Nuestra postura en el mundo viene de la mano del cuerpo. Nos olvidamos con frecuencia de ambos. De esta forma perdemos la forma, nos de-formamos.
Una persona de-forme no es atractiva para sí misma ni para los demás. Sufrirá y hará sufrir a otros. No hablo de imperfecciones, cicatrices o defectos físicos, hablo de nuestra posición en el mundo. Hay personas sin miembros que son ejemplo de alegría, elegancia y bien estar. Hay personas de cualquier edad, condición, capacidad o discapacidad que son modelos a la hora de estar o desplazarse por el mundo.
Tomar conciencia de nuestro cuerpo y conformarlo en una postura óptima es una potente declaración de intenciones. El lenguaje no verbal siempre es pura comunicación.
Tal vez el primer paso para querernos algo más es permitirnos fluir por el espacio con una postura digna. Nuestra autoestima se verá justamente alimentada y a la hora de "bailar" comunicativamente con los demás nos lo agradecerán.
Fotografías de Gracie Hagen, proyecto: Illusions of the body
Vía Hominidas blog, revista Quo
Fotografías de Gracie Hagen, proyecto: Illusions of the body
Vía Hominidas blog, revista Quo
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