El trabajo que realizamos estas semanas en los centros de salud de Madrid es completamente diferente al habitual. Las salas de espera están vacía y se atiende presencialmente a muy pocos pacientes. El resto se está haciendo a domicilio y por teléfono, mucho teléfono.
Poner distancia entre sanitarios y pacientes es lo correcto en las actuales circunstancias pero es difícil para ambos. Los pacientes están acostumbrados a acudir al centro por cualquier cuestión y ahora no pueden. Los profesionales estamos acostumbrados a poder ver y explorar a nuestro pacientes y ahora tampoco podemos. No tenemos más remedio que centralizar toda la comunicación en la palabra hablada y eso implica un enorme esfuerzo. Escuchar, normalizar, valorar, tranquilizar, evaluar, sopesar, registrar, controlar... por teléfono no es fácil.
Estoy comprobando en mis carnes lo duras que son las profesiones que se desempeñan telefónicamente. Llamadas incontables que son ignoradas y no respondidas. Otras muchas que aceptan y cuelgan al momento. La incomodidad del que responde el teléfono sin saber quién llama. Y eso que al identificarme como médico del sistema público todo el mundo me trata con la mayor educación y respeto, no quiero imaginar lo que tendrán que aguantar los que vendan productos o servicios...
Me llama la atención el que en una época tan tecnológica como la nuestra la telemedicina esté tan poco desarrollada. No hemos conseguido introducir mensajería instantánea ni videoconferencia en los centro sanitarios. A penas usamos correo electrónico y el uso del teléfono suele ser mínimo en circunstancias habituales.
Tampoco está permitido el acceso remoto de los profesionales sanitarios a la Historia Clínica Electrónica o a otras herramientas digitales que usamos en consulta, lo que limita el teletrabajo o la posibilidad de disponer de la información clínica del paciente desde el domicilio, la ambulancia o la calle si es allí donde se está atendiendo al paciente.
Sería interesante si algún responsable político o gestor pudiera implementar estas posibilidades en las circunstancias extraordinarias que vivimos, habida cuenta de que saldrían bastante económicas, permitirían a quien las impulse ponerse una medalla y sobretodo aportarían un valor social que es hoy muy necesario.
Distance
The kind of work we are doing these weeks in the primarte health centres in Madrid is completely different from usual. The waiting rooms are empty and very few patients are seen in person. The rest is being done at home and by phone, a lot of phone.
Putting distance between health centres and patients is the right thing to do in the current circumstances but it is difficult for both. Patients are used to coming to the centre for any matter and now they can't. We professionals are used to being able to see and explore our patients and now we can't either. We have no choice but to centralize all communication in the spoken word and that implies an enormous effort. Listening, normalizing, assessing, reassuring, evaluating, weighing, recording, controlling... all on the phone is not easy.
I can see from my own experience how hard the professions that are carried out over the phone are. Countless calls that are ignored and not answered. Many others that are accepted and hang up on the spot. The discomfort of the one who answers the phone without knowing who is calling. And I’m in the lucky row becouse when I identify myself as a general practitioner, everyone treats me with the utmost education and respect, I don't want to imagine what those who sell products or services will have to put up with...
It strikes me that in an age as technological as ours, telemedicine is so underdeveloped. We have not managed to introduce instant messaging or video conferencing in healthcare centres. We hardly use e-mail and telephone use is usually minimal in normal circumstances.
Nor is remote access by health professionals to the Electronic Medical Record or other digital tools that we use in consultation, which limits teleworking or the possibility of having the patient's clinical information available from home, the ambulance or the street if that is where the patient is being treated.
It would be interesting if some political leader or manager could implement these possibilities in the extraordinary circumstances we are living, given that they would be quite economical, would allow those who promote them to wear a medal and above all would provide a social value that is very necessary today.
距離
自動翻譯,對不起。
這幾週我們在馬德里的初級保健中心所做的工作與平時完全不同。候診室是空的,很少有人見到病人。其餘的工作是在家中和通過電話進行,很多電話都在進行。
在當前情況下,在醫療中心和患者之間保持距離是正確的做法,但兩者都很難。病人已經習慣於任何事情來到中心,而現在他們已經不習慣了。我們的專業人員已經習慣了能夠查看和探索我們的患者,而現在我們也做不到。我們別無選擇,只能將所有交流集中在口語中,這意味著需要付出巨大的努力。聆聽,規範化,評估,放心,評估,稱重,記錄,控制...在電話上都是不容易的。
從我自己的經驗中可以看出,通過電話進行的職業有多艱辛。無數次呼叫被忽略且未應答。許多其他被接受並掛斷當場的電話。接聽電話卻不知道是誰打來電話的人的不適感。而且,當我確定自己是一名全科醫生時,我處於幸運行中,每個人都以最大的教育和尊重對待我,我不想想像銷售產品或服務的人將不得不忍受什麼。 。
令我驚訝的是,在像我們這樣的技術時代,遠程醫療還很不發達。我們尚未設法在醫療中心引入即時消息傳遞或視頻會議。我們幾乎不使用電子郵件,在正常情況下通常很少使用電話。
衛生專業人員也無法遠程訪問我們在諮詢中使用的電子病歷或其他數字工具,這限制了遠程辦公或限制了患者在家中,救護車或街道上可獲得患者臨床信息的可能性正在接受治療。
有趣的是,如果某個政治領導人或管理者能夠在我們所生活的特殊環境中實現這些可能性,因為它們將非常經濟,允許那些推廣它們的人佩戴勳章,並且最重要的是將提供一種社會價值。今天非常必要。
No hay comentarios:
Publicar un comentario