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jueves, 5 de enero de 2017

Maternidad y paternidad revisitadas

Repensando la maternidad y la paternidad

Nadie te prepara para la maternidad. Cada cual cuenta sus experiencias, recuerdos, historias o anécdotas y con ese material hacemos una pasta inconsistente que suele deshacerse en el momento de la verdad como una galleta en el puño de un niño. Por que la maternidad es un drama y como tal una episodio más de lucha entre la vida y la muerte. Y no hablamos metafóricamente, en el escenario hay una mujer y una criatura por nacer que literalmente se juegan la vida. Hay un umbral que atravesar en el que a priori no se conoce el desenlace, una cortina de miedo, dolor y dificultad que cada mujer habrá de traspasar a su manera. Al pasar al otro lado se convertirá en madre y habrá cosas que no serán igual. En el camino habrá cambiado el cuerpo y el cerebro, pero también la psicología y la cualidad humana profunda, como suele pasar cuando se viven experiencias importantes o se arriesga la vida. Las sociedades han interpretado la maternidad en la forma más adecuada para apoyar el estado de cosas y la organización del colectivo. Se ha dotado al hecho de los significados suficientes para colocar a las mujeres y a los hombres en el sitio que convenía ocupasen. Por eso parece necesario que ampliemos nuestra comprensión de esta circunstancia tan esencial para llegar a ser humano. Me sorprende el grado de valor, ánimo y arrojo que las mujeres despliegan en estas ocasiones pese a poder estar rodeadas de circunstancias amenazantes o negativas. La madurez que obtienen al traspasar el límite de sus posibilidades y comprobar que son capaces de dar cauce a una vida que las supera y trasciende y con la que colaboran permitiendo que otro ser surja a partir de ellas mismas. La flexibilidad que encarnan al ver sus cuerpos transformarse durante meses hasta alcanzar el momento del tránsito. Será ahí donde la corporalidad tome las riendas urdiendo un ritmo de percusión que irá facilitando la salida del ser que cambiará su medio acuático por un mundo complejo en el que tendrá que aprender a manejarse. Experimentar la maternidad abre una nueva dimensión de sentido para la identidad de la mujer. De alguna forma la completa, dotándola de una cualidad un poco más profunda. La maternidad carnal es susceptible de alcanzarse en otras escalas lo que entraña otro bello misterio. Es posible dar a luz, permitir que la vida se encarne en otras relaciones, en otras manifestaciones.

La paternidad no goza de tanta implicación, hormonal o biológica. El cuerpo de los hombres no precisa de modificación para preservar la especie pero esto no impide que puedan cambiar su esfera psicológica o su cualidad humana profunda. Hay quizá mayores grados de libertad que van desde la inhibición completa a la implicación y compromiso máximo que supera con mucho el programa de serie con el que la especie nos provee. Los hombres también enfrentarán miedo, desazón y malestar. Habrán de atravesar de alguna forma su propio velo y la manera más sencilla será hacerlo de la mano de sus parejas, acompañándolas y caminando juntos. Su cuerpo no experimentará el dolor físico del parto pero si tendrán la opción de estremecerse hasta lo más profundo con el de sus parejas, lo que no es prueba menor como sabe todo aquel que ha visto sufrir a alguien querido. Del mismo modo que las mujeres aprenden que dar vida es algo mucho más amplio que dar a luz, los hombres también pueden acceder a esta experiencia. La paternidad lo permite abriendo opciones insospechadas de conjugar los verbos cuidar, acompañar, velar, amar, acariciar... Y de desplegar aspectos de humanidad que exigen minimizar la importancia personal y poner la atención en quien tenemos delante. Hace falta tener fe. Confiar en la enorme fuerza que la vida esconde en el fondo de cada mujer, de cada recién nacido, de cada hombre. Comprender que la levedad que nos conforma es a la vez una de las posibilidades más sólidas que el universo ofrece.

Las manifestaciones de humanidad que implican compasión, plena atención, ternura o servicio tienen un horizonte que se expande cada vez que damos un paso hacia ellas. Por eso es tan importante rescatar la compresión que emana de la maternidad y la paternidad así como de cada oportunidad de crecimiento que nos encontremos en el camino, pese al ruido con el que nuestra sociedad pueda envolver estas circunstancias. En esa comprensión encontraremos un tesoro de gratitud. Porque en las grandes cosas de la vida hay asombro y emerge una necesidad de agradecer que tiñe de alegría y buen aroma el paso de los días.

viernes, 21 de octubre de 2016

Sobre el perdón

Solo el perdón puede curar heridas que por su profundidad no son susceptibles de vendaje, sutura o medicación alguna. Solo cada cual puede perdonarse ciertas cosas. Los médicos acompañamos con frecuencia procesos que no terminan de sanar al no ser la persona capaz de superar el peso de su culpa.

Los estudios Pixar nos regalan este corto sobre el tema. Espero que les resulte inspirador






Borrowed Time from Borrowed Time on Vimeo.
R

sábado, 8 de octubre de 2016

Recuerda que vas a morir... un libro extraordinario




Como médico conozco profundamente el poder sanador de las cosas sencillas. Me gusta recomendar música de calidad, agradables paseos y un poco de lectura tanto en consulta como en las páginas sueltas que voy lanzando a la marea de Internet en pequeñas botellas. Tengo la certeza de que la palabra encierra un antiguo poder, fraguado en la noche de los tiempos, que nos permite convertirnos en humanos. También puedo decir que esa primigenia hambre de historias es casi tan importante como la que sentimos cuando llevamos muchas horas sin ingerir bocado. Las narrativas de los demás nos ayudan a construir las propias, sobre todo cuando caminamos por desiertos o nos enfrentamos a alguna catástrofe vital.

La historia que me gustaría compartir hoy nos la regala Paul Kalanithi, un brillante neurocirujano que se cruzó con la muerte antes de lo que pensaba. Es una buena historia, contada en primera persona, con honestidad, sencillez y mucha humanidad. Probablemente nada nos humanice más que saber que vamos a morir. Paul nos lo recuerda porque sabe, sabía, que es la única forma de vivir plenamente. Su libro es un ofrecimiento. Verdaderamente el autor nos entrega un tesoro de infinito valor: su propia historia, su vivencia, su baile con ese famoso segundo principio de la termodinámica que hará que finalmente todos acabemos entregándonos a ese basto mar que es el universo. Encontrar sentido en la enfermedad grave es posible, encontrarlo en la vida también. El testimonio de Paul es un ejemplo que nos puede ayudar a caminar para alcanzar ese delicado, y en ocasiones invisible, sentido que pese a su enorme fragilidad es capaz de sostener nuestras mayores luchas y dificultades.

