más pesimistas acerca de la posibilidad de posteriores ataques en el futuro.

3 El cabreo puede beneficiar las relaciones
El enfado es una reacción natural cuando somos tratados injustamente por los demás y es una forma de comunicar este sentimiento de injusticia . Pero la sociedad nos dice que es peligroso y que debemos esconderlo. ¿Cómo influye esto en nuestras relaciones?
Curiosamente, otra investigación ha mostrado que esconder el enfado ante relaciones más cercanas puede ser perjudicial (Baumeister et al., 1990). El problema es que al esconder tu enfado, tu pareja o compañeros non saben si han hecho algo mal. Y pueden continuar haciéndolo, lo que no hace ningún bien para tus relaciones. La expresión del cabreo, si es de forma justificada y con el objetivo de encontrar una solución, más que por el hecho de vengarte, puede realmente ser beneficioso y hacer más cercanas tus relaciones.

4 El cabreo te da perspectiva de ti mismo
El cabreo puede también ayudarte a conocerte, si te dejas.
A una muestra de americanos y rusos se les preguntó sobre cómo los estallidos de ira recientes les habían afectado (Kassinove et al., 1997). El 55% afirmó que enfadarse les había resultado positivo. El tercio superior de este grupo dijo que la ira les proporcionó una idea de si mismos y de su propios errores.
Si podemos darnos cuenta cuando nos cabreamos y por qué, entonces podremos aprender cómo mejorar nuestras vidas. El enfado puede motivar nuestro propio cambio.

5 El cabreo reduce la violencia
Aunque el enfado a menudo precede a la violencia física, el cabreo también es una forma de minimizar la violencia porque es un señal social muy fuerte que indica que una situación ha de resolverse. Cuando otros ven la señal están más motivados para intertar aplacar a la parte cabreada.
Imagina un mundo sin cabreo donde la gente no tuviese un método para mostrar sus sentimientos antes las injusticias. ¿Podrían recurrir directamente a la violencia?

6 El cabreo como estrategia de negociación
El cabreo puede ser un método legítimo de conseguir lo que quieres. En un estudio relativo a negociación, los participantes hicieron más y mayores concesiones y pocas peticiones a una persona cabreada que a una que estaba feliz (Van Kleef et al., 2002).
Así que hay algunas evidencias de que la ira puede utilizarse como estrategia de negociación. Pero no se trata simplemente de perder los papeles para pretender conseguir así lo que quieras.
La ira es probable que funcione mejor cuando esta justificada, si apareces poderoso y cuando las opciones de la otra parte son limitadas Sinaceur & Tiedens, 2006; Van Kleef et al., 2007).

Las tres características del cabreo constructivo
El cabreo puede reducir la violencia, beneficiar las relaciones, promover el optimismo y ser una fuerza motivadora útil pero puede fácilmente ser destructivo. Son las emociones humanas: la tranquilidad no siempre es buena y la ira no siempre es mala, aunque podamos sentirlo así. Una persona infeliz está también más predispuesta a encontrar errores y una persona enfadada está más motivada a actuar. Necesitamos tener presente que incluso las emociones de miedo y peligro pueden tener su lado positivo, siempre que las usemos para un correcto propósito.
Las personas parecen entender de forma inconsciente los beneficios del cabreo. Un estudio encontró que los participantes que iban a formar parte de un juego de confrontación estuvieron más predispuestos a escuchar música rabiosa de antemano o volver a pensar en las cosas que habían hecho que se enojaran (Tamir et al, 2008). A partir de ahí fueron al juego mejor preparados porque se sentían más cabreados.

Veamos las tres características de un enfado eficiente contra una o varias persona:
1 Que la persona que es causa del enfado esté presente
2 Que esté justificado y sea proporcional al perjuicio causado
3 Y que sea expresada como el primer paso en el intento de solucionar un problema más que como un escape del mal sentimiento.


The Upside of Anger: 6 Psychological Benefits of Getting Mad

1. Anger is a motivating force

You sometimes hear people talking about using anger as a motivating force by 'turning anger into positive energy'. In fact anger itself is a kind of positive energy and a powerful motivating force. Research has shown that anger can make us push on towards our goals in the face of problems and barriers.
In one study participants were shown objects they associated with a reward. Some, though, were first exposed to angry faces. Those shown the angry faces were more likely to want objects they were subsequently exposed to (Aarts et al., 2010).
When we see something as beneficial, we want it more when we're angry. So, when used right, constructive anger can make you feel strong and powerful and help push you on to get what you want.

