viernes, 27 de junio de 2014

¿Y si el ROI fueran las emociones?





Llega un momento en el que uno se da cuenta que lo valioso de la vida es aquello que nos hace sentir bien. Nos afanamos buscando reconocimiento, dinero y poder. Dedicamos enormes esfuerzos a trabajos y proyectos sin fin... pero ¿qué es lo que verdaderamente necesitamos?


El retorno de nuestra inversión vital (ROI, return of investment) lo recogemos en forma de horizonte emocional. 

El siguiente video nos invita a reflexionar y quizá a hacer algún pequeño ajuste en nuestras inversiones. 








Viene bien recordar que cada emoción es como un globo que llega a nuestra conciencia aportando un color. Si miramos bien veremos que cada globo lleva una cuerdita que se sumerge en las aguas de nuestra alma. Cuando tiramos con delicadeza del hilo podemos darnos cuenta de que cada emoción procede de una necesidad. Si es una emoción de tonos cálidos, agradable de sentir, provendrá de una necesidad colmada. Si es una emoción de tonos fríos, desagradable de percibir, seguro que hay una carencia que gritará más o menos fuerte según su origen.

La única forma que tenemos para saber qué necesitamos verdaderamente es contemplar con cuidado y respeto nuestras emociones. Sólo cuando seamos capaces de hacerlo podremos empezar a entender a los demás.



1 comentario:

d.o dijo...

Buf!, hoy si escribo, gracias Dr. Casado por el video, esa frase final en negrita, aixx, tal cuál!, observar con respeto que forma tienen nuestros sentimientos, de qué color son, que forma tienen, de donde vienen...
Que bella la entrada!