Páginas

viernes, 28 de septiembre de 2018

Analfabetismo sanitario. Health iliteracy




The paradox of knowledge societies is that although we have access to all imaginable information it is increasingly difficult to have sufficient discernment. In this way when we open the hood of a vehicle we will depend on a mechanic for any question and the same thing will happen if the washing machine, the television or any apparatus begins to give problems.

In matters of health it will be the same. Faced with the slightest question, the normal thing has become to make an appointment with the health service on duty so that the experts can tell us what to do. The underlying problem is our limitation in understanding mathematics and that we forget that homo sapiens comes to life with organic systems and behavioural skills that allow him to survive in any medium.

If we were better in mathematics we would know that just as it is dangerous to give medicines to those who do not need them, it is also dangerous to give diagnostic tests to a healthy person, to go to hospital emergencies for a minor matter or to make an unjustified overuse of health services. I will not stop give details buy if you are interested I leave at the end some interesting books. I will just say that:

1. Performing a diagnostic test on a healthy person has the problem that it can be altered in an erroneous way (false positive) which will get us into a mess by making the doctor think that there is a problem that there is not.

2. Going to hospital emergency services for minor issues puts us at risk by having to wait in crowded rooms full of potentially sick people, undergo diagnostic tests that are probably unnecessary and end up with a report in the hand that advises us treatments that in many cases will be oversized.

3. Overuse of healthcare without justification has been shown to produce undesirable effects (overdiagnosis, overtreatment, iatrogeny...).


How could we improve health education? Can society do something to reduce health illiteracy?



I would launch three proposals:

1. Improve the journalistic treatment of health information.

2. Promote the activities of health promotion, community health and health education from the Primary Care services.

3. Make messages that help citizens visible in the media, the Internet and in advertising campaigns.

4. Change the culture of healthcare professionals to include elements that protect the patient from overdiagnosis and overtreatment.



Does anyone suggest anything else?





La paradoja de las sociedades del conocimiento es que pese a que tenemos acceso a toda la información imaginable cada vez es más difícil disponer del suficiente discernimiento. De este modo cuando abrimos el capó de un vehículo dependeremos de un mecánico para cualquier cuestión y lo mismo ocurrirá si la lavadora, la televisión o cualquier aparato comienza a dar problemas.

En cuestiones de salud pasará igual. Ante la mínima cuestión lo normal ha pasado a ser pedir cita en el servicio sanitario de turno para que los expertos nos digan qué hay que hacer. El problema de fondo es nuestra limitación para entender las matemáticas y que olvidamos que el homo sapiens viene de serie con sistemas orgánicos y habilidades conductuales que le permiten sobrevivir en cualquier medio.

Si fuéramos mejores en matemáticas sabríamos que igual que resulta peligroso dar medicamentos a quien no los necesita también lo es hacer pruebas diagnósticas a una persona sana, acudir a urgencias hospitalarias por una cuestión menor o hacer un sobreuso no justificado de los servicios sanitarios. No me detendré a dar los detalles dejando a los interesados la bibliografía. Tan solo diré que:

1. Hacer una prueba diagnóstica en una persona sana tiene el problema de que puede salir alterada de forma errónea (falso positivo) lo que nos meterá en un lío al hacer pensar al médico que hay un problema que no hay.

2. Acudir a los servicios de urgencia hospitalarios por cuestiones menores nos pone en riesgo por tener que esperar en salas muy concurridas llenas de gente potencialmente enferma, someternos a pruebas diagnósticas que probablemente sean innecesarias y terminemos con un informe en la mano que nos aconseje tratamientos que en muchos casos estarán sobredimensionados.

3. Sobreusar la sanidad sin justificación está demostrado que produce efectos indeseables (sobrediagnóstico, sobretratamiento, yatrogenia...).


¿Cómo podríamos mejorar la educación para la salud? ¿Puede la sociedad hacer algo para reducir el analfabetismo sanitario?

Lanzaría algunas propuestas:

1. Mejorar el tratamiento periodístico de la información sobre salud.

2. Potenciar las actividades de promoción de la salud, salud comunitaria y educación para la salud desde los servicios de Atención Primaria.

3. Visibilizar en medios de comunicación, Internet y en campañas publicitarias mensajes que ayuden a la ciudadanía.

4. Cambiar la cultura de los profesionales sanitarios para incluir elementos que protejan al paciente ante el sobrediagnóstico y el sobretratamiento.

¿Alguien sugiere alguna cosa más?



Illich, I. (1987). Némesis médica: la expropiación de la salud. Joaquín Mortiz,.

Fernández, M. P., & Camacho, J. G. (1999). Encarnizamiento diagnóstico y terapéutico con las mujeres. Semergen: revista española de medicina de familia, (3), 239-248.

Camacho, J. G., Moral, E. G., & Gracia, L. J. (2012). Prevención cuaternaria: es posible (y deseable) una asistencia sanitaria menos dañina. AMF8(6), 312-7.

Gøtzsche, P. (2014). Medicamentos que matan y crimen organizado. Lince, ed. Madrid.

Camacho, J. J. G., & Pérez-Fernández, M. (2015). La expropiación de la salud. Los Libros del Lince.

1 comentario:

  1. En muchas ocasiones y en gran parte gracias a google se confunde información con conocimiento.
    Más que nunca hay que atender al médico.

    ResponderEliminar

También puede comentar en TWITTER a la atención de @DoctorCasado

Gracias.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.