Me sigo asombrando por la fuerza transformadora de lo sencillo. Los pequeños gestos pueden cambiar las cosas.
Lavar las manos es una de esas cosas que en su sencillez nos muestra un gran poder transformador. Puede ser la diferencia entre tener una diarrea y no tenerla, entre contagiarse de una gripe o no hacerlo, entre que una persona mayor empeore y se ponga grave o no lo haga.
Estamos invitados a aprender de este gesto.
vía @doctorbonis
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