Mostrando entradas con la etiqueta prevención cuaternaria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta prevención cuaternaria. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de octubre de 2012

Las enfermedades emergentes y la medicalización de la vida

El periodista Miguel Jara organiza una interesante jornada sobre un tema que me preocupa especialmente, la medicalización de la vida, la entrada es libre previa inscripción. Promete ser de gran interés.

 

 

Las enfermedades emergentes y la medicalización de la vida
Los retos del bienestar
Garantizar el sistema sanitario


Madrid, 27 de octubre de 2012

Auditorio Fundación ONCE
(C/Sebastián Herrera 15, 28012 Madrid)

La Fundación Vivo Sano y el Bufete Almodóvar & Jara organizan las Jornadas la salud que viene, que tiene como objetivo dar a conocer las enfermedades emergentes y los estilos de vida saludables, el uso racional de los medicamentos y los servicios de salud, así como las mejores maneras de cuidar nuestra salud y hacer viables los sistemas sanitarios. Queremos informar y formar a la ciudadanía sobre hábitos y estilos de vida poco sanos y ofrecer alternativas para vivir con verdadera salud.


PROGRAMA

09:00
Entrega de acreditaciones
   
09:15
Apertura de las Jornadas
Miguel Jara, Alfredo Suárez, Fundación ONCE
   
10:00
Cómo superar las enfermedades producidas por los productos químicos de uso cotidiano
Pilar Muñoz-Calero
   
10:45
Medicina integrativa, un nuevo modelo para nuevos problemas de salud
Jose Francisco Tinao Martín-Peña
   
11:30 Pausa
   
12:00 La desmedicalización de la menopausia
Inma González
   
12:45 Enfermedades relacionadas con nuestro estilo de nacimiento
Emilio Santos Leal
   
13:30 El importante ascenso del cáncer. La nutrición como parte de la prevención y el tratamiento
Javier Herráez González
   
14:15 Pausa para el almuerzo
   
16:00 Mesa redonda de debate con el público sobre calidad de vida, bienestar, sistemas sanitarios, autocuidado de la salud, gestión sanitaria
Pilar Muñoz-Calero, Javier Herráez González, Manuel Amarilla y Francisco Almodóvar. Introducción y moderación: Miguel Jara
   
17:00 Ciudadanos, derecho y salud
Manuel Amarilla
   
17:45 Dificultades y oportunidades del ciudadano para exigir responsabilidades legales por daños en su salud
Francisco Almodóvar
   
18:30 Preguntas y coloquio
   
19:00 Fin de la jornada


PONENTES


Miguel Jara
Escritor y periodista free lance, especializado en temas de salud y ecología. Su último libro es 'Laboratorio de médicos'. Es autor del blog de referencia www.migueljara.com
   

Pilar Muñoz-Calero
Médica pediatra, neonatóloga y estomatóloga, presidenta de la Fundación Alborada. Experta en medicina ambiental.
   

Jose Francisco Tinao Martín-Peña
Director de CMI-Clínica de Medicina Integrativa. Miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna y Sociedad Europea de Medicina Integrativa
   

Inma González
Directora Médica del Centro de Medicina Biológica Novadona en Barcelona. Secretaria de la sección colegial  de médicos de estética COMB. Miembro de la Sociedad de Medicina Estética y Asociación para el estudio de la menopausia.
   

Emilio Santos Leal
Licenciado en Medicina y en Ciencias Físicas. Es psiquiatra y ginecólogo especialista en parto natural en casa.
   

Javier Herráez
Médico oncólogo especializado en medicina biológica. Cree que la medicina es única y sólo debe estar al servicio del paciente www.medicinalibre.com
   

Manuel Amarilla
Abogado, penalista y criminólogo con más de 30 años de experiencia en el sector farmacéutico y salud. Presidente del Grupo Europeo de Derecho Farmacéutico (Eupharlaw)
   

Francisco Almodóvar
Abogado, responsable de Gestión y Desarrollo del Bufete Almodóvar & Jara. Consultor legal en nuevas tecnologías y salud. Autor del libro 'El dato personal terapéutico' (Ed. Eupharlaw, 2005)

miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Existen médicos amigos de los mocos?




Si, y no podía ser otro que el pediatra Jesús Martínez.

Pueden leerlo aquí



También puedes reirte un poco con su reflexión sobre el uso del termómetro en niños y seguir su recomendación: antes que al termómetro miremos al niño.

 Jesús tiene una habilidad especial para contar historias serias con sentido del humor, es uno de mis pediatras de cabecera preferidos.

Somos muchos los que luchamos dia tras dia por una desmedicalización de la infancia. Si vienes a Pediatic podrás encontrarte con más.





foto '279/365 - Snot in my backyard'
http://www.flickr.com/photos/63474264@N00/5058216473

sábado, 21 de abril de 2012

Con Mónica Lalanda y Rogelio Altisent en la OMC




Lo mejor de las redes sociales es convertir a alguien que sigues de forma virtual en una relación presencial. Ayer me pasó con Rogelio Altisent al que sigo, no en redes sociales, si no en libros, artículos científicos y en prensa médica desde hace años. Su conocimiento de la bioética y la medicina me ha inspirado y ha animado los comités de ética asistencial en los que he participado.

Ayer conversamos sobre los retos que abren los usos de las tecnologías de la información y la comunicación en manos de médicos. Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial, es consciente de la importancia. Por eso participa en redes sociales  e impulsa su expansión entre los colegios de médicos que él representa.

Ramón Sánchez Ocaña dio una conferencia magistral entretenida y bien ordenada sobre los retos y la compleja relación entre periodistas, médicos e información. Su capacidad de modulación de voz es extraordinaria, leyó sus notas y mantuvo sin esfuerzo la atención del auditorio. Me sorprendió gratamente.


Como plantea Monica Lalanda hay dos clases de médicos, los que están en redes sociales y los que estarán. Mónica explicó el uso de twitter para profesionales sanitarios. Como siempre de una forma amena y didáctica.

Finalmente Rogelio Altisent reflexionó sobre los escenarios de valores que se abren con estas herramientas. Un campo que por su novedad nos enfrenta a retos bioéticos nuevos. 

