Muchos
comportamientos cotidianos son automatismos. Los mamíferos desarrollamos
hábitos conductuales que ahorran mucha energía.
Algunos
de estos hábitos contribuyen a mantener o mejorar la salud. Otros nos
perjudican.
El
entorno ofrece muchas variables, algunas
no modificables, otras si. Entre las primeras se encuentra la historia y
herencia cultural, los usos y costumbres, la climatología y las características
físicas del lugar donde vivimos… Entre las modificables están nuestros hábitos
personales y la forma de relacionarnos con la cultura y con los demás.
Descubrir qué formas son las mejores para recuperar el equilibrio y vivir vidas
plenas es un camino que nos conduce a responsabilizarnos de nuestra salud y la
de los que nos rodean, familiares y amigos.
La
forma en que comemos, bebemos, descansamos y nos relacionamos con los demás
define nuestra posición en el mundo y protege o castiga nuestras funciones
físicas y psicológicas.
Todo el
mundo tiene la posibilidad de construir entornos amigables y no hostiles. Establecer hábitos de vida que protejan las
necesidades básicas y un ritmo de vida que podamos seguir con calma. No ir más
deprisa de nuestras capacidades. Reservar tiempo y energía para el autocuidado y el crecimiento
personal. .. Son muchos los consejos con el poder suficiente para edificar
flujos de vida sólidos que promuevan la salud y eviten o disminuyan la
enfermedad.
Primera
persona somos todos. Tenemos la opción y la obligación de ser los garantes de
nuestra propia salud. Sólo en los casos en los que nuestra capacidad se vea
sobrepasada es lícito pedir ayuda para recuperar la salud.
Esta
solicitud de ayuda se ha mercantilizado como tantas otras cosas en nuestra
sociedad. Los sistemas sanitarios públicos y privados ofrecen múltiples
servicios, pruebas diagnósticas y tratamientos complejos.
Siempre
será mejor desarrollar hábitos saludables que eviten o retrasen los problemas.
En este viaje estamos todos y todas comprometidos.
adquirir y mantener hábitos saludables no es habitual, ni es fácil porque parece que todo está organizado para que vayamos a conseguir una "reparación" rápida de la máquina. Pero con un poco de atención a nuestro cuerpo y a nuestras emociones sí que podría ser ese camino de rosas que has elegido para ilustrar este post. Un saludo
ResponderEliminarEse camino es el reto, a veces rosas, a veces espinas, siempre ganas de alcanzar esa salud que no es más que el reto de ser nosotros mismos en plenitud.
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