jueves, 10 de febrero de 2011

El hundimiento del capitalismo

"Lo único seguro es que el sistema actual no puede continuar. La discusión política fundamental se centra en qué tipo de sistema sustituirá al capitalismo, no si en debería sobrevivir. La elección es entre un nuevo sistema que replica algunas de las características esenciales de jerarquía y polarización del sistema actual y otro relativamente democrático e igualitario."

Via FP en español




Los estertores de la enfermedad terminal del sistema capitalista afectan a todo el mundo y a todos los ámbitos. A la salud y a los sistemas sanitarios también.

Asistimos a un proceso importantísimo, donde cada vez es más necesaria la participación y la colaboración. Solo redes sociales fuertes podrán resistir los actuales vientos, y los que vienen.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Este tema es apasionante. Las conclusiones que llego son las siguientes: Punto1 -> La economía, como tal, es una actividad que para que funcione correctamente debe ser lo menos intervencionada posible. La intervención sobre la economía provoca todo tipo de distorsiones en las sociedades. Estos tipos de intervenciones sí que están provocadas por élites tales como gobiernos (liberales, conservadores, progresistas...), lobbys, grandes empresas ( ejemplos como General Dynamics, Christler, petroleras, energéticas etc ), banca y bancos centrales... etc. Estas intervenciones provocan ciclos continuos de expansión y contracción crediticia. También es cierto que actualmente estamos viviendo en un sistema monetario fraccionario en lo que a creación de dinero se refiere, lo que trae como error de base una serie de problemas que también provoca los acontecimientos que vivimos ahora.
Punto 2 -> Nuestra sociedad (occidental) es una entidad con vida propia de la que no sabemos controlar. Esto quiere decir que cualquier sistema de gobierno basado en una jerarquía es completamente inútil. Es imposible que el sistema jerárquico que nos gobierna, o el de la banca central, organismo mundial de la salud, ONU o cualquier órgano gestor pueda tomar decisiones correctas (hablando siempre de un sistema basado en libertades, no de un sistema represivo como el chino, por ejemplo). ¿Por qué? la respuesta es que las personas toman sus propias decisiones e interaccionan de manera espontánea buscando lo mejor para sí. Estas interacciones son económicas, educativas, viajes, lúdicas... infinitas. Todas estas interacciones son las que mueven la vida de las sociedades y los órganos de gestión (jerárquicos) son incapaces de obtener información real / en tiempo real / completa / de todos los aspectos que ocurren en la sociedad para tomar la mejor decisión correctiva. Esto lo podemos ver en que cualquier decisión que se ha tomado en cuanto a impuestos, acuerdos, FMI, Banca Europea... da pocos, nulos resultados o incluso ha perjudicado o perjudicará más todavía a nuestras ya dañadas sociedades / economías.

Conclusión: El capitalismo es un modelo válido para una sociedad que se basa en movimiento de capitales. Es quizás el menos injusto de los modelos siempre que se respeten las reglas de juego: respetar los contratos (ley), libertad de movimiento de capitales y respeto a la propiedad privada. El problema de este sistema es que no se respetan las reglas de juego (intervencionismo excesivo). Nos es culpa del modelo, es por culpa de quien se salta las reglas que en nuestro caso son los órganos de gestión tales como gobiernos, bancos centrales, grandes empresas etc. Ellos son los que en gran medida tomas decisiones que aunque bien intenciandas nunca serán las correctas por lo que digo en el punto 2. Realmente pienso que un buen plan es aquel en que los participantes de ciñen. Nuestro plan basado en libertades está fallando porque los gestores no se ciñen a las reglas de juego.

La pregunta que yo me hago es ¿es el fin de la separación de poderes? ¿es el fin del imperio de la ley? ¿Somos todos iguales ante la ley? Estas son para mi las preguntas que debemos hacernos.

Gerineldo dijo...

Las redes sociales mueven montañas. He ahí el caso de Túnez o Egipto. Todo puede pasar. Y los que más pierden son los de arriba. Los currantes en todo caso, saldremos ganando.