Foto: Vicente Baos @vbaosv
La sanidad madrileña está de huelga. La noticia es que lo hace entera, desde el pinche de cocina al eminente cirujano, desde la enfermera de urgencias hasta la directora de un centro de salud. Esto no pasaba desde hace ya mucho tiempo. Y lo curioso es que no se protesta por bajadas de sueldo de hasta un 40% en los últimos años, por aumentar las horas de trabajo, por haber sido despojados de la extra de navidad... No son motivos laborales, es algo mucho más serio que afecta a toda la ciudadanía. Lo que se pretende con esta huelga es:
- Parar el 'Plan de Sostenibilidad de la Sanidad' que plantea la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que incluirá la privatización de hospitales y centros de salud y el despido de miles de trabajadores.
- Parar la venta de la Sanidad Pública a empresas privadas con ánimo de lucro cuyo primer objetivo va a ser sacarle al sistema sanitario el máximo rendimiento económico, sin que haya ninguna prueba de que esto sea finalmente más barato para las arcas públicas.
- Parar el anteproyecto de Ley de Medidas Fiscales y Administrativas de la Comunidad de Madrid que en sus Artículos 55 y 56 especifican la reordenación de la asistencia sanitaria y se habilita al SERMAS a adjudicar los contratos de gestión de los Nuevos Hospitales y la posibilidad mediante Decreto del Consejo de Gobierno de modificar la personalidad jurídica de cualquier centro dependiente del SERMAS.
- Parar el deterioro en la calidad de la asistencia sanitaria que se produciría con la privatización de la Sanidad Pública. La calidad de la atención no podrá ser la misma si se plantea privatizar los centros de salud con un 15% menos de presupuesto y con otro porcentaje potencial de ganancia.
- Para que seamos escuchados los profesionales y sean tenidas en cuenta las medidas que desde un enfoque profesional y no político pueden ser más eficientes. Una reforma sanitaria no se hace únicamente desde el despacho.
El que todo el personal sanitario de Madrid se sienta amenazado y vea como el esfuerzo y el trabajo de años en pro de una sanidad de calidad para todos se pierda para siempre tendría que hacer reflexionar a nuestros representantes políticos. Estamos de acuerdo que la coyuntura es difícil y habrá que acometer cambios pero estos habrán de ser dialogados y consensuados. La gestión de los bienes públicos, del dinero de los contribuyentes, ha de hacerse con guantes blancos. Los políticos y gestores deben velar por el bien común. Plantearse destruir el esfuerzo de la generación de nuestros padres y abuelos en una legislatura no es de recibo.
Si para que triunfe el sentido común es necesario que me ponga de huelga, salga a la calle a protestar o me encierre en un centro de salud, no duden que lo haré... junto a otros 75.000 compañeros. Pido disculpas a mis pacientes por las molestias que les pueda causar, pero como acabo de exponer existen poderosos motivos para no quedarse callado. Estamos dispuestos a mucho más por que no pensamos solamente en nosotros, pensamos en todos.
Publicado hoy en el Huffington Post
1 comentario:
Animo!! Estamos con vosotros que lucháis por lo de todos!
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