Tratar con el dolor y la enfermedad ajena no es sencillo
para nadie. Tampoco para los que tienen formación especializada. El sufrimiento
impregna la parte invisible del alma humana, tanto del que lo padece como del
que lo acompaña.
Por eso es necesario que los profesionales sanitarios tengan
una formación técnica y humana completa y trabajen con medios que les permitan
ofrecer un servicio de máxima calidad. Lo que vemos habitualmente es que las
instituciones sanitarias conciben la calidad desde un punto de vista
exclusivamente científico-técnico y se centran en proveer medios técnicos,
farmacológicos e informáticos. La parte humana se obvia y, pese a estar
presente en el discurso oficial, no se cuidan las condiciones laborales ni de
protección de sobrecargas de los profesionales. En ocasiones los profesionales
trabajan en clara situación de maltrato, como los residentes que encadenan tres
turnos de trabajo seguidos en sus guardias o los médicos de familia obligados a
atender a más de 60 pacientes en una jornada.
Es cierto que el entrenamiento de los profesionales permite
que estos puedan asumir aumentos puntuales de demanda asistencial, pero no son
de piedra. Nadie aguanta una sobrecarga permanente sin entrar en modo supervivencia.
Y si sobrevivir se convierte en la prioridad, el paciente, el sistema y todo lo
demás será secundario. Esto no beneficia a nadie pero cada vez es más frecuente
porque son más los profesionales que se sienten sobrepasados, ninguneados,
sobrecargados y abusados. La situación es global, pasa en todos los países, y
tiene que ver con la dinámica social que ha convertido la salud en un bien de
consumo y los sistemas sanitarios en grandes supermercados de servicios que
cada vez han de producir más. Si las necesidades de salud siguen creciendo a la
par que lo hacen la edad media y la complejidad de los pacientes, podrán
imaginar que si los recursos no aumentan serán los profesionales quienes se
carguen sobre sus hombros el aumento progresivo de trabajo.
El problema es que en modo supervivencia cada profesional se
quita de encima los problemas lo más rápido que puede. Se prescriben más
pruebas diagnósticas y más tratamiento, se deriva más de un profesional a otro.
Se mantiene el problema en superficie sin que nadie coja el toro por los
cuernos. Esto desencadena cadenas gasto inasumible, pérdidas de tiempo y de
recursos, y pocos resultados.
Cuando es la Atención Primaria lo más abusado y menos
cuidado el problema aumenta al ser en este nivel donde más información blanda
se tiene del paciente y donde se pueden manejar el 90% de sus problemas si se
dieran las condiciones adecuadas. Estrangular este nivel asistencial es
condenar al fracaso la totalidad del sistema y es lo que estamos viendo año
tras año con el asombro de unos, el consentimiento de otros y la dejadez o
estulticia de alguno más.
Permitir que un médico de familia tenga que asumir en verano
cinco consultas a la vez debería ser delito. Permitir que haya centros de salud
cuyos médicos tengan que asumir las consultas no suplidas de compañeros durante
meses no debería tolerarse.
Pero es lo que hay, y cada vez más profesionales quemados,
con la moral por los suelos o agotados. Entramos en modo supervivencia, no
pidan empatía, humanismo ni florituras. No las va a haber.
The danger of health professionals going into survival mode.
Dealing with the pain and illness of others is not easy for anyone. Nor is it easy for those with specialized training. Suffering permeates the invisible part of the human soul, both of the sufferer and of those who accompany him.
That is why it is necessary for health professionals to have a complete technical and human formation and to work with means that allow them to offer a service of maximum quality. What we usually see is that health institutions conceive of quality from an exclusively scientific-technical point of view and focus on providing technical, pharmacological and IT means. The human side is forgotten, in spite of being present in the official discourse, the working conditions and overload protection of the professionals are not taken care of. Sometimes the professionals work in a clearly abusive situation, such as residents who work three shifts in a row on their guards or family doctors who are forced to attend to more than 60 patients in a day.