Aprender este nuevo lenguaje implica un esfuerzo y una cota de riesgo. Los mismos que asumimos al empezar a estudiar una lengua extranjera. Con el agravante de que nos manejamos en una arena pública y todo lo que digamos quedará registrado. La prudencia es de nuevo un valor imprescindible.







Foto 1 por Teresa Alfageme
Foto 2 por Juan José Rodríguez Sendín


miércoles, 11 de abril de 2012

No se haga chequeos por favor



"Todo es negocio, todo es negociable". Este axioma de la sociedad de libre mercado en que vivimos trata de imponerse también en el mundo de la salud.

La salud es un negocio, para muchos. Entre ellos los que plantean hacer chequeos por doquier. Someter a personas sanas a pruebas diagnósticas es peligroso. Para los que se someten a las pruebas, no para los que cobran por ellas.

Hacer un TAC de cuerpo entero a una persona sana es una falacia. Se someterá a una radiación equivalente a más de 300 radiografías de tórax y se expondrá a que se le detecte algo. "Bueno, de eso se trata de detectar algo" responderá la empresa de chequeos. "Sí, pero no", toda prueba diagnóstica tiene una sensibilidad y una especificidad para detectar problemas. Esto quiere decir que habrá un porcentaje de "hallazgos" que sean falsos positivos, o lo que es lo mismo: la prueba detecta algo que no es nada (da positivo pero es un error).

Estos falsos positivos obligarán a hacer más pruebas: biopsias, cirugía, intervenciones varias... para descartar que verdaderamente el "hallazgo" no sea nada. Sometiendo a la persona a riesgos y procesos que no son para nada necesarios.

Si es usted un paciente mio: NO SE SOMETA A CHEQUEOS POR FAVOR. Si tiene alguna duda sobre su salud hable conmigo (ó con su médico de familia si yo no lo soy).

Calidad y salud no es hacer más, es hacer lo adecuado. Hacer pruebas diagnósticas no indicadas causa más problemas que beneficios. 


Foto de XL semanal

Vía Javier Padilla, editor de Médico Crítico

domingo, 1 de abril de 2012

¿Por qué la doctora Margaret McCartney no se hace citologías?



Margaret McCartney es una médica de familia con consulta en Glasgow. Además de colaborar con revistas médicas de prestigio lo hace con la prensa, comparto hoy un artículo en el periódico The Independent. En él explica sus razones por las que se niega a someterse a citologías y pruebas de screening del cancer de mama o el colesterol.

Su tesis es muy potente. Las pruebas de detección precoz de enfermedades (pruebas de screening) tienen ventajas e inconvenientes. El sistema sanitario tiene la obligación de explicar ambas para que el ciudadano pueda elegir con seguridad.

Quien desee profundizar en sus razones puede leer su libro, The patient paradox.


Why I'm saying no to a smear

Dr Margaret McCartney is a GP. Yet she refuses cervical and breast cancer screening and hasn't measured her cholesterol. She explains her reasons


Renew travel card. Book haircut. Go for screening test. Buy cinema tickets. Meet friends." You may have spotted the odd one out – for this is not a list of things to do at the weekend, but the front cover of the NHS Scotland's "Cervical Screening Test" information booklet.


Here's a confession. I am a GP, and I don't go for cervical smears. Nor do I know what my cholesterol level is, and when I reach 50 and am invited to mammography screening, I won't be turning up. I haven't decided about bowel-cancer screening, but at the moment, on the evidence, I'm unconvinced.

Why? Part of the problem is the trivialisation of the choices that are offered to us when it comes to screening tests. It's important to be clear – screening tests are for people who are well and who have no symptoms for disease. So if you have bleeding between periods, or a change in your bowel habit, you don't need screening tests – you need diagnostic tests.

Screening tests are different. Because they aim to find disease you don't know about, the trade-off between benefits and harms tends to be more nuanced compared with tests done to investigate symptoms. Cervical screening does prevent deaths from cervical cancer. But to get that reduction, you have to follow up and/or treat all the women who have cell changes on their screening test. However, most cervical-cell changes found at screening will not lead to cervical cancer. The problem is we can't predict which will, so all need further monitoring or treatment. A study from Bristol in 2003 found that 1,000 women have to be screened for 35 years to prevent one death from cervical cancer; and to prevent that death, 80 women have to have further investigation, with 50 women having treatment to their cervices. Four out of five women found at screening to have "high-grade" changes in their cervix did not go on to develop invasive cancer.
Clearly, there is a benefit – but overall, it's small. That potential for good has to be weighed against the risks of treatment. It's known that having a cervical biopsy – which is done to get more information about the degree of abnormality – raises the risk of pre-term birth in later pregnancies. And the worry and anxiety that the results cause shouldn't be underestimated.

I'm not against screening, but I am against unthinking screening. I weighed up my personal risk factors for cervical screening (for example, smoking is a risk factor), threw in my own priorities – and decided not to have it. And here's the problem. The NHS persists in sending me red-ink letters despite my written declaration to opt out. I'm made to feel a risk-taker in not having cervical screening – yet I'd also be taking my chances if I had it done.

This is at the heart of the screening problem. Most information sent to us, as potential participants, doesn't make clear that it's a personal choice, and a balance of pros and cons. We can end up being screened without knowing that it was an option, not a foregone conclusion. This is important because it's apparent from research studies that when people get balanced information about screening tests, fewer people want them. Take the prostate-specific antigen (PSA) blood test for prostate cancer screening. When it's explained that it can't distinguish a killer cancer from a "cancer" that behaves benignly, more men opt out – the treatment can lead to impotence and incontinence, and there is no guarantee that PSA screening saves lives. The same goes for bowel-cancer screening; the better the information people are given about their chances of benefit and risk of side effects from screening, the fewer want it.

