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jueves, 3 de septiembre de 2020

Hablando con muertos. Talking to dead people. 和死人說話




No podemos jugar a hacer medicina familiar y comunitaria a la vez que salud pública, es del todo insostenible si ya en lo primero íbamos al límite.




Hoy me levanté temprano, casi de madrugada. El silencio era magnífico y la calma total. Me quedé escuchando y al rato me llegó un rumor de muertos que siendo inaudible me decía cosas. 

Los médicos estamos acostumbrados a tratar con la muerte con la que negociamos a diario por cuestión de pacientes. Somos como abogados pertinaces que ponen suplicatorios en la mesa pidiendo más tiempo para cada caso que nos toca defender. 

Así ha sido durante siglos aunque en este momento llevemos seis meses despistados pidiendo pruebas y haciendo bajas, enredados en una telaraña que cada vez nos deja menos posibilidad de movimiento. Han cambiado tanto las tornas que apenas venos la cara de nuestros pacientes al pasar la mayor parte de la consulta por teléfono, lo que es semejante a hacerlo con los ojos cerrados. 

Tratar de manejar la embarcación en plena tormenta y mar gruesa con las manos atadas y una venda en los ojos es quizá la mayor temeridad que hayamos hecho en mucho tiempo. Y si la tripulación de la patera estamos así imagínense el grado de despiste del pasaje. 




Lo cierto es que ahora los muertos no son por covid19, son por las patologías habituales que siguen haciendo de las suyas sin que nadie las dedique la mínima atención. Si somos rigurosos deberíamos asumir que la segunda ola no ha llegado, en cuando a muertos se refiere. Los casos detectados son asintomáticos o con mínimos síntomas, es decir nada que no pueda solucionarse con remedios caseros en la mayoría de los casos. Sin embargo les estamos dedicando la mayor carga de atención sanitaria quitándola de donde de verdad hace falta. 







¿Qué podríamos hacer para quitarnos la venda y los grilletes? 

La respuesta es simple: dejar de hacer lo innecesario para poder hacer lo impredecible. Algo a lo que como médicos de familia estamos acostumbrados. 


Dejar de hacer lo innecesario:

  1. Permitiendo autodeclaraciones juradas de incapacidad laboral por tiempo breve, por cuidado de hijo o por cuarentena obligatoria.
  2. Automatizando el resto de los partes de confirmación de incapacidad laboral y eximiendo la necesidad de imprimirlos en papel.
  3. Permitiendo autodeclaraciones juradas de enfermedad infantil a requerimiento de colegios.
  4. Prolongando seis meses la fecha límite de la medicación en receta electrónica, incluyendo medicación con visado.
  5. Creando circuitos externos a los centros de salud para diagnostico (PCR) y seguimiento covid19.

Para hacer lo imprescindible:

  1. Priorizar la asistencia a pacientes graves, frágiles y complejos.
  2. Priorizar la asistencia a patología no demorable.
  3. Priorizar la asistencia por criterios clínicos y demorar lo burocrático.
  4. Coordinar con la comunidad y con el resto de la red sociosanitaria, priorizando residencias de ancianos y colectividades. 


El problema como ven es de conciencia. Si no nos damos cuenta de que mantener a ciegas e inoperativa la Atención Primaria en este momento es una temeridad, cuando la curva de mortalidad por covid19 suba de verdad no habrá nada que hacer por nuestra parte y eso sí que será una diferencia con la primera ola que conseguimos mantener en casa en su mayor parte. 

No podemos esperar a que nuestras autoridades sanitarias y responsables se den cuenta de esto. Cuando lo hagan será demasiado tarde como tristemente está ocurriendo de continuo. Es preciso una acción inmediata.






Talking to dead people


Today I got up early, almost at dawn. The silence was magnificent and the calm was total. I stayed listening and after a while I heard a rumor of dead people who were inaudible saying things to me. 

We doctors are used to dealing with death, which we negotiate with daily because of patients. We are like stubborn lawyers who put pleas on the table asking for more time for each case we have to defend. 

This has been the case for centuries, even though at this moment we have been absent-mindedly asking for evidence and taking casualties for six months, entangled in a web that leaves us less and less room to move. The situation has changed so much that we barely see our patients' faces when we spend most of our time on the phone, which is similar to doing it with our eyes closed. 

Trying to drive the boat in the middle of a storm and heavy seas with our hands tied and a blindfold on is perhaps the most foolhardy thing we have done in a long time. And if the crew of the boat are like that, imagine the degree of misdirection of the passage. 

