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lunes, 8 de febrero de 2016

El placer de desaparecer

Te Arii Vahine. Paul Gauguin




Todos ustedes conocen bien el placer de quitarse del medio unos días. Hacer una escapada o tomarse unas vacaciones nos suele sentar estupendamente al rasgar la pesadez de nuestra cotidianidad.

Somos animales de costumbres, estamos diseñados para crear hábitos que nos ahorren esfuerzos y energías. Automatizamos procesos gracias a un puñado de algoritmos conductuales directamente relacionados con la supervivencia.

Lo triste de la historia es que la monotonía nos ahoga.

Otro plano relacionado con lo anterior tiene que ver con nuestra identidad, lo que cada cual denomina yo-mismo. Como venimos sabiendo desde Freud, esto no es más que una construcción mental. Utilísima para conformar un autoconcepto y un límite entre lo que creemos ser y el resto de la existencia, imprescindibe para nuestras relaciones personales y sociales. Lamentablemente nuestro ego también nos termina resultando una carga pesada.

La magia de desaparecer es conocida por muchos ilusionistas que la emplean con destreza en sus fantásticos trucos. ¿Por qué relegarla a unos pocos momentos a lo largo del año cuando costaría muy poco rescatarla con mayor periodicidad? Escapar un momento de uno mismo, desaparecer de la rutina unos instantes... qué enorme placer.

Los grandes meditadores y contemplativos llevan siglos haciéndolo. Hoy no está de moda al no ser algo precísamente comercial aunque iniciativas como el mindfulness están popularizándolo con buen tino. Aprender a desconectar de uno mismo es un arte que cuando se olvida suele terminar sobrecargando nuestros sistemas y haciendo que salte más de un fusible interno. La medicina occidental ha olvidado cómo ayudar a las personas a cuidar este aspecto de sus vidas que tanta enfermedad produce. Las sobrecargas cognitivas, emocionales o físicas terminan produciendo síntomas incómodos (dolor de cabeza, de espalda, insomnio, molestias digestivas...) que son el modo que tiene nuestro cuerpo de llamar nuestra atención para que nos cuidemos mejor.

Es por estas razones por las que recomiendo que desaparezcan siempre que puedan. Una escapada de fin de semana es una opción, pero también un paseo tranquilo por un parque, una sonata de Bach en directo, un ratito respirando despacio o una tarde romántica con la persona que les plazca. Y no tiren de escusa o digan que no tienen tiempo, nos jugamos algo más que la salud.










martes, 12 de enero de 2016

Lo mejor de uno mismo



Retrato de una joven. John Evertt Millet




 Está esperando
desde el principio:
tu propia luz.




La excelencia y la virtud no deberían ser tan solo objetivos empresariales. En estos tiempos de tiranía del mercado, potentes fuerzas tratan de meterse en lo más íntimo de nuestras vidas. La exigencia de rentabilidad, ganancia y lucro contaminan muchas de nuestras playas interiores con un chapapote denso que nos ahoga poco a poco.

El ser humano es un animal salvaje. Siglos de domesticación no han conseguido domeñarlo del todo. Queda un resto de instinto, de libertad, de pura creatividad. Llevamos un niño dentro, llevamos un salvaje; afortunadamente.

Esa parte escondida, relegada a oscuros armarios en la profundidad de nuestras bodegas, cargada de cadenas en muchas ocasiones, puja por salir a superficie. Puede hacerlo de forma incontrolada y producir dolor, sufrimiento  y horror o ser liberada suavemente y emerger con pasión, los mejores poemas o incluso sinfonías.

Lo mejor de uno mismo merece ser vivido y compartido. Lo necesitamos para encontrar sentido, lo necesitan los demás para seguir viviendo.

Atrevernos a ser nosotros mismos es un potente mensaje comercial pero también un profundo reto del que depende el rumbo del tiempo que da forma a la vida cotidiana. Encontrar el equilibrio entre la parte domesticada y la salvaje permite acceder a un nivel de existencia más humano, pleno y armónico. Un piano puede permanecer silente o por el contrario en sonido constante, pero será en la suave alternancia de notas y silencios donde encontraremos la belleza.

Lucha por esa belleza con todas tus fuerzas. No tendrás que forzar nada ni atacar, basta con preguntar quién eres y acostumbrarte a vivir en paz con la respuesta.










sábado, 21 de noviembre de 2015

Prescribir gratitud

Among the waves, 1898. Feodosiya, Aivazovsky National Art Gallery





Agradezco profundamente que mis pacientes verbalicen que comprenden lo que les explico en consulta ó las propuestas ó cuidados que les propongo. Suelo aprovechar esos momentos para hacer evidente el gran poder de la gratitud para ayudarnos a ser un poco más felices.


No es posible sentir enfado y gratitud a la vez.



Tomarnos un instante para sentir y valorar algo que merezca la pena agradecerse es un punto de partida para mejorar nuestra climatología interior.

El hermano David Steindl-Rast lo cuenta estupendamente en esta charla TED.







jueves, 5 de noviembre de 2015

La verdadera crisis atañe a nuestra forma de relacionarnos con el mundo








Existen muchas formas de relación. Cada cultura y dentro de ella cada persona tiene las suyas. Unas se basan en el respeto, otras en el interés. Hoy prevalecen las segundas. El interés vertebra la mayor parte de nuestras relaciones con los demás, con el entorno, con el planeta... y con nosotros mismos. El problema que afrontamos hoy es el hecho de que la nueva religión económica entroniza la maximización del interés como valor máximo, lo que pone en segundo lugar todo lo demás, incluyendo los derechos humanos, la ecología y el sentido común. Maximizar el beneficio personal lleva de la mano cierto perjuicio para los demás, es una cuestión de matemáticas. Por esta razón los medios de comunicación no paran de mostrarnos casos de personalidades públicas que meten la mano en la caja común ó se venden a todo tipo de corrupciones. No puede ser de otra forma dado que son un mero reflejo de la gran mayoría social que constituimos. La supervivencia individual siempre ha tenido una buena dosis de egoísmo, de búsqueda del propio beneficio pero no ocurre igual a nivel grupal.donde el altruismo ó la búsqueda del bien común son valores imprescindibles. La individuoalización máxima que vive nuestro mundo civilizado está erosionando la relación altruista ó de respeto con la vida. Si comparamos la capacidad de interacción equilibrada de los americanos precolombinos de las praderas con la voracidad de las empresas que deforestan el Amazonas ó la generación de guerras en África sufragadas con diamantes comprobaremos que la situación actual no es sostenible. Tampoco en lo personal. Mucha gente expresa un fondo de malestar sicológico que no sabe atribuir a nada concreto. Bajos estados de ánimo, ansiedad, stress, agobios múltiples... acompañados de la impotencia para poder verbalizarlos con alguien ó desahogarse de alguna forma significativa. La trama social de la familia extensa y las relaciones de proximidad se ha erosionado. Cada vez tenemos más interacciones de comunicación, servicios ó productos que intercambiamos por dinero. La complejidad social nos hace más dependientes de los demás en un marco dominado por el mercado y las relaciones económicas que este delimita. No sirve de mucho autocastigarnos por nuestro aparente materialismo, egoísmos e individualismo. Las causas son complejas y no sirve de mucho fustigarnos. Lo que sí parece interesante es tomar conciencia del enorme valor de nuestras relaciones y de la importancia de nuestro modo de relacionarnos en general, uno de los programas conductuales personales más valiosos. Como todo programa es susceptible de reprogramación en el caso de que lo consideremos subsidiario de mejora. Una de las formas más sencillas para hacerlo es mediante la reflexión basada en preguntas, algo que ya usaba con éxito Sócrates hace bastante tiempo. Adelanto algunas cuestiones que puedan complementar las suyas:

