sábado, 23 de diciembre de 2023

Reflexión de fin de año. End-of-year reflection. 年终反思



Chillida en los trabajos de colocación del Peine del viento



Me gustaría aprovechar estas fechas para hacer una última reflexión anual a la par de felicitarles las fiestas. Ha sido un año difícil para muchos, también para este servidor. Las guerras en suelo europeo y al oeste del mediterráneo, la subida de la gasolina y de los precios, los bandazos económicos y la crispación en política interna nos han cocido a todos a fuego lento en un ambiente incómodo, en ocasiones asfixiante. 


Dentro del mundo sanitario, los pediatras y médicos de familia de Madrid hemos protagonizado una de la huelgas más largas de la década, en un conflicto que nos mantuvo cuatro meses alternando paros, manifestaciones semanales y protestas varias. A los facultativos no nos gustan estos exabruptos, no nos suelen salir bien. Si recurrimos a ellos fue por pura desesperación tras la sangría de la pandemia y la negra perspectiva que se nos viene en cima cuando se jubilen el 25% de los compañeros en pocos años. Ha servido de poco, un mínimo ajuste en la nómina y la promesa de trabajar con agendas de 34 pacientes al dia que tras ocho meses de firmarlas siguen siendo el cuento de la lechera para la mayoría. En breve seremos testigos de nuevas llamas. 


Tanta marejada me ha mantenido a cierta distancia de este blog y de redes sociales, donde de vez en cuando dejo algún haiku. Pido disculpas a aquellos que puedan echar de menos mis pequeñas aportaciones pero no he tenido más remedio. Cuando un temporal destroza el velamen de un barco hay que acometer reparaciones antes de plantearse la más mínima navegación. El silencio tiene una faceta curativa, de máxima utilidad cuando se padecen excesos de ruido como ha sido el caso. Y siendo una medicina que recomiendo en consulta me ha tocado aplicármela a mí mismo para poder seguir tirando. 


En estos doce meses he profundizado la docencia, acogiendo en mi consulta seis rotaciones rurales de R2 de familia que me han ayudado a revisar y replantear muchas cuestiones. También he desarrollado la ecografía en el punto de atención con más de 600 exploraciones hechas y un esfuerzo en formación que hacia tiempo no me atrevía a asumir. Ambas facetas me han ayudado a recuperar la ilusión y el propósito. Sin sentido una vida profesional vale muy poco. Ahora tengo entre manos el deseo de poder contarlo de alguna forma porque tengo claro que además de las reformas estructurales, económicas y políticas que se puedan hacer con la Atención Primaria es urgente una revolución consciente que nos ayude a rescatar nuestro verdadero propósito sin hundirnos en la desesperación. De momento tengo en prensa un editorial en la revista AMF (Belleza, calma y equilibrio en medicina de familia) y un taller en el congreso de Comunicación de Cuenca de SEMFYC (Fisiopatología, hermenéutica y poesía), pero habrá más propuestas. 


Les invito a unirse a esta búsqueda de sentido, cada cual de la forma y maneras que estimen oportunas. El solsticio de invierno es tiempo propicio para ello, en la noche más larga quizá nos esa más fácil levantar la mirada a las tenues estrellas o percibir las pequeñas luces que puedan nacer en nuestra vida. En el fondo la Navidad no es más que esto, caminar a oscuras la madrugada y empezar a darnos cuenta de que ya llega la luz. Espero que sus deseos para el año que empieza se puedan cumplir. Reciban un abrazo de quien les escribe. 




Artículo de Manuel Vilas en El Correo


End-of-year reflection


I would like to use this time of year to make a final annual reflection and to congratulate you on the festive season. It has been a difficult year for many, including myself. The wars on European soil and west of the Mediterranean, the rise in petrol and prices, the economic swings and the internal political tension have simmered us all in an uncomfortable, sometimes suffocating atmosphere. 


In the world of healthcare, paediatricians and family doctors in Madrid have been involved in one of the longest strikes of the decade, in a conflict that kept us going for four months, alternating stoppages, weekly demonstrations and various protests. We doctors don't like these outbursts, they don't usually work out well for us. If we resorted to them it was out of sheer desperation after the bloodletting of the pandemic and the black prospect that is looming over us when 25% of our colleagues retire in a few years' time. It has been of little use, a minimal adjustment in the payroll and the promise to work with agendas of 34 patients a day that after eight months of signing them are still the milkmaid's tale for most of them. Soon we will witness new flames. 