It is true that the training of the professionals allows them to take on occasional increases in the demand for care, but they are not made of stone. No one can withstand a permanent overload without going into survival mode. And if survival becomes the priority, the patient, the system and everything else will be secondary. This does not benefit anyone but it is increasingly frequent because more and more professionals feel overloaded, unaware, overburdened and abused. The situation is global, it happens in all countries, and it has to do with the social dynamics that have turned health into a consumer good and the health systems into large service supermarkets that have to produce more and more. If health needs continue to grow at the same rate as the average age and complexity of patients, you can imagine that if resources do not increase, it will be the professionals who will have to shoulder the progressive increase in work.
The problem is that in survival mode each professional gets rid of the problems as quickly as possible. More diagnostic tests and more treatment are prescribed, more are referred from one professional to another. The problem is kept on the surface without anyone taking the bull by the horns. This triggers chains of unconscionable expense, loss of time and resources, and poor results.
When it is the Primary Care that is most abused and least cared for, the problem increases as it is at this level where more soft information is held on the patient and where 90% of their problems can be managed if the right conditions are given. To strangle this level of care is to condemn the whole system to failure and this is what we are seeing year after year with the astonishment of some, the consent of others and the negligence or silliness of some others.
It should be a crime to allow a family doctor to have to take on five consultations at a time in the summer. Allowing health centres to have doctors take over unsupplied consultations from colleagues for months on end should not be tolerated.
But there are, and more and more professionals who are burned out, morally bankrupt or exhausted. We're going into survival mode, so don't ask for empathy, humanism or frills. There won't be any.
卫生专业人员进入生存模式的危险。
自动翻译,对错误感到抱歉。
对任何人来说,应对他人的痛苦和疾病都不容易。对于那些接受过专门培训的人来说也不容易。痛苦弥漫在人的灵魂的无形部分,无论是受难者还是陪伴他的人。
因此,医疗专业人员必须拥有完整的技术和人员队伍,并采用能够提供最高质量服务的方式进行工作。我们通常看到的是,卫生机构从纯粹的科学技术的角度来看待质量,并专注于提供技术,药理学和信息技术手段。尽管出现在官方话语中,但人的一面被遗忘了,但专业人员的工作条件和过载保护却得不到照顾。有时,专业人员的工作环境非常恶劣,例如居民连续三班轮班看守,或者家庭医生被迫每天照顾60多名患者。
确实,对专业人员的培训允许他们偶尔增加对护理的需求,但他们并非一成不变的。没有进入生存模式,任何人都无法承受永久性的过载。如果生存成为重中之重,则患者,系统和其他所有一切将成为次要的。这不会使任何人受益,但它越来越频繁,因为越来越多的专业人员感到超负荷,不知道,负担过重和被滥用。这种情况是全球性的,在所有国家中都在发生,这与将健康变成了消费品的社会动力以及将卫生系统变成了必须生产越来越多的大型服务超级市场有关。如果健康需求继续以与患者平均年龄和复杂程度相同的速度增长,您可以想象,如果资源没有增加,那么专业人员将不得不承担工作的逐步增加。
问题在于,在生存模式下,每个专业人员都将尽快摆脱这些问题。规定了更多的诊断测试和更多的治疗方法,更多的专业人员被推荐给另一位专业人员。问题一直浮出水面,没有人碰到牛角。这会触发一系列不合理的支出,时间和资源的损失以及不良的结果。
当最容易被滥用和最不关心的是初级保健时,问题就会加剧,因为在此级别上,可以为患者提供更多的软信息,并且如果条件合适的话,可以解决他们90%的问题。扼杀这种关怀,就是要谴责整个系统的失败,这是我们年复一年地看到的,其中有些人感到惊讶,另一些人表示同意,另一些人则过失或愚蠢。
允许家庭医生在夏季每次必须进行五次诊治是一种犯罪。不允许医疗中心让医生连续数月接替未提供的咨询服务。
但是,越来越多的专业人员精疲力尽,道德破产或精疲力尽。我们正在进入生存模式,所以不要要求同理心,人本主义或多余的装饰。不会有。
2 comentarios:
Để giúp các bạn trả lời được câu hỏi vì sao nên lựa chọn dịch vụ vận chuyển hàng hóa bằng đường sắt. Hãy tham khảo bài viết sau: Lý nên chọn dịch vụ vận tải đường sắt
... es lo que hay....
Suerte a todos.
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