¿Qué necesito verderamente de los demás y del mundo?, ¿y de mí mismo?, ¿Cuáles son mis verdaderas necesidades?

¿Puedo ajustar mi vida para adecuarla a un patrón de consumo y requerimiento de recursos más sencillo?

¿Tengo tiempo para relacionarme con los demás de una manera equilibrada y satisfactoria para mí?

¿Y para dedicarme a mí mismo/a?


La lista podría ser más larga pero lo dejaremos aquí. Pequeños cambios cómo aprender a disfrutar paseos semanales al aire libre, buenas conversaciones ó simplemente sonreír un poco más pueden tener efectos tangibles en nuestro modo de relacionarnos y adaptarnos al entorno. La salud no es más que un buen horizonte de adaptación a nuestro alrededor. Sanar, por lo tanto, tiene que ver en parte con cómo nos conseguimos relacionar, por eso como médico no puedo dejar de recordarlo.




domingo, 25 de octubre de 2015

Relato dominical: Escapar del mundo

Noche estrellada. Vincent Van Gogh.




Una de las mayores pruebas que ha de pasar un niño es enfrentar sus miedos, aprender a mirarlos a la cara. Quizá nunca terminemos de completar dicho proceso pero recuerdo algunos retazos del principio del mio. Al comienzo fueron escarceos en las tierras ignotas del ensueño en forma de pesadillas ó tormentas nocturnas que solían descontrolar ciertos esfínteres. Es una maravilla tener la posibilidad de viajar por la noche conviviendo con monstruos y gigantes que de otra forma serían difícilmente procesables por personalidades tan sumamente vulnerables como la del niño o la niña que eternamente somos. Lo que no es tan grato es despertarse en una cama encharcada síntiendo el oprobio del naufrago que de alguna manera nos recuerda que hemos sido derrotados. Más adelante compendí que mi imaginación diurna podía también contener esos miedos. Una de las imágenes que llegué a construir me visibilizaba debajo de un enorme armario de madera maciza que había en una habitación. Era uno de los muebles más pesados del piso y permitía esconderse debajo a una criatura de mi peso. No podía concebir un mejor escondite, viniera quien viniera ahí no me encontrarían. Al final terminaban encontrándome... como aquel día que vino el practicante ó aquel otro que tuve que tragar la dichosa pastilla que no era susceptible de mascarse. Sin embargo poder imaginar la posibilidad de desaparecer era liberador. Pasase lo que pasase tenía la facultad de imaginar otras opciones. Este sencillo don paradójicamente dota de salud mental al que la posee a la vez que le asoma al balcón de la locura por el que se han tirado tantos egregios casos. Creo que fue la imaginación la que me salvó de buscar escapes en drogas y ponzoñas en las que calleron muchos compañeros de camino. Aprender a contarlo vino después. Necesité tiempo para ser capaz de convertir aquellas visiones en una narración y mucho más para ser capaz de entregarlas a otros. Ahora en la distancia compruebo que todo sigue igual. Seguimos manteniendo con nuestros miedos convivencias azarosas en las que unas veces las cosas van bien y otras no tanto. 

martes, 13 de octubre de 2015

La realidad filtrada




Siempre nos gustaron los filtros de colores
Que traducían lo visto en palabras cromadas,
Los velos, celosías, las mantillas y paños
Con los que protegíase lo más explendoroso
Con la calculada medida de la coquetería.

Hoy apenas cubres tu cuerpo cuando sales
Pero miras al mundo a través de ese móvil
Con el que le haces fotos que compartes,
Sin quererlo te convertiste en Cíclope,
Un gigante terrible de vulnerable ojo.

Riegas tus días con infame ruido
Que aturde y amordaza lo creativo
Transformando la vida en pequeños suspiros...
Que a fin de cuentas es lo que son
Esas microconversaciones chateadas.

¿Qué es lo que tu corazón desea?
¿No es acaso yacer con el amado
Atravesar corriendo los desiertos
Caminar sobre el agua despeinada
Y ser reconocida y valorada?

Permítete sentir el fuego que te habita
Y devenir en llama que todo lo consume
No temas la ceniza ni el rescoldo
Es justo ahí de donde volverá a surgir
La pasión que te dará sentido.


La realidad filtrada. Salvador Casado



 Casi sin darnos cuenta nos hemos rodeado de adminículos mediante los que contemplamos el mundo. Si tenemos una duda se lo preguntamos a Google, Youtube ó lo miramos en Wikipedia. Si queremos hacer una foto y compartirla usamos la cámara del móvil y cualquier red social. Si queremos ir a algún sitio activamos el navegador y listo... Entre la realidad y nosotros hemos colocado un filtro, una pantalla, un aparato.

En ocasiones el uso de filtros está plenamente justificado, en otras distorsiona ó aporta ruido a la imagen. Para saber cuando usar filtros se requiere algo tan sutil como el criterio y tan evanescente como la sabiduría, por eso no solemos hacerlo del todo bien. El abuso de ellos nos termina distanciando de la realidad, nos puede llegar a convertir en gigantes hambrientos que devoran a los naufragos que llegan a sus aguas.

Uno de los mayores placeres que un ser humano puede disfrutar es la contemplación y disfrute de la naturaleza y de las relaciones humanas de calidad. Para esto hace falta silencio y atención. El ruido y la prisa nos lo ponen difícil. La realidad está ahí fuera esperando que la reconozcamos, ¿seremos capaces?




lunes, 5 de octubre de 2015

La sociedad sentada



Curación del paralítico en la piscina. Murillo. National Galery, Londres.




