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viernes, 15 de julio de 2016
PSICOFÁRMACOS QUE MATAN
Reseña del doctor Fernando Abadín.
Se trata de un libro en el cual se critica que la evidencia se compra a golpe de talonario por
parte de la industria farmacéutica y ya que encuentra errores y debilidades en los Ensayos
Clínicos de muchos psicofármacos.
Creo que es positivo que exista crítica y debate y que todo esté en continua reevaluación. Ahora
bien, debemos hacer una crítica constructiva, orientada al conocimiento, a la mejoría. Estas ideas
antimedicina cientificista occidental tienen el riesgo de actuar como arma de doble filo y no
podemos olvidar que finalmente quienes van a beneficiarse o resultar perjudicados en este
‘escepticismo farmacológico’ van a ser los pacientes.
En mi opinión la crítica constante indiscriminada puede servir a algunos para vender más libros,
pero flaco favor hace al colectivo médico en general y al paciente en particular. Tirar piedras
contra nuestro propio tejado no es una estrategia que busque mejorar el sistema, pues aunque
puede hacernos más críticos no construye ni enriquece. Estos autores elevados al trono de la
teoricidad más etérea tal vez no contemplan globalmente las diferencias socioeconómicas,
educativas y culturales entre los pacientes cuando se compara con los profesionales de la salud
que trabajan más ‘’a pie de cama’’. Señalan con vehemencia los beneficios que ofrece el
autocuidado, los ejercicios para mejorar y practicar habilidades comunicativas, psicoterapia,
actividades con pacientes, música, relajación...
Sin embargo en ocasiones el ámbito teórico está muy distanciado de la práctica clínica diaria y
resultan imposibles de aplicar para muchos de nuestros pacientes. ¿Puede el sistema sanitario
público asumir el coste de una Psicoterapia efectiva? Las opciones terapéuticas no
farmacológicas deberían ser la base del tratamiento en la mayoría de patologías. El problema es
que el sistema no está diseñado para atender estas posibilidades y esto es debido a la debilidad
presupuestaria de Atención Primaria en contrapartida a la de Farmacia Hospitalaria.
En un sistema centrado en las pastillas y en el Hospital resulta imperioso exigir una
Atención Primaria fuerte para combatir la excesiva medicalización de las patologías
#PastillasLasJustas.
Comentario del Dr. Salvador Casado
En el mundo sanitario Peter C. Gøtzsche es bien conocido por su posición crítica frente al sobretratamiento que asola las sociedades occidentales. En su libro Medicamentos que matan y crimen organizado ya nos ilustró sobre el funcionamiento de organismos, prácticas y métodos que tratan de obtener lucro de la venta de fármacos sin tener muy en cuenta otros valores. En esta nueva entrega se centra en los psicofármacos dejando claro que su uso y abuso trae graves problemas.
Como médico asistencial soy consciente de los daños que el sobrediagnóstico y sobretratamiento pueden causar al paciente, al sistema sanitario y a la propia sociedad. Ponerlos de manifiesto creo que es prioritario. Yo no soy tan vehemente ni tengo la formación del profesor Gøtzsche pero sí gusto de reflesionar y trato de ser lo más prudente que puedo a la hora de proponer planes de cuidados y tratamientos a mis pacientes. Lo fármacos son herramientas tecnológicas y como tales tienen dos filos, pueden ayudar y pueden dañar. Lamentablemente con menos de 6 minutos por paciente cada vez es más difícil reflexionar lo suficiente y es más sencillo tirar de receta. Llevamos años en una pendiente resbaladiza que no sabemos bien dónde nos llevará. El mensaje de este autor tal vez no guste a muchos y quizá pueda escandalizar. Espero que por lo menos nos ayude a replantearnos las cosas y tomar conciencia de que es vital plantearnos el cuidado de la salud de otra forma.
Autor: Peter C. Gøtzsche
Editor: Los libros del lince.
Interesante el tema sin duda, pero cuantos culpables hay en el mal uso de los fármacos en general? Intereses de los laboratorios, intereses de algunos sanitarios (soy sanitaria también), pésima gestión de los recursos sanitarios por la administración, .... Un problema muy complejo.
ResponderEliminarInteresante el tema sin duda, pero cuantos culpables hay en el mal uso de los fármacos en general? Intereses de los laboratorios, intereses de algunos sanitarios (soy sanitaria también), pésima gestión de los recursos sanitarios por la administración, .... Un problema muy complejo.
ResponderEliminarNo he leído el libro, pero he visto tanto las opiniones a favor como en contra, que han sido muchas. Es un tema viejo: hace ya años un artículo del BMJ demostrós como el sesgos de publicación hacía aparecer los psicofármacos más efectivos que lo que realmente son, dejando a muchos de ellos en las indicaciones habituales de AP al nivel del placebo.
ResponderEliminarEn cuanto a la psicoterpaía, que me aprece más interesante, creo que haríamos mal en sustituir la medicalicación o "pastillización" de estos problemas por una psicologización. Nos enfrentamos al mismo problema. Fuera de ciertas patologías psiquiátricas concretas, las psicóticas, el resto tienen que ver con el sufrimiento humano. Y éste no es estrictamente un proceso médico: es un problema social y personal, con tantas variables que es difícil de abordar en todos sus aspectos. Tanto, que parece que cuando uno trata de tapar un agujero por un lado, se derrama por otro.
No sé si la solución debe ser social, sanitaria, o de otro tipo. Ni tan siquiera tengo claro que debamos ser los sanitarios (médicos, psicólogos, psicoterapeutas,...) los que debamos decidir cual es la solución. En otros tiempo esas respuestas las daba la religión, la filosofía, el arte,... ¿Quién asumirá ahora ese papel? ¿Una medicina guiada por intereses económicos?
Como ya he dicho, no le veo una solución sencilla.
Tengo claro que mi vademécum prescriptor es fruto de un información sesgada.
ResponderEliminarSe que esta información no es verdadera, suficiente o relevante. Viene envuelta en un halo de certeza aparente e insuficiente. No la comprendo y me hace sentir intranquilo con la seguridad del paciente. Además, los informantes viven en un mundo lleno de conflictos de intereses.
.
Por ello, entre otras cosas:
Suelo ser prudente y esperar un tiempo que demuestre que los fármacos son seguros antes que efectivos.
Declaro cualquier reacción adversa que se produzca.
Concilio, adecuo y desprescribo.
Concierto y tomo decisiones compartidas.
Tengo claro que mi vademécum prescriptor es fruto de un información sesgada.
ResponderEliminarSe que esta información no es verdadera, suficiente o relevante. Viene envuelta en un halo de certeza aparente e insuficiente. No la comprendo y me hace sentir intranquilo con la seguridad del paciente. Además, los informantes viven en un mundo lleno de conflictos de intereses.
.
Por ello, entre otras cosas:
Suelo ser prudente y esperar un tiempo que demuestre que los fármacos son seguros antes que efectivos.
Declaro cualquier reacción adversa que se produzca.
Concilio, adecuo y desprescribo.
Concierto y tomo decisiones compartidas.