Páginas

lunes, 22 de julio de 2013

Relatos de verano: el amigo de los mocos



Salió a la sala de espera echando humo. Su cara desencajada contrastaba con su camisa estampada en diseños psicodélicos: "Esto no se puede aguantar, pero no os dais cuenta de que vuestros hijos están bien... yo me declaro amigo de los mocos...".

Por la noche se puso a escribir en su ordenador. Había conseguido sobrevivir a una consulta de 54 niños, que son muchos para un pediatra curtido. Cada año veía como a la consulta traían a los niños por motivos más banales. Y ese mes de febrero ya no sabía qué hacer con tanto moco. La solución apareció de repente, "necesito escribir un artículo en el Periódico algo que llegue a la gente". Adaptó el grito que dio en la sala de espera a un artículo breve y lleno de humor que mandó al diario electrónico y lo colgó en su blog. A la mañana siguiente ya lo habían leído miles de personas, eso le ayudó. Sabía que su lucha era desproporcionada pero su fina ironía  no dejaba a nadie indiferente. Recibió cientos de mensajes de otros compañeros solidarizándose con él y de muchas madres y padres solicitando información. Mientras contestaba mantenía una discreta sonrisa interior. Lo que había nacido hacía tres años como un blog se había convertido en un proyecto sólido que le ayudaba a mantener la cordura, en una sociedad que estaba medicalizando salvajemente a los niños, obligándolos a tener un contacto intensivo con un sistema sanitario que por definición es peligroso. Había mucho que hacer. Cerró el ordenador, puso un viejo vinilo de Jazz en el plato y se tomó una de sus cervezas; "seguiremos mañana", pensó.




1 comentario:

  1. Gracias por tu relato. Donde esté un vinilo que se quite el Mp3. La tecnología para la batalla, para el reposo, los clásicos.

    ResponderEliminar

Recuerde que este no es un sitio para hacer consultas personales. Agradecemos la participación pero pedimos respetar unas mínimas normas de educación.
También puede comentar en TWITTER a la atención de @doctorcasado

Gracias.