Nos hemos convertido en una sociedad sentada. Pasamos en esta postura la mayor parte de las horas de vigilia. Trabajamos sentados, nos alimentamos sentados, leemos y vemos la televisión sentados... No siempre ha sido así. Basta con acordarnos de nuestros abuelos para comprobar que antes era posible caminar y moverse más. Hoy, desde los más jóvenes a los más mayores, todo el mundo pasa sentado más tiempo del recomendable con consecuencias para nuestra salud. El gasto calórico disminuye, el porcentaje de personas con obesidad aumenta, la forma física se resiente, aumenta la frecuencia de dolores de espalda ó de aparato locomotor, aumenta la frecuencia de diabetes, hipertensión y problemas cardiovasculares.

Pero no es solo el cuerpo el que se para también asentamos nuestra mente. El cerebro humano está diseñado para procesar información al aire libre. En nuestra época lo estimulamos con pantallas diversas reduciendo el tiempo que pasamos en la calle. Se da pues una hiperestimulación artificial en detrimiento a la estimulación natural para la que estamos preparados. Cada vez son más las horas del día en las que atendemos alguna pantalla. No conocemos todas las consecuencias de este cambio pero sí sus efectos como el aumento de la ansiedad y stress, problemas para conciliar el sueño, alteración del estado de ánimo y malestar emocional.

Al asentar cuerpo y mente se resiente la creatividad y la conexión con uno mismo. Hay menos movimiento físico, cognitivo, emocional y transcendente. Más facilidad para repetir patrones ó quedarnos fijados a pautas de comportamiento no adaptativas. La evolución nos dotó de la capacidad de movimiento para sobrevivir, limitarla ó perderla nos vuelve vulnerables. El asentamiento exagerado deteriora cuerpos y mentes, probáblemente acabe deteriorando el alma si me permiten el atrevimiento.

¿Cómo enfrentarnos a esta situación?

No nos queda otra que tomar conciencia. Cada cual deberá contemplar su vida y dedicir si está contento con su modo de moverse, de relacionarse con el medio y con los demás. ¿Es adecuada ó quizá no? ¿Nuestros desplazamientos son siempre los mismos? ¿Nuestras relaciones, rutinas, hábitos no son sospechosamente inmóviles? ¿llevamos tiempo queriendo mover algo en nuestras vidas pero nunca damos ese paso?

Levántese un instante, un par de segundos antes de seguir leyendo. Sentir la asombrosa capacidad de nuestros pies para sostener el peso del cuerpo libera nuestros cansados hombros y nuestra fatigada espalda. Rescatemos los pies. Además son fabulosos para dar un primer paso y ponernos en marcha hacia cualquier parte, hacia cualquier proyecto, hacia cualquier persona. "Levántate y anda" sigue siendo una de las frases más sanadoras que un ser humano puede decir a otro.

martes, 4 de agosto de 2015

La vida nos enseña









"Cuando recibes un diagnóstico infame se te caen todos los palos del sombrajo. Te da igual el dinero que tengas en la cuenta, todo lo que hayas estudiado, los honores y privilegios de los que disfrutas... Hace dos años me diagnosticaron un cáncer de colon y tuve que pasar por quirófano y recibir diferentes tratamientos. De momento estoy bien y acudo a revisión cada seis meses. No me lo tomé mal, me dije "me guste o no es lo que me toca vivir" y pese a haber sido toda la vida un hipocondriaco y que como médico jubilado siempre he sido mal paciente, mi familia y entorno se sorprendieron de la entereza con la que encaré la situación. Una cosa puedo decir, nos damos cuenta de lo importante cuando la vida ó su hermana la muerte nos paran los pies. No merece la pena esperar tanto para tomar conciencia de lo que vale la vida y de lo despistados que solemos caminar por ella."
JLK, 73 años.




Cuando escuché estas palabras de uno de nuestros participantes en los talleres de Mindfulness que estamos haciendo para mayores en Villalba sentí una profunda admiración y respeto. Hablaba alguien desde su experiencia, alguien que pese a su edad quiere seguir aprendiendo, quiere seguir disfrutando la vida y agarrándola fuerte. La sabiduría que destilan sus palabras me animan a pensar lo mucho que nos afanamos sin sentido y lo fácil que es despistarse y olvidarnos de dar valor a lo que realmente lo tiene. La verdadera economía no es la centrada en el dinero sino aquella cuyo referente es la vida.

Este año hemos acompañado dos grupos de personas mayores en su iniciación a la atención plena. Ha sido una experiencia inspiradora compartir su evolución y los cambios que algo tan simple como sentarse un ratito y tomar conciencia del cuerpo y la respiración pueden provocar.

Los médicos no solemos prescribir meditación ni atención plena a los pacientes pese a que sabemos que la facultad emergente más potente del ser humano es precisamente esta y que resulta imprescindible para un correcto manejo del stress y los agobios de la vida ordinaria. Con seguridad nos hace falta a todos los profesionales sanitarios potenciar también nuestra conciencia y aprender a defendernos mejor de la marea de distracciones, despistes y ruido de fondo que nos rodea. Tal vez así podamos dar un poquito de ejemplo y hacer que nuestra palabra no se quede en consejo sino en referencia congruente que pueda servir de guía para quien decida aplicarla a su vida.

martes, 7 de julio de 2015

¿Qué hacer cuando no nos aguantamos a nosotros mismos?





"Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte."
François de la Rochefoucauld




Cuando afrontamos situaciones vitales que nos descentran es común que entremos en un estado de confusión y malestar en el que no nos aguantamos a nosotros mismos. Por supuesto a los demás tampoco. En estas temporadas no solemos ser buena compañía dado que nuestro "asunto" nos tiene completamente abducidos y nos es imposible quitárnoslo de la cabeza. Andamos despistados y no conseguimos centrarnos dado que una y otra vez el dichoso "asunto" nos asalta.

¿Qué podemos hacer en esta situaciones?

Si nuestras estrategias de huida no funcionan y no somos capaces de esconder el "asunto" debajo de la mesa no tendremos más opción que tratar de encararlo.

Mientras no le dediquemos al problema la atención que demanda seguirá tratando de obtenerla "gritando más" con el correspondiente desgaste y sufrimiento. Es importante entender que el malestar psicológico es semejante al dolor físico, ambos son señales de alarma que nos avisan de una situación dañina ó que en potencia puede serlo a modo de reloj despertador. Si le ponemos al reloj una almohada encima está programado para sonar mucho más fuerte.  Sólo al cogerlo entre las manos, comprobar la hora y darle al botón de apagado el despertador se apagará.