Yet the screening establishment tends to think that people who don't have their prescribed screening tests are more likely disorganised, feckless or ignorant. The truth is quite different. I've elected not to know my cholesterol level because it's just one cardiovascular risk factor among many others that I can control better – such as with exercise and diet. For someone without cardiovascular disease, there's around a one-in-60 chance of avoiding a heart attack by taking cholesterol-lowering statins for five years. But there is also a one-in-167 chance of developing diabetes because of the drugs. I'd rather not take tablets for the rest of my life with this balance of risks. As for breast screening, we know that if you screen 2,000 women for 10 years, one will have her life prolonged because of it. But to get this benefit, 10 other women will have treatment for breast cancer unnecessarily – when their cancer would never have affected their lifespan. When I put this in context with my own personal risk factors and preferences, I can't see myself signing up.

Of course, all this pales beside the many screening tests in the private sector – from CT scans of vital organs to ultrasounds of the neck and ECGs of the heart. Within the NHS, the UK National Screening Committee diligently researches the benefits and risks of screening. In the private sector, there's no such quality control. And false positives can mean invasive tests are done to get biopsies, themselves risking harm. Are we even sure what "normal" is? We know that about 10 per cent of well people have abnormalities on their brain scans – including aneurysms and benign tumours. Clearly, most of these "abnormalities" mean very little – 10 per cent of the population don't die of these "problems". Screening can throw up all sorts of unanticipated problems; shouldn't we know this before stepping into a scanner?

Many people who endure side effects from screening tests are willing to put up with them because they believe they have been saved by them. I'd be willing to bet that if more people understood the fine balance of risks screening offers, there would be less screening – and more anger. To me, the failure of medicine to explain the pros and cons, and the need to make a properly informed screening choice, is scandalous and unsustainable. But it's potential patients who need to object loudest of all.

  (bolds are mine, las negritas son mías)






'The Patient Paradox: Why Sexed-up Medicine Is Bad for Your Health', by Margaret McCartney, is published by Pinter & Martin (£9.99)

domingo, 18 de marzo de 2012

Los hospitales españoles darán omeprazol gratis a todos los pacientes




Practicamente todos los pacientes que salen de urgencias de un hospital con un tratamiento que contenga un antiiflamatorio lleva también una prescripción de omeprazol.

Muchos que no tienen antiinflamatorios también. ¿Por qué?

Los antiinflamatorios pueden causar daño en el estómago en personas con algún factor de riesgo como:

1.Enfermedad gástrica previa.
2. Enfermedad sistémica grave.
3. Paciente anciano.
4. Tratamientos con antiinflamatorios a grandes dosis o tiempos prolongados.

Un caballero de 40 años sano, no es factor de riesgo. Una señorita de 23 años tampoco. Ambos saldrán con omeprazol.

Las razones son varias, fundamentalmente miedo a posibles complicaciones y posibles denuncias.

¿Es posible hacerlo mejor?

Seguramente si. A mi me toca explicarlo en la consulta cuando vienen a por las recetas (que por cierto los compañeros de urgencias no les dan). Y lamentablemente para mi, no tengo más remedio que explicar al paciente la mejor evidencia científica disponible, que este caso no es la que lleva escrita en su informe.

Lo más coherente sería explicar verbalmente los posibles efectos secundarios a la hora de prescribir un antiinflamatorio y permirtir que el paciente participe en la decisión del tratamiento. Los pacientes son inteligentes, entienden el mensaje. 

El título del post de hoy  es una provocación. Nadie sale con medicación gratis de un hospital, pero por desgracia muchos ciudadanos salen con más medicamentos de los que necesitan.








Foto: 'Why, oh why, didnt I take the blue pill ?'
http://www.flickr.com/photos/74078214@N00/268846488

jueves, 15 de marzo de 2012

Decreixement sanitari. Decrecimiento sanitario





Les societats occidentals estan sotmeses a un procés de decreixement a tots els nivells. Això implica una situació de crisi com a procés i no com a fet puntual. No hi haurà brots verds, això és un desert. Adaptar-se a una situació de decreixement després d'anys de bonança no és gens fàcil, això ho sap tothom. El que potser no sapiguem és que aquesta adaptació requerirà de nosaltres grans dosis de creativitat. No podem seguir delegant la innovació, creativitat, recerca i desenvolupament en altres. Cada ciutadà/ana a té davant seu propi banc de proves i el seu laboratori personal, en el seu treball, en la seva família, a la seva comunitat. Haurem de buscar noves formes, nous camins.I en el món sanitari què està passant?. El Titanic sanitari segueix el seu rumb fix per un mar ple d'icebergs, el capità del vaixell està sopant tranquil · lament, el passatge va bastant entretingut i en pont de comandament fan guàrdia un grapat d'oficials de competència variable. A la coberta de tercera classe hi ha algunes veus que fa temps alertant que així no és segur viatjar, però a penes se senten. Estan molt a baix i aquí dalt sóna la música de l'orquestra ...En sanitat la realitat és que comptem amb menys pressupost d'una banda i més demanda de serveis per un altre. La població se sent malalta, sobrecarregada, aclaparada. Les etiquetes diagnòstiques cada vegada afecten més persones (nens inquiets, embarassades, ancians, persones amb poc pèl, senyores tristos o cavallers aclaparats). Tots entren en el sistema sanitari i surten amb la seva etiqueta i la seva pastilla ... ¿Ningú s'adona que aquest NO és el camí?Com aconseguir eficiència en aquesta tessitura?Em temo que caldrà desmuntar moltes coses.
Els únics que en aquest moment estan treballant dur per treure etiquetes diagnòstiques, disminuint la hipermedicalización i afavorint la prevenció quaternària són un grup de metges de família. Són pocs, poc visibles i altament castigats per l'organització. A més de suportar càrregues burocràtiques enormes, sistemes informàtics insofribles i altres penalitats, veuen que la seva tasca no té cap reconeixement i és cada vegada més dificultosa per la mala gestió d'altres serveis sanitaris en què es consent una prescripció arbitrària de medicaments amb poca indicació, la descoordinació i incomunicació perpètua entre nivells i el lideratge invisible de gestors que no surten del seu despatx.Tots sortim perdent.En sanitat un dels valors més importants és tenir un metge responsable que tingui cura del procés de malaltia d'una persona i el salvaguardi dels potencials problemes que qualsevol sistema sanitari ocasiona. Tenir infermeres compromeses que declinen bé el verb cuidar i acompanyar. Cada vegada queden menys. S'estan substituint per mercenaris / es funcionalitzats cada vegada més esgotats i en conseqüència més mecànics.Haurem de reformular l'atenció primària. Estimular la seva resolubilidad, accessibilitat i presència comunitària i al domicili del pacient. Això amb 45-50 pacients citats al dia per metge no és possible. No hi ha manera d'incentivar a ningú si se li exigeix ​​més per menys sou i en condicions insalubres.Haurem de reformular els hospitals, que consumeixen el 85% dels recursos sanitaris en processos molt cars que no ens podem permetre. L'eficiència de molts d'ells és francament discutible. La política de seguir obrint més hospitals tampoc sembla la millor per a la societat, encara que segueixi sent rendible a curt termini en nombre de vots per al polític de torn.Cada professional haurà de prioritzar. Veure què és més important i què menys. Fer més coses i deixar de fer altres. Atès que no hi ha un clar lideratge això es pot convertir en un "campi qui pugui"
. Calen bons líders però aquests són absents.

