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jueves, 30 de julio de 2015

Narrativa en agosto



Vassily Kandinsky 1926, Several Circles



Este blog se toma vacaciones. La literatura hará las guardias. Por ello publicaré los habituales relatos de verano por si algún veraneante desea solazarse bebiendo estos breves textos con los que suelo trufar mis publicaciones estivales.

Esperon los disfruten.


Si desean leer los anteriores pueden consultarlos en la etiqueta: Relatos.

Relatos de verano: El fin del mundo

Estaba moralmente cansado. Sobre sus hombros se cernía una sombra y un peso que no podían considerarse de este mundo, del suyo. Estaba perdiendo el sentido de lo que hacía y eso era como caminar sin apoyo bajo los pies. Un esfuerzo vacuo y desagradable. Su inmensa capacidad de reflexión  no le podía ayudar, se enfrentaba a algo nuevo y desbastador, su propia levedad. Sabía que no saldría airoso del combate, eso le subyugaba llenándole de sentimientos ocres y decadentes. Ante su prematuro fin cabían pocas opciones, tras calibrarlas bien eligió la que consideró más acertada. El uno de agosto, aprovechando que la mitad del país estaría de vacaciones, acabaría con su vida pública. Cerraría sus cuentas en redes sociales, sus medios de difusión electrónicos y los programas de comunicación que usaba. Tiraría el móvil a la basura y regalaría el ordenador. Se daría de baja en los grupos, asociaciones y sociedades en los que militaba, cancelando de paso las suscripciones a publicaciones, revistas y servicios que ya no le iban a hacer ninguna falta. Se acordó de Thoreau y por primera vez en mucho tiempo esbozó una leve sonrisa. Cuando se tiene claro que uno está muerto, la vida es mucho más sencilla.

Paranoia parental



 Fotograma de La vida de Pi



Nunca la crianza de niños y adolescentes ha tenido más dificultades que en nuestro tiempo. Esta afirmación podría ser sostenida por la mayoría de los sobrecargados progenitores que bregan a diario con criaturas que con frecuencia los tienen en jaque. Se estima que un 50% de adolescentes tienen acogotados a sus padres. El agobio y ansia de respuestas han supuesto que surjan expertos como setas que lanzan sus proclamas y consejos desde tribunas privilegiadas como la televisión (Supernanny, hermano mayor...) hasta medios impresos y digitales de todo tipo. Hay de todo, algunos preconizan programas psicológicos ó de reeducación, otros potentes medicamentos para calmar a los más movidos, algunos psicoterapias variadas... Conozco a unos pocos que tratan de aportar sensatez y sentido común.

Lo cierto es que por un lado tenemos poca evidencia científica para determinar lo que es una crianza en condiciones y por otro nunca estuvimos tan solos ante tamaña empresa. El los tiempos antiguos, no hace tanto, para criar un chaval era necesaria toda la tribu (pueblo, barrio, familia extensa) siendo múltiples las relaciones que los pequeños establecían con el entorno. La nuclearización de las familias y el modo de vida urbano hacen que este universo relacional se reduzca bastante con la consiguiente sobrecarga de madres y padres que tienen menos apoyos para aliviar y consultar sus dudas y agobios con el telón de fondo de una coyuntura social que no ayuda a conciliar vida familiar y laboral. En este hueco se suele colar el experto con sus brillantes soluciones: compre mi libro, vea mi programa, tenga la pastillita que solucionará sus cuitas... Lamentablemente no es tan fácil. Criar no es cuestión de una semana y las relaciones personales son mares procelosos con todo tipo de vientos y tormentas. Cada vez recelo más de los expertos, sobre todo en temas como este que exigen un acompañamiento y un grado de compromiso superlativo. Si usted no es capaz de acompañarme que tenga buen día pero no me dé la paliza. Tal vez lo más potente que podamos hacer por una madre agobiada ó un padre soprepasado es recordarle la enorme capacidad que el ser humano tiene para criar satisfactoriamente sin perecer en el intento. Rescatar la importancia de tomarse las cosas con calma, cuidar la paz y serenidad personal, aprender a negociar límites, saber cuando intervenir y cuando no y por último cuando llorar ó pedir ayuda parece sensato. Y para esto no hace falta acudir al psiquiatra más prestigioso. En la gran mayoría de los casos será posible salir del brete con los recursos disponibles.

