Me ha tocado atender cientos de miles de pacientes, millones de situaciones, incontables marrones. Como estudiante, residente, médico joven y consultor. En consultas de extrarradio, ciudad y pueblos. Me ha tocado vivir cambios, cataclismos, injusticias, sobrecargas, atentados, accidentes de coche, emergencias de todo tipo, sufrimiento, dolor. He traído al mundo a alguno y he acompañado a muchos en su muerte. No soy un soplagaitas. Por eso me preocupa que en las actuales circunstancias, aparentemente tranquilas (sin pandemias, huracanes, bombardeos y demás), un servidor esté experimentando miedo en el trabajo.
Mi ambiente laboral es de cierta tensión, no tenemos equipo directivo, la coordinadora, responsable de enfermería y jefa de grupo fueron invitadas a renunciar hace un mes. Tenemos el verano en ciernes y siendo un pueblo con encanto duplicamos o triplicamos población con veraneantes, campamentos y turistas. No hay plan de refuerzo. Y por si fuera poco las médicas de tarde del equipo no han llegado a un acuerdo con la dirección en el número de tardes a cubrir y probablemente abandonen para buscar otros centros más convenientes para ellas.
El miedo que siento tiene que ver con la pregunta ¿es posible aguantar en las actuales circunstancias?, un interrogante que comparto con un buen montón de médicos de familia y pediatras de Atención Primaria. La mezcla de sobrecarga asistencial y mala gestión es muy tóxica para nosotros, sobretodo cuando los gestores de despacho en lugar de proteger al profesional consienten que estos se enfrenten a agendas de trabajo sobredimensionadas. La agenda de calidad se ha convertido en un gran número de centros en instrumento de maltrato profesional. Hay que dar respuesta a una población cada vez más envejecida y demandante con cada vez menos profesionales, lógicamente las cuentas no salen. En la televisión oigo de fondo la cantinela de algunos de bajar impuestos y me parece bien siempre que el ciudadano no caiga enfermo. Porque si enferma y cae tenga claro que hay muchas probabilidades de que aquella red de seguridad que se llamaba sanidad pública tenga tantos agujeros que no le sirva para sostener su caída.
Y en esas estamos, rezando para aguantar una semana más, reconociendo la debilidad del barro con que estamos hechos, asumiendo que la catarata de pacientes aumentará. Mientras el cuerpo aguante.
The fear of being a doctor.
I have had to deal with hundreds of thousands of patients, millions of situations, countless issues. As a student, resident, young doctor and consultant. In surgeries in the suburbs, cities and towns. I have had to live through changes, cataclysms, injustices, overloads, attacks, car accidents, emergencies of all kinds, suffering, pain. I have brought some into the world and I have accompanied many in their death. I'm not a whistle-blower. That is why it worries me that in the present apparently calm circumstances (no pandemics, hurricanes, bombings and so on), I am experiencing fear at work.
My work environment is tense, we have no management team, the coordinator, nursing manager and group leader were asked to resign a month ago. We have summer coming up and being a charming village we are doubling or tripling our population with holidaymakers, camps and tourists. There is no reinforcement plan. And if that wasn't enough, the afternoon doctors on the team have not reached an agreement with the management on the number of afternoons to be covered and will probably leave to look for other centres that are more convenient for them.
The fear I feel has to do with the question: is it possible to hold on under the current circumstances, a question I share with a lot of family doctors and paediatricians in primary care. The mixture of overloaded care and poor management is very toxic for us, especially when office managers, instead of protecting professionals, allow them to face overloaded work schedules. In a large number of centres, the quality agenda has become an instrument of professional mistreatment. We have to respond to an increasingly ageing and demanding population with fewer and fewer professionals, so logically the accounts do not work out. On television I hear some people talking in the background about lowering taxes and I think it is fine as long as the citizen does not fall ill. Because if they do, there is a good chance that the safety net that used to be called public health care will have so many holes in it that it will not be able to sustain their fall.
And that's where we are, praying to hold on for another week, recognising the weakness of the mud we are made of, assuming that the cataract of patients will increase. As long as the body holds out.
害怕成为一名医生。
自动翻译,抱歉有错误。
我见过成千上万的病人,数百万的情况,无数的棕色斑块。作为一名学生、住院医生、年轻医生和顾问。在郊区、城市和乡村的实践中。我不得不经历变化、灾难、不公正、超负荷、攻击、车祸、各种紧急情况、苦难、疼痛。我把一些人带到了这个世界上,我也陪伴了许多人的死亡。我不是一个告密者。这就是为什么在目前明显平静的情况下(没有大流行病、飓风、爆炸等),我在工作中体验到了恐惧,这让我很担心。
我的工作环境很紧张,我们没有管理团队,协调员、护理经理和小组长一个月前就被要求辞职了。我们的夏季即将到来,作为一个迷人的村庄,我们的人口正在增加一倍或两倍,有度假者、营地和游客。没有强化计划。如果这还不够,团队中的下午医生还没有与管理层就下午的工作数量达成协议,他们可能会离开,寻找其他对他们来说更方便的中心。
我感到的恐惧与以下问题有关:在目前的情况下是否有可能坚持下去,这是我与很多家庭医生和初级保健中的儿科医生共同的问题。超负荷的护理和糟糕的管理混合在一起,对我们来说是非常有毒的,特别是当办公室经理不保护专业人员,而让他们面对超负荷的工作安排时。在大量的中心,质量议程已经成为职业虐待的工具。我们必须用越来越少的专业人员来应对越来越多的老龄化和需求,所以从逻辑上讲,账目是不成立的。在电视上,我听到一些人在背景中谈论降低税收,我认为只要公民不生病就可以了。因为如果他们真的生病了,很有可能过去被称为公共卫生保健的安全网会有很多漏洞,以至于无法支撑他们倒下。
这就是我们的处境,祈祷再坚持一周,认识到我们所做的泥土的弱点,假设病人的白内障会增加。只要身体坚持得住。
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