M'atreveixo a apuntar dues paraules: creativitat i comunicació. Una explosió de les dues a tots els nivells de l'organització, de la societat, potser puguin aportar les suficients taules perquè no ens ofeguem després del naufragi sanitari que, si no els ha quedat prou clar, està a punt de produir-se.








Las sociedades occidentales están sometidas a un proceso de decrecimiento a todos los niveles. Esto implica una situación de crisis como proceso y no como hecho puntual. No habrá brotes verdes, esto es un desierto. Adaptarse a una situación de decrecimiento tras años de bonanza no es nada fácil, eso lo sabe todo el mundo. Lo que quizá no sepamos es que esa adaptación requerirá de nosotros grandes dosis de creatividad. No podemos seguir delegando la innovación, creatividad, investigación y desarrollo en otros. Cada ciudadano/a tiene delante su propio banco de pruebas y su laboratorio personal, en su trabajo, en su familia, en su comunidad. Tendremos que buscar nuevas formas, nuevos caminos.

Y en el mundo sanitario ¿qué está pasando?. El Titanic sanitario sigue su rumbo fijo por un mar plagado de icebergs, el capitán del barco está cenando tranquilamente, el pasaje anda bastante entretenido y en puente de mando hacen guardia un puñado de oficiales de competencia variable. En la cubierta de tercera clase hay algunas voces que llevan tiempo alertando que así no es seguro viajar, pero apenas se oyen. Están muy abajo y aquí arriba suena la música de la orquesta...

En sanidad la realidad es que contamos con menos presupuesto por un lado y más demanda de servicios por otro. La población se siente enferma, sobrecargada, agobiada. Las etiquetas diagnósticas cada vez afectan a más personas (niños inquietos, embarazadas, ancianos, personas con poco pelo, señoras tristes o caballeros agobiados). Todos entran en el sistema sanitario y salen con su etiqueta y su pastilla... ¿Nadie se da cuenta de que este NO es el camino?

¿Cómo conseguir eficiencia en esta tesitura?

Me temo que habrá que desmontar muchas cosas.






Los únicos que en este momento están trabajando duro por quitar etiquetas diagnósticas, disminuyendo la hipermedicalización y favoreciendo la prevención cuaternaria son un grupo de médicos de familia. Son pocos, poco visibles y altamente castigados por la organización. Además de soportar cargas burocráticas enormes, sistemas informáticos insufribles y otras penalidades, ven que su labor no tiene ningún reconocimiento y es cada vez más dificultosa por la mala gestión de otros servicios sanitarios en los que se consiente una prescripción arbitraria de medicamentos con poca indicación, la descoordinación e incomunicación perpetua entre niveles y el liderazgo invisible de gestores que no salen de su despacho.

Todos salimos perdiendo.

En sanidad uno de los valores más importantes es tener un médico responsable que cuide del proceso de enfermedad de una persona y lo salvaguarde de los potenciales problemas que cualquier sistema sanitario ocasiona. Tener enfermeras comprometidas que declinen bien el verbo cuidar y acompañar. Cada vez quedan menos. Se están sustituyendos por mercenarios/as funcionarizados cada vez más agotados y en consecuencia más mecánicos.

Tendremos que reformular la atención primaria. Estimular su resolubilidad, accesibilidad y presencia comunitaria y en el domicilio del paciente. Esto con 45-50 pacientes citados al dia por médico no es posible. No hay manera de incentivar a nadie si se le exige más por menos sueldo y en condiciones insalubres.

Tendremos que reformular los hospitales, que consumen el 85% de los recursos sanitarios en procesos muy caros que no nos podemos permitir. La eficiencia de muchos de ellos es francamente discutible. La política de seguir abriendo más hospitales tampoco parece la mejor para la sociedad, aunque siga siendo rentable a corto plazo en número de votos para el político de turno.

Cada profesional tendrá que priorizar. Ver qué es más importante y qué menos. Hacer más cosas y dejar de hacer otras. Dado que no hay un claro liderazgo esto se puede convertir en una estampida y un sálvese quien pueda.

Se precisan buenos líderes pero estos brillan por su ausencia.




Me atrevo a apuntar dos palabras: creatividad y comunicación. Una explosión de las dos a todos los niveles de la organización, de la sociedad, quizá puedan aportar las suficientes tablas para que no nos ahoguemos después del naufragio sanitario que, si no les ha quedado suficientemente claro, está a punto de producirse.




Agradezco a Toni Iruela @airuelal su supervisión con la traducción.

Foto 1: 'slow down'
http://www.flickr.com/photos/72093892@N00/4153613907


Foto 2: 'love at first sight'
http://www.flickr.com/photos/75771006@N00/45588907


Referencia del Vídeo: Carlos Taibo, pensador muy recomendable.


martes, 13 de marzo de 2012

The patient paradox. La paradoja del paciente





Let me introduce you Margaret McCartney, a smart General Practitioner who write a blog and is a regular visitor of BMJ and other journals. She had published a book about the excces of medicine, the abuse of medical tests and hipermedicalization.