Una sugerencia de afrontación es dedicarnos un pequeño tiempo al día para estar con nosotros mismos sin ninguna otra tarea. Dejar de "hacer" por  unos minutos para tan solo "estar" con nosotros mismos. Basta con sentarnos en un lugar en el que podamos estar un rato sin ser interrumpidos. Vale una habitación tranquila, un banco en la calle, ó cualquier rincón donde podamos recogernos. Apagaremos el teléfono y nos dedicaremos a respirar con calma dejando que la respiración lenta nos abrace y nos dé tranquilidad. La respiración lenta abdominal hace que el músculo diafragma nos acaricie tanto las vísceras y órganos torácicos como los abdominales, es una forma sencilla y elegante de ofrecernos ternura y compasión. No hay que hacer más.

Si en estos minutos aparece de nuevo el dichoso "asunto" lo contemplaremos desde la tranquilidad de la respiración lenta tomando conciencia de que no somos el problema si no la conciencia que lo contempla. Ese espacio, esa separación nos dará calma.


Mientras más nos atrevamos a repetir esta sencilla práctica antes sofocaremos las tormentas interiores que tanta desazón nos producen. Si aprendemos a hacerlo podremos ayudar a los que nos rodean a hacer lo mismo con las suyas.



jueves, 18 de junio de 2015

Manual para catástrofes de la vida ordinaria






¿Qué puedo hacer si me siento fatal, si estoy agobiada, sobrepasada... al límite?

¿Qué puedo hacer si tengo un problema que no sé manejar?

¿Qué hago con estos pensamientos ingobernables que no me dejan en paz ni un momento?

¿Y con estas emociones de miedo, ira, agobio, stress, malestar...?



El ser humano está diseñado para adaptarse a casi todo pero en ocasiones nuestras capacidades se desbordan. Una discusión con el jefe, un problema de pareja, tensiones en la familia, la pérdida de un ser querido, la economía personal... pueden desencadenar una catástrofe en nuestra vida. La catástrofe se define como aquella situación que nos desborda y nos revuelca como una ola que nos hace perder pie. Son por definición agobiantes e indeseables y duran un tiempo variable en el que nos producen mucho sufrimiento.



Las catástrofes nos afectan de tres formas:

  • Suelen provocar molestias físicas. El cuerpo se queja en forma de contracturas, tensión de espalda, dolor de cabeza, nudo en el estómago...
  • Inundan la esfera mental. El problema no nos deja ni a sol ni a sombra, está siempre presente. Es frecuente que no nos deje concentrarnos en otras cosas y que andemos despistados. 
  • Inundan la esfera emocional con tormentas emocionales incontrolables. Emociones intensas que nos hacen llorar, temblar, encogernos o penar.


¿Qué podemos hacer?

Mi propuesta de emergencia: respirar.

 ¿Cómo hacerlo? basta buscar un lugar tranquilo sin interrupciones (desconecta el móvil) y programar unos minutos en los que respiraremos despacio tomando conciencia del aire al entrar y salir.
No hace falta más. Nos dedicamos un tiempo a nosotros mismos y a nuestro problema, dándonos cuenta de que al contemplarlo desde la respiración no somos el problema sino el que lo contempla.
Esa sensación de observador introduce espacio y distancia entre nosotros y el problema. Ese espacio aporta alivio y nos descansa. 

Un parque ó un entorno tranquilo al aire libre puede valer, también dejar este vídeo de fondo unos minutos.






Otras propuestas que puedes investigar:

  • Reestructuración cognitiva (pensar las cosas de otra forma, tomar distancia) y autoinstrucciones (repetir alguna frase diseñada por nosotros cuando aparezca en conciencia el problema).
  • Búsqueda de conductas adecuadas.
  • Asertividad y capacidad de decir “no” (la palabra mágica).
  • Potenciar una sensación de bienestar personal, (horticultura de momentos de tranquilidad).
  • Solución creativa de problemas (siempre suele haber un camino de salida que no habíamos considerado).
  • Respiración, relajación y creación de imágenes mentales.
  • Ejercicios y estiramientos.
  • Nutrición equilibrada. Comidas lentas y conscientes (si atiendes con profundidad a las sensaciones al comer no estarás atendiendo tu problema en ese tiempo).
  • Meditación, mindfulness, yoga y gestión del silencio (desde antinguo es la mejor manera de mantener limpia de impurezas y polución el interior de tu cabeza). 

Y recuerda que siempre puedes pedir ayuda a alguien de tu entorno. Verbalizar o escribir tu problema (en formato diario ó en una carta) te aliviará bastante.

En casos de mucho sufrimiento otra opción es consultar a un profesional. Los psicólogos están para esto.



martes, 2 de junio de 2015

Mindfulness en la infancia ¿Cómo ayudarles a estar plenamente conscientes?





Las mejores escuelas del mundo están incorporando programas de Mindfulness para ayudar a niños y niñas a manejar mejor sus emociones y pensamientos. No es mala cosa, además de favorecer el rendimiento académico parace que esto facilita un mejor contacto con uno mismo, mejores habilidades para relajarnos y manejar situaciones emocionales intensas y una comunicación con los demás de mayor calidad.

Animo a los que tengan gente menuda en casa propongan alguna de las siguientes actividades como juego.


  1. Dile al niño que vas a tocar una campana. Pídele que escuche atentamente el sonido y que levante las manos cuando ya no oiga nada, cuando el sonido haya desaparecido completamente.
  2. Vais a jugar a ser astronautas que visitan otros planetas. Ofrécele una pieza de fruta (o cualquier otro alimento) y pídele que la describa con los 5 sentidos pues jamás habeis visto cosa igual: cómo es ese alimento, que forma tiene, cual es su color, si pesa, si es blando o duro, si es suave o rasposo, si huele a algo, si hace algún sonido cuando lo masticas, si es dulce o salado, etc…
  3. Intenta recordar 5 cosas que veas de camino al colegio, en un tramo de un viaje en coche, en la visita a un museo o en un simple paseo por la calle (un árbol, una animal, un edificio peculiar, unos niños jugando…). ¿Cómo son?, intenta percibir cada vez más cualidades de las cosas pero sin juzgar, sin decir si es bueno o malo, hermoso o feo, simplemente apreciando las características de lo que te rodea.
  4. El parte metereológico. Sentaos cómodamente, cerrad los ojos y tomaos un tiempo para descubrir cómo os sentis en este momento. ¿Qué tiempo está hacienda por dentro?. Dile que observe si brilla el sol y se siente relajado, o si hay nubes y está a punto de caer un chaparrón, o quizá si hay una tormenta. Pídele que observe de forma amable y curiosa el tiempo que hace por dentro e indícale que es simplemente lo que hay. Puede ser que en otro momento del día cambie, pero ahora es como es, y así está bien. Los estados de ánimo cambian como cambia el tiempo, pasan por si mismos.
  5. Atentos y quietos como una rana. La rana es un animalito que puede dar grandes saltos pero también puede quedarse muy quieta, observando todo lo que pasa a su alrededor pero sin reaccionar de inmediato, respirando con mucha calma. Su tripa se hincha cuando entra el aire y se deshincha cuando sale el aire. Vamos a sentarnos y a respirar como la rana, así, la ranita no se cansa y no se deja arrastrar por todos los planes interesantes que se le pasan por la cabeza. Durante un rato vamos a estar quietos como una rana, notando como la barriguita de abulta un poco y después se hunde otra vez.


