Foto: Wikipedia
Aquella mañana tuvo un instante de lucidez al mirar el agua caliente en el lavabo mientras se aseaba. Metió ambas manos y sintió la magia del calor y la transparencia, el profundo asombro de tener allí mismo un volumen de líquido prístino a una agradable temperatura con tan solo haber abierto un grifo. Se dio cuenta de que habitaba una existencia que excedía con mucho lo imaginable y que le empujaba en una determinada dirección ante la que paradójicamente él ejercía una notable resistencia. Tomó una respiración profunda y se miró en el espejo a los ojos dejando que aflorara despacio un pensamiento que unió gratitud y determinación. De alguna forma daba su sí a la vida, lo iba a intentar.
Desde SOS ICTUS en Asturias, Gracias Doctor por su buen hacer. Con su permiso En nuestro Blog www.asociacionsosictus.com encontrará reproducidos sus comentarios ya que creemos que a nuestros lectores les viene bien sus reflexiones.
ResponderEliminarSaludos cordiales
ASOCIACION SOS ICTUS