Yesterday we share a couple of tweets. She present me a nice one:

oversimplifying complex medicine is bad for us;professional doctors providing compassionate evidence base care is good for us 



It could be an abstract of her book.

I ordered it this morning, I´m completely sure I will enjoy the reading.


THE PATIENT PARADOX

Welcome to the world of sexed-up medicine, where patients have been turned into customers, and clinics and waiting rooms are jammed with healthy people, lured in to have their blood pressure taken and cholesterol, smear test, bowel or breast screening done.
In the world of sexed-up medicine pharmaceutical companies gloss over research they don’t like and charities often use dubious science and dodgy PR to 'raise awareness' of their disease, leaving a legacy of misinformation in their wake. Our obsession with screening swallows up the time of NHS staff and the money of healthy people who pay thousands to private companies for tests they don’t need. Meanwhile, the truly sick are left to wrestle with disjointed services and confusing options.
Explaining the truth behind the screening statistics and investigating the evidence behind the hype, Margaret McCartney, an award-winning writer and doctor, argues that this patient paradox – too much testing of well people and not enough care for the sick – worsens health inequalities and drains professionalism, harming both those who need treatment and those who don't.





 Permítanme presentarles a Margaret McCartney, una  inteligente médica de familia, blogera  y colaboradora habitual del British Medical Journal y otras revistas. Acaba de publicar un libro sobre los excesos de la medicina, el abuso de las pruebas diagnósticas y la hipermedicalization.

Ayer compartimos un par de tweets. Me regaló uno realmente bueno:

hipersimplicicar la medicina compleja es malo para todos: buenos profesionales médicos que ejerzan un cuidado compasivo basado en la evidencia es bueno para todos.

Podría ser un resumen de su libro.

Lo pedí esta mañana, estoy completamente seguro de que voy a disfrutar la lectura.



LA PARADOJA DEL PACIENTE



Bienvenidos al mundo de la medicina "excitante", donde los pacientes se han convertido en clientes, y las clínicas y salas de espera están abarrotadas de gente sana, encantados de tomarse la presión arterial, hacerse análisis de colesterol, de orina o pruebas para el estómago o el pecho.

En el mundo de las "excitantes" compañías  farmacéuticas estas pasan por alto la investigación que no les gusta y las obras de caridad utilizando a menudo  ciencia dudosa y poco fiables relacciones públicas para 'crear conciencia' de  enfermedad, dejando un legado de la desinformación a su paso. Nuestra obsesión con las pruebas diagnósticas devora el tiempo del personal sanitario y el dinero de las personas sanas que pagan enormes sumas a empresas privadas para  pruebas de que no necesitan. Mientras tanto, los realmente enfermos han de conformarse con  servicios sanitarios inconexos y opciones confusas.

Explicando la verdad que se esconde detrás de las estadísticas  e investigación la evidencia científica detrás de la publicidad, Margaret McCartney, escritora reputada y médico, argumenta que la paradoja del paciente -muchas pruebas diagnósticas para los realmente enfermos y pocas para los sanos- empeora las desigualdades de salud y desrvirtúa la profesionalidad médica, perjudicando tanto a los que necesitan tratamiento y como a los que no.

domingo, 4 de marzo de 2012

Cuanto más medicalizada está la sociedad, más enfermedad hay



"Com més medicalitzada està la societat, més malaltia hi ha",

Teresa Forcades,   monja benedictina al al monestir de Sant Benet
  •  Avui com més medicalitzada està una societat més malaltia hi ha, perquè atribuïm una etiqueta diagnòstica a fenòmens de la vida quotidiana que anys enrere a ningú se li hauria ocorregut etiquetar com a patologia   A més, se li proposa un tractament farmacològic de per vida, perquè com que és un tret caracterològic…
  •  Un altre exemple és el de la mort, que la reduïm a converses del tipus: “Que ha passat el metge? Han apujat l’oxigen? Ja li han donat la pastilla?…” I amb això van passant les hores, i no hi ha hagut espai social per abordar la realitat espiritual o humana.
  •  Un altre cas, la hiperactivitat infantil. Hi ha hagut iniciatives -pagades per les cases que patrocinen un medicament- que són les informacions en les quals ens basem per dir que hi ha un gran percentatge de nens que tenen aquest problema, i han de comprar tal pastilla.
  • “el sistema mèdic ha esdevingut un perill per a la salut” i també que “l’obsessió per la salut ha esdevingut una patologia”. A Jesús l’haurien omplert de pastilles avui, perquè no crec que tingués complet benestar social i físic.  
  • No pot ser que la salut sigui un negoci, en això sóc radical
  • Hi ha una crisi d’innovació perquè es fan drogues que són repeticions amb una variació de molècules mínima per poder-les patentar com a noves. Per innovar de veritat has de tenir un cor i una ment oberts, has de ser una mica geni i no pensar en els diners.
  • La medicina convencional és molt decebedora per a les malalties cròniques. 




"Cuanto más medicalizada está la sociedad, más enfermedad hay",

     Teresa Forcades, monja benedictina en el monasterio de Sant Benet

          Hoy cuanto más medicalizada está una sociedad más enfermedad hay, porque atribuimos una etiqueta diagnóstica a fenómenos de la vida cotidiana que años atrás a nadie se le habría ocurrido etiquetar como patología Además, se le propone un tratamiento farmacológico de por vida, porque como que es un rasgo caracterológico ...

 
          Otro ejemplo es el de la muerte, que la reducimos a conversaciones del tipo: "Que ha pasado el médico? Han subido el oxígeno? Ya le han dado la pastilla? ... "Y con ello van pasando las horas, y no ha habido espacio social para abordar la realidad espiritual o humana.

 
          Otro caso, la hiperactividad infantil. Ha habido iniciativas-pagadas por las casas que patrocinan un medicamento-que son las informaciones en las que nos basamos para decir que hay un gran porcentaje de niños que tienen este problema, y tienen que comprar tal pastilla.

 
         "El sistema médico se ha convertido en un peligro para la salud" y también que "la obsesión por la salud ha convertido en una patología". A Jesús lo habrían llenado de pastillas hoy, porque no creo que tuviera completo bienestar social y físico.