Tomado del blog de la psicóloga Teresa Arévalo







viernes, 22 de mayo de 2015

Relajación fácil para momentos difíciles



 Foto de Andris Englitis



Todos sabemos que relajarnos es fundamental, sobre todo cuando estamos agobiados ó sobrecargados. Pero ¿cómo hacerlo si no tengo tiempo ó energía?

La buena noticia es que no hace falta apenas tiempo ni energía. Bastan unos minutos que puedes escatimar del telediario, los anuncios ó en alguna cola, desplazamiento ó atasco en el que puedas estar.

Cuando estamos con el agua al cuello la imagen de la flor de loto encima de las aguas es liberadora. Existe la posibilidad de que la flor regale su aroma y su color por muy negras que sean las aguas y el lodo que haya en ese momento.

Te recomiendo contemplar el siguiente vídeo de una pequeña cascada irlandesa y dejar que el sonido te calme. Si tienes auriculares o puedes poner el vídeo con un volumen agradable y la imagen a buen tamaño disfrutarás más.







También puedes escuchar algún audio meditativo que te facilite contactar con tu cuerpo, emociones y pensamientos.






Si usas la etiqueta Mindfulness de este blog tendrás más opciones y si pulsas aquí te ofrezco una buena lista de recursos.


jueves, 21 de mayo de 2015

Nuestro increíble mundo emocional




Seguramente los estudios Pixar hagan más para favorecer la inteligencia emocional de occidente que cientos de programas políticos que zarandean para uno y otro lado los maltrechos sistemas educativos nacionales. En su última película juegan con lo que pasa dentro de nuestras cabezas y lo hacen de una forma colorista, vistosa y fácilmente comprensible. De alguna forma somos la consecuencia de las voces que todos llevamos dentro, voces que expresan emociones, pensamientos y sensaciones en un proceso muy frecuentemente automático y que no solemos manejar bien. Es por otro lado una de las mayores causas de sufrimiento del ser humano. Con las emociones pequeñitas solemos poder pero no pasa lo mismo con las grandes que habitualmente nos revuelcan como una ola que alcanza a un niño mientras juega en la orilla.

La buena noticia es que podemos relacionarnos mejor con nuestro mundo emocional. No les desvelo como acaba la película pero les animo a que se atrevan a acariciar sus propias emociones con lo que más les gusta a estas: un poquito de atención.



miércoles, 29 de abril de 2015

Corazón consciente




 Cueva de las manos. Crédito foto: Wikipedia
 

 หัวใจมนุษย์เป็นลานตา

แสงสีรุ้งที่มีการเปลี่ยนแปลงอย่างต่อเนื่อง

ช่วยให้เราสามารถขึ้นไปยอดเขาที่สูงที่สุด

และรู้เหวนรกหรือดันเจี้ยน



แต่ถ้าเรามองเราไม่ได้หัวใจของเรา

อยู่ภายในพื้นหลังและอย่างเงียบ ๆ

ที่มีความลึกลับ

สั่นไหวของจิตสำนึกที่ดี



มันเป็นสิ่งที่รับรู้ไฟกระพริบ

ความหลากหลายของความรู้สึกของเรา

และการนำเสนอของเหตุผลที่พบบ่อย



บางทีสักวันหนึ่งถ้าเราดูแลเปลวไฟ

เราจะเรียกว่าจะข้ามธรณีประตู

โลกที่อยู่เบื้องหลังมัน



(แปลอัตโนมัติขอโทษสำหรับความผิดพลาด)





El corazón humano es un caleidoscopio 
de luz iridiscente que cambia a cada instante, 
nos permite ascender las elevadas cumbres 
y conocer abismos, infiernos o mazmorras. 

Pero si bien miramos, no somos nuestro corazón, 
dentro de él, al fondo y en silencio, 
se encuentra una presencia misteriosa, 
una pequeña llama de consciencia finísima.

Es esa luz parpadeante la que apercibe 
los vaivenes de nuestros sentimientos 
y las disertaciones de la razón común. 

Quizá algún día, si cuidamos la llama, 
seamos llamados a cruzar el umbral 
de los mundos que aguardan tras de ella.





En este blog suelo escribir en prosa, hoy me permitirán un soneto. Hay cosas que se dicen mejor en verso. 







The human heart is an iridescent light

 kaleidoscope that changes constantly,

allowing us to ascend the highest peaks

and know abyss, hell or deepest dungeons.

 

But if we look properly, we are not our hearts,

within it, at the background and quietly,

is a mysterious presence,

a small flame of fine consciousness.

 


It is that flashing light what is feeling

the vagaries of our feelings

and presentations of common reason.

 

Maybe someday, if we care that flame,

we are called to cross the threshold

toward the worlds that lie behind it.


domingo, 26 de abril de 2015

Las dos cabezas

"We actually don't choose between experiences, we choose between memories of experiences. And even when we think about the future, we don't think of our future normally as experiences. We think of our future as anticipated memories. And basically you can look at this, you know, as a tyranny of the remembering self, and you can think of the remembering self sort of dragging the experiencing self through experiences that the experiencing self doesn't need." 

Daniel Kahneman






"En realidad, no elegimos entre nuestras experiencias, elegimos entre los recuerdos de nuestras experiencias. Incluso cuando pensamos en el futuro, pensamos en nuestro futuro normalmente como experiencias. Pensamos en nuestro futuro como recuerdos anticipados. Puedes considerar esto como una tiranía del yo-que-recuerda, y se puede pensar que el yo-que-recuerda arrastra al yo-experiencial hacia experiencias que no necesita. "

Daniel Kahneman












Puedes ver la charla original en TED

miércoles, 22 de abril de 2015

Meditación Mindfulness para mejorar el sueño de los ancianos

Las tazas de té. Juan Gris



Desde el año pasado  llevo adelante un proyecto que me ilusiona mucho, se trata de talleres de meditación Mindfulness con ancianos junto a Antonio Gamonal, psicólogo del Ayuntamiento de Villalba. Hemos terminado el primer ciclo con buenos resultados y estamos con el segundo. Uno de los aspectos que nos comenta alguno de los participantes es que duermen mejor por la noche cuando practican.