El cuento de la supermadre y el supepadre suele terminar mal. La paranoia parental produce un estado de hiperactividad e hiperreactividad muy cansina para todos los miembros de la familia, agrandado el lado oscuro que la crianza pueda tener. Va siendo hora de rescatar nuestra propia narrativa sabiendo que tenemos derecho a pasarlo mal y equivocarnos. Por mucho que nos hayamos preparado meteremos la pata con nuestras criaturas. No puede ser de otra manera. Los seres humanos aprendemos por ensayo y error, también nuestros hijos. Y no os quepa duda de que sacarán importantes lecciones de vuestras incongruencias, caídas y miserias. Ser más misericordes con nosotros mismos es fundamental para curar las quemaduras de la convivencia con nuestras hijas e hijos. De paso nos ayudará a serlo con ellos y disfrutar más de una de las aventuras vitales más complejas y potencialmente plenas.



martes, 28 de julio de 2015

¿Por qué en España la clase dirigente no va al centro de salud?



Mr. Cameron en un hospital inglés




En muchos países europeos es común que desde el primer ministro al inmigrante sin recursos todos acudan a los servicios de sanidad pública cuando se ponen enfermos. En España es diferente. En primer lugar hay colectivos (funcionarios, militares, periodistas...) que tienen sus servicios públicos diferenciados (Mufaces, Mutuas...). Por otro lado seguimos arrastrando una herencia grabada a fuego en la que las clases sociales más acomodadas se costean sus servicios sanitarios.

No ha servido de mucho que hace décadas se hiciera una profunda reforma de la atención primaria dotando a este país de profesionales bien preparados con alta capacidad resolutiva. No ha servido de mucho que el personal de atención primaria se esfuerce por estar actualizado y prestar la mejor asistencia posible en niveles de calidad iguales ó superiores a países europeos de nuestro entorno. Aquí cuando el rey se rompe una cadera se opera en la privada y cuando un juez tiene catarro va a su médico particular.

Si los políticos y gentes con responsabilidad desconocen lo que es y significan las palabras atención primaria no nos extrañemos que no se invierta en ella ó se potencie lo que sería prudente.

Pero hay más. ¿Los niveles de calidad son de verdad tan altos? Los indicadores cuantitativos así lo dicen pero hay variables importantes a tener en cuenta. En muchos casos hay fastidiosas demoras. A nadie le gusta esperar 45 minutos en una sala de espera, a un alcalde ó a un senador menos. Por otro lado el sistema de historia clínica electrónica que tantas ventajas tiene sigue siendo vulnerable en cuestiones de confidencialidad, y este valor es de suma importancia para personalidades con relevancia social.

¿Qué podemos hacer? El valor de la equidad es fundamental para una sociedad y en Europa sabemos de ello desde la revolución francesa. A los personajes públicos les conviene usar los servicios sanitarios públicos como signo elocuente de equidad y de compromiso social. También existe un factor de interés personal, conozco el percal y puedo decir que el nivel académico y clínico es alto, más que en consultas atendidas por facultativos que no pudieron especializarse via MIR, ó por lo menos igual si sí lo hicieron. Los médicos de familia, enfermeras, pediatras y demás personal saben lo que hacen. Pese a todo parece necesaria cierta adaptación para poder atraer al sistema sanitario público a este segmento social debiendo garantizarse la máxima confidencialidad y eficiencia. Personalmente pienso que es posible aunque reconozco que no he leído mucha reflexión sobre este importantísimo tema.