 
         No puede ser que la salud sea un negocio, en eso soy radical.

 
         Hay una crisis de innovación porque se hacen drogas que son repeticiones con una variación de moléculas mínima para poder patentar como nuevas. Para innovar de verdad tienes que tener un corazón y una mente abiertos, tienes que ser un poco genio y no pensar en el dinero.

 
         La medicina convencional es muy decepcionante para las enfermedades crónicas.
 


Fuente Ara.cat vía Rafa Cubí 



Información adicional:

  1. Prevención Cuaternaria por Juan Gérvas 
  2. Sobre hipermedicalización, un post del blog Atensión Primaria









sábado, 3 de marzo de 2012

Melanomas, dermatólogos, Juan Gérvas y la polémica




Esta semana hay cierto revuelo en las redes sociales tras un artículo de Juan Gérvas en Acta Sanitaria

El el artículo citado, el doctor Gérvas arremete contra el sobrediagnóstico de melanomas, contra el exceso de biopsias y la sobreprevención, que ha adquirido la dimensión de una epidemia. Los melanomas son uno de los problemas dermatológicos potencialmente más graves. Buscar el término medio para que no se infradetecten casos por un lado y no se sobrediagnostiquen por otro nunca ha sido fácil.

Una mejor formación y disposición por parte de los médicos de familia podría ayudar a hacer las cosas bien. Una mejor coordinación dermátologo-médico de familia también.

En un contexto ideal el paciente con una lesión dudosa se podría hacer dermatoscopia con fotografía en su centro de salud y ser contralada allí su evolución en el tiempo. Una conexión electrónica con el dermatólogo consultor ahorraría visitas y mejoraría las derivaciones. Mejoraríamos la seguridad del paciente, reduciendo costes e intervenciones innecesarias.

Como no tenemos líderes sanitarios que favorezcan este contexto los pacientes seguirán mal diagnosticados (en algunos casos infra en otros supra).

El problema no es solo de los dermatólogos. El problema es que el sistema sanitario es potencialmente peligroso para la salud de los pacientes cuando desarrolla actividades diagnósticas o terapéuticas innecesarias. Esto se llama yatrogenia y una forma de evitarla es desarrollando prevención cuaternaria. A ningún profesional sanitario le gusta hacer daño a sus pacientes, pero tendremos que tomar conciencia de que este hecho es inherente a nuestra actividad aunque no se desee. Usar al máximo nuestra inteligencia para conseguir diseñar procesos más seguros, evitar intervenciones no suficientemente indicadas, atrevernos a realizar seguimientos y esperas seguras... está dentro de nuestras posibilidades.

No nos debería asustar hablar de ello, el tema es lo suficientemente serio. Vivimos en una sociedad medicalizada y sanitarizada. A veces más no es sinónimo de mejor.










Nuestro sistema sanitario no es más que un montón de pompas de jabón... va siendo hora de que todos/as nos sintamos miembros en igualdad de condiciones, corresponsables y compañeros.


  

jueves, 26 de enero de 2012

El laberinto de las mamografías




Pese a que la mayoría de los ciudadanos cree que hacerse pruebas y chequeos es bueno para su salud, las evidencias científicas no lo tienen tan claro. Lamentablemente esto no se puede explicar bien en 5 minutos de consulta. 



"Puede ser razonable realizar detección precoz (screening) del cáncer de mama con mamografía, pero también puede ser razonable no hacerlo, dado que esta prueba tiene tanto beneficios como perjuicios.

Si 2000 mujeres son revisadas regularmente durante 10 años, una se beneficiará de la prueba, ya que evitará morir por cáncer de mama.

Al mismo tiempo, 10 mujeres sanas, serán mal diagnosticadas (sobrediagnósticadas) de cáncer y serán tratadas innecesariamente. Estas mujeres se las extirpará una parte de su pecho o la mama completa, con frecuencia recibirán radioterapia, y en ocasiones quimioterapia.
 
Además, alrededor de 200 mujeres sanas experimentan una falsa alarma. La tensión psicológica hasta que se sepa si es cancer o no, e incluso después, puede ser grave."




It may be reasonable to attend for breast cancer screening with
mammography, but it may also be reasonable not to attend, as
screening has both benefits and harms.

If 2000 women are screened regularly for 10 years, one will benefit
from the screening, as she will avoid dying from breast cancer.

At the same time, 10 healthy women will, as a consequence,
become cancer patients and will be treated unnecessarily. These
women will have either a part of their breast or the whole breast
removed, and they will often receive radiotherapy, and sometimes
chemotherapy.

Furthermore, about 200 healthy women will experience a false
alarm. The psychological strain until one knows whetherer or not it
was cancer, and even afterwards, can be severe.







Documento original  SCREENING FOR BREAST CANCERWITH MAMMOGRAPHY



Image: 'Labyrinth'
http://www.flickr.com/photos/36258964@N03/3588479278


sábado, 17 de diciembre de 2011

Estado crítico: la medicalización de la vida frame a frame

Que un médico recomiendo pastillas no es raro. Se dedica a ello. Lo extraño es que un médico las quite, las des-recete, las suspenda.

Vivimos vidas medicalizadas, hipermedicalizadas. La sociedad del exceso también consume fármacos en exceso. Y eso tiene un riesgo y un coste. Personal y social.

El proyecto "Estado crítico. La medicalización de la vida frame a frame" nace de un grupo de profesionales no sanitarios del mundo de la creatividad que coordinan Patricia García Naranjo y José María de Duelmo del master de artes visuales y multimedia de la Facultad de Bellas Artes de Valencia.

Esta iniciativa incorpora elementos de prevención cuaternaria que trata de ayudar a concienciar a toda la sociedad de la importancia de evitar daños derivados de los propios tratamientos o pruebas diagnósticas.

Para un médico de cabereca es mucho más difícil quitar un tratamiento que ponerlo. La decisión final sobre éste debería nacer del consenso entre paciente y médico. Pero la desmedicalización no podrá ser una labor únicamente sanitaria. Hay demasiada presión en contra.


Los profesionales sanitarios pueden visitar el blog Prescripción Prudente

Los pacientes pueden leer a Juan Gérvas


Espero que todos/as disfruten con los vídeos.