La meditación Midfulness (atención plena),  es muy sencilla, se trata de dedicar un tiempo a mantener plena atención centrada en la respiración, el propio cuerpo, un pensamiento o un objeto. Algo que muchas tradiciones culturales llevan siglos proponiendo. El método MBSR se ha popularizado desde que Jon Kabat Zinn lo desarrollara para aliviar el stress de enfermos de cáncer hospitalizados. Hay mucho escrito sobre el tema, si tienes interés te dejo una lista de recursos aquí.

Hoy aporto una investigación que señala que el sueño de los ancianos mejora más con un programa de meditación basado en Mindfulness que con otro estandard de higiene del sueño.

Todo lo que sea buscar alternativas a las omiprentes pastillas me parece digno de valor. ¿Nos atreveremos los médicos a prescribir conciencia plena para ayudar a los ancianos?



Mindfulness Meditation and Improvement in Sleep Quality and Daytime Impairment Among Older Adults With Sleep DisturbancesA Randomized Clinical Trial

David S. Black, PhD, MPH1; Gillian A. O’Reilly, BS1; Richard Olmstead, PhD2; Elizabeth C. Breen, PhD2; Michael R. Irwin, MD2
Importance  Sleep disturbances are most prevalent among older adults and often go untreated. Treatment options for sleep disturbances remain limited, and there is a need for community-accessible programs that can improve sleep.
Objective  To determine the efficacy of a mind-body medicine intervention, called mindfulness meditation, to promote sleep quality in older adults with moderate sleep disturbances.
Design, Setting, and Participants  Randomized clinical trial with 2 parallel groups conducted from January 1 to December 31, 2012, at a medical research center among an older adult sample (mean [SD] age, 66.3 [7.4] years) with moderate sleep disturbances (Pittsburgh Sleep Quality Index [PSQI] >5).
Interventions  A standardized mindful awareness practices (MAPs) intervention (n = 24) or a sleep hygiene education (SHE) intervention (n = 25) was randomized to participants, who received a 6-week intervention (2 hours per week) with assigned homework.
Main Outcomes and Measures  The study was powered to detect between-group differences in moderate sleep disturbance measured via the PSQI at postintervention. Secondary outcomes pertained to sleep-related daytime impairment and included validated measures of insomnia symptoms, depression, anxiety, stress, and fatigue, as well as inflammatory signaling via nuclear factor (NF)–κB.
Results  Using an intent-to-treat analysis, participants in the MAPs group showed significant improvement relative to those in the SHE group on the PSQI. With the MAPs intervention, the mean (SD) PSQIs were 10.2 (1.7) at baseline and 7.4 (1.9) at postintervention. With the SHE intervention, the mean (SD) PSQIs were 10.2 (1.8) at baseline and 9.1 (2.0) at postintervention. The between-group mean difference was 1.8 (95% CI, 0.6-2.9), with an effect size of 0.89. The MAPs group showed significant improvement relative to the SHE group on secondary health outcomes of insomnia symptoms, depression symptoms, fatigue interference, and fatigue severity (P < .05 for all). Between-group differences were not observed for anxiety, stress, or NF-κB, although NF-κB concentrations significantly declined over time in both groups (P < .05).
Conclusions and Relevance  The use of a community-accessible MAPs intervention resulted in improvements in sleep quality at immediate postintervention, which was superior to a highly structured SHE intervention. Formalized mindfulness-based interventions have clinical importance by possibly serving to remediate sleep problems among older adults in the short term, and this effect appears to carry over into reducing sleep-related daytime impairment that has implications for quality of life.
 
Puedes acceder a la investigación completa aquí.
Agradezco a Enrique Gavilán haberme compartido la referencia en twitter.

domingo, 29 de marzo de 2015

La obsesión por medir el despiste 痴迷测量无意识

Z


Pulseras que cuentan los pasos, las horas de sueño, los escalones subidos. Aplicaciones que nos dicen lo que nos hemos desplazado, las calorías gastadas, las pulsaciones. Medidores de productividad, de constantes, de interacción. Programas que pesan nuestras comunicaciones y nuestra relevancia social virtual. Extractores de datos, reventadores de privacidad, todo queda en la nube, todo es potencialmente analizable, rescatable, medible, cuantificable. Lo que sí es cierto es que esos datos personales nutrirán los hornos del Big Data que algunos propugnan como salvación  y otros denostan como alienante.

Cada vez más interrupciones asaltan nuestra atención, atendemos más pantallas abiertas en nuestro ordenadores, más aplicaciones en el móvil, más mensajes de todo tipo. A esto se suma la obsesión por medir nuestra vida. Nos fascina poder llegar a saber cada detalle como si con ello fuéramos capaces de dominar nuestro devenir. Lo cierto es que nuestras vidas siguen ingobernables. Tal vez consigamos mejorar nuestra actividad física manteniendo la motivación unas semanas, al final nos aburrimos como siempre y la aplicación, el gadget o la dieta acaban en el armario de los trastos.

¿Por qué fallan en el medio y largo plazo todos estos inventos? no hay más que echar una mirada a nuestra biografía para responder, recordar la cantidad de intentos de hacer ejercicio, dieta, cambiar hábitos, mejorar rutinas... la mayoría fracasaron porque se hicieron con la misma harina. Y la harina humana es poco consistente como todos sabemos.
¿Entonces no es posible el cambio? el cambio es siempre posible, pero hay que acometerlo desde un cimiento sólido y no desde terrosos planteamientos de deslumbrante harina blanca, por  mucho que refulja. Para poder cambiar es fundamental una profunda toma de conciencia que nos impulse a un cambio de mente. No es suficiente con tener una idea brillante, con acceder al mejor de los memes. Para ponerlo en práctica necesitaremos iluminar, con la máxima consciencia que nos podamos permitir, el aspecto que queramos cambiar. No nos resulta fácil dado el nivel de despiste en el que solemos estar imbuidos. Para esto curiosamente no hay aplicación ni novedoso gadget. Si no mantenemos la conciencia pronto dejaremos de comer sano, si perdemos la atención en nuestra vida descuidaremos esos aspectos que en su día priorizamos. Es verdad que si hemos conseguido convertir en hábito el cambio propuesto este pasará a ser automático y a perpetuarse con mayor facilidad, pero hacer hábitos sabemos lo que cuesta.

