Siempre me he considerado un
médico descalzo. Y como ellos camino lentamente dedicándome a mis pacientes.
Creo firmemente en la fuerza de lo pequeño, de la labor bien hecha, de la constancia. He tenido buenos maestros.
Las cosas se cambian desde abajo, desde lo cotidiano, desde el presente. Pese a los tropiezos, inevitables, entiendo que es así como un médico debe caminar con sus pacientes.
Eres un fenómeno Salvador. Me encanta tu blog y tu postura ante la medicina y los pacientes. Un fuerte abrazo,
ResponderEliminarUn etíope, hace ya algunos años, Bikila ganó maratones olímpicas corriendo descalzo. No se trata de ganar, sino de que puede hacerse. Médico con pies descalzos, pero con paso firme y seguro de ti mismo. Ánimo y salu2.0
ResponderEliminar"Las cosas se cambian desde abajo, desde lo cotidiano, desde el presente."
ResponderEliminarNo podría estar más de acuerdo .... y las cosas cambian queramos o no, por tanto, intentemos darles la mejor dirección y sentido posibles.
Me gusta mucho lo que dices en este comentario. Siempre he vivido mal la contradicción entre la "excelencia" formal que se pretende transmitir con la realidad de miles de problemas solucionables con interés, constancia, y amor al trabajo bien hecho. Recuerdo un proyecto de la Comunidad Andaluza que se llamaba el "Plan de las pequeñas cosas", que no se en qué quedó. Mejoras continuas y permanentes, que no tienen por qué ser uniformes en todos los centros, intervenciones que puedan desarrollarse a coste asumible y que respondieran a las expectativas de los pacientes mejorando el funcionamiento de la organización.
ResponderEliminarMe encanta el texto.
ResponderEliminarPero tengo que pedirte que no te quemes. Que es algo muy frecuente en las personas con estos puntos de vista.