2. Angry people are more optimistic

It may sound like an odd thing to say, but angry people have something in common with happy people. That's because both tend to be more optimistic.
Take one study of fear of terrorism carried out in the aftermath of the 9/11 terrorist attacks. In this study those experiencing anger expected fewer attacks in the future (Lerner et al., 2003). In contrast those experiencing more fear were more pessimistic about the future and expected further attacks.

3. Anger can benefit relationships

Anger is a natural reaction to being wronged by someone else and it's a way of communicating that sense of injustice. But society tells us anger is dangerous and we should hide it. What does this do to our personal relationships?
Oddly enough research has shown that hiding anger in intimate relationships can be detrimental (Baumeister et al., 1990). The problem is that when you hide your anger, your partner doesn't know they've done something wrong. And so they keep doing it. And that doesn't do your relationship any good.
The expression of anger, if justifiable and aimed at finding a solution rather than just venting, can actually benefit and strengthen relationships.

4. Anger provides self-insight

Anger can also provide insight into ourselves, if we allow it.
A sample of Americans and Russians were asked about how recent outbursts of anger had affected them (Kassinove et al., 1997). 55% claimed that getting angry had let to a positive outcome. One top of this one-third said that anger provided an insight into their own faults.
If we can notice when we get angry and why, then we can learn what to do to improve our lives. Anger can motivate self-change.

5. Anger reduces violence

Although anger often precedes physical violence, it can also be a way of reducing violence. That's because it's a very strong social signal that a situation needs to be resolved. When others see the signal they are more motivated to try and placate the angry party.
If you're still not convinced that anger might reduce violence, imagine a world without anger where people had no method for showing how they felt about injustice. Might they jump straight to violence?

6. Anger as negotiation strategy

Anger can be a legitimate way to get what you want. In one study of negotiation participants made larger concessions and fewer demands of an angry person than one who was happy (Van Kleef et al., 2002).
So there's some evidence that anger can be used as a negotiation strategy, but it's more complicated than that. You can't just lose your rag and expect to win everything you want.
Anger is likely to work best when it's justified, if you appear powerful and when the other side's options are limited (Sinaceur & Tiedens, 2006; Van Kleef et al., 2007).
In the right circumstances, then, it's possible to both get mad and get even.

Deadly sin or constructive emotion?

I say anger can reduce violence, benefit relationships, promote optimism and be a useful motivating force, but it can just as easily be destructive.
That's the wonder of human emotions: happy isn't always good and angry isn't always bad (although it may feel that way). An unhappy person is also more likely to spot mistakes and an angry person is highly motivated to act. We need reminding that even scary and dangerous emotions have their upsides, as long as they are used for the correct purpose.
The likely features of constructive anger are:
  • that the person who caused the anger is present,
  • that it is justified and proportionate to the wrongdoing,
  • and it is expressed as the first step in trying to solve a problem rather than just venting bad feeling.
People seem to unconsciously understand the benefits of anger. One study found participants who were about to play a game requiring them to be confrontational were more likely to listen to angry music beforehand or think back to things that have made them angry (Tamir et al, 2008). They then went on to perform better in the task because they felt more angry.
Used right, anger can be a handy tool. But use with caution as people find anger the most difficult of all the emotions to control.

martes, 22 de enero de 2013

Los miserables (sanitarios)







Hace años tuve el privilegio de trabajar en el centro de salud del barrio de Lavapiés en Madrid. Medicina de batalla. Teníamos el centro de salud en la calle Tribulete, un primer piso en una comunidad de vecinos a la que se accedía por una escalera, no había ascensor. En esa escalera hubo accidentes, paradas cardiacas y hasta una muerte... Disponíamos de una única sala de espera para 8 consultas que siempre estaba atestada, las paredes manchadas, el suelo sucio.En ella era habitual ver sentada a una abuelita incontinente junto a un alto chaval senegalés al lado de un chino enjuto y un consumidor de drogas. Era un barrio algo cutre, pero a mi me encantaba. La dignidad y alegría de la gente que allí vive anima el corazón. Durante esos años descubrí el significado de la palabra miseria. En las corralas entendí qué significa el eufemismo chavolismo vertical. Allí encontré a ancianos que sobrevivián en espacios diminutos, bajo tejados que ardían en verano y congelaban en invierno. Subiendo escaleras imposibles a sus  cuerpos desgastados. Allí disfruté las sonrisas de inmigrantes de 120 países que acudían a consulta cada día ayudándome a viajar sin salir del centro de salud. Hacíamos lo que podíamos, con una población desfavorecida social y económicamente pero inmensamente rica en valores, alegría y dignidad.