viernes, 24 de julio de 2015

Médicos cegados


Pieter Brueguel




El exceso de brillo puede cegar brevemente la vista. Lo hemos experimentado muchas veces cuando el sol nos da en los ojos al conducir, al entrar en estancias excesivamente iluminadas y en otras situaciones. Cada vez me doy más cuenta de que como médico también sufro temporales pérdidas de visión en relación a aspectos de la profesión excesivamente iluminados. Pongamos por ejemplo la tecnología. Pareciera que es una de las nuevas religiones con su promesa salvífica y redentorista. Muchos profetas auguran la salvación del ser humano y la transformación de los usuarios de la sanidad en figuras resucitadas que llaman ePacientes ó pacientes empoderados. Otros abogan por transformar a los profesionales sanitarios en híbridos tecnológicos capaces de bregar con incontables adminículos, aplicaciones y gafas de visión ampliada. Sin contar con los apóstoles de la ingeniería de datos ó los ya conocidos defensores de la medicalización intensiva de cada aspecto de la vida. Me pongo de ejemplo de esa ceguera que lamentablemente encarno para perjuicio de mis pacientes y de mí mismo. Afortunadamente no termina de nublarme del todo el juicio como a aquel ingenioso hidalgo que lo perdió por un exceso de literatura y me planteo esta reflexión a modo de ejercicio de expiación. Hace unos días tuvimos una sesión formativa en el centro de salud para mejorar nuestras habilidades de comunicación y relación de ayuda. Nos vendaron los ojos y nos desplazaron de ese modo por el edificio. Un acompañante nos guiaba todo el tiempo, en primer lugar nos subieron al piso de arriba por la escalera y tras dejarnos un rato sentados en silencios nos bajaron de nuevo por la misma. Lo que no sabiamos los que primeramente estabamos vendados es que el acompañante no llevaba venda al principio pero sí al final. No nos matamos en la bajada de milagro. Algo parecido siento que está pasando con la asistencia sanitaria actual: vamos a ciegas. El modelo de prestar servicios sanitarios basado en la capitación y en los actos clínicos está obsoleto. No podemos seguir centrándonos en la enfermedad. Para que se nos caiga la venda tendremos que aprender a cuantificar resultados en salud y cambiar nuestros roles profesionales y procesos para adecuarnos a este objetivo. Dar consejos para que el paciente sigua una dieta o haga más ejercicio queda bien en la teoría pero sirve de poco en la práctica. Convertir a los pacientes en polimedicados dándoles ristras de fármacos con dudosas indicaciones tampoco parece que sirva de mucho salvo para quien se lucra con los mismos. El problema de los deslumbramientos no está en ser cegados momentáneamente sino en quedar privados de la vista de forma permanente. No me pondré yo ahora en posición redentora dado que parto de mi propia limitación. Me permitirán la franqueza de compartirla para de este modo contagiarles el meme que les invite a reflexionar conmigo.






martes, 21 de julio de 2015

¿Le gustaría tener una enfermera virtual en su móvil?

Foto: Sense.ly



Todo el mundo quiere tener más y mejores servicios sanitarios. El problema está en el precio. Lo que no tiene límite no es barato. En entornos con sanidades privadas dónde cualquier prestación sanitaria es realmente gravosa para el bolsillo del ciudadano están experimentando con avatares, aplicaciones y programas que remedan a profesionales sanitarios. Los diseños son de momento toscos y los promotores de estas iniciativas dicen que no han venido a sustituir a nadie sino a "rellenar huecos". Pero ¿qué pasaría si usted no pudiera pagar a una enfermera real y su seguro de beneficencia sólo pudiera proporcionarle una virtual? a lo mejor en urgencias esto no pasaría pero el tomate está en el universo de la patología crónica con enfermos complejos con múltiples patologías enfrentándose a dificultades de salud en sus casas o en residencias de ancianos.

Una enfermera ó un médico virtual nunca tendrá la capacidad resolutiva de uno de carne y hueso pero podemos inferir que el número de procesos que puedan asumir irá en aumento. Tomemos por ejemplo el control de la patología crónica que en nuestro medio suelen asumir los profesionales de enfermería de los centros de salud con una grandísima inversión de horas de tiempo. Hay estudios serios que cuestionan la efectividad de estos esfuerzos. Imaginen que una aseguradora americana decidiera, a tenor de la evidencia científica disponible, que dichas actividades de control de crónicos se automatizarán parcialmente reduciendo en un porcentaje la intervención presencial de enfermería y potenciando la tutorización virtual. Muchos en las bancadas del lobby enfermero pondrían el grito en el cielo pero poco podrían hacer en contra de los datos científicos y el ánimo de lucro de la correspondiente aseguradora, que es al fin y al cabo quien paga los sueldos.

