En esta época caracterizada por la transición de sociedades sólidas a líquidas todo parece confuso. El mundo sanitario sufre convulsiones ante el aumento de la complejidad de pacientes cada vez más mayores y con más problemas de salud por un lado y la gran afluencia de jóvenes y personas de edad media con problemas de salud menores o de adaptación a un medio social y laboral hostil.
Para los profesionales de la salud cada día que pasa se nos hace un poquito más cuesta arriba dar la talla. La sobrecarga habitual sigue aumentando y no encontramos suficiente tiempo ni para escuchar al paciente como se merece ni para reflexionar los casos que nos llegan. ¿Solucionará esto la tecnología como algunos profetas nos anuncian?
La respuesta no es fácil. Aún no disponemos de soluciones disruptivas, a lo más parches o promesas pero nada que ofrezca respuesta a los retos que enfrentamos.
Ante el sufrimiento humano parece necesario un acompañamiento con rostro humano. Lo que no está tan claro es hasta qué punto esto debe asumirlo el sistema sanitario. Por otro lado la valoración de la complejidad en las esferas biológica, psicológica, social y existencial de la persona es algo que probablemente exceda la capacidad de una máquina por muy desarrollada que esta sea.
Seguramente veamos desarrollos de inteligencia artificial adaptados a problemas de salud menores que sean susceptibles de ser manejados con autocuidados. Al igual que hoy todo el mundo tiene un ordenador personal en su teléfono llegará el día en que tengamos un asesor personal que nos ayude con la gestión de pequeños problemas de salud o con procesos de patología crónica que exijan supervisión y control.
Por otro lado no parece descabellado pensar en que cada profesional sanitario sea reforzado a su vez por un asistente personal que ofrezca ayuda tanto para el diagnóstico como para el tratamiento y la estrategia de cuidados de cada paciente.
Lo que no tengo tan claro es si los profesionales aguantarán la presión. Toda tecnología implica un coste personal. Si no se protege al profesional calibrando la presión asistencial que recibe y la dificultad y complejidad de lo que trate es fácil que este acabe quemado o saturado. Lo estamos viendo y cada vez va a más.
Cuando uno tiene una enfermedad grave o potencialmente peligrosa, cuando uno está próximo a la muerte o ha sufrido un accidente importante necesita ayuda. En esos casos queremos tener cerca a nuestros seres queridos y un equipo sanitario lo más excelente posible. Nadie quiere verse rodeado solo de robots aunque cada vez tengamos más alrededor.
Emerging Medicine
In this era characterized by the transition from solid to liquid societies, everything seems confusing. The health world suffers convulsions due to the increasing complexity of increasingly older patients with more health problems on the one hand and the large amount of young people and middle-aged people with minor health problems or bad adaptation to a hostile social and working environment.
For health professionals every day that passes to work properly it's harder. The usual overload continues to increase and we do not find enough time either to listen to the patient as he deserves or to reflect enough on the cases that come to us. Will technology solve this as some prophets tell us?
The answer is not simple. We still do not have disruptive solutions, at most patches or promises but nothing that offers an answer to the challenges we face.
If we talk about human suffering, it seems necessary to have an accompaniment with a human face. What is not so clear is the extent to which the health system should take this on board. On the other hand, the assessment of complexity in the biological, psychological, social and existential spheres of the person is something that probably exceeds the capacity of a machine, however developed it may be.
Surely we will see developments of artificial intelligence adapted to minor health problems that can be handled with self-care. Just as today everyone has a personal computer on their phone, the day will come when we will have a personal advisor to help us with the management of small health problems or with chronic pathology processes that require supervision and control.
On the other hand, it does not seem outlandish to think that each health professional should be reinforced in turn by a personal electronic assistant who offers help both for the diagnosis and for the treatment and care strategy of each patient.
What is not so clear to me is whether the professionals will withstand the pressure. All technology has a personal cost. If you don't protect the professional by calibrating the care pressure he or she receives and the difficulty and complexity of what he or she treats, it is easy for the professional to end up burned or saturated. We are seeing it and it is getting more and more.
When you have a serious or potentially dangerous illness, when you are close to death or have had a major accident you need help. In those cases we want to have our loved ones close by and a health team better as possible near. No one wants to be surrounded by robots alone, even though we are getting more and more around.
新興醫學
在這個從實體社會過渡到流動社會的時代,一切似乎令人困惑。一方面,由於年齡越來越大,健康問題更多的患者變得越來越複雜,而大量的年輕人和中年人的健康問題較輕,或者對敵對的社會和工作環境的適應能力較弱,健康世界因此而遭受驚厥。
對於健康專業人員來說,每天工作都變得越來越困難。通常的超負荷繼續增加,我們找不到足夠的時間來聆聽患者應得的信息,也沒有足夠的時間對即將到來的案件進行反思。先知告訴我們,技術會解決這個問題嗎?
答案並不簡單。我們仍然沒有破壞性的解決方案,大多數補丁或承諾都沒有,但是沒有什麼能夠解決我們面臨的挑戰。
如果我們談論人類的苦難,似乎有必要伴有人類的面孔。目前尚不清楚衛生系統應在多大程度上接受這一點。另一方面,對人的生物學,心理,社會和存在領域的複雜性的評估可能超出了機器的能力,無論它是多麼發達。
當然,我們將看到人工智能的發展,這些人工智能可以通過自我護理來解決一些小健康問題。就像今天每個人都在手機上擁有一台個人計算機一樣,這一天將到來,我們將有一位私人顧問來幫助我們解決小健康問題或需要監督和控制的慢性病理過程。
另一方面,認為應該由一位個人電子助手來依次加強每位醫療專業人員的服務似乎並不奇怪,後者可以為每位患者的診斷以及治療和護理策略提供幫助。
對我而言,尚不清楚的是專業人員是否會承受壓力。所有技術都有個人成本。如果您不能通過校準專業人員所承受的護理壓力以及所接受治療的難度和復雜性來保護專業人員,那麼專業人員很容易會被燒毀或飽和。我們正在看到它,並且它越來越多。
當您患有嚴重或潛在危險的疾病時,如果您接近死亡或發生重大事故,則需要幫助。在這種情況下,我們希望附近有親人,附近最好有一支醫療隊。即使我們越來越多,也沒人願意被機器人包圍。
自動翻譯,對不起,我很抱歉。
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