Estos días muchos sanitarios cavilamos cabizbajos ante el desmantelamiento de la sanidad pública que los políticos nos presentan. Ellos no conocen la miseria. No conocen lo que pasa cuando eres excluido social y encima estás enfermo... Hay una teoría llamada la deriva social que postula que los excluidos de cualquier sistema acumulan más enfermedad física y mental, más consumo de tabaco, alcohol y drogas, más mortalidad. Los pobres tienen peor salud y mueren antes. Un sistema sanitario justo debería tener esto en cuenta y disponer más recursos a los que más los necesitan y no al revés.

Volver atrás significa desatender, aún más,  a los desfavorecidos de barrios con menos oportunidades sociales o de zonas rurales. Volver atrás significa más miseria.

Y yo me pregunto ¿quiénes son los verdaderos miserables, los que padecen la miseria o los que la causan?

lunes, 21 de enero de 2013

En ocasiones las heces son más útiles que los antibióticos




Consumimos muchos más antibióticos de los necesarios. Nuestra sociedad medicalizada los reclama, y los servicios sanitarios los proveemos. A menudo de forma incorrecta por falta de indicación.

Estos días un equipo holandés ha demostrado que es más útil la infusión de heces de donante en el intestino de un paciente con infección por la bacteria Clostridium difficile, resistente a muchos antibióticos.

Es un ejemplo de creatividad. A nadie se le había ocurrido antes usar heces humanas para tratar una infección.



Ahora bien no se le ocurra comer heces por su cuenta... De momento no tenemos pruebas de que le sirva para sus procesos habituales.


Duodenal Infusion of Donor Feces for Recurrent Clostridium difficile

Els van Nood, M.D., Anne Vrieze, M.D., Max Nieuwdorp, M.D., Ph.D., Susana Fuentes, Ph.D., Erwin G. Zoetendal, Ph.D., Willem M. de Vos, Ph.D., Caroline E. Visser, M.D., Ph.D., Ed J. Kuijper, M.D., Ph.D., Joep F.W.M. Bartelsman, M.D., Jan G.P. Tijssen, Ph.D., Peter Speelman, M.D., Ph.D., Marcel G.W. Dijkgraaf, Ph.D., and Josbert J. Keller, M.D., Ph.D.
January 16, 2013DOI: 10.1056/NEJMoa1205037

Background

Recurrent Clostridium difficile infection is difficult to treat, and failure rates for antibiotic therapy are high. We studied the effect of duodenal infusion of donor feces in patients with recurrent C. difficile infection.

Methods

We randomly assigned patients to receive one of three therapies: an initial vancomycin regimen (500 mg orally four times per day for 4 days), followed by bowel lavage and subsequent infusion of a solution of donor feces through a nasoduodenal tube; a standard vancomycin regimen (500 mg orally four times per day for 14 days); or a standard vancomycin regimen with bowel lavage. The primary end point was the resolution of diarrhea associated with C. difficile infection without relapse after 10 weeks.

Results

The study was stopped after an interim analysis. Of 16 patients in the infusion group, 13 (81%) had resolution of C. difficile–associated diarrhea after the first infusion. The 3 remaining patients received a second infusion with feces from a different donor, with resolution in 2 patients. Resolution of C. difficile infection occurred in 4 of 13 patients (31%) receiving vancomycin alone and in 3 of 13 patients (23%) receiving vancomycin with bowel lavage (P<0 .001=".001" a="a" abdominal="abdominal" adverse="adverse" after="after" among="among" an="an" and="and" bacterial="bacterial" bacteroidetes="bacteroidetes" both="both" clostridium="clostridium" clusters="clusters" comparisons="comparisons" cramping="cramping" day.="day." decrease="decrease" diarrhea="diarrhea" differences="differences" diversity="diversity" donor-feces="donor-feces" donors="donors" events="events" except="except" fecal="fecal" for="for" group="group" groups="groups" healthy="healthy" in="in" increase="increase" increased="increased" infusion="infusion" iv="iv" mild="mild" no="no" observed="observed" on="on" p="p" patients="patients" proteobacteria="proteobacteria" showed="showed" significant="significant" similar="similar" species.="species." species="species" study="study" that="that" the="the" three="three" to="to" were="were" with="with" xiva="xiva">

Conclusions

The infusion of donor feces was significantly more effective for the treatment of recurrent C. difficile infection than the use of vancomycin. (Funded by the Netherlands Organization for Health Research and Development and the Netherlands Organization for Scientific Research; Netherlands Trial Register number, NTR1177.)