Corazon from Patricia Naranjo on Vimeo.






El paciente informado from Patricia Naranjo on Vimeo.





Rital_iN from Patricia Naranjo on Vimeo.




Ver los 9 vídeos AQUÍ

Vía Docencia Alto Palancia

domingo, 16 de octubre de 2011

Resumen del seminario de innovación #Siap2011 sobre Prevención Cuaternaria



Seguimos profundizando en el concepto de prevención cuaternaria. Desarrollar una profunda reflexión entre profesionales sanitarios y entre estos y la ciudadanía es pertinente. Desde este blog trataremos de favorecer este diálogo.

Juan Gérvas hablando de atención primaria y accesibilidad:





Artículo de Juan Gérvas resumiendo el Seminario de Innovación de Atención Primaria 2011 #siap2011 (los subrayados son míos):



 
PREVENCIÓN CUATERNARIA:
TEORÍA Y PRÁCTICA EN LA CONSULTA, LA ENSEÑANZA Y LA POLÍTICA SANITARIA,Y SU RELACIÓN CON LA EQUIDAD Y EL COSTE[1],[2]

El profesional sanitario se rige por el viejo primum non nocere

Es decir, es fundamental no empeorar el curso natural del enfermar, entendiendo por tal el desarrollo de la enfermedad y de la muerte sin la intervención profesional. Del mismo modo, la intervención no debería empeorar la salud en general, en el individuo y en la población.

Con el desarrollo científico y tecnológico cada vez es más fuerte el impacto de la actividad sanitaria en la vida de personas y comunidades. En gran parte el impacto es beneficioso, como se ha visto durante siglos con las vacunas y más recientemente con los antibióticos, o desde siempre con el uso de técnicas varias para controlar los síntomas previos a la muerte. 

Pero no hay bien perfecto, y el beneficio se hace siempre a costa de algunos daños (por ejemplo, efectos adversos de medicamentos, o de la prevención). Por ello es importante determinar el balance entre beneficios y daños, y valorar el coste y los valores implicados en la selección de la mejor alternativa. Es importante tener en cuenta que los beneficios y daños son probabilísticos y no suelen coincidir en el mismo individuo

Como consecuencia de las mejoras sociales y económicas, y de la mejor sanidad (y su financiación pública), se ha incrementado la expectativa de vida, la supervivencia con enfermedades crónicas y el número de contactos con los especialistas (y el riesgo de una atención sincopada y fragmentada). Además, las intervenciones sanitarias son cada vez más precoces, más diversas, más potentes, y para más problemas de salud. Con todo ello aumentan los beneficios, pero también se incrementa la probabilidad de provocar daños que superen los beneficios. Además, las poblaciones y los individuos "expuestos" a las intervenciones son cada vez más sanos y la industria sanitaria tiene cada vez más importancia económica y la salud constituye cada vez más un campo de negocios. Es por ello más difícil seleccionar y coordinar los servicios que aportan el máximo de beneficios con el mínimo de daños, a los individuos y a las poblaciones.

Gran parte del viejo primum non nocere se ha convertido en un principio básico de actuación, en la prevención cuaternaria. Es prevención cuaternaria la evitación del daño que causa la actividad del sistema sanitario, especialmente la evitación de la actividad innecesaria e inapropiada, la evitación de actividades sin eficacia y/o efectividad, y la evitación de la medicalización. 

En la práctica, hacer prevención cuaternaria es utilizar servicios y tecnologías sólo cuando es probable que los beneficios superen a los daños. Es decir, se trata de buscar la mejor alternativa, la que produce más beneficios con menos daños, y no siempre es una simple negativa. A veces es justo lo contrario, una intervención activa; por ejemplo, para llevar/derivar al paciente al profesional que mejor puede ayudar en su problema, en el momento y lugar más adecuado.

La propia prevención cuaternaria también puede conllevar más daños que beneficios y no se justifica por "la buena intención", sino por los hechos (por la consecución de la mejora en el estado de salud). Es decir, hay que ser precavidos y tener en cuenta que la prevención cuaternaria también puede hacer daños (como toda actividad sanitaria).

La prevención cuaternaria se refiere especialmente al campo en que el médico y el paciente se enfrentan al enfermar sin enfermedad, al sufrimiento sin diagnóstico. Es decir, se refiere a una ética de relación que pretende resolver con los mínimos daños posibles la demanda social e industrial insaciable, preventiva, curativa (diagnóstica y terapéutica) y rehabilitadora

En lo normativo-utópico, el sistema sanitario se rige por los valores de la salud, la solidaridad, la tolerancia y la transparencia. La salud tiene tal poder simbólico que se convierte en un imperativo, hasta hacer vivir la enfermedad como fracaso, y el encuentro entre paciente y profesional como un enfrentamiento angustioso en la búsqueda de una salud imposible. Esta visión individual no debería hacer perder la perspectiva social, la que busca equidad.

Es equidad un juicio social acerca de la tolerancia a las diferencias evitables, en este caso en salud. Es, pues, una percepción que cambia con la cultura, el tiempo y la geografía. Hay que valorar la equidad positiva, la que reflejan los hechos, más que la equidad normativa-utópica, que responde a ideales.
Lo más equitativo es que reciban servicios eficientes los que más lo necesitan. Y "podar" los servicios que se ofrecen pero carecen de coste-efectividad.

Cuando disminuye la solidaridad y la compasión (como en tiempos de crisis económica) disminuye la equidad, pues los que más cuidados necesitan suelen resultar "extraños a la tribu", son marginados, y acaban teniendo problemas de acceso y en el proceso (y, por consecuencia, en el resultado en salud). Los unos (los "otros") reciben de menos, mientras los "nuestros" reciben de más. En estos es clave la prevención cuaternaria individual negativa (evitar excesos en pacientes), en aquellos la prevención cuaternaria colectiva positiva (evitar omisiones en poblaciones).