Una vieja canción decía que el vídeo mató a la estrella radiofónica, pareciera que puede pasar lo mismo con las profesiones sanitarias si no somos capaces de proponer una necesaria evolución que aporte más valor añadido a nuestras intervenciones y servicios. Además de trabajar más, nos va a tocar trabajar mejor.







viernes, 17 de julio de 2015

Cambiar el sistema sanitario con poesía







A menudo me pregunto
Qué podría hacer para aliviar un poco
El sufrimiento de los hombres
Que es el mismo que el mío 
Un antiguo rumor de olas azules 
Que acompaña esta tierra
Desde que serafines y titanes
Asentaran sus bases con música y color.

La respuesta es escasa tan solo un balbuceo
De lactante abrumado por un mundo
Que se abre incomprensible
Ofreciendo deleite y sinrazón.
En ocasiones descubro parábolas que ofrezco,
Algunas tardes soy capaz de volverme silencio,
Otros amaneceres los tiño de versos 
Ó relatos nublados llenos de bosques y cascadas.
Pese al empeño no consigo avanzar
Y es esa grandísima debilidad 
La que convierte mi soledad en fuego
Capaz de calentar y animar levemente al viajero
Que se arrima al humilde cobijo donde yazgo.

Vinieron a por mi los jinetes enjaezados del emperador 
Anunciando a trompeta honor y privilegio
Con regia invitación para ocupar un puesto merecido...
Pero mis manos están siempre vacías 
Por mucho que me afane en atrapar el agua
Que tanto necesito para aplacar esta sed inclemente.

Prefiero seguir al lado del camino
En palacios y templos no hallé jamás 
El trino de los pájaros que aquí acompañan
Ni el frescor refulgente que tras lluvia de abril
Rasga el universo con arcos de colores.
Por eso si me preguntas cómo salvar al mundo
Volveré a abrir mi pecho y te regalaré un terceto:
"La flor de mi infinita levedad
esa cuya raiz te pertenece
sostiene los planetas mientras miras."
Vayámonos amigo a buscar por la senda 
Un rellano tranquilo en el que recordar
Los infinitos mundos que habitamos 
Antes de que rasgáramos el velo
Que en nuestras madres guarecía 
La ingravidez dorada donde cantábamos
Al céfiro y al mistral sin conocerlos.
Poema Breve. Salvador Casado





Me preguntaba el otro día un amigo cómo cambiaría el sistema sanitario y lo único que se me ocurrió fue escribirle un poema. Inexplicablemente sentí una gran alegría cuando se lo envié. No estoy seguro de si se debía a que la experiencia me ha regalado una visión más amplia con el paso de los años ó de que finalmente he acabado terriblemente trastornado. Lo que sí intuyo es que ante la máxima incertidumbre y complejidad son totalmente inoperativas nuestras armas habituales. No se derrotan gigantes con tenedores ni se derriban fuertes con cucharillas.

Las situaciones de transformación social, cultural, filosófica y relacional que vivimos nos han alcanzado como una tormenta en descampado. No podemos huir y estamos empapados. Muchos maldicen al cielo porfiando, otros patalean y la mayoría maldice su suerte. Cuando nos serenemos tal vez alguno recuerde que es posible caminar bajo la lluvia, que no pasa gran cosa y no nos derretimos. Finalmente caminando lo más probable es que terminemos hallando refugio o saliendo a algún claro. Si verdaderamente tienes deseo de claridad es preciso moverse y mi propuesta es hacia una evolución semántica, estética y creativa. 

Cuando no conseguimos encontrar sentido en una situación esta nos obliga a cavilar ideas novedosas para acometerla por otros ángulos. El sustrato de ese movimiento cognitivo es el lenguaje y las palabras cuyos caminos son infinitos como nos ilustra el mito de la torre de Babel  y nos recuerda Borges con sus jardines y bibliotecas inacabables. Sin embargo nuestro uso del lenguaje es presidiario. Damos vueltas al patio arrastrando una pesada bola  del grillete. Cada vez empobrecemos más nuestra forma de comunicación al consumir contenidos televisivos ó de redes sociales escritos ó diseñados por individuos de corta y dudosa edad mental. Parece necesario urgir no solo a mejorar y acrisolar nuestro lenguaje sino a aprender otros nuevos y aplicarlos a nuestra cotidianidad. Atreverse a disfrutar de la lengua de los pájaros que inunda nuestras mañanas sin que nos demos cuenta, el lenguaje silente de las nubes que consigue acariciarnos el alma sin esfuerzo gracias a sus formas delicadas hechas con infinitas volutas de agua cristalina que en suspiros de cientos de toneladas sobrevuelan nuestras cabezas constantemente. Las posibilidades a nuestro alcance son realmente sorprendentes.