¿No sería tal vez más útil autoevaluar nuestro nivel de despiste/consciencia en lugar de atender variables que poco aportan? Bastaría con una reflexión semanal, una pequeña pausa para visualizar el grado de conciencia con el que hemos aliñado nuestra vida en los últimos días. ¿Hemos conseguido hacer algo fuera de nuestros periodos de sueño o de piloto automático? La respuesta a esta pregunta será mucho más relevante que las miriadas de datos que nuestros gadgets preferidos nos devuelven. Como siempre suele suceder lo esencial permanece invisible a los ojos.



Dibujo de El Roto, diario El País 



痴迷测量无意识

有步骤,小时的睡眠,上载步骤的手镯。告诉我们的应用程序有感动我们,低热量,击键。测量生产力、 常数、 互动。衡量我们的通信和我们虚拟的社会关联的程序。球迷们的数据,这抵消我们的隐私,一切都是在互联网上,一切都可能挽救、 可分析、 可衡量、 可量化。肯定的是这些个人资料会喂进烤箱的大数据一些其他如何疏远  和萨尔瓦多。越来越多的中断攻击我们的注意力,服务更多的屏幕打开我们的电脑,更多应用程序在移动,所有种类的更多消息。此外,痴迷于测量我们的生活。我喜欢去了解每一个细节,好像我们能支配我们的未来。真相是我们的生活仍然一塌糊涂。我们也许可以提高我们身体的活动,同时维持几个星期,在结尾我们一如既往厌烦和垃圾壁橱里的应用程序、 小工具或饮食最终动机。所有这些发明为什么在中长期内会失败?还有没有更多比一眼我们的传记作出响应,记得次数来锻炼,饮食,改变习惯,改善日常工作......最失败,因为他们用相同的面粉。人是不一致的大家都知道。然后是变化不可能吗?变化总是可能的但它必须承担它从坚实的基础,而不是从泥土方法令人眼花缭乱的白面粉,即使 refulja。为了改变是必要的深的认识,促使我们改变主意。它不是不够的有一个绝妙的主意,对最好的模因的访问。要把它付诸实施,我们需要光,与最高意识,我们可以买得起,您想要更改的外观。不容易因为找到我们的无知水平,在这我们倾向于充满。奇怪的是这并没有应用程序的新玩意。如果我们不保持良心很快就会停止吃得健康,如果我们在我们的生活失去了注意力会忽视我们优先考虑的那些方面。它是真的如果我们已经设法使此拟议的更改将会自动地延续更容易,但让习惯的习惯,我们知道到底是什么。将它也许不是更有用而自我评估我们的无知/意识水平比出席变量贡献甚少吗?每周的反射就够了,小的停顿,以显示的认识,我们经验丰富的我们在最近几天的生活水平。我们设法做某事在外面我们的睡眠或自动驾驶仪的时期吗?这个问题的答案将更多有关比无数的我们最喜欢的小工具将返回到我们的数据。与往常一样发生实质仍然是看不见的眼睛。

翻译和自动,错误深表歉意。

lunes, 23 de marzo de 2015

Sobre la vida y la muerte



La muerte, carta del Tarot. Wikipedia



No te olvides mirar
los ojos de la muerte
cuando la mañana
te devuelva a la vida.

Recuerda que eres polvo
y en tu fragilidad
se esconde la grandeza
que te permitirá volar.

Sólo tu mismo puedes decidir
cuánta conciencia
disponer en tus días
¡calcula bien y vive!



Nos es dado orientar el rumbo de conciencia de nuestra propia existencia. Avanzamos por un mar de incertidumbre sobre olas que vienen y van zarandeándonos. Podemos poner rumbo hacia derivas que nos aumenten la conciencia o que la adormezcan. Nos es posible meter más conciencia en el caldo de nuestra vida o menos, según nos guste de sabor. Es verdad que hay muchos factores que nos condicionan. Estamos rodeados de elementos que fagocitan nuestra exigua capacidad de atención. Televisores y aparatos musicales permanentemente encendidos, ordenadores, tabletas y móviles que nos reclaman atención sin parar, agendas exaustivas e intensivas, prisas y zozobras múltiples, ecosistemas laborales hostiles, ecosistemas familiares angostos, atomización de la red social de relaciones... Todo confluye para que el nivel de autoconciencia baje, como esas iluminaciones progresivas que dejan la estancia casi en penumbra. Sin luz no podemos ver, no nos es posible atender lo que nos surge dentro, las necesidades, los deseos, los sentimientos, las ideas. Y al no atenderlas tratamos de colmar nuestras ansias con automatismos o recurriendo a elementos que no sacian a la par que nos dañan.

Muchos motivos de consulta en mi centro de salud surgen de una deriva vital que lleva a la persona a desatenderse por completo. Se desatiende el cuerpo, se desatiende el alma. Finalmente cualquiera de las dos termina llamando la atención con algún síntoma. Un dolor de espalda, una cefalea, insomnio, cansancio, el vientre que se hincha... En consulta tratamos de aliviar, pero poco haremos si no damos la pista del origen, de la causa primera que está sin atender. Poner un parche no solucionará el desequilibrio pero ¿cómo facilitar que la persona consultante se dé cuenta de que no se está atendiendo bien?

Olvidamos la gran ayuda que nuestra propia muerte es capaz de brindarnos hoy. No es verdad que la muerte sea algo oscuro que ocurrirá en algún lugar remoto del futuro. Está ocurriendo hoy mismo, si, en tu propio cuerpo. Millones de células mueren hoy, otras se dañan y deterioran. Millones de cromosomas se desgastan un poco, como una vela que consume su cera. Miles de mutaciones potencialmente lesivas se producen, casi todas serán neutralizadas. La lista podría seguir. No lo sentimos pero todos nos estamos muriendo, lentamente, imperceptiblemente. ¿Cómo nos puede ayudar tomar conciencia de este espinoso asunto? La respuesta es sencilla: dándonos la oportunidad de vivir la vida con mayor plenitud. No es lo mismo beber una copa de vino sabiendo que hay cien botellas más en la bodega que al comprobar que es la última disponible. Solemos pasar los días con la ilusión de ser inmortales, no hay fin, no hay prisa, todo sigue igual. Apelar a nuestra limitación temporal puede permitirnos apostar más por la vida, arriesgar más, tomarnos más en cuenta, atender  lo que verdaderamente deseamos y necesitamos. Cuando nuestras necesidades auténticas son satisfechas con sucedáneos nos dirigimos irrenunciablemente a escenarios de sufrimiento y enfermedad. Para salir de ellos es fundamental recuperarnos a nosotros mismos. Atrevernos a mirarnos por dentro, contemplar serenamente los ojos de nuestra propia necesidad. Nadie que nos rodee puede hacerlo por uno mismo.