 Foto: 'Support Our Poops'
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domingo, 20 de enero de 2013

Cuatro preguntas para mejorar la sanidad

Las plantea Juan Tovar, jefe de servicio de cirugía pediátrica del hospital La Paz en el periódico el Mundo.


¿Tenemos en cuenta a los pacientes?
¿Se basan las decisiones políticas en pruebas científicas?
¿Tenemos en cuenta a los profesionales?
¿Promovemos la excelencia?



Cada respuesta negativa implicaría mala gestión. Hagan su análisis.



Imagen :'Elliott'
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"La crisis que estamos viviendo tras décadas de prosperidad amenaza al sistema sanitario que nos ha permitido equipararnos a otras sociedades privilegiadas con paraguas protectores semejantes que permiten vivir más y mejor y sentirse amparados ante la enfermedad y la muerte.
Aunque la catástrofe económica pone en cuestión la continuidad del actual modelo público sanitario (en lo más alto de la consideración popular), es seguro que la sociedad no quiere renunciar a él. Por eso conviene que nuestros responsables políticos (situados precisamente en lo más bajo de dicha consideración popular) absorban más información sobre estos asuntos de la que suelen pedir.
Tras 47 años al servicio de la sanidad pública y de la Universidad, me permito recordarles las prioridades que deberían inspirar la toma de decisiones sanitarias en estos tiempos revueltos:

1. Respeto a los pacientes

Hay que ofrecer a cada uno las mismas oportunidades en todo el territorio nacional. Se ha atomizado la asistencia compleja entre comunidades autónomas olvidando que sus poblaciones son dispares y que se trata mejor una enfermedad complicada donde se hace a diario que donde se hace ocasionalmente. Es imprescindible una regionalización o centralización de esta patología ya juiciosamente aceptada, por ejemplo, para la diálisis, las lesiones medulares, la hemofilia o algunos trasplantes.
Del mismo modo que no hay capitanías generales, arzobispados o tribunales supremos en todas las autonomías, no puede haber todos los servicios en todas ellas y dichas comunidades no tienen derecho a dificultar la transferencia de pacientes entre ellas hasta el punto de que no podamos ofrecerles calidad uniforme. Han de jerarquizarse y concentrarse los hospitales, no por autonomías, sino en función de la complejidad que sean capaces de asumir. Crear hospitales sin delimitar previamente su nivel funcional dispersa los pacientes complejos perjudicándoles y encareciendo los costes. Restablecer la equidad concentrando la complejidad puede ser doloroso para autonomías, centros y profesionales, pero es imprescindible. Este fenómeno se ha acentuado enormemente en Madrid con la atomización inducida por la apertura simultánea de múltiples hospitales a los que se ha asignado más procesos complejos de lo que era realmente necesario.

2. Basar en la evidencia las decisiones políticas

A los médicos y a los científicos se nos piden decisiones basadas en la evidencia. Protocolos y vías clínicas son rígidamente auditadas y a los sanitarios nos exigen responsabilidades cuando actuamos al margen de ellos. Las publicaciones científicas son críticamente escrutadas por expertos antes de aceptarse. Nada de esto ocurre con los políticos, quienes no se sienten obligados a responder de lo que hacen y a justificar por qué lo hacen.
Quizás creen que ser elegidos cada cuatro años les absuelve, por ejemplo, de abrir nuevos hospitales superfluos del mismo modo que sembraron el país de aeropuertos, autopistas de peaje y palacios de la música infrautilizados. Por eso suelen hacerlo sin transparencia y camuflando que no pagan (pagamos) al contado, sino con hipotecas, cuyas amortizaciones caerán sobre... sus sucesores.
Cuando está en riesgo un sistema sanitario público eficaz, tan caro en parte por culpa de estos políticos, no es de recibo pretender sin más que es más barato privatizarlo. No hay ninguna evidencia, sino más bien todo lo contrario, de que los hospitales privatizados sean más beneficiosos que los públicos, salvo para las empresas concesionarias (júzguese por los resultados de la comunidad valenciana o en el Reino Unido).
Es cierto que la gestión, o incluso la propiedad privada de hospitales puede ser eficiente, pero de ninguna manera se pueden equiparar centros públicos y privados sin que la concesión y la gestión de estos últimos sean transparentes y de que las exigencias de calidad sean las mismas para ambos. Esto no es un problema ideológico, sino técnico y requiere luz, taquígrafos, debate y sólida asesoría.