Las mayores diferencias evitables en salud se deben a los marcadores socio-económicos (las diferencias de clase), pero también a variaciones geográficas que pueden superarlos en grados de magnitud. Es importante, pues, la transparencia de datos y la adecuación, efectividad y calidad de los servicios locales prestados. Se podría utilizar de "patrón oro" temporal aquellas zonas geográficas que obtengan mejores resultados en salud con mejor uso de los recursos. 

Conviene rechazar la magia de una "genomancia" que pretende ofrecer cuidados personalizados basados en la genética al tiempo que ignora una visión holística de la persona y del enfermar. La genómica se presenta como una medicina personalizada, pero es sólo otra forma de estratificar, con menos poder predictivo que la estratificación por clase social. 

Los servicios a ofrecer no deberían basarse en magia, sino en estudios de coste-efectividad y en la búsqueda de la equidad. Podríamos ofrecer, así, los mejores servicios posibles al máximo de población posible. Para ello hay tener en cuenta que el objetivo del sistema sanitario no es "ahorrar" sino lograr un balance socialmente tolerable entre los beneficios y los daños, entre la efectividad y los costes. El problema en España es la falta de transparencia y rigurosidad, la ausencia de datos precisos, por lo que los costes unitarios suelen proceder de una fuente privada (Soikos) sin control ni valoración externa de su calidad.

La prestación de servicios por profesionales de atención primaria competentes, que controlen tiempos e incertidumbre, y que se centren en la persona es condición que facilita la prevención cuaternaria. Lo clave en primaria es el conocimiento del paciente, en su contexto familiar y social, pues permite "ajustar" los servicios a las necesidades (teniendo en cuenta las expectativas y los valores de los pacientes y poblaciones). 

El óptimo social no es siempre el óptimo individual. En las decisiones clínicas se busca éste último, en las de política sanitaria el óptimo social. El óptimo individual se logra en cada caso con el compromiso profesional del trabajo con ética de la negativa (rechazar cortés, firme y científicamente los excesos de pacientes y gerentes) y con ética de la ignorancia (compartir con pacientes y gerentes las limitaciones de las ciencias de la salud).

La coordinación de cuidados por el médico general/de familia es parte de la prevención cuaternaria, en cuanto "defiende" al paciente de los excesos de la atención fragmentada de algunos especialistas (y de las promesas "imposibles" de algunos políticos). Contar con una lista de pacientes y tener función de filtro facilita la longitudinalidad (atención por el mismo médico a lo largo del tiempo, y en diversos problemas y situaciones). El trabajo en equipo facilita el mix de capacidades y habilidades que permite ofrecer prevención cuaternaria al paciente en la consulta y el domicilio.

¿Cómo introducir la escepticemia en los ambientes habitualmente asépticos en que se forman los estudiantes y los residentes? ¿Cómo enseñar la prevención cuaternaria? Puede ayudar la exigencia ética del primum non nocere, pero se hacen necesarios métodos docentes que utilicen técnicas específicas, como la narrativa de los casos clínicos de "excesos" para revertir la tendencia al "error por acción" (sin llevar al "error por omisión"). 

Valdría la pena estudiar el caso español, de los estudiantes de Medicina agrupados en Farmacríticxs (http://farmacriticxs.blogspot.com/), activos frente a los excesos de la medicina y ante la medicalización.

En todo caso, la práctica y difusión de la prevención cuaternaria precisa de líderes clínicos que unan al conocimiento y el prestigio la creencia en una utopía capaz de movilizar a los profesionales sanitarios.


NOTA:
El Seminario fue, y es (continua en la Red), actividad sin humos industriales ni empresariales. La reunión presencial se celebró en domingo, de 09,00 a 15,00 horas. Los ponentes y asistentes se hicieron cargo de los gastos de viaje, manutención y alojamiento.
La reunión presencial se realizó en la sede de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunidad, que abrió sus puertas en festivo, dio acceso a todos sus recursos y facilitó la presencia de una secretaria, Inés Barea (excelente profesional). Nuestro agradecimiento por tal cooperación.
Hubo mayor participación internacional al desarrollarse el Seminario como actividad previa a la reunión del Comité Internacional de Clasificación de la WONCA (Organización Mundial de Médicos Generales/de Familia), y al trabajar con tele-conferencia. Además de España, hubo participación de Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, Francia, Portugal y Uruguay.
Hay material adicional en


[1]    Seminario de Innovación en Atención Primaria, realizado en Barcelona, el 2 de octubre de 2011. El trabajo virtual (on line) comenzó en abril de 2011. Participaron como ponentes Marc Jamoulle (médico general, Bélgica), Gustavo Gusso (médico de familia, Brasil), Beatriz González López-Valcárcel (economista, España), Vicente Ortún (economista, España) y Juan Gérvas (médico general, España). Desarrolló el papel de secretario científico Raimundo Pastor Sánchez (médico general, España). Asistieron al encuentro presencial: Aina Perelló Bratescu, Ana Luque Alonso, Angels Rovira, Anna María Speciale, Antoni Agustí Marti, Armando Henrique Norman, Blanca de Gispert, Concha Violán Fors, Elena Serrano, Esther Limón Ramírez, Fernanda Melchior, Francisco Hernansanz, François Mennerat, Helena Roig Carrera, Idoia Alcorta Michelena, Javier Padilla Bernáldez, Jorge Bernstein, José Manuel Millarnelo, Judit Pertiñez Mena, Julián Errasti Morales, Laura Balagué Gea, Laurent Letrilliart, Luís Filipe Cavadas, Manel Anoro, María de la O Gracia Moliner, María José Fernández de Sanmamed, Mercedes Pérez Fernández, Miguel Ángel Prieto García, Miguel Pizzanelli, Mireia Fabregas, Nani Palermo, Pauline Boeckxstaens, Pascual Solanas Saura,   Raquel Gómez Bravo, Ray Simkus, Rosa Pérez, Salvador Casado, Sandro R. Rodrigues Batista, Susana García Pleyan, Sebastiá Juncosa, Teresa Martínez Ruiz, Thaïs Clusa, Thomas Kühlein, José Valderas Martínez, Tiago Villanueva, Txema Coll.
[2]    Resumen personal  y subjetivo de Juan Gérvas, con objeto de difundir lo principal del seminario presencial. En la duda jgervasc@meditex.es