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domingo, 1 de mayo de 2011
¿Dónde están los sanadores?
Las sociedades han depositado siempre una gran responsabilidad y una gran confianza en las manos de aquellos que se dedicaban a custodiar salud y enfermedad. En España para poder ser médico hay que tener un curriculum impecable, solo pueden acceder a la universidad los mejores estudiantes. Este hecho ilustra la importancia que nuestra cultura da al conocimiento y a la inteligencia, y también la dificultad en valorar con justicia otras aptitudes no cuantificables como son la creatividad, las habilidades de comunicación, la empatía, la conciencia, otras inteligencias (emocional, motórica, artística...) y un largo etcétera.
Me consta que mucha gente con auténtica vocación o con un don para el cuidado y la sanación quedan fuera de los circuitos oficiales.
Y yo me pregunto, ¿dónde están entonces los sanadores?, ¿en el sistema sanitario, fuera de él?
Si miro mi consulta y la de mis compañeros médicos veo burocracia, funcionarios, sobrecarga asistencial, prisas, mucho ordenador y poco mirar a los ojos, papeles, colas, listas de espera... Veo a excelentes profesionales sepultados ante una avalancha de estulticia (sistema de receta caduco, partes de baja evitables, certificados y papeles que podría cursar un administrativo, sistemas informáticos negligentes, gestores que no dan respuesta a estos problemas...). Veo pocos sanadores.
Quizá por eso nos echemos las manos a la cabeza cuando los ciudadanos buscan en otros paradigmas solución a sus problemas. El paciente necesita un sanador, alguien que le acompañe, le oriente y le alivie en su tiempo de enfermar. El sistema sanitario público debería recordarlo todos los días. Los gestores para dejar que los profesionales sanitarios lo hagamos. Los profesionales sanitarios para vivir nuestra verdadera vocación. Los pacientes para exigir su cumplimiento.
Solo se puede decir mas alto, gracias Salvador, como siempre prescribiendo pildoras de pura realidad y verdad
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo.
ResponderEliminarNos hemos deshumanizados.
El cambio pasa por volver a mirar a los ojos a los pacientes.
En sentarse y dedicarle el tiempo que cada cual necesite.
Y, evidentemente eso no depende de nosotros.
Los gestores nos tienen que posibilitar conseguir de nuevo la relación médico-paciente perdida.
Un abrazo.
El sanador está en el interior de la gente que es de verdad sanadora ¿cómo se mide eso? .... ni idea ....
ResponderEliminarHace algunos días cené con un amigo que es médico y, es sanador (le guste o no) primero me decía "si fuese ahora no estudiaría medicina" para en menos de 5 minutos decir "haría lo mismo, volvería a estudiar medicina" .... me hizo gracia, uno es lo que es y no lo puede remediar.
Gracias por vuestros comentarios. Seguimos en camino tratando de reinventarnos contínuamente.
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