¿Qué ocurriría si cada cual aderezara su navegación vital por el proceloso mar de la incertidumbre con lenguaje musical ó poético? ¿Si regaláramos melodías y cuartetos a nuestros jefes ó compañeros de trabajo en lugar de quejas y exabruptos?
Hoy adolecemos de poetas y juglares que nos inspiren y ayuden en esta misión, no porque no existan sino porque permanecen invisibles tapados por toneladas de libros basura y música comercial de marca Acme. Una sociedad que prioriza las últimas novedades editoriales de Belén Esteban y Risto Mejide en lugar de las de Manuel Vilas ó Mircea Carterescu nos indica que está claramente abocada a la extinción. ¿Toda?, no, afortunadamente queda por algún lado una aldea de irremisibles galos que resiste al invasor descerebrado gracias a una poción mágica que combina semántica, estética y creatividad. No será necesario quemar Roma, bastará con que tú te tomes más en serio. Seas quien seas mereces una mirada nueva, y esa visión no te la pueden imponer, has de ser tú la que decida subir a la montaña y mire el horizonte. Para ascender te vendrán bien nuevos lenguajes que aporten más semántica a los que ya posees. Agradecerás una estética más generosa que no te obligue a desempolvar la guitarra y la melena pero te permita aderezar tus semanas de belleza y color dónde antes sólo veías asfalto ceniciento ó rutinas infames. También agradecerás recordar que el signo de toda evolución es la creatividad. Por eso me animo a compartir estas propuestas que tratan de abrir la caja de Pandora de tu capacidad creadora. No conozco revolución mayor que esta. Una idea nueva surge de una sinapsis emergente que sea puente entre dos conceptos antes separados por abismos. Basta una pequeña mutación para que el genoma proporcione una respuesta inteligible a algún acertijo de la vida abriendo la posibilidad a ese paso adelante que estamos esperando.  Hace 70.000 años el homo sapiens vivió una revolución cognitiva que lo llevó más lejos de lo que ninguna especie había alcanzado. Consiguió salir de África y conquistar el mundo. Yo no te pediría tanto hoy. Basta con que nos atrevamos a ofrecer un soneto, una sonrisa, un buenos días. Basta con atrevernos a respirar hondo con más frecuencia y regresemos a menudo a un presente que no deberíamos habernos dejado arrebatar. Basta con que nos hagamos preguntas y juguemos a encontrar las respuestas.

Ahora puedo decir que lo tengo más claro, es posible transformar un desierto con versos y derribar una muralla con tercetos. Sin olvidarnos de las fórmulas matemáticas y las pruebas científicas que nos permitan diseñar el sistema de riego capaz de reverdecer la sequedad suprema y calcular el explosivo suficiente para volatilizar las resistencias más obscenas.



Gift animado: triángulo de Sierpinski

martes, 14 de julio de 2015

¿Qué tipo de comunicación entre profesionales y pacientes facilita un buen diagnóstico, una buena atención y una correcta relación?


Cuando una persona acude a consultar una duda o problema de salud con un profesional sanitario es fundamental entenderse. No siempre se consigue. Para que se dé una correcta comunicación tienen que darse varias circunstancias. Hay variables de la persona que consulta, del consultor, del lenguaje usado, el lugar dónde se produzca el encuentro y de la organización del sistema sanitario. La lista es larga. La comunicación no será igual si el paciente está tranquilo ó muy preocupado, receloso ó fuera de sí. Tampoco si ese día la médica de familia que nos atiende tiene citados 60 en lugar de 30 pacientes, ó si a la enfermera que tenemos delante le acaban de dar un disgusto. 

Los profesionales sanitarios aprenden su oficio tras largos periodos formativos y mucha práctica. Con los años van armándose de herramientas de comunicación que aprenden estudiando y practicando. Estas técnicas complementan y mejoran las habilidades comunicativas que ya tienen posibilitandoles para encarar situaciones clínicas de comunicación compleja como dar una mala noticia, acompañar en situaciones difíciles, asistir a pacientes que lloran desconsolodados en consulta ó que tal vez acudan con intoxicación etílica ó un delirio esquizofrénico. 

