Las nuevas plazas públicas son digitales. En ellas se despliegan las conversaciones y cada cual intercambia ideas y opininiones. Llama la atención la poca presencia de profesionales sanitarios, nicho que han ocupado otros mercaderes prestos a vender todo tipo de bebedizos y servicios.
Hay muchas razones que pueden explicar esta ausencia, la principal tal vez sea el miedo o su hermana lista, la prudencia. Las plazas digitales son arenas difíciles donde es frecuente tropezar. Muchos en sanidad tienen como horizonte profesional una plaza fija en algún servicio y por lo tanto no encuentran beneficioso exponerse a peligros y caídas que poco puedan aportarles. Por otro lado faltan modelos. Durante los largos periodos de formación no es usual encontrar profesionales con habilidades de comunicación digital siendo la formación académica rígida y basada en el consumo de contenidos en papel (revistas científicas y libros).
La sociedad busca información de salud y no la encuentra en la plaza digital. Se topa con vendedores, charlatanes y falsos expertos que expolea los miedos como aquellos profetas medievales. A sus profesionales sanitarios de referencia no los ven. En mi opinión tardarán en verlos. De momento tenemos un grupo de pioneros que llevan ya varios años avanzando a buen ritmo. Todo llegará.
Para inciarse en estos pagos recomendaría:
1. El manual de estilo de ética y redes sociales
de Mónica Lalanda et al.
2. El manual de inmersión 2.0 de Chema Cepeda
3. Artículos sobre el tema de un servidor.
y sobre todo seguir en Twitter a todo aquel profesional que nos sirva de referencia.
No todos podemos mover los piés como la señorita del vídeo, pero seguramente la mayoría disfrute del baile a su manera. Con lo digital pasa lo mismo, ¿se animan?
Para inciarse en estos pagos recomendaría:
1. El manual de estilo de ética y redes sociales
de Mónica Lalanda et al.
2. El manual de inmersión 2.0 de Chema Cepeda
3. Artículos sobre el tema de un servidor.
y sobre todo seguir en Twitter a todo aquel profesional que nos sirva de referencia.
No todos podemos mover los piés como la señorita del vídeo, pero seguramente la mayoría disfrute del baile a su manera. Con lo digital pasa lo mismo, ¿se animan?
No hay comentarios:
Publicar un comentario