So much turmoil has kept me at a certain distance from this blog and social networks, where I occasionally leave a haiku. I apologise to those who may miss my small contributions but I have had no choice. When a storm destroys a ship's sails, repairs must be undertaken before even the slightest sailing is considered. Silence has a curative facet, most useful when suffering from excessive noise, as has been the case here. And being a medicine that I recommend in my consultations, I have had to apply it to myself in order to keep going. 


In these twelve months I have deepened my teaching, hosting six rural rotations of family R2s in my practice, which have helped me to review and rethink many issues. I have also developed point-of-care ultrasound with more than 600 examinations performed and an effort in training that I had not dared to undertake for some time. Both facets have helped me to regain my enthusiasm and purpose. Without meaning, a professional life is worth very little. Now I have in my hands the desire to be able to tell the story in some way because it is clear to me that in addition to the structural, economic and political reforms that can be made to Primary Care, a conscious revolution is urgently needed to help us recover our true purpose without sinking into despair. At the moment I have an editorial in the journal AMF (Beauty, calm and balance in family medicine) and a workshop at the SEMFYC Communication Congress in Cuenca (Physiopathology, hermeneutics and poetry), but there will be more proposals to come.


I invite you to join in this search for meaning, each of you in whatever way and manner you see fit. The winter solstice is a propitious time for this, in the longest night it may be easier to look up at the faint stars or to perceive the little lights that may be born in our lives. This is what Christmas is all about, walking in the dark in the early morning and beginning to realise that the light is coming. I hope that your wishes for the coming year can be fulfilled. I send you a big hug from the one who writes to you.






年终反思


机器翻译,如有错误,敬请原谅。


我想利用每年的这个时候进行最后一次年度反思,并祝愿大家在节日期间一切顺利。对包括我在内的许多人来说,今年是艰难的一年。欧洲和地中海以西地区的战争、汽油价格和物价上涨、经济动荡和国内政治局势紧张,让我们所有人都沉浸在一种不舒服、有时甚至令人窒息的气氛中。


在医疗保健领域,马德里的儿科医生和家庭医生参与了本十年中持续时间最长的一次罢工,这场冲突持续了四个月,罢工、每周示威和各种抗议交替进行。我们医生不喜欢这样的罢工,因为罢工通常对我们不利。如果说我们是出于无奈,那也是在经历了大流行病的腥风血雨和几年后我们 25% 的同事退休后的黑暗前景之后的无奈之举。这没有什么用处,工资单上的调整微乎其微,每天 34 个病人的工作议程承诺在签署了 8 个月之后对他们中的大多数人来说仍然是挤奶的故事。很快,我们将看到新的火焰。

如此多的动荡让我与这个博客和社交网络保持了一定的距离,我偶尔会在那里留下一首俳句。我向那些可能会想念我的微薄贡献的人们道歉,但我别无选择。当暴风雨摧毁了一艘船的风帆时,必须先进行修理,然后才能考虑起航。沉默也有治疗的作用,在遭受过度喧哗时最有用,就像这里的情况一样。作为我在咨询中推荐的一剂良药,我不得不将它应用到自己身上,以便坚持下去。


在这十二个月里,我深化了教学工作,在我的诊所里接待了六次农村家庭康复医生轮转,这帮助我重新审视和思考了许多问题。我还开展了护理点超声检查,进行了 600 多次检查,并在培训方面做出了一段时间以来不敢做的努力。这两方面都帮助我重新找回了热情和目标。没有意义的职业生活是没有价值的。现在,我希望能够以某种方式讲述这个故事,因为我清楚地认识到,除了可以对初级保健进行结构、经济和政治改革外,还迫切需要一场有意识的革命,以帮助我们恢复真正的目标,而不至于陷入绝望。目前,我在《AMF》杂志上发表了一篇社论(《家庭医疗的美丽、平静与平衡》),并在《AMF》杂志的 "家庭医疗 "栏目中举办了一个研讨会。我邀请你们每个人以你们认为合适的方式和方法,加入这场意义的探索。冬至是一个好时机,在最长的夜里,我们可能更容易仰望微弱的星光,或者感知到生命中可能诞生的微光。这就是圣诞节的意义所在,清晨在黑暗中漫步,开始意识到光明即将到来。我希望你们来年的愿望能够实现。让我这个写信给你的人给你一个大大的拥抱。