Hay un matiz cuya importancia cada vez voy valorando más con el tiempo, el afinamiento personal. Entiendo por este concepto el estado de equilibrio interno que nos provee de serenidad y ecuanimidad para poder escuchar con calidad. Cuando no estamos afinados nuestra mente parlotea sin parar y somos abducidos hacia nuestros "asuntos" con frecuencia. El nivel de despiste es alto y esto lo suele notar el paciente. La escucha es la parte más difícil de la comunicación, precisa de la máxima atención para que sea correcta dado que no solamente atendemos al lenguaje verbal sino a una constelación de infinitas señales no verbales que nos están dando una cantidad de información inmensa. Para que una persona se afine precisamos de silencio y de una nota afinadora que podrá provenir de múltiples fuentes. El contacto con la naturaleza, las actividades creativas y artísticas, el ejercicio ó la danza, la música, las conversaciones de calidad ó las carcajadas nos pueden ayudar en esta misión. Cada cuál sabe lo que le sintoniza, al igual que conoce lo que le hacer perder el temple de la vida. Por eso entiendo que los profesionales sanitarios requieren mantener un alto nivel de formación continuada pero también de mantenimiento personal continuado. Hay que afinar todos los días para poder pasar una consulta digna. Y ustedes saben perféctamente de lo que les hablo cuando les digo que hay profesionales afinados ó desafinados, lo captan a los 30 segundos de estar delante de ellos. 

Otro matiz que no se contempla en los planes de estudio es la motivación del profesional. Algo que entronca con aquello que los antiguos llamaban vocación y que hoy se ha convertido en una palabra desdibujada. Si el profesional no tiene una intención correcta, no busca el bien del paciente, no se esfuerza por hacer su tarea lo mejor posible también se lo notamos. "Ni me miró" dicen muchas personas, "no levantó los ojos del ordenador"... el despiste, la prisa, el agobio y las mil presiones que soporta el profesional hacen que muchas veces dicha ola se los lleve por delante y sólo quede en la consulta un cuerpo que teclea en su ordenador totalmente ajeno a sus pacientes. 

Finalmente daré una pincelada sobre la palabra de los profesionales velada muchas veces por el oscurantismo de la lengua arcana con la que se defienden y que en ocasiones camufla su ignorancia. No es fácil hablar claro en la vida pero en una consulta sanitaria es imperativo para que sea eficaz. Hablar claro significa explicar las cosas de forma comprensible para el paciente, sea este quien sea. Hay que hablar su lenguaje, tratar de ponerse en sus zapatos a la hora de contarle lo que pasa.
Los pacientes también pueden ayudar para que la comunicación con sus profesionales sea mejor. Son muy valiosas su afinación personal, sus intuiciones, su grado de contacto consigo mismos. También son destacables sus señalamientos con educación de distracciones ó fallos en el encuentro clínico para que este mejore. Cuando una pareja baila las dos partes pueden hacer mucho para que el baile sea armonioso. No es posible explicar todas las pautas, por hoy basta con plantear esta pequeña reflexión dado que todos deseamos ser bien atendidos cuando estamos enfermos. La sanidad invierte muchísimo esfuerzo y dinero en tecnologías y medicamentos que nos ayudan, tal vez sirva de algo reflexionar sobre mejorar la comunicación que a fin de cuentas es el cimiento que lo sostiene todo.

viernes, 10 de julio de 2015

Aprender a innovar

Me llegan múltiples invitaciones a eventos de innovación sanitaria. Declino la mayoría porque mi agenda profesional y personal no da para más. Además soy un poco antiguo para esto de la innovación. Sigo a maestros descatalogados como Heráclito de Éfeso, Spinoza ó Johan Sebastian Bach, entre otros. De este último les traigo hoy un pequeño ejemplo muy conocido.

¿Somos capaces hoy de convertir un meme en una obra de arte? ¿cómo podríamos deconstruir nuestro modo de hacer las cosas y encontrar nuevas formas más apropiadas ó adaptadas?

Con Bach es fácil asombrarse, les dejo un rato en su compañía.