Los antiguos chinos se dieron cuenta que en el Tao, el inn contiene un poco de yang y el yang un poco de inn. La oscuridad un poco de luz y la luz un poco de oscuridad. En oriente la cultura asume que vida y muerte están entrelazados. Por contra en occidente prima el maniqueismo, la luz se opone a la oscuridad, el bien al mal, la vida a la muerte y nos es mucho más difícil integrar los opuestos. No hace falta ser un sabio para darse cuenta de cómo son las cosas, basta con mirarse un poquito por dentro. Nadie es luz o sombra pura, nadie es salud o enfermedad pura. Quizá si nos atrevemos a vivir esta propuesta nos sea más fácil dar sentido a esas partes de sombra que todos tenemos. Quizá nos demos cuenta de que el mundo no se divide entre buenos y malos como en las películas de Disney o las superproducciones americanas. El argumento de que los malos son otros o que la sombra tiene la culpa no tiene consistencia cuando nos enfrentamos a una prueba vital que termina desarbolando nuestras escasas defensas al alcanzarnos. Mientras más nos atrevamos a contemplar y aceptar nuestras propias sombras, nuestras propias muertes, más nos atreveremos a potenciar nuestras propias luces, nuestras propias vidas. No es  necesario esperar al final, hoy tienes la oportunidad de vivir con un poco más de plenitud tu vida y ayudar a los que te rodean hagan lo mismo.






domingo, 22 de febrero de 2015

Practicando Mindfulness con personas mayores de mi comunidad


El filósofo en Meditación. Rembrandt



En los últimos 6 meses he impartido un taller de Mindfulness para personas mayores de la comunidad donde trabajo, Collado Villalba,  Madrid. El taller lo diseñé al alimón con Antonio Gamonal, psicólogo del área de servicos sociales del Ayuntamiento de esta localidad y lo dirigimos a un grupo de 19 personas, inicialmente mayores al que posteriormente se incorporaron personas de diversas edades. Impartimos 11 sesiones semanales además de una introductoria y otra de evaluación. Usamos materiales tanto de la metodología de Jon Kabat Zinn como de otros psicólogos de prestigio y he de agradecer la ayuda tanto de Ana Arrabé como de Fernando Álvarez Ude en el diseño técnico.

Como docente me he sentido muy cómodo con el grupo y muy agradecido por tener la oportunidad de implementar una actividad con alta carga de promoción de la salud, reproducible y espero que mantenible en el tiempo para todos los asistentes.

Me sorprendía comprobar como pocos miembros del grupo habían tenido experiencias previas de meditación y se enfrentaban a grandes dificultades para manejar pensamientos repetitivos o rumiantes así como emociones displacenteras. En la evaluación final la mayoría expresó tanto de viva voz como en la evaluación escrita cómo habían mejorado en la gestión de ambos procesos.

Ante la gran presión hipermedicalizadora que la población de más edad sufre me parece una prioridad dedicar esfuerzos a que sean precísamente ellos los que mejoren su salud aportando conciencia y atención plena a sus vidas. En edades avanzadas a nivel sanitario menos es más. Una persona mayor que tome muchísimos medicamentos, acuda a muchas consultas y se haga muchas pruebas probáblemente tenga más problemas y efectos indeseables que otra que haga un uso más somero del sistema sanitario. Por la contra, fomentar activos en salud como actividades de socialización, paseos y deporte ligero, dieta variada no hipercalórica, meditación, relajación y buenas dosis de humor... harán la vida de los mayores mucho más agradable y llevadera, para ellos, su entorno y sus cuidadores si los  hubiera.



Hicimos un pequeño repositorio de materiales sobre el tema para cualquier persona interesada. Así mismo en este blog se pueden seguir artículos de este tema en la etiqueta Minfulness y la etiqueta Conciencia.

jueves, 19 de febrero de 2015

¿Comodidad emocional tóxica?



Federico Beltrán Masses: Lady Rothschild vestida de princesa egipcia



Hace años me encontré con el aforismo "Huyan de la comodidad como de la peste" y, francamente, no lo entendí. No me era posible comprenderlo siendo hijo como soy de un estado y una sociedad del bienestar. Es verdad que eso está cambiando pero no el sustrato cultural que sigue basándose en la búsqueda hedónica del placer y la comodidad.

Las historias de cine y televisión que consumimos suelen tener final feliz (obligatorio si quieren ser comerciales), los personajes de la revistas de sociedad y el famoseo son paradigmas de éxito. No toleramos que las actrices envejezcan ni que los supuestos héroes fracasen. Nuestro pulgar hacia abajo es implacable, borramos de nuestras pantallas aquello que nos parece incómodo. Tanto los héroes caídos como las emociones no agradables lo son.

Pero si con frecuencia suben a nuestra conciencia emociones desagradables ¿qué podemos hacer? Dedicamos mucho esfuerzo a quitarnos emociones incómodas de encima de la mesa. Las escondemos en armarios y cajones que tratamos de mantener cerrados a la fuerza. Una de las causas principales del cansancio emocional que muchos arrastramos es esta. Cuesta mucho mantener oculta una emoción que puja por nacer dentro de nosotros. En otros casos nos enfrascamos en ellas rumiándolas sin parar como si nuestra lavadora emocional se bloqueara permanentemente en un centrifugado que no cesa. Esto también consume muchísima energía (y desgaste de piezas).

Total, que no solemos hacerlo muy bien. De hecho la inteligencia emocional social de nuestro tiempo es más bien baja dada la falacia de la eterna felicidad que todos perseguimos. Falacia que no nos permite manejar bien las emociones difíciles. Aquellas que duelen o queman, aquellas que nos avisan de algo que muchas veces preferimos no ver.

Hoy tenemos mapas y formas de relacionarnos con nuestras emociones que nuestros padres y abuelos no tenían.

La mejor medicina emocional sigue siendo la toma de conciencia. Lo contrario quizá nos consiga aliviar en un primer momento pero luego traerá más dolor. Esconder una emoción bajo una adicción de cualquier tipo, un tranquilizante, un psicofármaco o una tozuda guerra personal nos hará arder tarde o temprano.

La comodidad emocional es bienvenida. Me parece sensato disfrutar de la vida y de las emociones luminosas. Pero recordemos que la luz de la mañana resplandece gracias a que existe la negrura de la noche. Aceptar que ambas facetas son igual de dignas y necesarias nos ayudará a navegar las encrespadas aguas de la ira, el miedo y la tristeza, emociones que la evolución fue cocinando a fuego lento para nosotros. Saber leer en ellas el mensaje personal que nos transmiten nos facilitará vivir mejor la vida y ser un poco más plenos y maduros cada día.