Por eso recomiendo esta lectura a mis pacientes terminales, recordando que todos lo somos. Pero también, y de forma especial, a mis colegas del ámbito de la salud. Paul era un médico extraordinario no solo por ser un profesional excelente en su ramo sino porque conocía el valor de la relación clínica, el sagrado misterio que se produce cuando alguien ayuda a alguien, cuando nos atrevemos a acercarnos a quien nos necesita y este nos lo permite. Aprender a acercarnos a la persona enferma tanto desde nuestra luz como desde nuestra levedad permitirá tender puentes que de otra manera no podrían ser alzados.

Los que me leen saben que la muerte me interesa bastante. No podía ser de otra manera al habérmela cruzado a menudo tanto en el devenir de mis encuentros clínicos como fuera de ellos. Sin embargo no puedo decir sobre ella más que está inevitablemente imbricada con la vida. Paul nos lo deja claro en su libro: para vivir con plenitud, honrando verdaderamente la palabra vida, es necesaria la consciencia de muerte,  finitud y levedad. De otra forma nos despistamos y nuestros valores se confunden. Terminamos persiguiendo quimeras o metidos en densos laberintos. La muerte nos aclara las cosas, las simplifica con su dolorosa pedagogía: "si vas a terminar muriendo, más te vale espabilar y vivir ahora que puedes".


Merece la pena conocer a Paul Kalanithi. La mejor manera de agradecer su mensaje es permitir que otros lo puedan distrutar.







Este artículo se publico inicialmente en el Huffington Post.

viernes, 29 de julio de 2016

La paradoja de la humanización de la asistencia sanitaria






En los últimos días se ha presentado en Madrid el Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria, una de las líneas estratégicas del consejero de sanidad Sánchez Martos. Comparto con él la inquietud de visibilizar este aspecto de la asistencia y darle la importancia que merece. Dado que el desarrollo tecnológico biosanitario es rapidísimo resulta fundamental cuidar los aspectos humanistas del trato al paciente para poder seguir prestando una asistencia de calidad y no derivar en meros tecnócratas.

El reto para conseguir una humanización de la asistencia sanitaria es doble. Por un lado implica mejorar la atención al paciente potenciando la calidad de la comunicación, la empatía, la organización de los procesos y la escucha. Pero por otro también incluye mejorar el cuidado de los profesionales sanitarios para que puedan realizar correctamente sus funciones. Si la organización no vela para evitar agendas sobrecargadas, procesos ineficientes o redundantes, exceso de burocracia y gestión inmobilista, si no se corrige la precariedad laboral, la disminución progresiva de poder adquisitivo y la sobrecarga de las plantillas... todo quedará en bonitas palabras.

Gestionar una organización como la sanidad madrileña con 69.700 profesionales no es nada fácil. Poner encima de la mesa la importancia de la profesionalidad y la humanización de la asistencia es un paso. Al igual que la mejora de la comunicación con los pacientes mejorará su trato y lo humanizará lo mismo podemos aplicar al complejo mundo de la coordinación entre diferentes niveles de gestión y asistencia. Nos cuesta hablar y comunicarnos con los que tienen otras funciones, trabajan en otros ámbitos o pertenecen a equipos diferentes. Las directrices de comunicación internas (basadas en un correo electrónico coorporativo insuficiente y una intranet que no motiva a la participación) no están consiguiendo generar conversaciones y salvo excepciones el nivel de incomunicación interna es alto. Siempre nos quedarán las redes sociales que vuelven a dejar en evidencia a los que cargan con la responsabilidad de conectar mejor a los profesionales.





Fuente: Juan Simó http://saludineroap.blogspot.com.es/2016/07/recortes-en-gasto-sanitario-y-en.html


jueves, 24 de marzo de 2016

Salud-arte

Los médicos nos hemos alejado de la sociedad. La complejidad de nuestra ciencia y la de nuestros pacientes nos mantienen enrocados en un rincón del tablero de ajedrez que constituyen los tiempos modernos. Es cierto que hay excepciones pero, díganme si conocen a algún facultativo que recomiende leer poesía o la escriba él mismo, que defienda la utilidad terapéutica de asistir a conciertos de música, teatro o dar largos paseos por el bosque.

Desde las tribunas a las que puedo asomarme trato de recordar que la promoción de la propia salud es responsabilidad de cada cual por mucho que sea lícito tener señores en despachos pensando en cómo mejorarla. Eso que llamamos "hábitos de vida" es lo que más condiciona el nivel de salud y enfermedad de cualquier ciudadano. El verdadero reto está en reconocer el verdadero significado de la pizca de malestar que irrumpe en nuestra vida con la forma de un dolor de espalda, debilidad, insomnio o digestiones pesadas... en lugar de correr al sistema sanitario a buscar un remedio que lo haga desaparecer sin más. 






Crear un sistema en el que cada vez es más difícil diferenciar quién es susceptible de ser cuidado y quién lo es de facilitar cuidados puede resultar demente. La obra El invernadero de Harlod Pinter, actualmente en cartel en el teatro Abadía de Madrid, nos hace esta propuesta de la mano de prestigiosos actores como Gonzalo de Castro, Tristán Ulloa, Jorge Usón, Isabelle Stoffel, Carlos Martos, Javivi Gil y Ricardo Moya, dirigidos por Mario Gas. Cuando los valores y las relaciones profesionales de una institución se oxidan se puede esperar cualquier resultado. Les animo a participar en esta propuesta, si se atreven con las pinceladas de terror de este montaje.

Creo pertenecer a la rama de la profesión médica que, como he expuesto, defiende las humanidades desde el convencimiento de que más que un lujo son una necesidad básica para nuestra naturaleza y, por ende, para nuestra salud. Como este punto de vista es el opuesto al de la corriente política predominante en nuestro medio y al pensamiento único que asola el planeta, insisto en la urgencia de su rescate. 

No puedo demostrar que leer una novela de Manuel Vilas, un poema de Rafa Cofiño, escuchar al tenor Víctor Sordo o solazarse con Johan Sebastián Bach mejoren la salud. Lo que si que convendrán conmigo es que todos frecuentamos lugares y artistas con la capacidad de alegrarnos el animo, inspirarnos o hacernos más llevadera la carga que portamos. Cada cual habrá de cultivar su propio jardín y descubrir lo que le salva. No tengo claro que esta función deba recaer en la enfermera, doctora, psicóloga, coach, counsellor o lo que ustedes quieran. Pero cuando alguien nos llega a consulta maltrecho por la explotación laboral que padece, el desencuentro con su pareja, la soledad extrema y otras catástrofes debemos escuchar, acompañar y proveer caldo de pollo para el alma a la par que atendemos las heridas y rasguños. 