Aquí la versión completa dirigida por Jordi Savall.



martes, 7 de julio de 2015

Sobre la ley de control de bajas laborales que da pleno poder a las empresas

Dada la enorme transcendencia para la sociedad y el sistema sanitario del traspaso del control de bajas laborales a las mutuas empresariales reproduzco este comunicado para su difusión y reflexión.


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Por considerar que podría ser de su interés, le informamos de que la FAISS(Federación de Asociaciones de Inspección de Servicios Sanitarios) ha emitido un Comunicado (26/06/15) sobre la Orden ESS 1187/2015 que desarrolla el RD 625/2015 y la reforma de la gestión y control de IT en su conjunto.

Como síntesis, extraída del propio comunicado (que se adjunta en pdf), la opinión de la FAISS es la siguiente:
  • La Orden ESS 1187/2015 completa la tripleta legislativa (Ley de Mutuas, RD y Orden) con la que el Gobierno de España entrega a la Patronal el control de las bajas laborales de la casi totalidad de trabajadores de nuestro país. Y también una parte no despreciable de las competencias del SNS (Sistema Nacional de Salud) cuya gestión corresponde a las CC AA.
  • Las tres normas que reforman gestión y control de la IT se han elaborado y aprobado de forma unilateral por el gobierno, sin aceptar la colaboración y en contra de los criterios del resto de interlocutores sociales y profesionales.
  • Toda la reforma se ha impulsado por las presiones empresariales para hacerse con ese control a través de sus sociedades instrumentales, que es lo que son en definitiva las Mutuas Patronales. Y con el falso argumento de una incidencia y gasto abusivos que no sólo no ha sido probado sino que todas las estadísticas desmienten.
  • La Orden aprobada desarrolla un nuevo procedimiento de emisión de partes de IT, según expectativas de duración de la baja, que es de gran complejidad práctica en su conjunto y basada en unas llamadas “tablas de duración óptima” metodológica y científicamente débiles. Y se exige a los médicos la emisión de un número excesivo de “informes médicos complementarios” para todos los casos, sin tener en cuenta si se ha desviado la duración prevista del proceso de baja.
  •  Se prevé que la Orden entre en vigor el 01/12/15, a los seis meses de su publicación, pero nada se dice sobre la financiación de los costes de reformar informáticamente los sistemas de gestión clínica asistenciales y de inspección de las 17 CC AA y del INGESA (Ceuta y Melilla).
  •  La competencia atribuida a las mutuas de indicar pruebas y tratamientos por propia iniciativa, sin el requisito de haberse hecho por los médicos del SNS, les concede el liderazgo de dirigir el proceso asistencial por el hecho de que el enfermo trabajador esté de baja.
  •  Ello, va a suponer que, con cargo a los fondos sanitarios públicos, se priorizará la asistencia de los trabajadores frente al resto de la población, lo que rompe el principio de equidad del Sistema. Todo esto descapitalizará a los centros propios del SNS que desviaría parte de sus fondos en favor de las Mutuas.
  • Sigue latente el peligro de que el INSS y las Mutuas, con la excusa de controlar la adecuación de una prestación económica, tengan acceso a la totalidad de la historia clínica” de todos los trabajadores del Sistema de la Seguridad Social”, hayan estado de baja o no.
  • Ninguna autoridad pública del Estado central o de las CC AA, ni el INSS, controla de forma sistematizada toda la actividad asistencial sanitaria (consultas, pruebas, tratamientos, intervenciones quirúrgicas) que las Mutuas hacen con cargo a fondos públicos.
  • Por último, un par de propuestas a los próximos gobiernos de nuestro país:

o    A corto plazo, a los gobiernos de la mayoría de las CC AA, en formación en estos días: que se organicen de forma coordinada, para estudiar los costes que la gestión y control de la IT les supone a los Servicios Regionales de Salud (SRS) y exigir un pago acorde con ello al INSS y a las Mutuas.

o    A medio plazo, al futuro Gobierno de España: que legisle la integración de las Mutuas con sus recursos asistenciales en el SNS, como preveía la Disposición Final 3.ª de la Ley General de Sanidad.

