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miércoles, 11 de septiembre de 2013
Relatos de verano: Las enfermeras
He conocido muchas enfermeras. Sus manos han tratado mi cuerpo, han recogido mis despojos, me han devuelto a la vida. He compartido cientos de guardias con ellas, con la mar encrespada, con viento en contra. Me han permitido traer al mundo a un naciente, aprender de sus mañas, de su dedicación. He conocido profesionales increíbles, capaces de avanzar por territorios inexplorados, grabar vídeos excelentes, crear proyectos de la nada, reunir grupos en varios países, repartir formación de alto nivel de forma gratuita...
También he visto enfermeras con su consulta vacía y una lista de doce pacientes en la mesa, mientras que la doctora de ese mismo cupo veía 60 y salía del centro con mala cara. Esto siempre me hacía sentir una punzada interna de dolor.
Pese a todo reconozco el valor de esas manos. En lo más profundo deseo que sigan enseñándonos el significado de la palabra cuidado, a declinar el verbo acompañar, y todo ello con una mirada cálida, esa que cuando uno está malo de verdad cura más que la medicina más potente.
GRacias Dr. Casado, desde el blog http://www.nuestraenfermeria.es
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