Páginas

sábado, 30 de septiembre de 2017

Nacionalismes, enteniment i comunicació




Les llengües són ponts/
Però també martells,/ 
Pena oblidar-ho./



Las lenguas son puentes
Pero también martillos,
Pena olvidarlo.



Els nacionalismes sempre van existir. Van enfrontar tribus, clans, pobles i nacions. Avui estan tristament de moda i ús amb intenció aquest adjectiu en constatar que hem après poc d'una història que ens ensenya que la negociació és camí llarg però més segur que el conflicte.


En la nostra època globalitzada on la majoria escolta la mateixa música, veu les mateixes pel·lícules i desitja comprar els mateixos productes, necessitem sentir-nos diferents. Dins d'aquesta identitat personal tindran gran importància les circumstàncies familiars i locals atès que adoptarem un idioma, una punt de vista cultural i uns valors segons siguin aquestes. Triarem un equip de futbol i un partit polític, ens afiliarem a alguna ONG, a un gimnàs o a una associació. I podrem ser més o menys defensors de la identitat local que ens toqui en sort.


En qualsevol cas solem ser nacionalistes de nosaltres mateixos, membres de la república independent de la meva casa. Amb certa desafectació amb polítics i governants. Donant-nos una mica igual el que diguin els altres; anem al nostre, que ja és bastant.


El dolent és que aquests pressupostos no encaixen amb el viable. Som éssers socials i com a tals necessitem jugar en societat. Cal entendre's amb els altres i per a això és fonamental el llenguatge i el desig d'enteniment. Solament si som capaços de definir un ben comú que ens inclogui a tots podrem avançar. No fer-ho ens embulla en conflictes irresolubles en els quals xoquen infinits interessos personals.


La situació de canvi radical que experimentem aporta incertesa i desconcert. No és senzill posar-se d'acord quan el sòl sembla moure's i el cel caure sobre els nostres caps. Però és precisament en les crisis quan més necessari resulta remar en una mateixa adreça per sortir d'elles.


Quan dues parts s'enfronten sense aconseguir acord sol ajudar una mediació. Aquest paper pot ser prestat per líders i polítics però de vegades no és possible solucionar-ho a aquest nivell. En aquests casos la societat haurà de buscar altres formes d'expressió i diàleg, de trobada, de consens. Tenim tecnologies i coneixement per fer-ho, tenim la poesia. Aconseguirem trobar suficient voluntat?
(disculpin els errors de la traducció automàtica)



Nacionalismos, entendimiento y comunicación

Los nacionalismos siempre existieron. Enfrentaron tribus, clanes, pueblos y naciones. Hoy están tristemente de moda y uso con intención ese adjetivo al constatar que hemos aprendido poco de una historia que nos enseña que la negociación es camino largo pero más seguro que el conflicto.

En nuestra época globalizada donde la mayoría escucha la misma música, ve las mismas películas y desea comprar los mismos productos, necesitamos sentirnos diferentes. Dentro de esa identidad personal tendrán gran importancia las circunstancias familiares y locales dado que adoptaremos un idioma, una punto de vista cultural y unos valores según sean estas. Elegiremos un equipo de fútbol y un partido político, nos afiliaremos a alguna ONG, a un gimnasio o a una asociación. Y podremos ser más o menos defensores de la identidad local que nos toque en suerte.

En cualquier caso solemos ser nacionalistas de nosotros mismos, miembros de la república independiente de mi casa. Con cierta desafectación con políticos y gobernantes. Dándonos un poco igual lo que digan los demás; vamos a lo nuestro, que ya es bastante.

Lo malo es que estos presupuestos no encajan con lo viable. Somos seres sociales y como tales necesitamos jugar en sociedad. Hay que entenderse con los otros y para ello es fundamental el lenguaje y el deseo de entendimiento. Solo si somos capaces de definir un bien común que nos incluya a todos podremos avanzar. No hacerlo nos enreda en conflictos irresolubles en los que chocan infinitos intereses personales.

La situación de cambio radical que experimentamos aporta incertidumbre y desconcierto. No es sencillo ponerse de acuerdo cuando el suelo parece moverse y el cielo caer sobre nuestras cabezas. Pero es precisamente en las crisis cuando más necesario resulta remar en una misma dirección para salir de ellas.

Cuando dos partes se enfrentan sin conseguir acuerdo suele ayudar una mediación. Ese papel puede ser prestado por líderes y políticos pero a veces no es posible solucionarlo a ese nivel. En esos casos la sociedad tendrá que buscar otras formas de expresión y diálogo, de encuentro, de consenso. Tenemos tecnologías y conocimiento para hacerlo, tenemos la poesía. ¿Conseguiremos encontrar suficiente voluntad?



No los cañones/ sino versos y rosas/ los que seduzcan/



No seran canons/ sinó versos i roses/ els que sedueixin./





¿Cuál de las cinco estructuras de la imagen transmite más flexibilidad?

Sea igual en nuestras vidas, llenas de las duras vigas de creencias, prejuicios e ideas poco reflexionadas.

2 comentarios:

  1. Hola, las lenguas a veces son un problema, sobre todo cuando se trata de consultas médicas o algún ámbito relacionado con la medicina. Es frecuente recibir a pacientes extranjeros y entenderse a duras penas con ellos sobre todo si no hablan inglés, lo mismo sucede con los medicamentos o cuando traen protocolos médicos de otros hospitales en su idioma. Lo más adecuado en estos casos es hablar el mismo idioma o, por lo menos, conseguir entenderse.

    ResponderEliminar
  2. Tratar de entender es el fundamento de toda profesión sanitaria. Para ello hay que navegar en lo verbal y en lo no verbal, en lo aparente y en lo que no se ve. Hay mucho detrás de las palabras.

    ResponderEliminar

También puede comentar en TWITTER a la atención de @DoctorCasado

Gracias.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.