Por estas razones siento imperativo escribir y atreverme a ver las cosas bajo distintos ángulos. La capacidad narrativa y artística de los profesionales sanitarios está tristemente infrautilizada. No se trata de ponernos a hacer talleres de teatro en los centros de salud sino de desarrollar más creatividad con las personas que a ellos acuden para potenciar su autocuidado, gestión personal, relaciones y adaptación a las circunstancias. ¿Nos atreveremos algún día?

miércoles, 2 de marzo de 2016

¿Qué pasaría si una sociedad prefiriese que sus médicos fueran más técnicos que humanos?




Probáblemente seleccionarían a los candidatos entre los de mejor curriculum. Eso garatizaría mejor dominio de las habilidades del hemisferio izquierdo, mayores cotas de intelualización y limitaría las capacidades creativas y el ámbito emocional (que siempre ha sido poco científico y técnicamente peligroso).


Se primaría la asistencia basada en protocolos, se lucharía contra la variabilidad asistencial, se trataría de homogeneizar al máximo los procesos.

También se limitaría al máximo el tiempo de duración de los encuentros clínicos. Mientras menor sea este más protocolizado será, más controlable, más técnico.

La burocratización sería la base del sistema. Todo habría de ser medido y tabulado, en aras de un mejor control, mayor big data y mejores cotas de eficacia. 


La ventaja de priorizar la técnica redundaría quizá en una mejora de la cota de eficiencia del sistema. Lametablemente produciría un enorme desgaste en los facultativos que verían su faceta humana limitada, desincentivada incluso castigada. Los pacientes terminarían resintiéndose también. Si sus necesidades no verbales, irracionales y emocionales no fueran atendidas buscarian sin duda "medicinas alternativas" donde estos aspectos sí se contemplaran.



Por un lado tendríamos éxitos, por otro fracasos. Lo que no podemos hacer es dejar de mirar el precio que se estaría pagando, alto sin duda.







martes, 22 de diciembre de 2015

Bailar como salida de la crisis


¿Bailamos?  © por jafproducciones




La vida siempre ha sido una crisis, quien no se lo crea que lea un poco de historia o escuche las batallas de sus mayores. Por eso viene bien recordar la propuesta de Zorba el griego y tantos otros antes y después de él. El caos no se puede vencer, la estupidez humana tampoco.

Lo que sí podemos hacer es tomarnos las cosas de otra forma, poner nuestros pies en la firme tierra de la amistad, en la alegría, en las relaciones humanas de calidad, en la música, en el baile...

Y cuando todo se hunda poder bailar, como salida de la crisis.












jueves, 7 de mayo de 2015

Ceguera social

¿Qué pasaría si como sociedad perdiéramos parcialmente la visión?


¿Qué pasaría si nuestro nivel de conciencia fuera cada vez menor?



¿...si cada vez nos sintiéramos más cansados, agobiados, sobrepasados?





Tal vez esté pasando y no nos estemos dando cuenta pese que filósofos como Byung-Chul Han hayan vendido miles de libros denunciándolo. El verdadero reto es que este cansancio, esta fatalidad de ser hiperactivos y de estar encadenados a nuestros móviles y adminículos, no es privativa de nuestro entorno europeo. Si se dan un paseo por Beijing, El Cairo, Buenos Aires ó Bangkog verán al personal evolucionar por la calle cómo en la viñeta que ilustra esta reflexión. 

Y esto termina muchas veces en la consulta del médico de familia. "Doctor estoy agotado", "hágame unos análisis que no puedo más", "venía a por el chequeo, me siento débil...". ¿Cómo no vamos a estar agotados con el ritmo de vida que llevamos? pero ¿cuándo fue la última vez que reflexionamos sobre el tema?

Los profesionales sanitarios somos malos ejemplos en cuanto a serenidad y relajación. Lo normal es que estemos estresados y agobiados, al menos en Atención Primaria que es lo que más conozco, pero me consta que en todos los servicios sanitarios cuecen habas. Parece prudente que fuéramos los primeros en empezar a evaluar si nuestro nivel de agobio es compatible con un correcto desempeño de nuestras funciones, a nivel laboral y personal. Tal vez después seamos capaces de acompañar en mejor situación a nuestros pacientes. 


miércoles, 6 de mayo de 2015

Trabajando duro para humanizar la UCI





 Humaniza la Uci es un proyecto que lidera Gabi Heras desde hace meses. Trata de humanizar la aistencia en las hipertecnificadas Unidades de Cuidados Intensivos donde los pacientes suelen estar en situaciones muy delicadas, los familiares muy agogiados y los profesionales sometidos a un alto nivel de tensión y exigencia


Recientemente han hecho pública la declaración de Torrejón con dos objetivos:

  1. Los pacientes admitidos en las UCI y sus familias tienen el derecho
    irrenunciable a una atención integral, que incluye, junto con unos cuidados
    clínicos excelentes, el mejor soporte emocional y la tecnología con mayor
    evidencia de efecto disponible
    . Sólo así se pondrán en valor unos cuidados
    intensivos sostenibles. 
  2. Los profesionales del enfermo crítico, expuestos a situaciones de estrés laboral
    y emocional, precisan trabajar en ambientes seguros. Entornos que favorezcan
    el trabajo en equipo, motivando y reduciendo el desgaste profesional.


Y una serie de puntos para cumplirlos:

  • Mejorar la comunicación y el trabajo en equipo, incluyendo al paciente y a la familia. 
  • Facilitar una información más adecuada a pacientes y familiares. Flexibilizar los horarios de visita hasta conseguir que las UCI’s sean de puertas abiertas para los familiares.
  •  Fomentar la participación de los familiares en los cuidados del paciente y en la toma de decisiones.
  •  Medir e incrementar la satisfacción de pacientes y familiares
  •  Promover mejoras estructurales y arquitectónicas en el diseño de las UCI.
  • Evitar el deterioro del clima laboral, combatiendo la insatisfacción profesional,
    la desmotivación, y los factores de estrés percibidos.
  •  Ofrecer soporte adecuado al profesional en situaciones de crisis.
  •  Humanizar los cuidados al final de la vida y el proceso de morir.
  •  Resolver los conflictos potenciales desde la bioética
  •  Brindar la formación y entrenamiento para la adquisición de las competencias relacionales necesarias para llevar a cabo todo lo anterior de forma adecuada.
  •  Investigar para mejorar la evidencia científica disponibl.