The truth is that now the dead causes are not from covid19, they are from the usual pathologies that continue to make theirs without anyone paying the slightest attention to them. If we are rigorous we should assume that the second wave has not arrived, as far as the dead are concerned. The cases detected are asymptomatic or with minimal symptoms, that is to say nothing that cannot be solved with home remedies in most cases. However, we are devoting the greatest burden of health care to them by taking it away from where it is really needed. 

What can we do to remove the bandage and shackles? 

The answer is simple: stop doing the unnecessary so we can do the essential. Something that we as family doctors are used to. 


Stop doing the unnecessary:

1.      Allowing self-inflicted declarations of short-term incapacity for work, child care or mandatory quarantine.
2. Automating the rest of the inability to work confirmation parts and exempting the need to print them out on paper.
3. Allowing self-declarations of child illness at the request of schools.
4. Extending the deadline for prescription medication by six months, including visa medication.
5. Creating external circuits to health centers for diagnosis (PCR) and covid19 follow-up.

To do the essential:

1.     To prioritize the assistance to serious, fragile and complex patients.
2. To prioritize the assistance to non-delayable pathology.
3. To prioritize the assistance by clinical criteria and delay the bureaucratic.
4. To coordinate with the community and the rest of the social-health network, prioritizing nursing homes and communities. 


The problem, as you see, is one of conscience. If we do not realize that keeping the Primary Care blind and inoperative at this moment is a recklessness, when the mortality curve by covid19 really goes up there will be nothing to do on our part and that will be a difference with the first wave that we manage to keep at home for the most part. 

We cannot wait for our health authorities and managers to realize this. When they do it will be too late as is sadly happening all the time. Immediate action is needed.



和死人說話

自動翻譯,對錯誤感到抱歉。

今天,我幾乎早在黎明時就起床了。沉默是巨大的,平靜是完全的。我一直聽著,一段時間後,我聽到一個死人的謠言,這些聲音聽不清對我說話。

我們的醫生習慣於處理死亡問題,由於患者的關係,我們每天都會與之協商。我們就像強的律師一樣,在案子上提出請願,要求為我們要辯護的每個案件分配更多時間。

幾個世紀以來一直是這種情況,儘管此時我們一直心不在asking地索要證據並傷亡六個月,糾纏在網中,使我們行動的空間越來越小。情況已經發生了很大變化,以至於當我們大部分時間都花在電話上時,我們幾乎看不到病人的臉,這與閉著眼睛來做類似。

試圖在暴風雨和大海中開車時,要係好雙手並蒙上眼罩,這也許是我們長期以來最愚蠢的事情。如果船上的船員是這樣,請想像通道的誤導程度。

事實是,現在的死因不是來自covid19,而是來自於通常的病理,這些病理在沒有任何人絲毫關注的情況下繼續產生。如果我們嚴格的話,就死者而言,我們應該假定第二波尚未到來。所檢測到的病例無症狀或症狀很少,也就是說,在大多數情況下,沒有什麼可以用家庭療法解決的。但是,我們將醫療服務從真正需要的地方帶走,從而將最大的醫療負擔分配給他們。

我們該怎麼做才能消除繃帶和束縛?

答案很簡單:停止做不必要的事情,這樣我們就可以做無法預測的事情。作為家庭醫生,我們已經習慣了一些東西。


停止執行不必要的操作:

1.允許自我宣告的短期工作,育兒或強制性檢疫能力喪失。
2.使其餘無法正常工作的確認部件自動化,並免除將其打印在紙上的需要。
3.應學校要求允許兒童疾病的自我聲明。
4.將處方藥(包括簽證藥)的最後期限延長六個月。
5.為衛生中心創建外部電路以進行診斷(PCR)和covid19隨訪。

要做的基本:

1.優先為嚴重,脆弱和復雜的患者提供幫助。
2.優先考慮對非延遲性病理的幫助。
3.根據臨床標準確定援助的優先次序,並延緩官僚主義。
4.與社區和其餘的社會衛生網絡進行協調,優先安排療養院和社區。


如您所見,問題是良心之一。如果我們沒有意識到此時此刻讓基層醫療服務處於盲目和不起作用狀態是很魯re的,那麼當covid19的死亡率曲線真正上升時,我們將無事可做,這與我們第一波的影響有所不同。設法將大部分時間都留在家裡。

我們不能等我們的衛生部門和管理人員意識到這一點。當他們這樣做時,這將是為時已晚,因為不幸的是一直在發生。需要立即採取行動。

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