Marta Romo escribe este artículo sobre diálogos apreciativos, una propuesta para mejorar nuestra comunicación.
"Nuestro cerebro trabaja literalmente como un paracaídas, sólo funciona cuando se abre”
El diálogo apreciativo también funciona porque al generar un hábito de focalización positiva en nuestros circuitos neuronales, lo que estamos haciendo en realidad es entrenar nuestro optimismo, en términos de persistencia, nuestro poder personal, nuestro impacto y nuestra influencia. Aunque, ojo, la tentación de focalización a lo negativo, de entrar en justificaciones está ahí, acechando… porque nuestro cerebro es especialista en corregir, cerrar, centrarse en los errores, lo negativo, por ello es fundamental contar con un responsable que ejercite un liderazgo positivo, basándose en este tipo de metodología, poniendo atención en transformar los círculos viciosos en círculos virtuosos.
Leer artículo completo en el blog de Marta Romo
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