Puedes leer la declaración completa aquí.

Cualquier ciudadano/a  puede adherirse al documento en este enlace

lunes, 20 de abril de 2015

¿Paraiso ó infierno, salud ó enfermedad?


 Las amapolas, Monet


¿प्रमोदवनमा वा नरक, स्वास्थ्य र रोग?

केही दिन पहिले फूल ढाकिएको एक क्षेत्र भाग्यो। शो ठूलो थियो, म गहिरो पार्थिव प्रमोदवनमा हुन थियो। त्रुटिरहित तापमान, केही बादल र एक राम्रो हावा संग स्पष्ट आकाश। अघिल्लो दिन वर्षा, रसीला वनस्पति द्वारा नरम माटो, यो अनन्त फूल। मलाई अभिवादन र मलाई स्वागत कि एक प्रकृति को भाग महसूस यी सबै चमत्कार बीच चलिरहेको, एक्लै थियो।यो क्षेत्र, यस फ्रेम लुकेको थिएन। पहाडहरू को भ्रमण को लागि कुनै को पाउनुहुनेछ। प्रमोदवनमा हामी विचार भन्दा सधैं नजिक छ। त्यसैले हामी किन यति हामी खरीद नरक लक्षणहरू कि परिस्थितिमा अत्यन्त उदार छन् जब जस्तै क्षण दिने छोड छन्? अनंत जाम, शत्रुतापूर्ण काम वातावरण, सैनिकीकरण द्वन्द्व वा पारिवारिक जीवन, काँडेदार सम्बन्ध र त हामी सबैलाई थाहा छ।स्वास्थ्य स्नान मा दिन को यस समय मा रमाउन सक्नुहुन्छ, ठीक त्यसै छ, नास्ता बिस्तारै या बस झ्यालबाट आकाश मा देख। हामी बिस्तारै, कुल सन्तुलन सास, हाम्रो शान्त र आराम शरीर महसुस गर्न सक्छन्। हामी पनि सम्भव, गालामा मा, कि कष्टप्रद खुजली मा दुखाइ ध्यान, वा फेरि जान्छ कि फिर्ता असुविधा मा ... अन्त मा हामी जीवन हाम्रो सामु हाल्छ विकल्प जुनसुकै चेतना सामग्री रोजे।यो दिन हाम्रो दिन मा प्रमोदवन वा नरकमा एक निर्वाचन भन्दा बढी केही हो कि सम्भव छ? के यो सम्भव छ कि एउटै कुरा माध्यम हाम्रो जीवनमा स्वास्थ्य वा रोग को धारणा?मेरो विरामीहरु वृद्ध वा एक पुरानो रोग प्रक्रिया सीमितता बावजुद खुशी को क्षण, हितको र अर्थमा पाउन सक्छ भनेर मलाई सिकाउनुभयो। साथै साना दुःखले सजिलै सन्तुलन जवान बलियो र स्वास्थ्य को पूर्ण गुमाउन सक्षम छन्।यो हामी त झन्, हामीले भने खाना र धेरै सुविधाहरु प्रशस्त भए तापनि हाम्रो जीवन संग गर्दै छन् के को सचेत हुन आवश्यक छ, हामी समय मा पहिलेभन्दा बढी सायद बिरामी तर जब हामीलाई मदत गर्न एक राम्रो स्वास्थ्य प्रणाली छ दिन्छिन् हामी, थकित थकित र बिरामी महसुस गर्छन्।

(इलेक्ट्रनिक अनुवाद गल्ती लागि खेद)



Hace unos días corría por una pradera cubierta de flores. El espectáculo era grandioso, sentí profundamente estar en el paraíso terrenal. La temperatura perfecta, el cielo despejado con alguna nube y una brisa agradable. El suelo blando por la lluvia de los días anteriores, la vegetación exuberante, las flores infinitas. Me encontraba en paz, trotando entre todas esas maravillas sintiéndome parte de una naturaleza que me saludaba y me acogía. 

Ese campo, ese marco, no estaba escondido. Cualquiera que se de una vuelta por la sierra se encontrará con él. El paraíso está siempre más cerca de lo que pensamos. Entonces, ¿por qué somos tan parcos en regalarnos momentos así cuando somos terriblemente generosos en procurarnos situaciones que remedan infiernos? El atasco infinito, los ambientes laborales hostiles, la vida familiar militarizada ó conflictiva, las convivencias espinosas y un largo etcétera que todos conocemos. 

Con la salud pasa exactamente lo mismo, podemos deleitarnos en ese momento del día bajo la ducha, desayunando despacio ó simplemente mirando el cielo por la ventana. Podemos sentir nuestro cuerpo tranquilo y relajado, respirando sin prisa, rezumando equilibrio. También nos es posible, centrarnos en ese molesto picazón, el grano en la mejilla, ó en esa molestia en la espalda que acude de nuevo... Al final elegimos el contenido de la conciencia independientemente de las opciones que la vida nos ponga delante. 

¿Es posible que paraíso ó infierno en nuestro día a día no sean más que una elección? ¿Es posible que con la percepción de salud ó enfermedad en nuestra vida pase lo mismo?

Mis pacientes me enseñan que pese a las limitaciones propias de la edad avanzada o de un proceso de enfermedad crónico es posible encontrar momentos de placer, bienestar y sentido. También que pequeñas molestias son capaces de hacer perder el equilibrio fácilmente a jóvenes fuertes y rebosantes de salud. 

Merece la pena tener un buen sistema sanitario que nos ayude cuando estamos en tiempo de enfermar pero quizá, ahora más que nunca, nos sea preciso tomar conciencia de lo que estamos haciendo con nuestra vida si pese a tener comida abundante y comodidades múltiples, cada vez nos sentimos más cansados, agotados y enfermos. 





¿Paradise ili Pakao, zdravlje i bolest?