  • Referencias en medios de comunicación:


Atentamente,

José M.ª Morán Llanes
Vicepresidente de la FAISS
(Federación de Asociaciones de Inspección de Servicios Sanitarios)
 | Webs: FAISS y FaceBook | Twitter: @FAISS_es |

 
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¿Qué hacer cuando no nos aguantamos a nosotros mismos?





"Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte."
François de la Rochefoucauld




Cuando afrontamos situaciones vitales que nos descentran es común que entremos en un estado de confusión y malestar en el que no nos aguantamos a nosotros mismos. Por supuesto a los demás tampoco. En estas temporadas no solemos ser buena compañía dado que nuestro "asunto" nos tiene completamente abducidos y nos es imposible quitárnoslo de la cabeza. Andamos despistados y no conseguimos centrarnos dado que una y otra vez el dichoso "asunto" nos asalta.

¿Qué podemos hacer en esta situaciones?

Si nuestras estrategias de huida no funcionan y no somos capaces de esconder el "asunto" debajo de la mesa no tendremos más opción que tratar de encararlo.

Mientras no le dediquemos al problema la atención que demanda seguirá tratando de obtenerla "gritando más" con el correspondiente desgaste y sufrimiento. Es importante entender que el malestar psicológico es semejante al dolor físico, ambos son señales de alarma que nos avisan de una situación dañina ó que en potencia puede serlo a modo de reloj despertador. Si le ponemos al reloj una almohada encima está programado para sonar mucho más fuerte.  Sólo al cogerlo entre las manos, comprobar la hora y darle al botón de apagado el despertador se apagará.

Una sugerencia de afrontación es dedicarnos un pequeño tiempo al día para estar con nosotros mismos sin ninguna otra tarea. Dejar de "hacer" por  unos minutos para tan solo "estar" con nosotros mismos. Basta con sentarnos en un lugar en el que podamos estar un rato sin ser interrumpidos. Vale una habitación tranquila, un banco en la calle, ó cualquier rincón donde podamos recogernos. Apagaremos el teléfono y nos dedicaremos a respirar con calma dejando que la respiración lenta nos abrace y nos dé tranquilidad. La respiración lenta abdominal hace que el músculo diafragma nos acaricie tanto las vísceras y órganos torácicos como los abdominales, es una forma sencilla y elegante de ofrecernos ternura y compasión. No hay que hacer más.

Si en estos minutos aparece de nuevo el dichoso "asunto" lo contemplaremos desde la tranquilidad de la respiración lenta tomando conciencia de que no somos el problema si no la conciencia que lo contempla. Ese espacio, esa separación nos dará calma.


Mientras más nos atrevamos a repetir esta sencilla práctica antes sofocaremos las tormentas interiores que tanta desazón nos producen. Si aprendemos a hacerlo podremos ayudar a los que nos rodean a hacer lo mismo con las suyas.



sábado, 4 de julio de 2015

Khimera: un buen libro de neurología ficción apto para el verano





Desde siempre me ha gustado la literatura de ficción enmarcada en el futuro por las licencias imaginativas que el autor podía crear y compartir con sus lectores. Dado que la narrativa es una de las habilidades estrella de la especie a la que pertenecemos trato de dejar pistas en este blog a modo de retales rematados con alfileres para que quien se asome buscando un poco de salud ó descanso también encuentre buena literatura. El libro que comento hoy es un buen ejemplo de que es posible hacer buena ciencia ficción en castellano trufando una trama de acción con interesantes memes de disciplinas tan diversas como la neurología, genética, tecnología militar, geopolítica, etc... Alguno podrá inferir que mezclar tantos saberes dará lugar a un pastiche pero en este caso el proceso de documentación de Cesar Pérez Gellida supera el abrobado y saca nota en algunos memes que en mi caso me han hecho disfrutar. La trama engancha y hace que la lectura no se pueda demorar cumpliendo con lo que un lector espera de este tipo de libros. Me parece por tanto una propuesta apta para el descanso veraniego si a usted le gusta este género.

Además del placer de la lectura de Khimera hay un buen número de ideas que merecen reflexión del amplísimo elenco que urde la trama. Destaco algunas como el sentido de la especie y el transhumanismo, la hibridación hombre-máquina, la vida eterna, el futuro de la humanidad, las posibilidades de ampliar la mente, las consecuencias de un futuro conflicto global... Y no digo más para que no se me escape algún spoiler, espero que disfruten.