Tienen los libros
La magia de las puertas
Que abren vidas.
Tengo sobre la mesa un texto que, si los elementos lo permiten,
saldrá a la luz en breve. Comienza ahora su tratamiento editorial con ánimo de sacar punta a un proyecto que tiene la intención de ayudar. No es obra especialmente meritoria, pero me ha permitido saldar una deuda contraída con muchas personas. Todas aquellas que a lo largo de los años me han enseñado, apoyado, animado y acompañado hacia horizontes más amplios y cimas con mayor perspectiva. A ellas lo pienso dedicar, así como a la enorme cantidad de pacientes que he atendido en mi ejercicio como médico de la sanidad pública en las últimas décadas.
Los pies desnudos
Dejan hermosas huellas
Que besa el mar.
El libro comparte una visión, la de un profesional de la salud descalzo. ¿Por qué es necesario descalzarse? preguntará alguno, y a ese responderé para acercarse y conseguir entrar en la sagrada tierra del sufrimiento humano, no queda más remedio que quitarse todo aquello que distancie o pueda dañar lo que se pisa.
Cuando duele
De mis heridas cruentas
Quita tus botas.
Ha sido una experiencia de
total libertad, para la que asumo la completa responsabilidad. Nadie más que un servidor podía haber hecho algo así, no por la calidad de lo escrito sino por su exclusividad. En estas páginas hablo de mí, ofrezco mi punto de vista, doy lo que solo yo puedo dar.
Contar historias
Abriendo el corazón
Nos humaniza.
He de confesar que me
he sentido feliz al escribirlo. Disfrutar con lo que se hace es básico para que quien reciba la acción también lo pueda hacer. He tenido tiempo de sobra en mi ejercicio profesional para aprender esta importante lección.
La narrativa
Nos salva de perecer
Solos y fríos.
Rescatar las potencias de creatividad que todos tenemos es liberador y sanador, por eso he recurrido a la poesía, didáctica, narrativa, filosofía, bioética, ciencias médicas, psicología y en general a todo elemento que considero puede ayudar a los demás a lidiar mejor con enfermedad y sufrimiento a la par que nos humanice y haga más plenos. No he podido resistirme a llenar el texto de
haikus, que quien me conoce sabe son mi debilidad. Estos breves poemas de tres versos esconden semillas de asombro y belleza que espero puedan florecer en tu conciencia.
Con su canción
¡Qué las flores disfruten!
Quiere el poeta.
No quiero crear un pedestal desde el que un nuevo gurú reparta soluciones para arreglar el mundo;
los grandes de la tierra no suelen descalzarse. Tampoco pretendo sentar cátedra con clases magistrales, más bien al contrario quisiera repartir esos apuntes que alguien facilita para ayudar antes del examen. Por eso pienso que puede ser de tu interés. Lo que digo no es fácil que lo hayas visto escrito de esta forma.
Te doy mi vida
Cada vez que acuno
Tu sufrimiento.
El nacimiento de mi hija hace unos meses ha tenido mucho que ver en este asunto. Lo que me está enseñando me anima a vivir con ese nivel de frescura, flexibilidad y sonrisa que solo los bebés conocen.
Somos tiernos y vulnerables como ellos, pero que nadie se llame a engaño,
esa levedad extrema que comparten esconde una flamígera tenacidad llamada vida. Atreverse a encarnarla hasta las últimas consecuencias es un bellísimo reto que merece la pena compartir.
Pequeño bebé
Nos recuerdas el nombre
Con tu sonrisa.
Si estás interesado en recibir información sobre este proyecto puedes seguir la etiqueta
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En media vida
Solo escribió un verso:
¡Qué gran belleza!