Prije nekoliko dana je vodio polje prekriven cvijećem. Koncert je bio super, ja duboko se u zemaljskom raju. Savršena temperatura, vedro nebo s nekoliko oblaka i povjetarac. Meko tlo kiša prethodnih dana, bujna vegetacija, beskrajna cvijeće. Bio sam sam, trčanje između svih tih čudesa osjećaj dio prirode koji me pozdravio i mene dobrodošla.Ovo polje, taj okvir nije bio skriven. Svatko za obilazak planine, naći će ga. Raj je uvijek bliže nego što mislimo. Pa zašto smo tako štede dajući nam trenutke kao kad smo strašno velikodušni u situacijama koje oponašaju nabaviti pakao? Beskonačan Jam, neprijateljsko radno okruženje, vojnim sukob ili obiteljski život, trnovit odnosa i tako dalje svi znamo.Zdravlje je isti, možete se radovati u ovo doba dana u tuš, doručak polako ili jednostavno gleda u nebo kroz prozor. Možemo osjetiti našu miran i opušten tijelo, disanje polako, ukupno stanje. Također je moguće, fokusirati se na taj dosadni svrbež, bol u obrazu, ili u stražnjem nemir koji ide opet ... Na kraju smo odlučili sadržaj svijesti, bez obzira na mogućnosti koje život stavlja pred nas.Je li moguće da je raj i pakao u našem dana u dan nisu ništa više nego na izborima? Je li moguće da je percepcija zdravlja ili bolesti u našim životima kroz istu stvar?Moji pacijenti su me naučili da je, unatoč ograničenjima starijih osoba ili procesa kroničnih bolesti može pronaći trenutke ugode, blagostanje i osjećaj. Također mali bolovi su u mogućnosti da lako izgubiti ravnotežu mlada jaka i puna zdravlja.Isplati se imati dobar zdravstveni sustav kako bi nam pomogli kada smo u vrijeme loše, ali možda sada više nego ikad, mi ili trebaju biti svjesni onoga što radimo s našim životima, ako unatoč tome što puno hrane i brojnim sadržajima, sve osjećamo umorni, iscrpljeni i bolesni.


(Electronic prijevod, ispričavam se za pogreške)

jueves, 2 de abril de 2015

Rescatar el fuego 火を救出


Quedan rescoldos
dentro de tu mirada
todavía hay fuego.



残りの残り火
あなたの目で
まだ発射。








Rescatemos el fuego
que los titanes robaron a los dioses,
liberemos su esplendor
que una vez habitó la existencia
y ahora se esconde
tras los velos
de apariencias y cuidas.

La fuerza primordial sigue animando
las ígneas líneas
que dibujaron universos
y unieron los amantes;
siguen completamente vivas
en los recodos de tu alma.

Inflámate con ellas
deja que te dominen
¡devén en llama!

Fundido en fuego
recordarás tu nombre
y al hacerlo verás sin más ambages
la faz de Dios
que ya no estará fuera.




El fuego ha sido y sigue siendo símbolo de la revolución humana. Nada ha contribuido tanto a transformar el modo de interactuar con nuestro entorno. Fue necesaria una gran capacidad de atención y contemplación, de abstracción e inteligencia. Algo que ahora parece evidente era un muro infranqueable que nos mantenía cerca de la condición animal. Al pasar ese umbral permitimos que un camino se abriera, un camino de mayor comprensión.

La dificultad que tuvieron nuestros antiguos padres y madres sigue siendo la misma en nuestros días. Enfrentamos retos cuyas respuestas permanecen ocultas, oscuras. Nos afanamos por iluminar pero no somos capaces, no todavía. Ser herederos de aquella maravilla nos permite recordar que somos capaces de volver a conseguirlo.

Cuando caminamos por las zonas más oscuras de nuestra vida, por periodos de zozobra o acritud, la sombra se convierte en compañera y en angustiosa opresión. ¿Es posible hacer luz en esos tiempos de dificultad? ¿Podemos hacer fuego tras el desastre de una enfermedad o una pérdida?

Quiero creer que la respuesta es afirmativa como nos demuestran tantos y tantas que consiguen seguir caminando tras la catástrofe. Algún día cercano seremos capaces de descubrir un fuego que nos aporte un nuevo entendimiento. En esa confianza comparto mi poesía y mi reflexión, desde la certeza de la calidad humana que mis pacientes me transmiten semana tras semana.





火を救出。火はされて、人間革命の象徴のままいる。何も、彼らが私たちの環境と対話する方法を変換するためにそんなに貢献していない。注意と熟考、抽象化と知性のための偉大な能力が必要であった。今明白なようだ何かが私たちは、動物の状態に近い保た通さない壁だった。そのしきい値を渡すと、より深い理解のパスをパスを開くことができます。私たちは私たちの古い親を持っていた難しさは、今日同じまま。私たちは、その答えを隠されている、曖昧な課題に直面しています。私たちは、啓発に努めていますが、まだ、できません。その驚異の相続人であることは、私たちはそれを再度行うことができることを覚えていることができます。私たちは私たちの生活の最も暗い領域を通って歩くとき、不安や苦味の期間、影が悲惨なコンパニオンと抑圧になる。それがトラブルの時代に点灯しすることは可能ですか?我々は、疾患または損失の災害の後発射することはできますか?私たちは非常に多くの実証及びので、彼らは大災害の後に歩き続けることを得るように答えはイエスであると考えています。いつの日かすぐに我々は私たちに新たな理解をもたらす火災を発見することができます。この自信で私は、私は毎週私の患者を伝えることを、人間の品質の確かさから、私の詩と私の反射を共有しています。
自動翻訳、タイプミスして申し訳ありません。

lunes, 23 de marzo de 2015

Sobre la vida y la muerte



La muerte, carta del Tarot. Wikipedia



No te olvides mirar
los ojos de la muerte
cuando la mañana
te devuelva a la vida.

Recuerda que eres polvo
y en tu fragilidad
se esconde la grandeza
que te permitirá volar.

Sólo tu mismo puedes decidir
cuánta conciencia
disponer en tus días
¡calcula bien y vive!



Nos es dado orientar el rumbo de conciencia de nuestra propia existencia. Avanzamos por un mar de incertidumbre sobre olas que vienen y van zarandeándonos. Podemos poner rumbo hacia derivas que nos aumenten la conciencia o que la adormezcan. Nos es posible meter más conciencia en el caldo de nuestra vida o menos, según nos guste de sabor. Es verdad que hay muchos factores que nos condicionan. Estamos rodeados de elementos que fagocitan nuestra exigua capacidad de atención. Televisores y aparatos musicales permanentemente encendidos, ordenadores, tabletas y móviles que nos reclaman atención sin parar, agendas exaustivas e intensivas, prisas y zozobras múltiples, ecosistemas laborales hostiles, ecosistemas familiares angostos, atomización de la red social de relaciones... Todo confluye para que el nivel de autoconciencia baje, como esas iluminaciones progresivas que dejan la estancia casi en penumbra. Sin luz no podemos ver, no nos es posible atender lo que nos surge dentro, las necesidades, los deseos, los sentimientos, las ideas. Y al no atenderlas tratamos de colmar nuestras ansias con automatismos o recurriendo a elementos que no sacian a la par que nos dañan.