3. Respeto a los profesionales

Con los años que llevo a cargo de amplios equipos humanos y cuantiosos recursos, yo podría ser consejero o ministro de algo, quizás con más méritos que responsables sanitarios de formación jurídica o económica, pero ni se me pasaría por la cabeza tomar decisiones técnicas sin la debida asesoría.
Nuestros políticos parecen no profesar respeto alguno por quienes hemos construido un sistema sanitario universalmente reconocido. No solamente deciden cambios radicales sin consultarnos, sino que no nos escuchan al fijar el número de residentes, nos alejan de la gestión económica (siendo nosotros los principales determinantes del gasto), nos remuneran mal y nos ningunean siempre. Además, han acabado con las reglas del juego para el reclutamiento de especialistas sin las cuales es imposible abordar con justicia una trayectoria profesional.
Como no hay periodicidad conocida en la convocatoria de concursos/oposiciones y las OPES se hacen cada década, un tercio de los especialistas hospitalarios son "interinos" o "eventuales". Nadie debe engañarse: estos maltratados profesionales exquisitamente entrenados, pero sin estabilidad, trienios, o reconocimiento profesional alguno, son los que llevan a cabo, a veces durante lustros, las más complejas y esforzadas tareas.
La conducta de los responsables políticos durante la reciente crisis madrileña muestra bien esta total falta de respeto que parece un disparate. ¿Pueden removerse los cimientos de cualquier estructura con todos los estamentos implicados en contra?

4. Promoción de la excelencia

No somos todos iguales en destreza o en sabiduría, y es de ley que los mejores se encarguen de las funciones más complejas, y que reciban los recursos necesarios para ello.
Considerar que hospitales sin bibliotecas, laboratorios o actividad científica demostrable son "universitarios" porque acogen alumnos es absurdo y no se les puede dar la misma consideración que a los hospitales terciarios que producen publicaciones de alto impacto internacional y que obtienen créditos competitivos para la investigación.
Del mismo modo, aplicar uniformemente procedimientos de reclutamiento de especialistas en los que prima la antigüedad sobre el mérito es un sinsentido y una mala inversión a largo plazo.
La prioridad ha de ser mantener y potenciar un sistema sanitario de calidad aunque sea controlando los gastos. Con la ayuda de los profesionales sanitarios es posible, pero sin ella no.
¿Hay alguien allá arriba?"


  Juan A. Tovar, jefe de servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario La Paz y Catedrático de la UAM

sábado, 19 de enero de 2013

Subir escaleras



Cuando viajo en metro me encanta subir las escaleras de obra y desdeñar las mecánicas. Me alegra encontrarme con esta foto que demuestra que no soy el único friki que lo hace.

Disfrutar de cada oportunidad de movimiento nos ayuda a estar en mejor forma física y tal vez a sonreir un poco más. Siempre que tengan opción, elijan moverse.



Foto: Sean Khozin vía Jay Parkinson

viernes, 18 de enero de 2013

El retorno del Proyecto Fresneda



Pese a la que está cayendo, en España siguen pasando cosas increíbles. Una de ellas es la reformulación del Proyecto Fresneda, una de las iniciativas en salud más interesantes del panorama actual. Un grupo de ciudadanos y profesionales sanitarios unidos para crear actividades de promoción de la salud a nivel comunitario. En la anterior fase, los responsables del sistema sanitario asturiano, vetaron el proyecto, lo cerraron. Pero no es posible cerrar la boca a la gente que quiere hacer cosas y tiene claro que la salud no es propiedad del centro de salud. Lo leemos de su responsable:


Queridos amigos y amigas:

Después de un sinfín de vicisitudes, por fin, el nuevo Proyecto Fresneda está listo para empezar.
Hemos querido que sea algo más que un club de amigos que se reúnen para hacer cosas divertidas y saludables… lo cual es ya de por sí interesante. A lo largo de estos últimos años, las pruebas científicas de que las sociedades más justas generan vidas más saludables, se han hecho abrumadoras.
La OMS insta, de hecho, a todos los gobiernos del mundo a avanzar en el camino de una mayor equidad social en informes como el de su comisión sobre determinantes sociales: “subsanar las desigualdades en una sola generación”: http://apps.who.int/bookorders/anglais/detart1.jsp?codlan=3&amp;codcol=15&amp;codcch=741 o en el informe sobre desigualdades en el Reino Unido “Fair societies, healthy lives” (sociedades justas, vidas saludables): http://www.who.int/pmnch/topics/economics/20100222_marmotreport/en/index.html. Según el modelo de determinantes de la salud del Observatorio de Salud en Asturias (de la Dirección General de Salud Pública) un 40% de las enfermedades y la mortalidad prematura que sufrimos se deben a las desigualdades socioeconómicas y serían pues, evitables, reduciendo esa inequidad: http://www.asturias.es/portal/site/astursalud/menuitem.2d7ff2df00b62567dbdfb51020688a0c/?vgnextoid=ea6f141a5bc10310VgnVCM10000098030a0aRCRD

La Asociación Proyecto Fresneda Soto Pruvia nació porque creemos que la gente, la sociedad, cada uno de nosotros…tenemos mucho que aportar en ese cambio hacia una sociedad más justa, sostenible y saludable. De hecho, probablemente no se pueda hacer sin el concurso de cada uno de nosotros. Hay mucho margen para actuar…solo necesitamos hacerlo juntos.

Por ejemplo: uno de los principales determinantes de la salud de las personas es el apoyo social (su efecto en la mortalidad es tan potente como el del tabaco…) y está en nuestras manos mejorarlo: podemos construir barrios y pueblos donde la gente se conozca, donde compartamos una economía local y actividades de ocio y de salud, donde todos nos apoyemos, donde podamos hacer más ejercicio, comer más sano, mejorar nuestro medio ambiente…en fin influir en todo lo que nos influye.
El nuevo Proyecto Fresneda aspira a crear aquí, en nuestra comunidad, un embrión de esa sociedad justa, sostenible y saludable generando:
-Una intensa actividad económica de trueque local: http://www.proyectofresneda.org/economia-social, que multiplica las posibilidades de integración social para las personas sin empleo y crea las bases para una economía en la que la equidad, el bien común y la conservación integral de la riqueza en la propia comunidad que la genera… están ya, desde el principio, implícitas en su estructura, en su moneda y en sus mercados.
Se que os costará creer que eso sea posible…pero en tan solo 3 meses de funcionamiento (lo más difícil es con mucho ponerla en marcha) esa nueva economía incorporó a más de 100 personas a sus redes y generó intercambios por un valor equivalente a 5000 euros: exactamente 4969 copinos, a día de hoy. (www.rastru.es).
-Un montón de oportunidades para juntarnos, disfrutar y desarrollar actividades saludables: http://www.proyectofresneda.org/actividades-saludables
-Y un marco para la participación social en salud pública, que de pie a vecinos, asociaciones, grupos políticos, empresas, movimientos sociales… para colaborar juntos en esa apasionante tarea de construir comunidad, de generar salud para todos: http://www.proyectofresneda.org/concejos-abiertos.
Nosotros estamos listos para empezar. ¿Os animáis?
La agenda con todas las actividades previstas, días, horarios, etc. podéis verla aquí: http://www.proyectofresneda.org/agenda . Nuestra web está, como podréis ver, aún “en obras”, pero todo lo esencial esta ahí y no hemos querido que eso demorase el inicio de las actividades. En las próximas semanas la veréis llenarse de fotos, enlaces, comentarios, etc.
Como véis, el grueso de las actividades empezará la primera semana de febrero. Hasta el 31 de enero estaremos recogiendo vuestras solicitudes para inscribiros en la actividades.
Basta escribir a asociacionproyectofresneda@gmail.com

Como veréis hay actividades abiertas a todos los vecinos (gratuitas) y otras exclusivamente para los socios. Las cuotas de socio son de 10, 15 o 20 euros (o copinos) según acudas a 3 horas por semana, a 4 o a todas las actividades que desees, respectivamente. Para cualquier duda, escríbenos.
Bienvenidos a la salud comunitaria “made in Fresneda-Soto-Pruvia”

Os esperamos.



Dr Valentín Pérez García
Ex-director del Centro de Salud de la Fresneda
Presidente de la Asociación Proyecto Fresneda-Soto-Pruvia