Muchos motivos de consulta en mi centro de salud surgen de una deriva vital que lleva a la persona a desatenderse por completo. Se desatiende el cuerpo, se desatiende el alma. Finalmente cualquiera de las dos termina llamando la atención con algún síntoma. Un dolor de espalda, una cefalea, insomnio, cansancio, el vientre que se hincha... En consulta tratamos de aliviar, pero poco haremos si no damos la pista del origen, de la causa primera que está sin atender. Poner un parche no solucionará el desequilibrio pero ¿cómo facilitar que la persona consultante se dé cuenta de que no se está atendiendo bien?

Olvidamos la gran ayuda que nuestra propia muerte es capaz de brindarnos hoy. No es verdad que la muerte sea algo oscuro que ocurrirá en algún lugar remoto del futuro. Está ocurriendo hoy mismo, si, en tu propio cuerpo. Millones de células mueren hoy, otras se dañan y deterioran. Millones de cromosomas se desgastan un poco, como una vela que consume su cera. Miles de mutaciones potencialmente lesivas se producen, casi todas serán neutralizadas. La lista podría seguir. No lo sentimos pero todos nos estamos muriendo, lentamente, imperceptiblemente. ¿Cómo nos puede ayudar tomar conciencia de este espinoso asunto? La respuesta es sencilla: dándonos la oportunidad de vivir la vida con mayor plenitud. No es lo mismo beber una copa de vino sabiendo que hay cien botellas más en la bodega que al comprobar que es la última disponible. Solemos pasar los días con la ilusión de ser inmortales, no hay fin, no hay prisa, todo sigue igual. Apelar a nuestra limitación temporal puede permitirnos apostar más por la vida, arriesgar más, tomarnos más en cuenta, atender  lo que verdaderamente deseamos y necesitamos. Cuando nuestras necesidades auténticas son satisfechas con sucedáneos nos dirigimos irrenunciablemente a escenarios de sufrimiento y enfermedad. Para salir de ellos es fundamental recuperarnos a nosotros mismos. Atrevernos a mirarnos por dentro, contemplar serenamente los ojos de nuestra propia necesidad. Nadie que nos rodee puede hacerlo por uno mismo.

Los antiguos chinos se dieron cuenta que en el Tao, el inn contiene un poco de yang y el yang un poco de inn. La oscuridad un poco de luz y la luz un poco de oscuridad. En oriente la cultura asume que vida y muerte están entrelazados. Por contra en occidente prima el maniqueismo, la luz se opone a la oscuridad, el bien al mal, la vida a la muerte y nos es mucho más difícil integrar los opuestos. No hace falta ser un sabio para darse cuenta de cómo son las cosas, basta con mirarse un poquito por dentro. Nadie es luz o sombra pura, nadie es salud o enfermedad pura. Quizá si nos atrevemos a vivir esta propuesta nos sea más fácil dar sentido a esas partes de sombra que todos tenemos. Quizá nos demos cuenta de que el mundo no se divide entre buenos y malos como en las películas de Disney o las superproducciones americanas. El argumento de que los malos son otros o que la sombra tiene la culpa no tiene consistencia cuando nos enfrentamos a una prueba vital que termina desarbolando nuestras escasas defensas al alcanzarnos. Mientras más nos atrevamos a contemplar y aceptar nuestras propias sombras, nuestras propias muertes, más nos atreveremos a potenciar nuestras propias luces, nuestras propias vidas. No es  necesario esperar al final, hoy tienes la oportunidad de vivir con un poco más de plenitud tu vida y ayudar a los que te rodean hagan lo mismo.






sábado, 21 de marzo de 2015

Medicos con presencia



El doctor Fernando Casado y don Dionisio. 




Uno de los factores que siempre me parecieron fundamentales en cualquier profesional sanitario es la presencia. La facultad de estar plenamente consciente y atento ante el paciente y ante sí mismo. Durante mis muchos años de formación médica tuve referentes a este nivel pero he de decir que no encontré muchos entre los galenos de más formación y experiencia. Han sido psicólogos, enfermeras, y compañeros de otros mil perfiles los que me han dado interesantes pistas al respecto. En el extenso curriculum de un médico no hay un solo renglón donde se contemple la necesidad de cultivar la atención plena. Es una de las muchas cosas que se dan por supuestas, y es verdad que hay que prestar mucha atención a las miles de horas de clase y estudio, pero las personas son más complejas que los libros de texto y los artículos científicos. Lo más frecuente al acudir a una consulta médica es encontrar a un profesional azorado y sobrecargado que trata de ir ligero ante la larga cola que espera a la puerta. Un ordenador preside el encuentro y fagocita gran parte de la atención que debería recaer en el paciente. Hay frecuentes interrupciones en forma de llamada telefónica y personal que entra a preguntar o buscar algo. Al final uno sale de la consulta con la sensación de que a penas nos han mirado. No nos han prestado la suficiente atención. Es verdad que no es lo mismo una consulta tipo de medicina de familia de cinco o seis minutos que una de veinte con un internista o de cuarenta y cinco con un psicólogo. Es verdad que el médico está obligado a rellenar mil casillas en el ordenador. Pero, ¿será posible que los segundos dedicados a escuchar al paciente sean de consciencia plena? ¿el tiempo dedicado a explorar sea de máxima calidad? ¿es posible que el paciente se sienta correctamente visitado en seis minutos?

La presencia personal no se puede comprar, tampoco hay cursos a distancia. Es una facultad que se va construyendo con el tiempo a fuerza de ejercerla, de entrenarla y de cuidarla. El ruido de fondo, la prisa y los agobios la malogran. El silencio, la meditación o los estados de flujo la potencian. No hay incentivos en el sistema sanitario para los que mejoran dicha habilidad. Sin embargo puedo adelantar que es el ingrediente que permitirá que el paciente se sienta plenamente atendido y que el galeno se sienta plenamente realizado. Merece la pena que todos reflexionemos sobre esto. No será la tecnología que aporta ruido a nuestras vidas la que haga la revolución por nosotros sino la conciencia que nos atrevamos a poner en la vida.


miércoles, 18 de marzo de 2015

Arvo Pärt y medicina de familia

  




Arvo Pärt ja peremeditsiiniPaljud teist minna arsti juurde, kui nad teevad seda põhjendatult eeldada, et see on hea spetsialist. Nad oletavad, et nende tehnilisi ja teaduslikke võimsuse tõuseb oma terviseprobleem. Oletame, et on parimate tingimuste teenida neid õigesti ja tõhusalt.Arstid ka eeldada. Me kulutame mitu tundi nädalas uurida ja hoida meie praegustele teadmistele. Püüame parandada oma oskusi ja võimeid. Aga kas sellest piisab? Läheme võimalik?Minu puhul ma tunnistan ma pean toita paljudest teistest allikatest, et puhtalt teaduslik. Olen pärit perekonna rida meditsiiniliste humanistid, kus muusika, luule ja kirjandus olid olulised. Kuna lapsepõlves on õpetanud mulle, et nautida ilu, et mehed ja naised on pärandanud meile. Nautige on parim viis austada neid ja tehke nende õiglust. Konsulteerides on oluline, et minu paat minna nendega küünlad aru saada, mida inimene on haige osaajalise mind oma narratiiv. Et kursis sellega. Anda mõned korralikud track, mis teeb selle loo elamisväärsemaks.Arvo Pärt on tänapäeva helilooja vähetuntud meie keskkonda. Ehk keskmine kodanik ei saa kerge olema. Aga ma arvan, et tema töö on väga hea oma minimalism üritab püüda vaigistab tõlkida. No keerulisem ülesanne muusikaline universumis. On keegi meie vanus kõlarid, skandaalid ja lakkamatu kahin.Perearstiabi on kuidagi sama tegema. Püüa päästa, mis peitub ilmne, mis peitub 2.5 põhjustel sellise nõupidamise keskel jõuab iga visiidi kliinikus. Üks asi on see, mida on öeldud ja hoopis teine ​​asi, mida ei öelnud. Üks asi on see, mida räägitakse ja selle üle, mida tegelikult ärritas isik konsulteerimist oma arstiga.Lisaks sellele, et vaadata radioloogia muidugi sel nädalavahetusel olen andnud kontsert selle autori mitmed luuletused ja mõned peatükid hea romaan ning kaasaegse filosoofia. Kindlasti ma ei ole parim arstid, kuid nad kindlasti sobivad, et proovida kasutada kõike olen poolt, et parandada hoolt Annan patsientidel.(Masintõlget, sorry palju vigu)







Muchos de ustedes cuando acuden al médico lo hacen con la justa expectativa de que sea un buen profesional. Suponen que su capacidad técnica y científica estará a la altura de su problema de salud. Suponen que se encontrará en las mejores circunstancias para atenderles de manera correcta y eficiente.

Los médicos también lo suponemos. Dedicamos muchas horas a la semana a estudiar y mantener nuestros conocimientos actualizados. Nos esforzamos por mejorar nuestras capacidades y habilidades. Pero ¿es suficiente? ¿hacemos todo lo posible?

En mi caso les confieso que necesito nutrirme de otras muchas fuentes que las meramente científicas. Provengo de una estirpe familiar de médicos humanistas donde la música, la poesía y la literatura eran imprescindibles. Desde pequeño se me ha enseñado a degustar la belleza que otros hombres y mujeres han legado para nosotros. Disfrutarla es la mejor manera de honrarlos y hacerles justicia. En consulta me resulta imprescindible que mi barco navegue con esas velas para poder entender lo que la persona en tiempo de enfermar trata de compartirme con su narrativa. Para poder estar a la altura de la misma. Para poder aportar alguna pista digna que haga dicha narración más habitable.

Arvo Pärt es un compositor contemporáneo no muy conocido en nuestro entorno. Tal vez al ciudadano medio no le resulte fácil. Pero en mi opinión su obra es muy fina, en su minimalismo trata de atrapar los silencios, de traducirlos. No hay tarea más compleja en el universo musical. No la hay en nuestra época de altavoces, escándalos y murmullo incesante.

La medicina de familia trata de de alguna forma de hacer lo mismo. Intenta rescatar lo que hay detrás de lo aparente, lo que se esconde tras esos 2.5 motivos de consulta que de media tiene cada visita que llega al centro de salud. Una cosa es lo que se dice y otra muy distinta lo que no se dice. Una cosa es lo que se verbaliza y otra lo que verdaderamente preocupa a la persona que consulta con su médico.

Además de haberme revisado un curso de radiología este fin de semana me he regalado un concierto de este autor, varios poemas y algunos capítulos de buena novela y filosofía contemporánea. Seguramente no soy el mejor de los médicos pero no les quepa duda de que trato de emplear todo lo que tengo a mano para mejorar la atención que doy a mis pacientes.



Variations for the Healing of Arinushka by Kalle Randalu on Grooveshark


lunes, 26 de enero de 2015

Cuidemos las etiquetas que ponemos a los niños





Lo mismo se puede decir de los adultos...


En medicina nos esforzamos por comprender lo que le pasa al paciente. Usamos muchas etiquetas diagnosticas. No siempre con la suficiente prudencia. No siempre con la suficiente comprensión.

La complejidad humana es un enorme reto.


Y los médicos somos seres pequeños que apenas intuimos lo que hay al otro lado del espejo que conforma cada ser humano.



Vídeo vía Antonio Gamonal

viernes, 2 de enero de 2015

El reto de descansar en el presente para vivir mejor la enfermedad

Rescato este vídeo con Sesha donde se insinúan algunas poderosas pistas para tratar de vivir mejor los tiempos de enfermar.

Pido disculpas por el audio, que es muy bajo.






jueves, 18 de diciembre de 2014

Mi carta a los Reyes Magos (sanitarios)


Adoración de los reyes Magos. Pedro de Campaña




Todos los años escribo una carta a los Reyes Magos (sanitarios). Les pido una sanidad pública y de calidad. Les pido equidad para todos, que el tratamiento para la fractura de cadera de aquel anciano de pueblo sea igual al del rey de España, que los pacientes y los profesionales sanitarios sean tratados con justicia y un ciudadano no tenga que esperar 3 meses más que otro para operarse según en qué comunidad viva o un médico gane un 30% menos en igualdad de puesto y distinta provincia... Pido gestores comprometidos y políticos sanitarios honestos que defiendan el bien común de la sociedad. Pido una atención primaria fuerte que sea capaz de lidiar con el aumento de incertidumbre y complejidad de los pacientes. Hospitales que puedan dar respuesta a los problemas de salud sin derrapar en tratamientos excesívamente caros o de eficacia no demostrada. Pido que la sociedad sea capaz de autogestionar mejor sus salud y dependa menos del sistema sanitario...

Me suele salir una carta larga y, lo reconozco, en los útimos años algo acre.


Tras ver el excelente vídeo de una campaña de una tienda donde se les pide a unos niños escribir a los Reyes Magos y luego a sus padres, reflexiono y decido escribir otra carta. Esta vez dirigida a mí mismo. Mis peticiones (sanitarias) para este año.



Querido Salvador:

Te escribo esta carta para pedirte algunas cosas en relación a cómo ejerces la medicina. Me he dado cuenta de que en muchas ocasiones pasas la consulta deprisa y despistado. Si fuera posible aplica un poco más de atención y diligencia a la tarea y despliega el máximo de conciencia a cada situación, a cada paciente. Ellos necesitan que lo hagas. Minimiza los ruidos de fondo y distracciones. Mejora la gestión de los errores, detectándolos y hablándolos con otros para evitarlos en el futuro. Cuida mejor a tus colegas de trabajo compartiendo con ellos dudas, conocimientos, casos clínicos... Preocúpate de tus gestores, aportándoles alguna de las muchas iniciativas que se te ocurren, hablando con ellos de lo que te preocupa o simplemente teniéndolos en cuenta. Si fuera posible sal más de la consulta, eres especialista en medicina familiar y comunitaria, sal a la comunidad. Trata de que otros encuentren salud fuera del centro de salud. Sigue escribiendo todo lo que puedas y compartiéndolo en el blog, eso sí  me gusta que lo hagas. Tal vez sugeriría que pases menos tiempo en internet, al final es ruido. Creo que sería bueno que hicieras menos cosas, no hace falta ir a tanto curso y congreso, no hace falta participar en tanto proyecto e iniciativa. Lo importante lo tienes delante, son tus pacientes. Acuérdate de ello todos los días. Ellos te enseñarán lo que te falta por aprender.

Y por último sonríe. Sonríe mucho y recuerda que la vida es fantástica y es necesario que lo veas para poder recordárselo a los que temporalmente lo olvidaron.

Recibe un fuerte abrazo (de tí mismo ;)










jueves, 11 de diciembre de 2014

¿Puede el sistema sanitario generar compasión?




¿Consiguen los profesionales sanitarios hacer lo que se suponen que tienen que hacer: transformar el sufrimiento de sus pacientes?

¿Percibien el sufrimiento tal como es?

¿Son capaces de ser compasivos?





La palabra compasión no figura en ningún currículum médico que yo conozca. No se contempla en los planes de estudio, no se enseña a estudiantes ni a residentes. Pero si preguntamos a los pacientes es una de las cualidades que más valoran y agradecen en sus profesionales sanitarios. En muchas ocasiones esta compasión la reciben del celador, la auxiliar o la profesional de la limpieza y no de la jefa de enfermeras ni la responsable de sus cuidados médicos. No estoy hablando de pena, una mal entendida piedad ó de lástima. Estoy hablando de compasión, la capacidad de padecer-con, de empatizar profundamente.

Algo me dice que hemos errado el rumbo cuando seleccionamos a nuestros médicos entre los expedientes más brillantes en habilidades de lecto-escritura, memoria o inteligencia lógico-matemática y no valoramos o potenciamos su capacidad compasiva. Algo me dice que en la formación continuada es necesario potenciar habilidades que mejoren la capacidad de ser empático, compasivo... humano.


Habitualmente hablamos de presupuestos, política sanitaria, gasto público, cartera de servicios... pero obviamos palabras importantes como la que hoy rescatamos. Joan Halifax nos ayuda en esta reflexión con el vídeo TED que compartimos. Si la enfermedad, la muerte y el sufrimiento nos acompañan parece sensato encarar esas realidades con ciencia y conciencia.





lunes, 8 de diciembre de 2014

¿Es posible convertir la UCI en una HUCI?







No es verdad que la sanidad no esté cambiando. Quizá no cambie a mejor desde arriba, donde los actuales gestores se las ven y se las desean para tratar de adecuar los exiguos recursos a las exigencias de los mercados que no buscan precisamente el beneficio del personal. Pero si miramos con atención las trincheras encontraremos interesantes iniciativas abajo, allí donde los profesionales asistenciales se dejan la piel en el contacto diario con sus pacientes.

Una de esas iniciativas a destacar la lidera Gabi Heras, un intensivista que está apostando fuerte por humanicar los cuidados intensivos, esas unidades normalmente frías y complejas donde los equipos sanitarios luchan duro con situaciones graves que amenazan la vida. Y digo frías porque tradicionalmente los familiares lo tienen difícil para acompañar a sus allegados y porque estos deben sentirse muy solos y desvalidos cuando ingresados en ellas recuperan un poco de conciencia.

El proyecto HUCI trata de generar debate y cambiar los modos tradicionales para conseguir una asistencia más humana en las Unidades de Cuidados Intensivos. Esta semana han conseguido publicar en Enfermería Intensiva, enhorabuena.

Comparto la reflexión final que suscribo punto por punto:

" No nos queda otra. Nuestro valor es nuestra profesión y sólo nosotros sabemos cómo hacerla. Estamos obligados a recuperar la pasión por ella, la pasión por lo humano, la pasión por la salud como valor compartido. Somos los motores del cambio: nadie más que cada uno de nosotros puede pararse a reflexionar y atisbar cómo puede cambiar su realidad, su ambiente, su UCI. Recordemos que las HUCIs del siglo XXI se escribirán con H de Humano. Depende de nosotros."









sábado, 6 de diciembre de 2014

La única certeza











En estos tiempos llenos de incertidumbre la sociedad se empeña de dar la espalda a la que probáblemente sea la única certeza. Nos pasamos el día entretenidos con mil distracciones y perdemos el foco de que somos limitados. Por esa razón me parece interesante reflexionar de vez en cuando sobre lo efímero de la vida, no para castigar el ánimo sino para aprender a disfrutar más de lo que el presente nos ofrece.

Comparto hoy la reflexión de @gurutxediez que ha perdido a su madre por una enfermedad. Me anima mucho cuando me encuentro que este tipo de situaciones produce crecimiento y una serena alegría.

La única manera de perder el miedo a la muerte es atreverse a mirarla a la cara y dejar de tenerla escondida en un armario.